Longfic- Magua: el pacto de los líderes

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FranquiciaOriginal
GéneroAventuraMisterio
Resumen

La apartada región de Magua se enfrenta a una tragedia que amenaza con destruir su tranquilo y despreocupado estilo de vida. Para evitarlo los líderes de gimnasio de la misma tienen que unir fuerzas, pero para eso deben dejar de lado unas diferencias que no están dispuestos a obviar tan fácilmente.

#1
¡Bienvenidos y bienvenidas a mi nuevo proyecto creativo! No pensé que terminaría haciendo una historia sobre esto, pero me puse a imaginar y a pensar y me he dado cuenta de que no puedo ni quiero guardármelo para mí. Me gustaría empezar diciendo que la inspiración surgió de esta actividad que hizo Tommy hace ya su buen par de meses, gracias a la líder que hice entonces he ido creando y desarrollando una idea que me gusta bastante y con la que quiero experimentar. Por tanto, mi objetivo con este fic es crear una historia y región de cero con personajes originales y nuevos conceptos, si bien como base voy a utilizar el universo Pokémon. Quiero hacer algo más mío (o todo lo propio que se puede hacer con un universo ajeno), creando un OST con canciones que me gusten e incluso aportando dibujos que ayuden a visualizar mejor la región. Algo tocho y completