Yu-Gi-Oh! Duel Fall

Tommy

Moderator
Dec 1, 2019
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Buenos Aires, Argentina
[font=Trebuchet MS,Helvetica,sans-serif]Yu-Gi-Oh![/font][font=Trebuchet MS,Helvetica,sans-serif] Duel [/font][font=Trebuchet MS,Helvetica,sans-serif]Fall[/font]

Índice

Turno 01 - Caer para aprender a levantarse
Turno 02 - Brand New (D) World
Turno 03 - Atrapada


Notas de Autor Ebrio

¿Y esto?

Soy un tipo impulsivo: si me pinta escribir sobre algo, me pongo a hacerlo con el 100% de mi capacidad mental (que sería el 2% del de cualquier persona con el secundario completo). No es secreto que la cosa friki que más me apasiona desde chiquito es Pokémon, y es posiblemente la franquicia a la que más tiempo (y plata) invertí desde que tengo recuerdos.

Sin embargo, la aparición de Yu-Gi-Oh! en Nickelodeon a principios de los 2000 fue un orgasmo capitalista para los que ya estábamos enamorados de nuestros monstruos de bolsillo y nuestros pilones de figuritas para intercambiar... Y Yugi nos traía no solo eso en una versión mucho más oscura y perfeccionada, sino encima toda clase de diseños muy distintos a los que nos habían acostumbrado, híper-estilizados y donde los problemas se resolvían con juegos de puro ingenio: el que hacía mejor las trampas, ganaba.

El juego fue mutando, los protagonistas cambiando, los villanos se fueron haciendo cada vez más ridículos y musculosos (?), pero la esencia de "este juego de cartas para niños (¡ahora incluso sobre motos!) es cosa seria, y el destino de la humanidad siempre va a terminar dependiendo de una partida de cartas". Y ese enfoque tan serio que a cualquier podría darle un cringe tremendo sin pensarlo demasiado... A mí me sigue pareciendo espectacular. Obvio, si sabés tomártelo con cierta filosofía.

Así que, viendo otro de esos horribles episodios de ese espantoso anime donde prohíben la cultura otaku y tres "chicas mágicas" se enfrentan a un gobierno totalitarista, me acordé de Yugioh y los paralelismos que supieron trazar en muchos momentos desde las partes más oscuras en las últimas temporadas de GX hasta el setting pseudo distópico donde arranca 5Ds (y ciudades hechas pedazos en cierto opening de Arc-V, perteneciente a una temporada que nunca llegué a ver). Todo ese menjunge me terminó haciendo el click en la cabeza de "Quiero escribir esto, ahora, no me importa nada". Y lo hice.

Es un fic muy improvisado, hecho, digamos, "a mano alzada", así que por favor no esperen demasiado. Pero fue muy divertido escribir el primer capítulo y seguramente lo siga a buen ritmo, incluso teniendo en cuenta que ando laburando Canvas en paralelo.

Una aclaración / advertencia clave que le haré a todos: este fic tiene mucho de mis mejores recuerdos leyendo historias de este estilo en las viejas etapas de CemZoo y DZ, así que me tomaré la libertad de darle la estética que me transporte mejor a esos tiempos... Sí, eso quiere decir que voy a hacerlo en Comic Sans. Porque, por algún motivo fetichista extraño, los fics de Yugi me gustan más en esa font; tiene algo que la vuelve increíblemente cómoda para leer, sobre todo durante los duelos. (KB)

Otra aclaración / advertencia: nunca fui un gran jugador de Yugi, pero creo conocerme bien las reglas, así que no creo que los personajes cometan muchos missplays. Peeero es un juego especialmente jodido en muchos aspectos, así que es probable que eventualmente se me escapen detalles de algún rulling o le pifie a la pérdida de timing de algo. Igual, siempre que escriba los duelos voy a investigar todo lo posible de cada carta para mandar la menor cantidad de fruta posible.

Ooootra aclaración: Nada de cartas inventadas. Los duelos ya de por sí están llenos de deux ex machina por el inmenso factor suerte propio de la mecánica de un juego de cartas, así que moldear las cartas a mi conveniencia para que se ajusten a lo que necesito en determinado momento del duelo no me parece justo. Es más: pronto van a ver que los mazos usados en este fic van a tener una limitación muy importante para hacer los duelos más entretenidos para mí. Aunque sea al principio de la historia.
 
Aquello que amaban ardía, convirtiéndose en cenizas. Entre escombros de gigantescos edificios y una cortina de nubes amarronadas formadas por el polvo, la luz del fuego vomitaba columnas de humo negro por todo lo alto. Montículos de cartas apiladas eran quemados por hombres con uniformes ignífugos y máscaras de gas que disparaban sus lanzallamas sin titubear, incluso aunque una multitud al otro lado de las vallas se llevara las manos a la cabeza, algunos llegando a romper en llanto al ver el destructivo espectáculo.

—Durante décadas, nuestra sociedad se vio diezmada y reducida a ideologías pobres gracias a las cuales todos nuestros conflictos se debían resolver con un juego para niños. ¡Nosotros, como adultos, tenemos la responsabilidad de cuidar de nuestros jóvenes! ¡Es por eso que debemos tomar medidas adultas de una vez por todas, y dejar de refugiarnos detrás de monstruos de leyendas y cuentos de hadas! ¡El peligro allá afuera es muy real, y debemos estar preparados para defendernos con valores reales, con equipamiento auténtico! ¡El enemigo no invadirá nuestras tierras ni usurpará nuestros hogares proponiendo amigables juegos de cartas!

Había pasado un año desde que la Alianza Antiduelos se hiciera con el control del gobierno en Dominalia, gracias a la unión de la iglesia y el ejército. De pie frente a un pueblo que no sabía qué esperar y almacenaba incertidumbre en su mirada, un hombre tenaz conocido como el Archiduque Justo proclamó el nuevo rumbo que daría a su nación.

—¡La era de los juegos ha llegado a su fin! ¡Es hora de sentar las bases de un futuro sólido y próspero para Dominalia! ¡¡Llegó el momento de alzar un escudo lo suficientemente resistente como para proteger no solo a nuestros cuerpos, sino también a nuestras almas descarriadas!!
 
¡¡A partir de hoy, el Duelo de Monstruos queda terminantemente prohibido!!


 
Yu-Gi-Oh! Duel Fall



Turno 01 — Caer para aprender a levantarse

Yun no recibía aún su nombre de duelista, por lo que se sentía como un donnadie en medio de muchos otros como él. Solo tenía diecisiete años, pero hacía mucho tiempo había perdido su típico entusiasmo juvenil, transitando una adolescencia privada de todo aquello que lo maravilló durante la infancia.

Pese a ello, todavía hurgaba entre las pilas de material carbonizado en búsqueda de algún tesoro que pudiera añadir a su humilde colección. Por esto, sus mejillas le dolieron un poco cuando se notó sonriendo por primera vez en varios días tras haber detenido sus dedos sobre el borde firme de una carta cuyos colores todavía podían adivinarse en la superficie del cartón chamuscado.

Tras extraerla de la pila cuidadosamente, notó que parte de la misma estaba completamente deteriorada y ennegrecida, pero en su frente podía distinguirse la ilustración de un guerrero que aferraba un puño a su espada mientras, con una rodilla hincada, se disponía a reincorporarse para una nueva batalla.

—"… of the Blue Flame" —entornó los ojos, intentando dilucidar la parte del texto en la tarjeta que se hallaba completamente calcinada—. Pareces ser una muy vieja… De todos modos, creo que puedes servir.

Sujetándola con una mano en alto para admirar la ilustración, Yun desprendió un pequeño estuche de la correa alrededor de sus jeans y sacó un folio transparente para guardarla. Sin embargo, justo antes de ponerla a resguardo, una ráfaga de viento deshizo la parte chamuscada entre sus dedos, arrastrándola en forma de cenizas hasta volverse parte de la abrumadora nube de polvo que envolvía su alrededor. El chico apretó los dientes un instante, y luego volvió a la pila de escombros para continuar con su labor. Si perdía el tiempo lamentándose, la noche devoraría sus últimas posibilidades de conseguir algo valioso antes del evento.


Dust City era el nombre con el que habían designado a una de las primeras grandes capitales de Dominalia en ser arrasadas por el nuevo régimen. Una urbe alzada gracias a la masiva popularidad que había ganado el Duelo de Monstruos durante años, y que era cuna de uno de los Domos de Duelo más grandes del país, aquél donde antaño se llevaron a cabo los torneos en los que los mejores duelistas concurrían y se disputaban el título de campeón.

Ahora, del impresionante coliseo apenas quedaban ruinas, y los gritos de entusiasmo y aplausos jolgoriosos del público habían sido reemplazados por el oscuro eco del silencio. Las luces de neón sustituidas por el crepitar de las llamas que aun extinguían lo poco que quedaba del juego que había hecho tanto por esa ciudad. Y pese a todo, de tanto en tanto era posible ver siluetas moviéndose entre los escombros, atravesando los accesos parcialmente derrumbados del Domo de Duelo para hacerse con potenciales tesoros… o tal vez con algo más.

—Llegan tarde, ya no hay más duelos aquí —anunció un muchacho sentado sobre la mitad que quedaba de una columna de mármol, viendo cómo otros dos jóvenes ataviados con capas de viaje y capuchas que ocultaban sus rostros parecían buscar algo merodeando entre las pilas de cartón calcinado.

Uno de ellos metió la mano debajo de su túnica y sacó una tarjeta gris con la imagen de una esfera oscura, sobre la que podía leerse la palabra "Token", y se la enseñó al muchacho sobre la columna partida. Su mano temblaba ligeramente.

—Incluso en la End Phase puedes seguir jugando —pronunció el otro encapuchado, enseñando su propia carta de Token.

El muchacho sonrió, asintiendo levemente antes de dejarse caer frente a ellos.

—Incluso en la End Phase —afirmó finalmente, tomando las cartas y guiándolos a través de las ruinas rumbo a una trampilla en el suelo oculta bajo una pila de piedra y ceniza.

Tras subir la trampilla, el muchacho encendió una linterna de bolsillo iluminando unas escaleras muy angostas que se perdían en la profunda oscuridad del subsuelo. Sin mediar palabra alguna, los dos encapuchados se dejaron absorber por el distante bullicio de voces y sonidos provenientes del interior. Bajando una absurda cantidad de peldaños casi a ciegas, tuvieron que quitarse las capuchas para que sus ojos no traicionaran sus pisadas.

Entonces, un rayo de luz acompañado por un estruendo casi los hizo caer, pero en lugar de eso exclamaron admirados al hallarse por fin en una arena de duelos improvisada dentro de lo que parecía ser una inmensa caverna envuelta por tierra, piedra y madera, y sostenida a duras penas por algunas vigas de hierro que claramente no habrían recibido la aprobación de un arquitecto.

—Genial… —atinó a balbucear el que estaba al frente, mientras su compañero bajaba de un salto los últimos peldaños y corría entre una multitud que se agolpaba delante de un cinturón de vallas metálicas para contemplar el escenario principal, donde estaba teniendo lugar un auténtico Duelo de Monstruos como los de antaño.

El suelo parecía ser lo único moderno en ese antro perdido en las profundidades del Domo de Duelo, pues contaba con el sistema de realidad aumentada que generaba con una serie de luces todo tipo de hologramas cada vez que una carta era jugada por los contendientes a los extremos de la arena. De un lado, un hombre calvo, corpulento y lleno de tatuajes le sonreía desafiante a su adversario mientras repasaba con su dedo las cartas dispuestas sobre su tablero de juego: una especie de estrado angosto con varios cables conectados directamente al suelo con el sistema de hologramas. En el otro extremo, un joven menudo de pelo rojo grisáceo con una gorra desgastada que le cubría el rostro y tenía toda la ropa cubierta de polvo y hollín se rascaba la nariz y arqueaba una ceja, preguntándose cuál sería el mejor movimiento para realizar a continuación.

—¿Por qué no te apresuras, novato? Este lugar puede venirse abajo en cualquier momento, y no quisiera morir aplastado esta noche —propuso el hombre lleno de tatuajes, enseñando los dientes sucios mientras las imágenes holográficas de un robusto orco empuñando un hueso entre sus manos y un gorila de pelaje rojizo parpadeaban frente a él. Dos cartas boca abajo aparecían detrás de los monstruos, mientras que, al otro lado, el joven que se les oponía solo era protegido por un par de cartas colocadas en su zona de magias y trampas.
 
Denzel LP: 7200

Yun LP: 3600

—Tranquilo, no morirás… —murmuró el joven que deslizaba nerviosamente sus ojos sobre las cinco maltrechas cartas en su mano. Finalmente, esbozó una sonrisa petulante—. Aunque serás aplastado de todas formas, aquí y ahora. ¡Activaré la carta mágica Dragon Shrine! Con ella, puedo enviar un dragón de mi mazo al cementerio y, si es un monstruo normal, puedo enviar otro dragón adicional.

Tras seleccionar sus dos cartas, miró desafiante al grandulón antes de jugar una nueva carta sobre el tablero.

—¡Ahora, invoco a Freed the Brave Wanderer en modo de ataque! (ATK/1700)

Un caballero de largo cabello rubio y armadura plateada apareció en el campo de batalla, desenvainando su espada mientras su capa ondeaba ante una corriente de viento inexistente. Sin embargo, el duelista tatuado soltó una fuerte risotada.

—¡Necesitarás mucho más que eso para hacerle frente a mi Giant Orc y Berserk Gorilla! (ATK/2200) (ATK/2000)

—De hecho, no —suspiró Yun, encogiéndose de hombros tras la predecible arrogancia del idiota con monstruos de alto ataque en su lado del campo—. Te enfocas demasiado en la fuerza de tus monstruos, pero olvidas que, muchas veces, los efectos enaltecen a los más débiles. ¡Freed, haz que el brillo de estas almas encienda el filo de tu espada! ¡Con su habilidad, destierro a dos monstruos de Luz en mi cementerio para destruir un monstruo de mi adversario con ataque superior a él! ¡Acabemos con ese Giant Orc!

Sacudiendo su espada en dirección al orco, Freed lo partió en dos gracias a la energía brillante erradicada del cementerio.

—¡Tsk! Todavía debes enfrentar a Berserk Gorilla si quieres lastimarme, y tu monstruo sigue siendo débil —se burló Denzel, restándole mérito a su hazaña.

—En eso estoy, en eso estoy… —murmuró Yun, volteando una carta verde en la zona inferior de su tablero—. ¡A continuación, activo Different Dimension Reincarnation descartando una carta de mi mano! Con ella, podré traer de regreso a uno de los monstruos de Luz desterrados por Freed… ¡Y el monstruo seleccionado es más que digno de enfrentar a tu gorila! ¡Ven, Wattaildragon! (ATK/2500)

Un portal se abrió en el cielo y de éste descendió un dragón alado de pelaje azul con una cola alargada que echaba relámpagos al sacudirla. El público alrededor comenzó a vitorear la astuta jugada del novato cubierto de polvo, lo que enardeció todavía más al que hasta entonces parecía llevar toda la ventaja.

—Sería apresurado atacarte sabiendo que tienes dos cartas colocadas detrás de tu monstruo… —consideró Yun teniendo en cuenta que, además, Berserk Gorilla estaría obligado a atacarlo el siguiente turno—. Pero no puedo evitarlo: vamos a averiguar qué trampas ocultas. ¡Wattaildragon, fulmina a Berserk Gorilla con tu coletazo de 10.000 voltios!

—¡Tu esfuerzo será inútil! ¡Activo mi carta trampa: Nitwit Outwit! —proclamó Denzel revelando una de las cartas boca abajo—. ¡Tiro un monstruo de mi mano para hacer que tu dragón pierda ataque igual al de mi monstruo descartado! ¡Escojo nada menos que a mi Light Bringer Lucifer, cuyo ataque de 2600 puntos es más que suficiente para dejar en 0 al tuyo!

El alma del monstruo enviado al cementerio por el duelista tatuado se convirtió en un descomunal piedrazo precipitándose desde el firmamento; un peso tan grande que Wattaildragon tuvo que resistir sobre su espalda, reduciendo completamente sus puntos de ataque. Como consecuencia de esto, el coletazo arrojado por el dragón eléctrico acabó siendo completamente resistido por Berserk Gorilla, que le devolvió un puñetazo tan contundente que lo destruyó en el acto.
 
Yun LP: 3600 – 2000 > 1600

—¡Mierda! —gruñó Yun al perder a su monstruo tan rápido como había sido invocado. Aquella jugada le había demandado demasiados recursos.

—Veo que no valoras lo suficiente tus puntos de vida —rio el grandulón apuntándole con su dedo—. ¡Adelante! ¿Por qué no atacas ahora con Freed para no prolongar tu humillación?

—Tengo un poco más de tiempo… —suspiró el joven retador antes de colocar una carta boca abajo—. Termino mi turno.

El grandulón soltó una risotada, tomando rápidamente una carta del tope de su mazo.

—¡Eso es lo que tú crees! ¡No durarás mucho si sigues dependiendo de tus bluffs, pero no volveré a ser tan precavido como hasta ahora! —afiló la mirada tras ver la carta que había robado—. ¡Activaré inmediatamente mi trampa: Birthright! Con ella, puedo renacer a un monstruo normal en modo de ataque, y precisamente tengo a la indicada aguardando su momento desde la tumba: ¡Preséntate, Light Bringer Lucifer! (ATK/2600)

Una bella dama de cabello rubio con cuernos rosas surgió espectralmente desde un charco de sangre, haciendo una distinguida reverencia antes de esbozar una sonrisa siniestra.

—¡Pasemos directamente a la batalla! ¡Berserk Gorilla, destruye a Freed con tu llamarada furiosa!

El gorila entró en cólera y golpeó su pecho saltando sobre el caballero mientras vomitaba una ráfaga de fuego. Sin embargo, la llama fue repelida por un formidable escudo de borde dorado empuñado en la mano libre de éste. A sus espaldas, Yun sonreía con suficiencia mientras revelaba una de sus cartas seteadas, así como otra adicional a su lado.

—¡Activaste mi trampa: Armory Call! Con ella, pude potenciar a Freed dándole una magia de equipo desde mi mazo: ¡Magnum Shield! —anunció el duelista más joven mientras el público le dedicaba una nueva serie de aplausos—. ¡Mi caballero ahora gana una cantidad de ataque igual a su defensa, volviéndose más poderoso que tu Berserk Gorilla!
 
Freed the Brave Wanderer ATK/1700 + 1200 > ATK/2900

—¡Usaré entonces mi magia de juego rápido: Clashing Souls! ¡Y un juego de valor y tenacidad dará inicio automáticamente! —vociferó Denzel con el pecho inflado, mientras todos comenzaban a aplaudir vívidamente por el uso de aquella carta en particular—. ¡A partir de ahora, nuestros monstruos inician un choque de espíritus! Lo explicaré de manera sencilla para que lo entiendas, novato: ambos podremos pagar puntos de vida en múltiplos de 500 para incrementar en esa cantidad los puntos de ataque de nuestros monstruos en combate. Cuando alguno de los dos decida que ya no quiere seguir pagando puntos de vida, el combate se resolverá sin que recibamos daño de batalla y el monstruo más fuerte permanecerá en pie… ¡Pero el perdedor condenará a su controlador a deshacerse de todas las cartas en su campo! ¡Esto me permitirá aumentar el ataque de Berserk Gorilla pagando un total de 1000 puntos de vida!
 
Denzel LP: 7200 – 1000 > 6200

Berserk Gorilla ATK/2000 + 1000 > ATK/3000

El espíritu de combate de Berserk Gorilla traspasó los límites de su propio cuerpo, rodeándose por un aura de energía que pareció incrementar su tamaño y musculatura, listo para arrojarse de nuevo sobre su adversario. Yun no lo dudó ni por un instante, y activó de inmediato su segunda trampa colocada en el turno anterior.

—¡Revelo mi Castle of Dragon Souls! ¡Ahora puedo remover un dragón de mi cementerio para incrementar el ataque de mi monstruo en 700 puntos adicionales!

Tal y como explicó, y mientras una nerviosa gota de sudor se deslizaba por su sien, el joven duelista escogió rápidamente una carta dragón en su cementerio para desterrarla, dándole un bono de poder a Freed.
 
Freed the Brave Wanderer ATK/2900 + 700 > ATK/3600

—¡Bah! ¡Nada que no pueda resolver pagando otros 1000 puntos para hacer todavía más fuerte a mi monstruo! —bufó Denzel sin dejarse impresionar, presionando una tecla en su tablero para decrecer su vida en esa cantidad de puntos. Al mismo tiempo que lo hacía, la bestia enardecida y el caballero vagabundo chocaban sus puños ardientes y su escudo magno en una pulseada de potencia física y espiritual.
 
Denzel LP: 6200 – 1000 > 5200

Berserk Gorilla ATK/3000 + 1000 > ATK/4000

—¡Adelante, novato! ¡Puedes pagar puntos de tu vida si quieres tener alguna oportunidad! —rio desafiante el grandulón lleno de tatuajes, pero Yun no mordería el anzuelo.

Tras echar un vistazo a la silenciosa y sonriente dama de cabello dorado que aguardaba pacientemente su turno de atacar en el casillero contiguo a Berserk Gorilla, comprendió que ese peligroso desafío propuesto por su oponente no tendría ningún sentido para él desde un principio. Tras echar un suspiro, agitó la mano delante de su rostro.

—No pagaré ninguno.

Todo el mundo a su alrededor se llevó las manos a la boca y la cabeza, sin poder creer que el tenaz retador se hubiera echado atrás sin siquiera intentarlo. Denzel esbozó una ancha sonrisa y asintió con determinación, encendiendo la réplica holográfica de su magia activa y desencadenando todo el potencial de su efecto. Con una llama abrasadora que arrasó con el escudo portado por Freed, Berserk Gorilla se llevó con su ataque no solo al monstruo, sino también a la carta de equipo y la trampa que le habían brindado todo su poder. En un parpadeo, el campo de Yun había quedado desolado, y una cortina de humo simulada se esparció por toda la arena.

—¡Es el final para ti, muchacho! ¡Cuando declare un ataque con Lucifer, el duelo habrá llegado a su f--! ¡¿Eeeh?!

Un casillero en la zona de monstruos se iluminó, y desde lo alto se abrió un portal directamente desde otra dimensión trayendo con un resplandor dorado a un nuevo monstruo que descendió para posarse delante de Yun: un dragón alado verde envuelto por una sombra oscura que se enroscaba en su torso y crecía como una segunda cabeza.

—Tu choque de espíritus habrá sido efectivo… —admitió Yun con seriedad, levantando una carta desde su pila de descarte y revelándosela a su oponente: era la trampa que había sido eliminada tras la resolución del combate—. ¡Pero mi Castle of Dragon Souls contiene almas mucho más ancestrales que tu absurda ambición por el poder ilimitado! ¡Y, al ser enviada al cementerio, me permitió invocar especialmente a uno de los dragones desterrados: Guardragon Andrake! (ATK/2000)

—¡Maldito…! —apretó los dientes por lo bajo, para luego dedicarle una desagradable sonrisa cargada de confianza—. ¡Si crees que con eso podrás hacerle frente…!

—Lo creo —replicó Yun rápidamente, chasqueando los dedos y apuntando a su lado de la arena—. ¡Míralo con tus propios ojos! ¡Cuando este dragón es invocado especialmente desde la zona de destierro, puede eliminar automáticamente a un monstruo oponente! ¡¡Guardragon Andrake, devuelve a Lucifer al inframundo al que pertenece!!

Con dos rugidos de dispar tonalidad, el dragón verde y negro se elevó por los cielos agitando sus alas y arrojó una ráfaga de viento sombrío que arrasó al monstruo normal de Denzel, quién solo pudo observar atónito cómo su monstruo más fuerte en campo era destruido sin oponer resistencia. Colérico, el duelista apretó las tres cartas en su mano, que empezó a temblar fuera de control.

—Dejaré una carta boca abajo y eso será todo —sentenció con un destello de agudeza en su voz. Yun entornó la mirada.

—Oh, ¿brickeaste? ¿Es por eso que ni siquiera hiciste una invocación normal este turno para asegurar la victoria? —cuestionó, mientras robaba una carta para iniciar su turno—. Espero que se trate de eso, y no que me hayas intentado subestimar.

—Solo juega tus cartas, chico, y yo jugaré las mías… —gruñó el grandulón a quién, por otra parte, poco a poco el novato comenzaba a caerle mejor.

—¡Lo que digas, capitán! —sonrió Yun, dándose cuenta de lo fácil que le estaba resultando pasárselo en grande mientras gozaba de la oportunidad de su vida teniendo un duelo auténtico con una persona real y con cartas reales que había estado reuniendo durante el último año—. A decir verdad, mi mano tampoco es que se vea tan bien… —Y una mirada afilada y maliciosa emergió a la superficie de sus ojos verdes—. ¡Pero mi campo lucirá fantástico en unos instantes! ¡Invoco a Dragard en modo de ataque! (ATK/1300)

Un guiverno negro y púrpura apareció en la zona de monstruos, desplegando sus alas y haciendo centellar sus ojos de jade.

—Cuando es invocado normalmente, puede revivir cualquier monstruo normal en mi cementerio que no sobrepase los 1000 puntos de ataque. Afortunadamente, uno de los primeros que destruiste fue Galaxy Serpent, ¡y ahora Dragard podrá traerla de regreso a mi campo! (ATK/1000)

Con el fulgor de sus ojos, el guiverno hizo brillar una vez más al serpentino dragón nebuloso cuyo cuerpo parecía formado por miles de diminutas estrellas. Denzel movía el pie inquieto detrás de su tablero de juego.

—Dos monstruos débiles que están muy lejos de alterar el curso de este duelo —gruñó, como si le ofendiera la sucesiva invocación de monstruos con esos pobres niveles de ataque para enfrentarlo.

—Te enfocas demasiado en la potencia bruta de los monstruos, amigo… —suspiró Yun—. Deberías prestar atención a sus demás características… Por ejemplo: ¡Galaxy Serpent no es un monstruo normal cualquiera, sino uno tuner! Esto quiere decir que, sumando sus dos estrellas a las cuatro de Dragard, puedo realizar una invocación por sincronía y llamar a un monstruo más fuerte desde mi extra deck… —Y, tomando rápidamente una carta blanca de una pila en la zona opuesta del tablero a la de su mazo, Yun la jugó con una sonrisa de oreja a oreja—. ¡De nivel seis! ¡Invoco al implacable Goyo Predator! (ATK/2400)

El público estalló en ovaciones para el joven retador cuando Galaxy Serpent se enroscó en el aire, desvaneciéndose en un aro de energía azul a través del cual Dragard se elevó, partiéndose en cuatro estrellas que comenzaron a danzar en la órbita de las dos que representaban el nivel del tuner. La resonancia de su energía dio lugar a un nuevo portal del cual surgió un monstruo tan robusto como Berserk Gorilla, ataviado con ropas ceremoniales y una intimidante máscara cornada que le confería el aspecto de una bestia, incluso tratándose realmente de un guerrero. No era habitual que un jugador de duelos clandestinos pudiera realizar con éxito una invocación por sincronía,

—¡Pues a mí no me impresionas, novato! ¡En el mejor de los casos, podrás sacarte de encima a Berserk Gorilla antes de ser aplastado nuevamente por otro monstruo más poderoso! —lo desafió el grandulón tatuado sin dejarse intimidar. Yun, sin embargo, ya estaba dando el siguiente paso con la estrategia que se le había ocurrido.

—Pasaré a fase de batalla —dijo sin cavilación—: ¡Goyo Predator, ataca a Berserk Gorilla con tu jutte kabuki!

El guerrero de sincronía sacudió su arma trazando un círculo en el aire y envolvió con el látigo el musculado cuerpo del gorila, que intentó oponer resistencia apretando los colmillos antes de estallar en mil pedazos por el estrujamiento. Rápidamente, Goyo Predator atrajo a sí mismo el látigo que aún envolvía el espíritu oscuro del monstruo de Denzel, azotando un casillero libre a su lado para invocar especialmente a la bestia furiosa.
 
Denzel LP: 5200 – 400 > 4800

—Tras destruir a tu monstruo en batalla, Goyo Predator puede volverlo su cómplice, invocándolo de nuestro lado del campo —explicó Yun, aprovechando el atónito silencio concedido por su oponente—. Desgraciadamente, el daño que pueda causarte con él se reducirá a la mitad… Pero eso no me impedirá atacar de todas formas. ¡Berserk Gorilla, dispara tu llamarada furiosa!

Para su sorpresa, el hombre tatuado sonrió, aunque sus ojos expresaban más rabia que la del monstruo peludo que se arrojaba en su contra.

—¡Activo mi carta de trampa: A Rival Appears!! Con ella, puedo elegir un monstruo oponente e invocar otro de mi mano con el mismo nivel. ¡Selecciono a Goyo Predator y, por sus seis estrellas, ahora puedo llamar a Hazy Flame Mantikor! (ATK/2200)

Una monstruosa bestia similar a un león de melena ardiente, con cola de escorpión y alas que desprendían llamas descendió desde la mano de Denzel y rugió a Berserk Gorilla, amedrentándolo justo a tiempo para cancelar su ataque.

—Jamás permitiría que tu fuego sea más peligroso que el mío, novato —sonrió el grandulón con satisfacción—. Aunque, si te soy honesto, esperaba poder usar mi trampa aprovechando un monstruo de más estrellas… No me dejaste otra alternativa para proteger mis puntos.

—Eso significa que tenía razón —murmuró Yun haciendo rodar las pupilas—: brickeaste. ¡Pero hey, no hay nada de malo en eso! Al menos te saliste con la tuya deteniendo mi ataque… Pero olvidas un pequeño detalle: ¡Guardragon Andrake sigue de mi lado, y gracias a que fue invocado especialmente desde mi zona de destierro, puedo destruir a tu mantícora con su efecto!

—No, no puedes —replicó Denzel de manera categórica, cruzándose de brazos—; la habilidad de Hazy Flame Mantikor lo mantiene a salvo de cualquier efecto que lo seleccione. ¡Su fuego desprende un brillo tan magnífico y cegador que tu dragón ni siquiera puede mirarlo directamente!

—¡Oh, vamos!

—¿Qué sucede? ¿Se te están acabando los trucos?

A Yun se le escapó una risa picaresca.

—¿Bromeas? Recién estoy entrando en calor… —hizo una breve pausa para admirar una maltrecha carta en su mano, antes de chasquear los dedos y voltear hacia la gente, sabiendo que su próximo movimiento daría que hablar—. Aunque la fase de batalla se termine, todavía cuento con dos monstruos útiles en mi campo: ¡Haré overlay entre Berserk Gorilla y Guardragon Andrake, superponiendo sus niveles para realizar una invocación xyz de rango cuatro! ¡Responde a mi llamado y haz sonar la melodía infernal de tu Flauta Dracónica: Queen Dragun Djinn! (ATK/2200)

Un portal oscuro se abrió en el suelo, girando vertiginosamente en espiral mientras absorbía los espíritus de los monstruos en el campo de Yun, vomitando en su lugar a una criatura tan bella como terrorífica, con la mitad inferior del cuerpo tomando el aspecto de un dragón llameante y la superior, el de una mujer de largo cabello rubio que empuñaba un cuerno dorado y retorcido con una cabeza de dragón en el extremo, similar a una flauta ancestral.

La mención a una invocación de sincronía ya le había hecho crispar la ceja a un viejo entre la multitud, pero el ver ahora cómo un monstruo xyz emergía en la arena de duelos lo obligó a abrirse paso entre los eufóricos espectadores, empujando y metiendo la cabeza entre hombros apretados para contemplar con sus propios ojos al duelista capaz de hacer ambas cosas en un mismo turno. Su poblada barba le cubría casi todo el rostro, así como una vieja gorra con estampas de artículos milenarios. Pese a ello, sus ojos abiertos de par en par parecían los de un niño viendo a un gran dragón por primera vez.

—Ahora desacoplaré un material xyz de mi nuevo monstruo para activar su efecto: ¡Permitiéndome renacer un dragón de nivel 5 o superior de mi cementerio! Y traeré precisamente al que había descartado en mi turno anterior: ¡Gravi-Crush Dragon! (ATK/2400)

Al tiempo que Queen Dragun Djinn hacía sonar una feroz melodía en su cuerno dracónico reviviendo desde la tumba a una mole oscura hinchada de músculos y con dos brazos robustos como pilares, Denzel comenzaba a dejarse llevar por la emoción. Había olvidado la última vez que un duelo se había extendido tanto para él, habituado a finiquitar a sus adversarios en pocos turnos con sus monstruos de alto poder. Al fin y al cabo: todos ahí usaban apenas las cartas que podían rescatar de basurales y pilas incineradas, volviéndose verdaderos tesoros invaluables para todos ellos pero, en la práctica, mazos obsoletos y con poca sinergia en general. Lo que se mostraba ante sus ojos, ahora, era una comunión de guerreros y dragones de dispar potencial individual, pero que ese novato de algún modo conseguía acoplar para extraer de ellos su máximo potencial.

—¡Un ejército respetable, debo reconocértelo! —sin notarlo, estaba gritando con una sonrisa inmensa y los ojos brillando—. ¡Pero te aseguro que poco quedará de él luego de que barra el suelo con tus monstruos en mi turno! ¡Recuerda que ya no tendrás otra fase de batalla!

—Aprendí a no subestimarte, Denzel —dijo Yun muy serio, la mano que sostenía su maltrecha carta más agitada que su propio corazón—. Al principio creía que solo eras un bruto presumido ocultándose detrás de monstruos grandes de fácil convocación, pero… Creo que debo ser un poco más cuidadoso contigo en lo que quede del duelo. Es por eso que usaré todo lo que tenga a mi alcance para proteger estos puntos de vida, y es por eso que jugaré esta carta ahora: ¡¡Branded in White!!

El anciano barbudo aplastó la cara contra las vallas metálicas, haciendo que su nariz sobresalga al otro lado. Sus ojos no podían creer lo que veían, y sus orejas se resistían a aceptar que acababa de escuchar precisamente el nombre de esa carta. Al mismo tiempo, una enorme lengua de fuego envolvió tanto a la dragón xyz como al recién invocado, trazando un par de vueltas y formando un infinito en cuyo centro surgió una esfera de luz blanca. Consumidos por el fuego de la fusión, los monstruos de Yun desaparecieron y se volvieron uno con la esfera brillante, creciendo y tomando una forma completamente nueva.

—¡¡Y así invoco por fusión a mi dragón más poderoso: Starving Venom Fusion Dragon!! (ATK/2800)

El monstruo verde y púrpura emergió con un chillido agudo mientras agitaba su larga cola y desplegó sus dos pares de alas en la espalda. Era el más grande que había sido invocado durante ese duelo, y tan solo por el espasmo colectivo entre el público, el suelo tembló al compás de su llegada, como si el holograma del dragón fuera, aunque sea por unos segundos, una criatura legendaria de carne y hueso. Incluso siendo más débil que varios monstruos en su deck, Denzel no pudo evitar tragar saliva al ver a la bestia que su rival le ponía enfrente.

—Conozco a ese dragón… —murmuró, sin ocultar su admiración—. Lo utilizaba uno de los protagonistas del anime sobre las dimensiones; era su carta principal, ¿no? Debe ser muy valiosa.

—Tanto como cualquiera de las que estamos jugando en este momento —asintió él, y por un segundo se respiró un ambiente de complicidad generalizado en todo el antro—. Por desgracia, tendré que esperar a mi siguiente turno para patearte el trasero… Procura no liquidarme antes, por favor —Pidió amistosamente, al tiempo que colocaba una última carta boca abajo—. Vas.

—¡Robo! —proclamó Denzel, esperando obtener algo de utilidad en su deck… y enseñando luego los dientes en una ferviente sonrisa al ver qué había salido—. ¡JA! Déjame decirte una cosa, novato: hiciste una buena recolección con esos monstruos de extra deck. Si te soy honesto, mi suerte con monstruos de fusión o links fue prácticamente inexistente… Monstruos inútiles de los sets más viejos u otros tan poderosos que pedían requisitos absurdos. ¡¿Quién puede darse el lujo hoy por hoy de tener tres Cyber Dragon en su baraja?! Sea como sea, la suerte sí que me sonrió una vez: solo tuve que volar una vieja caja fuerte del Banco de Montealba para hacerme con ésta. Y ahora que la conseguí, puedo mostrarte un buen uso alternativo para todo extra deck obsoleto: ¡Destierro seis cartas de ahí boca abajo, activando Pot of Extravagance! ¡Al hacerlo, puedo robar dos cartas adicionales de mi mazo!

—¿La estás pasando bien? Estás muy verborrágico… Espero que esa olla te haya dado algo lo suficientemente bueno como para justificar toda esa perorata —se encogió de hombros Yun, escuchando a sus espaldas cómo algunos espectadores se asombraban por la rara carta mágica utilizada, mientras que otros menos conocedores se cuestionaban el por qué del entusiasmo de ese tipo solo por robar dos cartas.

Y arrancando las dos cartas de la cima de su baraja como si fueran los frutos prohibidos en el árbol del Edén, Denzel dejó que sus ojos brillen ante el resultado de su desmesurada ambición, y todo su rostro se ensanchó acompañado por aquella tétrica sonrisa.

—Son precisamente las dos que más esperaba ver en esta pobre mano —afirmó entre dientes sin poder deshacer la sonrisa de su rostro, levantando una de las cartas sobre su cabeza—. ¡Te presentaré a uno de los monstruos más fuertes que verás en tu vida, muchacho! ¡Puede ser invocado especialmente removiendo dos monstruos de oscuridad y dos de luz de mi mano y/o cementerio, y llegará al campo con un poder como no viste antes! ¡¡Desterrando a las bestias de oscuridad, Lucifer y Giant Orc, de mi cementerio, y a los monstruos de luz, Alexandrite Dragon y Cyber Dinosaur, de mi mano, rindo tributo e invoco al magnífico Orphebull the Harmonious Bullfighter Bard!! (ATK/3000)

Una bestia antropomorfa surgió frente a Denzel, mientras el cielo y el infierno parecían abrazarse por un segundo al ser desterrados los cuatro sacrificios necesarios para su invocación. Tenía la cabeza de un toro con robustos cuernos de oro, así como un traje de matador negro con ornamentos dorados y una majestuosa capa dentro de la cual podía verse a la misma noche, con una luna brillando para reflejar su luz en el oro que portaba el poderoso monstruo. Bajo su brazo parecía cargar un instrumento gigantesco de oro sólido que a Yun le recordó a una especie de harpa, pero que también podía tratarse de un arma. Tras ser invocado, Orphebull comenzó a tocar una suave melodía en dicho instrumento.

—Es un monstruo con tres mil puntos de ataque… No es mucho más impresionante que los monstruos que me protegen ahora mismo —contestó el joven de cabello rojizo, haciendo un esfuerzo por no mostrarse intimidado ante la nueva presencia en el campo.

—Deberás mirar de nuevo a mi monstruo, muchacho —aseveró su rival, y aquello sonó como toda una amenaza—. Gracias a su habilidad, Orphebull se fortalece con cada sacrificio realizado para invocarlo. Por cada monstruo desterrado de mi mano para su invocación ganará 1000 puntos adicionales de ataque, y podrá atacar a los monstruos enemigos tantas veces como monstruos haya removido del cementerio… ¿Sabes lo que eso significa? ¡¡Significa que tendrá el poder suficiente para aplastar a tus dos monstruos y dejarte sin puntos de vida!!

La melodía creada con inusitada delicadeza por parte de la bestia guerrera le confirió un aura de energía amplificada que despertó un aplauso generalizado entre el público, mientras Yun veía incrédulo cómo los puntos de ataque de Orphebull crecían exponencialmente.
 
Orphebull the Harmonious Bullfighter Bard ATK/3000 + 2000 > ATK/5000

—Es una lástima que tus puntos de vida no sean suficientes como para resistir ni uno de sus golpes, incluso protegido por ese respetable Starving Venom Fusion Dragon.

Aunque buscaba hallar una expresión de desolación en el rostro de su oponente, Denzel solo pudo ver una mirada decidida en el chico que se aferraba con alma y vida a la única carta restante en su mano. Frunciendo el ceño, supo que no podía perder más tiempo con el novato.

—¡¡Orphebull, da el primer y último de tus golpes a ese dragón para enseñarle quién es el monstruo más poderoso en este duelo y terminarlo de una vez por todas!!

La bestia se arrojó flameando su capa y cargó contra el Starving Venom Fusion Dragon mientras empuñaba una mancuerna doble de oro en la mano que no sujetaba el instrumento musical. Enseñando su lado más feroz y salvaje, el monstruo de luz brincó hasta el largo cuello verdoso del dragón, listo para decapitarlo con un simple movimiento. El manto nocturno que flameaba en su espalda se agitó con violencia, y fue cubierto por un rayo de luz cegador que bañó completamente a la fusión de Yun, consumiéndola con el destello que dio paso a una criatura desconocida para él.

Portando una armadura azul y dorada con dagas carmesí brotando en sus hombreras, brazos y piernas, una capa oscura y empuñando una lanza plateada de tres puntas, el guerrero que bajó de los cielos sustituyendo al dragón detuvo el golpe con el arma que parecía almacenar ahora el espíritu del monstruo que había sido tributado para convocarlo. Denzel no podía creer lo que veía, mientras que Yun moldeaba la sonrisa en su rostro ahora que por fin veía un camino claro hacia la victoria.

—Te preocupaste demasiado por superar a mi Starving Venom, cuando la carta a la que debiste prestar atención todo este tiempo permanecía en mi mano —le dijo, revelando al monstruo que había colocado en el tablero justo antes de recibir un ataque que hubiera sido crítico para sus puntos de vida—: ¡¡Soldier Gaia the Fierce Knight!! (ATK/2600). Como efecto rápido, puedo invocarlo especialmente desde mi mano si tributo a cambio un monstruo dragón de fusión.

—Tu monstruo es débil, chico… ¡Por mucho que haga una entrada vistosa, no es un oponente a la altura de Orphebull!

—Todavía no sabes de lo que este caballero es capaz… ¡Cuando es invocado especialmente, puede cambiar la posición de batalla de uno de tus monstruos! ¡Por supuesto, designo a Orphebull para ser pasado inmediatamente a modo de defensa! ¡¡Soldier Gaia, doblégalo con el peso de tu Lanza Almadragón!!

Incluso gozando de una descomunal suma en sus puntos de ataque, el toro torero no fue rival para el peso del espíritu que el caballero feroz dejó caer sobre su hombro al azotarlo con el mango de su lanza. Incluso aferrándose con sus enormes puños al arma de acero sólido, Orphebull no pudo evitar hincarse de rodillas ante la presión ejercida por el guerrero que parecía permanentemente acompañado por el alma del dragón que le había cedido su lugar.
 
Orphebull the Harmonious Bullfighter Bard DEF/2400

—Todavía estás en fase de batalla, Denzel… ¿Por qué no intentas darme un golpe con esa mantícora? —lo provocó Yun, sabiendo que a su adversario ya no le quedaban otras cartas en la mano o en el campo. Había apostado todo lo que le quedaba a la invocación de ese monstruo con una espectacular cantidad de puntos de ataque… Y esa misma ambición le costaría la partida.

—Aún conservo dos poderosos monstruos de mi lado, y mis puntos de vida son tres veces más altos que los tuyos… Si sigues pensando que tienes ganado el duelo porque cambiaste la posición de uno de mis monstruos, novato, es que todavía no entiendes mucho sobre este juego. Adelante: intenta pasar por encima de ellos si te atreves. Solo necesito un turno más para aplastarte con las cartas que descansan en mi baraja.

—Orphebull es un monstruo asombroso, no te lo negaré —concedió Yun mientras depositaba su mano y su fe en la parte superior de su mazo, deslizándola suavemente hasta llevarla delante de sus ojos—. Pero luego de estos últimos turnos deberías haber aprendido algo muy importante —Y, mirando la carta finalmente, su corazón se calmó, y su mirada se relajó tanto que su rostro pareció el de una persona completamente diferente—: no importa qué tan fuerte sea una carta por sí misma, sino qué tan bien sepas usarlas todas en conjunto. Tu mazo es un mundo entero de posibilidades… Y tú, Denzel, las volcaste todas en la convocación de esa bestia guerrera con cinco mil puntos de ataque. Quizás te habrá otorgado muchas victorias antes, pero hoy… ¡Hoy te llegó el momento de perder! ¡¡Activo mi carta mágica: Face Card Fusion!! ¡Con ella, puedo fusionar a dos monstruos para la invocación de un guerrero de luz! Gaia de la luz, Goyo de la tierra; choquen sus armas con orgullo y fundan su espíritu en este nuevo guerrero: ¡¡Gilti-Gearfried the Magical Steel Knight!! (ATK/2700)

El caballero definitivo de su mazo surgió de una tormenta de naipes, cortando una escalera real con la filosa cuchilla del hacha que portaba.

—Por supuesto, Gilti-Gearfried tiene una serie de habilidades mágicas que lo vuelven mucho más peligroso que solo por el filo de su arma —lo introdujo Yun, orgulloso de haber podido invocar a un monstruo como ese—; te las mostraré todas en este turno. Ya sabes: sin trucos bajo la manga.

—Gran cosa… Apenas y tiene lo suficiente como para acabar con uno de mis monstruos y arañarme algunos puntos de vida —gruñó Denzel, como si no hubiera prestado atención a lo que su adversario acababa de decir. Tal vez porque el monstruo frente a él le recordó el tiempo en el que podía echarse en la terraza de su escuela a leer uno de esos mangas donde salían monstruos a los que jamás imaginó que podría enfrentar. Una gota de sudor recorrió su ancho rostro.

—¡Vamos con la primera de ellas, para la cual entraré en fase de batalla! Al ser invocado fusionando dos monstruos presentes en mi campo, Gilti-Gearfried obtiene un ataque adicional este turno. Un corte por cada valiente guerrero que, desde el peligroso campo de batalla, apostó por su poder.

—Dos monstruos me protegen todavía… No podrás liquidarme este turno, chico.

—Ahora activaré mi carta de trampa: ¡¡Unbreakable Spirit!! Con ella, si solo controlo un monstruo, puedo seleccionarlo para incrementar sus puntos de ataque tanto como los de un monstruo oponente con el menor ataque en el campo.

Denzel resopló, comenzando a hacer números en su cabeza, y retorció una desagradable sonrisa.

—¡¡Sigue sin ser suficiente para llevarte este duelo!! Solo lastimarás un poco de mis puntos de vida.

Fue entonces cuando vio a Gilti-Gearfried apuntando con el escudo en su antebrazo al holograma de la trampa que Yun acababa de revelar, suprimiéndola con un encantamiento de bloqueo.

—La siguiente habilidad de mi caballero de acero es la de negar un efecto que lo seleccione… ¡Por lo cual niego mi propia trampa! Pero no creas que me he vuelto loco: ¡Luego de negar ese efecto, Gilti-Gearfried puede destruir cualquier carta en el campo! ¡¡Y el monstruo que será suprimido por él será nada menos que Orphebull!!

—¡¡No!!

En un rápido movimiento, el caballero mágico giró sobre su talón y arrojó con todo el peso de sus músculos el hacha que portaba en la misma mano que se defendía con el escudo encantado, haciéndola girar por los aires en dirección al bardo cornado que acabó partido por la mitad, desvaneciéndose su holograma en miles de píxeles que se dispersaron ante la estupefacta mirada del duelista tatuado.

—¡¡Ahora declaro el primer ataque de mi monstruo en contra de tu Hazy Flame Mantikor!! ¡¡Acaba con esa bestia!!

—¡¡Idiota hablador!! ¡¡Intentas desequilibrarme, pero tu monstruo no es tan fuerte como para llevarse todos mis puntos de vida!!

—¿Crees que eso era todo lo que mi caballero podía hacer? ¡Presta atención a la batalla! ¡¡Con su última habilidad, remuevo del juego una carta mágica en mi cementerio para que Gilti-Gearfried sume a sus puntos de ataque la mitad de sus puntos de defensa, lo que le da un bono de poder de 800 puntos!!

Y desplazando sobre el tablero la magia que había usado para fusionar a sus guerreros, llevándola desde el cementerio hasta la zona de destierro, Yun le otorgó a su monstruo las últimas pizcas de magia necesarias para imbuir con ellas el filo de su arma, arrojándose a toda velocidad contra la mantícora envuelta en llamas.
 
Gilti-Gearfried the Magical Steel Knight ATK/2700 + 800 > ATK/3500

Un solo corte le bastó para finiquitar a Mantikor, cuyas flamas se extinguieron tan pronto como el filo de su hacha las rozó. Denzel se cubrió con ambos brazos, aturdido por el sonido del acero perfectamente reproducido en el equipo de audio de la arena de duelo, así como por los cánticos del público celebrando otra espléndida exhibición del Duelo de Monstruos.
 
Denzel LP: 4800 – 1300 > 3500

—¡¡Segundo corte!! —exclamó Yun apuntando directamente al corazón de su adversario, ahora completamente desprotegido ante un ataque directo—. ¡¡Gilti-Gearfried, termina el duelo con tu Cuchilla de Filo Místico!!

La imagen del caballero de armadura negra saltando sobre él con el hacha en alto fue tan impactante que instintivamente se echó hacia atrás. En silencio, Denzel cayó sobre su trasero mientras un corte vertical se precipitaba en la arena de duelo, y el holograma de sus puntos de vida desvaneciéndose emergió en el centro para anunciar al vencedor.
 
Denzel LP: 3500 – 3500 > 0

Yun WINS!

El vencedor secó el sudor de su frente y recogió con una tonta sonrisa las cartas en su tablero, sopesando con orgullo el mazo que tenía en las manos. Suspirando con gran alivio, Yun bordeó la arena de duelos y le echó una mano a Denzel, que todavía parecía shockeado por la derrota. No lucía como la clase de sujeto acostumbrado a perder, aunque, al mismo tiempo, los allí presentes parecían haberlo perdido todo hacía ya mucho tiempo.

—Eso estuvo difícil —admitió el más joven, ayudándolo a incorporarse. El sujeto tatuado notó cómo muchos de los aplausos allí también iban para él—. ¿Ves? Serás un bruto, pero cuando sacaste a ese monstruo con un efecto tan poderoso estuve a punto de perder.

—No intentes consolarme, novato —gruñó el tipo antes de hacer una abrupta pausa, sintiendo que casi se muerde la lengua al pronunciar esa última palabra—. Dominaste todo el duelo jugando tus cartas con calma… Yo me dejé llevar un poco, la verdad es que estuve todo el duelo ansioso por invocar a Orphebull; lo encontré hace muy poco, como nuevo, debajo de la foto enmarcada en el despacho del director de la Universidad de York. ¡Mira los bordes, están impecables!

—¡Woah! ¡De cerca es más espectacular que su holograma! —se deleitó el chico tomando un segundo la rara tarjeta brillante entre sus dedos, sujetándola con mucho cuidado para no alterar su condición. Ver una carta en tan buenas condiciones era casi un milagro.

—Mira nada más las tuyas: todas maltratadas —se llevó una mano a la frente el grandulón, a lo que Yun solo pudo encogerse de hombros.

—No todos estamos dispuestos a violar la propiedad privada para robar cartas ocultas…

Decidió guardarse el resto de sus palabras cuando se abrió la puerta del círculo formado por las vallas de contención que separaban la arena de duelos del público eufórico que canturreando aún el nombre de Yun y Gilti-Gearfried. El anciano de barba poblada se les acercó con una sonrisa cansada y las manos detrás de la espalda. Andaba tan encorvado que siempre parecía estar a punto de caerse, pero el fuego en su mirada ardía con la fuerza suficiente como para mantenerlo de pie.

—Muchas gracias por este formidable encuentro, jóvenes duelistas —dijo con amabilidad, y su voz resonó por todo lo alto gracias a los parlantes ubicados alrededor del recinto subterráneo. Al parecer, llevaba un pequeño dispositivo con micrófono oculto entre la barba y enganchado a una de sus orejas—. A todos los que vinieron esta noche, espero que les haya resultado refrescante e inspirador. Saben que ese es el objetivo último de estos eventos.

—¡Gracias por el duelo, Señor Cardo!

—¡Usted es el mejor, viejo!

—¡Sus duelos nos mantienen vivos!

Los espectadores parecían venerar al anciano, aplaudiéndolo con los brazos en alto tanto o más que a los propios duelistas que acababan de exhibir todo su potencial en el duelo anterior. Los propios Yun y Denzel se inclinaron en una respetuosa reverencia, sonriendo con complicidad al notar que el viejo se cubría la cara con la gorra, apenado por el afecto colectivo.

—¡Bueno, bueno! ¡Tampoco nos engañemos entre nosotros, muchachos! Ya sé que están aquí por esto… —revelando lo que ocultaba en las manos detrás de su espalda, el viejo acercó un sobre de papel madera a Yun, agitándolo en el aire para que el chico lo tome sin miedo ni culpa.

—M-muchas gracias, Señor Cardo —asintió un sonrojado Yun, que no ganaba uno de esos eventos hacía mucho tiempo, recibiendo su premio con las manos temblorosas. Denzel lo miraba de reojo con cierta envidia, mordiéndose la lengua para no soltar un improperio frente al viejo Cardo.

—¡No es necesaria tanta formalidad, Yunito! ¡Puedes decirme Ricky como todos los demás! —rio alegremente el viejo, dándole palmaditas en la espalda.

—¡Nadie le dice Ricky, viejo! —soltó Denzel por fin, sin poder contener su frustración tras perder. El Señor Cardo dejó salir un suspiro y luego le dio unas palmaditas de consolación, sobándole uno de los tantos tatuajes que tenía en el brazo como si fuera un niño al que acababa de caérsele el helado al suelo.

—Ya, ya… Nosotros los duelistas nos forjamos en la derrota —le dijo con sorpresiva amabilidad, sacando un presente adicional del bolsillo en su chaqueta—. Además, todavía premiamos a los participantes con uno de los icónicos Elemental HERO.

Denzel tomó la carta con una mueca en el rostro, mientras Yun se aguantaba la risa.

—¡Pero qué porquería! ¡Es otro Neo Bubbleman! ¡Ya le dijimos que nadie quiere esta carta! —gruñó devolviéndosela, a lo que el Señor Cardo la guardó de nuevo en su bolsillo, satisfecho con no haberse desprendido de ella todavía.

—¡Jo-Jo! Llevo quince años otorgando este fiel guerrero a los perdedores de mis eventos… —dijo con mucha nostalgia, dándose alegres palmaditas en el bolsillo—. Quince años en los que Neo Bubbleman vuelve a mis manos inmediatamente. El día que uno de ustedes lo acepte con una sonrisa y lo sume a su mazo, ese día sabré que el duelo de monstruos habrá muerto para siempre. Mientras tanto… ¡Todavía tenemos esperanzas!

Y con un puño en alto, el viejo deshizo su joroba y sacó pecho por un instante, vociferando con todas sus fuerzas al público que se cubrió los oídos cuando el micrófono hizo acople y los parlantes casi les revientan los tímpanos.

—¡¡El duelo de monstruos vivirá mientras sigamos desafiando al destino, reuniéndonos aquí como cada miércoles!!

Aún aturdidos por el agudo chillido de los parlantes, todos levantaron un puño en respuesta al apasionado vejete, así como los rivales que acababan de dar por finalizado su duelo, intercambiando una mirada y una sonrisa cargada de motivación. Al unísono, los gritos de todos se encontraron y estallaron por todo lo alto.

—¡¡El duelo de monstruos vivirá!!


Tras darse por finalizado el evento, Yun regresaba a casa abriéndose paso entre callejones. Normalmente tomaría el camino más directo por la avenida principal, especialmente durante las peligrosas noches, pero aquella portaba consigo una baraja de cartas que le costaría la libertad si la Brigada Antiduelos lo interceptase. A modo de precaución, muchos duelistas ocultaban sus mazos en pequeños estuches adheridos a fajas debajo de su ropa —idealmente sobre alguno de los tobillos, que rara vez eran esculcados—.

Mientras el ruido distante de las sirenas de patrulleros y coches bomba se perdía en su cabeza, Yun se agachó entre dos contenedores de basura en uno de los callejones más sucios y, por lo tanto, evitados de toda la ciudad, y sacó el sobre por debajo de su camiseta para abrirlo con una gran sonrisa. No podía esperar para llegar a casa y enseñarle su nueva carta de premio a Gia.

—¿Esta vez será un guerrero o un dragón? Tal vez una magia de juego rápido o una trampa counter, de las que no abundan…

Pero de su interior solo pudo sacar un papel doblado sobre algo duro. Lo abrió con un aire de desilusión, encontrando una pequeña llave plateada en lugar de una carta de duelo de monstruos. Dentro del papel que la envolvía vio algo anotado a lápiz: Calle Worthwill 1061, Piso 4. Eso quedaba a unas quince cuadras de ahí.

Caminando entre las sombras a toda prisa, Yun eludió las luces de los zeppelines de vigilancia sobre los rascacielos y atravesó un viejo mercado de frutos abandonado para acortar camino todo lo posible. Oculto entre cajones con manzanas podridas y una nube de moscas, vio pasar una pandilla de motociclistas que golpeaban postes de luz con bates de metal, proclamando a toda voz que desde esa noche tomarían el control de la ciudad. Claro que su destino inminente sería acabar tras las rejas apenas se cruzaran con uno de los tanques de la milicia en su camino. Por un instante intentó consolarse pensando que Randy no hubiera seguido esos pasos temerarios, pero se arrepintió de hacerlo, pues pensar en él siempre acababa deprimiéndolo.

Hundiendo las manos en sus bolsillos para resguardarse del frío —y para mantener bien oculta la llave que le había entregado el viejo Cardo—, el muchacho dobló unas cuantas esquinas con el corazón en un puño, temiendo siempre cruzarse con algún oficial de brigada o militar inescrupuloso pesquisando la zona. Por suerte para él, todo lo que encontró fue la intermitente luz de un poste que no funcionaba bien, probablemente a causa de un batazo de los motociclistas que dominaban las calles nocturnas de Dust City.

El baño de luz parpadeante hacía aparecer y desaparecer entre sombras un discreto negocio de reparación de heladeras y lavarropas, que parecía llevar cerrado mucho tiempo. Sin embargo, sus ojos no lo engañaron: estaba en Worthwill al 1061. El portero eléctrico no funcionaba, y la persiana metálica del local estaba cerrada por dos grandes candados, ninguno de los cuales se abrió con la llave. Yun maldijo por lo bajo antes de notar uno más pequeño en la esquina superior. A diferencia de los otros dos, éste era de color plateado.

—Mierda… —tiritó con nerviosismo, mirando por encima de su hombro para asegurarse de que nadie estuviera siguiéndolo, y se paró en puntas de pie con un brazo extendido, intentando que la llave ingrese por la pequeña ranura del candado.

Al abrirse finalmente, un agudo pitido sonó durante tan solo un segundo en el interior del local, y una luz roja parpadeó al otro lado de la persiana. Aterrado, el joven cruzó la calle y se refugió detrás de un buzón hasta que, un minuto después, los dos candados más gruesos cayeron con un golpe seco sobre el suelo. La persiana se elevó tan solo unos centímetros, y pudo ver con claridad una mano asomando por debajo llamándolo desesperadamente con el dedo antes de desaparecer nuevamente en el sombrío interior del local. Tragando saliva, el joven miró hacia ambos lados de la calle antes de cruzar corriendo a toda velocidad, rodando por debajo de la hendija al interior del negocio.

La gruesa capa de polvo en ese lugar casi le provoca la tos más ruidosa y contraproducente de su vida, pero se cubrió la boca con las dos manos para evitarlo.

—¡¿Qué esperas, muchacho?! ¡Sube! —lo llamó en un alto susurro el hombre desde las escaleras más allá de un pasillo formado por heladeras antiguas y lavarropas destartalados. Siguiendo las marcas de pisadas sobre el suelo polvoriento, Yun se incorporó y avanzó a toda prisa detrás del anciano. Para la edad que tenía, le sorprendió que pudiera subir tan rápido esas escaleras empinadas hasta el cuarto piso.

—¿Por qué tanto misterio, Señor Cardo? —dijo el joven agitado, intentando recuperar el aire que los nervios, el polvo y las escaleras le habían arrebatado, mientras el viejo encorvado se quitaba la gorra y abría la puerta de una oficina ocupada únicamente por un escritorio y una silla.

—Sígueme y no hagas preguntas —contestó el hombre, cuyo hablar parecía completamente opuesto al afable y risueño tono que empleaba habitualmente durante los duelos de exhibición.

Como el chico guardó silencio, intimidado por el tono que había empleado, el Señor Cardo pareció soltar un pesado suspiro de resignación, devolviéndole una mirada mucho más humana cuando se encontró al otro lado del escritorio. Yun notó que su rostro estaba empapado en sudor y que, si agudizaba un poco el oído, podría notar también los rápidos latidos de su viejo corazón acelerado por el miedo que le producía aquella situación. Pero era lo que debía hacer.

—Estoy orgulloso de tu desempeño en el duelo de esta noche, Yun, de verdad lo estoy —aseveró el hombre, abriendo un cajón—. Pero tú sabes mejor que muchos que esto hace tiempo dejó de ser un simple juego. Ya no es un juego, chico, no desde que lo convirtieron en tabú. Por eso, considero que es nuestra responsabilidad hacer algo para cambiar… Y volver a la época en la que el duelo de monstruos era verdaderamente divertido, ¿sabes? Así que te cité aquí para darte tu recompensa por ganar. No, no solo por ganar… Por probar que entendías perfectamente lo que implica ser un duelista capaz de cambiar la historia.

—Oiga, espere un momento… ¿"Cambiar la historia"? ¿No le parece demasia--?

Pero el muchacho cerró la boca súbitamente cuando escuchó el golpe de una caja de cartón que se deslizó por el escritorio hacia él. Cardo la había soltado con desdén, casi como si le quemara en las manos, pero lo observó fijamente con una expresión seria y dura. Aquello era lo más importante que había hecho en mucho, mucho tiempo.

—Eso… E-eso…

—Sí, Yun. Tómalo.

La caja era roja, y estaba perfectamente cerrada. Jamás la habían abierto antes, y en su frente llevaba la ilustración de un dragón de hielo y otro de fuego. Bajo ellos podía leerse la leyenda "Structure Deck Albaz Strike". Yun la levantó, y su corazón casi da un vuelco al sentir el peso de un mazo completo en su interior. Era más de lo que jamás hubiera podido soñar como premio por una victoria en los eventos clandestinos.

—Llamaste mi atención usando a esos monstruos xyz y de sincronía, pero cuando activaste Branded in White para fusionar a tus monstruos supe que tenías que tenerlo —explicó el hombre mientras el joven se dejaba embelesar por las ilustraciones de la caja, abriéndola con voracidad y sacando un mazo perfectamente empaquetado con más de cuarenta cartas totalmente nuevas—. ¡Escúchame bien, chico! —El viejo detuvo sus manos que temblaban ansiosamente contemplando las cartas que contenía el mazo estructurado—. Esta baraja es muy importante, y no quiero que la uses durante los eventos. Es más: no debes volver a poner un pie en esos eventos. Si lo haces, me sentiré terriblemente decepcionado.

—¿De qué habla? ¡Este mazo es fantástico! Sus cartas tienen sinergia, su estrategia es clara… ¡Incluso tiene unos cuantos monstruos para el extra deck! ¡No podré perder con él!

—No —remarcó Cardo, con severidad en su voz ronca—. Si piensas que solo es un mazo para ganar duelos subterráneos, entonces ya perdiste. Yun, solo he citado a un puñado de duelistas aquí a lo largo de los últimos años… Solo aquellos con habilidades excepcionales obtuvieron un premio como el que te acabo de dar. Pero no se trata solo de un premio: es algo mucho más importante que eso. Es una responsabilidad. Es un deber que tienes que afrontar como el duelista avanzado que eres. Si realmente quieres ganar con esas cartas… Deberás ganarle a los que importa ganarles.

Yun arqueó una ceja.

—Usted dice… ¿Que estas cartas pueden frenar balas?

El viejo ensanchó una sonrisa bajo su barba alborotada.

—Los grandes ideales pueden hacerlo —afirmó con un ímpetu que no cabía en esa discreta oficina. Yun no supo cómo responder—. Entenderás a qué me refiero mañana. Ellos pasarán por ti; espéralos en el Parque Ceniza a las siete y lleva ese mazo contigo.

—¿Quiénes pasarán a buscarme? Está empezando a asustarme, Cardo…

—¡Fuera, chico! Es peligroso que andes solo de noche con estas cartas —ordenó el anciano, arrebatándole el mazo y guardándolo en un estuche con faja de velcro para que ponga alrededor de su brazo debajo de la camiseta con mangas largas—. Vuelve rápido a casa y no hables con nadie. ¡Ah! ¡Una cosa más! Si se te ocurre la estúpida idea de responder cuando pregunten tu nombre… Usa uno más apropiado para ti. A partir de ahora, serás conocido como Fallen.

Eso definitivamente sonaba como el nombre de un duelista. Antes de poder reaccionar apropiadamente a la honorable condecoración del Señor Cardo, éste cerró la oficina de un portazo en su rostro, haciéndole entender que debía irse de allí cuanto antes.

Con un torbellino de emociones sacudiéndole el pecho, Yun corrió fuera del local agazapado para huirle a las luces parpadeantes de los altos postes que parecían vigilarlo en todo momento. Sin saber que el Señor Cardo lo observaba con las manos en la espalda desde la ventana de su oficina, se alejó rápidamente en dirección a casa, más asustado y entusiasmado que nunca por llevar dos mazos diferentes bajo su ropa.

Gia definitivamente se alegraría por la noticia: ¡Su hermano finalmente había recibido un nombre de duelista! ¡Quizás incluso podría darle su viejo mazo para que comiencen a practicar juntos! Más allá de que ese viejo atormentado tuviera fijada en la cabeza la idea de una posible revolución contra la Alianza Antiduelos, aquella no dejaba de parecerle una oportunidad dorada. Luego de años jugando con papeles recortados con garabatos de monstruos y hechizos, por fin podría concretar su sueño de tener un duelo de verdad contra su hermana.


Eran casi las dos de la madrugada cuando llegó a casa, así que no tendría mucho tiempo para dormir antes de madrugar para reunirse con quienes fuera que tuviera que encontrarse en el Parque Ceniza. Una ráfaga de viento meció la reja en el patio de entrada, que no tenía puesta la traba. Haciendo una mueca, cruzó la misma y se aseguró de colocarla bien.

—Ay, Gia, papá nunca te dice nada por dejarla así, ¿eh? —suspiró, buscando la llave principal e ingresando a la casa restándole importancia.

Encendió un momento la luz del recibidor para quitarse las zapatillas y colgar la chaqueta en el perchero, solo para notar una silla caída al otro lado del pasillo que lo llevaba al comedor. Alzó una ceja y desvió su mirada rápidamente a las puertas entornadas de las habitaciones de la planta baja y del baño, mientras avanzaba sigilosamente rumbo a la silla en el suelo. Más allá de eso, todo lucía perfectamente normal: tan silencioso como debía estarlo a esa hora de la madrugada.

Pero el silencio no era consuelo suficiente para su repentina suspicacia, así que asomó la cabeza en el dormitorio de su padre. La cama estaba vacía.

—¿Papá…?

Volteó hacia la cocina. Todo se encontraba a oscuras y en perfecta quietud, y su padre no era de los que se quedaban bebiendo hasta altas horas de la noche. Entonces, su corazón dio un vuelco y corrió instintivamente hasta la pieza de su hermana, subiendo las escaleras y tropezando al notar algo extraño en el piso de arriba: ella siempre cerraba su puerta, pero ahora estaba completamente abierta.

—«Que estén los dos en tu cuarto, que estén los dos en tu cuarto… Papá, te quedaste ayudándola con la tarea hasta tarde. Papá, te quedaste ayudándola con la tarea hasta tarde» —repetía en su cabeza como un mantra mientras avanzaba saltando en una pata tras doblarse el tobillo con el tropezón. Se aferró al pomo de la puerta abierta y dejó que medio cuerpo se recueste contra la madera, solo para doblarse hasta caer de rodillas cuando el cuarto revuelto de la chica se reveló completamente deshabitado—. ¡¡No!! ¡¡Gia!!

Desesperado, se arrastró para espiar debajo de su cama y en su ropero, deseando con todas sus fuerzas que la joven astuta se hubiera escondido a tiempo, pero apenas encontró una caja llena de cartas falsas de papel recortado con garabatos de monstruos y ropa bien ordenada en sus respectivas perchas dentro del armario. Las lágrimas se le escaparon de los ojos, secándolas instintivamente con una de las camisetas preferidas de la niña, pues tenía la estampa de un gatito peludo que le recordaba a un Kuriboh. La mano que sostenía las cartas de papel que dibujaban juntos apretó el puño, abollando el esbozo de Maga Oscura antes de salir corriendo de la habitación, bajando de dos saltos las escaleras sin preocuparse por el agudo dolor en su tobillo.

Entonces, las luces se encendieron súbitamente y se encontró rodeado por tres hombres uniformados con chalecos, cascos oscuros y rifles pesados apuntándole.

—¡Somos la Brigada Antiduelos! ¡Queda detenido por participar de juegos clandestinos, prohibidos por el estatuto primero del vigente código penal de Dominalia! —anunció uno de los soldados, al tiempo que los otros dos cargaban sus rifles para intimidarlo.

—¡¿Qué hicieron con mi hermana y mi papá?! —rugió Yun, listo para arrojarse en su contra sin pensarlo dos veces, incluso si aquella fuera la peor idea que hubiera tenido en su vida.

—¡Ponga las manos detrás de la cabeza, jugador! —ordenó otro de los uniformados, dando un paso al frente—. ¡No lo pediremos dos veces!

Para sorpresa de todos, el chico cambió completamente de semblante y relajó sus hombros, llevando dócilmente los brazos a su nuca sin oponer resistencia. Los soldados cruzaron una fugaz mirada entre sí antes de avanzar cautelosamente hacia él para apresarlo, pero apenas bajaron su propia guardia por la obediencia de su objetivo, éste saltó sobre la baranda de la escalera y rodó detrás de la mesa del comedor. Oyó el disparo escapándose de un rifle volando en pedazos un cuadro colgado cerca de la cocina y se cubrió la cabeza para protegerse de los vidrios que volaron en todas partes con un estruendo ensordecedor.

—¡¡Alto ahí!!

Una mano dura como piedra se extendió por su espalda para inmovilizarlo del brazo, pero él arrojó una patada con su pie sano y le partió unos cuantos dientes frontales al uniformado. Fue entonces cuando sintió un dolor agudo deslizándose por su pierna: el sujeto había sacado un cuchillo con el que le cortó la faja sobre el tobillo donde portaba su viejo mazo. El estuche cayó al suelo bajo un par de gotas de sangre, y Yun aprovechó la patada para impulsarse con el rostro del desgraciado, empujando con el hombro la puerta hacia el jardín trasero y rodando por la hierba húmeda entre una lluvia de disparos.

Estaba convencido de que algún tiro lo había alcanzado, y que se había roto el único pie sano luego de patear con tantas fuerzas al desgraciado que intentó sujetarlo por detrás. Pero ninguna forma de dolor físico podría asemejarse al pánico que estaba sintiendo tras concluir que esos malditos se habían llevado a su única familia. ¿Estaba siendo un cobarde por huir agazapado intentando salvarse de sus balas? ¿No debería pegar media vuelta y enfrentarlos hasta las últimas consecuencias por lo que le habían hecho a Gia y a papá?

—«Tienen que estar bien… Tengo que asegurarme de que lo estén… Papá no es idiota, no habrá opuesto resistencia… Deben querer sacarme información con ellos… Todo estará bien… Voy a cooperar y me devolverán a mi familia… Gia estará--»

La cascada de pensamientos inundando su cabeza fue rebalsada por el rugido de un motor que rivalizó cara a cara con la balacera a sus espaldas, haciendo estallar en mil pedazos los ventanales que daban al jardín trasero. Escuchó con claridad cómo la cerca de madera se quebraba por el envite de una máquina motorizada con dos ruedas, cuyas luces frontales se encendieron con tal vigor que dejaron ciegos a los soldados que intentaban darle caza. El hombre a bordo del vehículo atrapó a Yun por el cuello de su camiseta, subiéndolo de un tirón al asiento trasero de la Harley que aceleró a toda velocidad cruzando su patio y el del vecino hasta derrapar sobre el firme asfalto de la calle más cercana.

—¡¡Hay que volver!! ¡¡Tienen a Gia, tienen a Gia!!

—Cálmate y deja de gritar, que así no puedo concentrarme —masculló el motorista al frente, del que se agarraba con alma y vida para no ser expulsado por la feroz velocidad con la que el vehículo circulaba por las calles, perdiéndose en zigzag entre ellas para evadir a los coches de patrulla que los seguían.

—¡¿Cómo quieres que me calme?! ¡¿Y quién se supone que eres?! ¡¡Tenemos que ir por esos hijos de puta!!

El sujeto al frente clavó los frenos bruscamente, haciendo que la cabeza de Yun se golpee contra su espalda y que su alma casi se le salga por la boca. Quitándose el casco, se giró por encima del hombro para dedicarle una mirada tan dura como familiar.

—¡¿Ah, sí?! ¡¿Y qué vas a hacer entonces, Yun, desafiarlos a un duelo de monstruos?! ¡Por si no viste toda la sangre en tu hombro, esos tipos no pelean con cartas!

Tanto sus ojos, tan oscuros como el negro cabello peinado con un largo jopo hacia atrás, como el tono pendenciero en su voz rasposa le resultaron imposibles de ignorar.

—Bah, "Yun" —gruñó el motorista, volviendo a colocarse el casco, mirando al frente y tirando de los manubrios para hacer andar nuevamente su Harley, antes de que los alcancen por pararse a discutir en medio de la carretera.

—¿Randy? —el nombre de su viejo amigo fue eclipsado por el rugido de la motocicleta acelerando. Por un segundo pensó que el muchacho al frente no había conseguido escucharlo, pero antes de poder repetir la pregunta, obtuvo su respuesta.

—¡Tsk! Esos nombres suenan tan anticuados —dijo con cierto desagrado, aunque Yun pudo imaginarse perfectamente una media sonrisa bajo el casco polarizado que portaba—. Ya no somos quienes fuimos, ¿me equivoco? Te seguí desde lo del viejo… ¡Dime! ¡¿Qué nombre absurdo te dio ese chiflado?!

Era cierto: ¿por qué seguía temblando de miedo e impotencia como si todavía fuera Yun? Esa noche había ganado un duelo espectacular y recibido no solo un nuevo mazo de cartas, sino también un nombre propio como duelista. Tal vez sintiera el dolor en su cuerpo por culpa de esos malditos cazadores del gobierno, pero nada pujaba tanto en su interior, oprimiéndole el pecho y el estómago, como las ansias por hallar a su familia a salvo. Fue por eso, y por el hecho de estar aferrándose al torso del idiota que hacía mucho había dado por muerto que entendió que, si como Yun no podía hacer nada para cambiar las cosas, quizás debería comenzar a usar ese nuevo nombre para abrirse un camino mejor.

Una sonrisa ardió tanto en su rostro que se consumió tan pronto como las palabras salieron de su boca, siendo arrastradas como cenizas por el viento que golpeaba su rostro mientras la Harley aceleraba a máxima velocidad.

—Fallen.
 


~Glosario~

Deck: Mazo de cartas
Brickear: Tener cartas injugables en la mano
Bluff: Hacerle creer a tu adversario que estás usando cartas peligrosas cuando no lo son realmente
Setear: Colocar en el campo una carta boca abajo
LP: Life Points, o Puntos de Vida. Cuando los LP de un jugador llegan a 0, éste pierde el duelo[/hr]
 
No me dio tanto cringe como pensaba...

Tenía curiosidad y ganas de algo fresco, y me ha gustado la construcción de mundo, por más que el género de distopia totalitaria no ayude mucho a generar sorpresas. Realmente, me gusta todo de esta historia menos el hecho de que sea de Yugi. Me explico: disfruté de lo poco que pude ver de este anime/franquicia (buena parte de DM, un poco del inicio de GX), pero me temo que el medio escrito no le favorece tanto como un anime o incluso un manga, porque uf, los dichosos numeritos en medio del texto resultan molestos. Sí, lo sé, son importantes en cuanto a mostrarte qué está pasando, pero es que me resulta un poco como, no sé, poner barritas de HP o indicadores de aumento/disminución de estadísticas en un fic de Pokémon (aún recuerdo las dichosas barras de HP en el episodio 3 de The Origin... algo tan inconsistente como innecesario). No me voy a quejar de las muchas y variadas descripciones de cartas que pones porque no tienen nada de malo, pero sí que es cierto que son tantas que alargan mucho el texto en detalles más estilísticos que de trama en sí... y esa es otra pega de las historias basadas en esta franquicia: tarde o temprano, todo se va a decidir con un juego de cartas. Con Pokémon o Digimon o en general cualquier anime de coleccionables no nos quejamos tanto porque entendemos que éstos tienen un efecto sobre el mundo real (como, se supone, tienen los Dioses Egipcios de Yugi)... pero bueno, te lo dice alguien que no se amigó nunca con este concepto.

La verdad es que me da pena que esta historia haya nacido de un impulso, dado el destino que suelen tener. No sé hacia dónde quieras llevar esta revolución naciente, porque podría ser algo muy interesante de leer si lo sabes conducir adecuadamente (tipo el tramo final de Crowned), ni te voy a decir cómo gestionar tu propia creatividad... pero temo que esto vaya a quedar truncado. De verdad espero equivocarme y que me calles la boca con un pedazo historia que sé que puedes plasmar.

Ahí nos vemos, que aún tengo que comentar el 3 de Canvas.
 
[font=Verdana,Geneva,sans-serif]Oh well... quería escribir algo antes de empezar a comentar cosas de nuevo. . Y henos acá.  No esperes un comentario súper elaborado como otras veces. 

Primero que nada, y perdona que empiece desde una posición pedante. Ya know, al día de hoy no me considero tan fanficker de Pokémon como el resto. Cosas mías, supongo, que sigo viéndome a mí mismo como alguien que se metió por la fuerza a la fiesta sin que nadie le invitara y se ha quedado más tiempo del que debería. Algo no acaba de conectar, ponele. 

Pero Yugi... hombre, esta es mi mierda. No te haces una idea de lo mucho que me emocionó leer esta historia. Fue como volver a mis raíces y reencontrarme con todo lo que amo de estos fanfics. Porque, ya sabes. Los fanfics de Yugi son distintos a los de Poke.

Nada de ships maricones. No retellings estúpidos de la misma región que vimos mil veces. Ni interpretaciones edgy sacadas del culo de tal saga, pervirtiendo a todos los personajes. O ESTÚPIDOS AU QUE NO LE GUSTAN A NADIE. No, no, no. En Yugi los únicos que hacen eso fueron los que se quedaron en DM y funcionan en base a nostalgia. Pero el resto, los fans, hacemos una sola cosa.

Inventamos nuestras propias series.

Y ES HERMOSO

Me encanta encontrarme con todos y cada uno de los clichés de esta clase de historias. El protagonista llamado Yu que empieza ya siendo medio capo en los duelos. El duelo de presentación desde el primer capítulo. La combinación de dragones con guerreros en su deck (eran eso o magos). El As de 2500 Atk que todavía no vemos. El mundo nuevo donde el Duelo de Monstruos es más serio que un simple juego de cartas. Una figura de autoridad/soporte mayor que es más de lo que parece. Y la apertura que presenta a nuestro Yu lanzándose de cabeza a una aventura desconocida... 

No, man, no. Amo demasiado esto.

Si bien parece nacido de un impulso, también se siente como un impulso muy poderoso. Está el amigo perdido misterioso que lucha por la resistencia, lo que sea que está pasando entre Yunyun y la hermana, el por qué la iglesia y el estado se aliaron para condenar los juegos de cartas (otra vez). Hay bastante material ya sobre la mesa para que cualquiera quiera sumergirse en esta historia. 

Me encantó el duelo, por cierto. Y Denzel se manda directo a mi personaje favorito. Ver un montón de cartas viejas y reconocerlas una tras otra fue un tremendo viaje de nostalgia que no te puedo explicar. Y una parte de mí gritó como fangirl cuando Yunyun activa el segundo efecto del Castillo de las Almas de Dragón. Y fue verdaderamente hermoso el ver este duelo tan a la antigua, con duelistas que juegan con cartas de limitada sinergia más porque son las suyas que han ido encontrando poco a poco en lugar de un simple deck prearmado que sí, amamos todos los duelos con arquetipos y el cómo llegan a caracterizar a sus respectivos duelistas desde un ángulo emocional. Pero esto me trajo recuerdos de cuando empecé a jugar Links y tenía que ir raspando aquí y allá algún tuner, usando los tickets para obtener un buen Synchro o Xyz genérico que pudiera acoplar a ese deck de cartas random en lo que aparecía un arquetipo que quisiera usar. Se siente como una carta de amor a la nostalgia en estas cartas, con monstruos de todas eras que, aunque funcionarían mejor dentro de sus propios arquetipos, aún llevan consigo el corazón para mostrar su valía en el Duelo de Monstruos. Y no solo es que uno como lector se deje embargar por la nostalgia, sino que los propios personajes son partícipes de la misma. Este es un mundo en el que la nostalgia es lo único que sostiene el Duelo de Monstruos en pie, como una ilusión que nos negamos a abandonar. Y ver tanto a unos como otros emocionarse como fans cuando un monstruo reconocido salta al campo o se realiza una jugada particular... es todo lo que necesito en una historia.


Eso sí. La fracesita de "Incluso en la End Phase puedes seguir jugando" es lo más cursi que he leído en mi vida... y de algún modo funciona. Como funciona ver a Yunyun y Denzel formando una especie de vínculo conforme avanza el duelo y ganan respeto el uno por el otro. Me recuerda a otra de esas frases cursis de Yuma, acerca de cómo los duelos te comunican con otros y al final todos pueden ser amigos.

No abandones esto man. Es demasiado bueno. [/font]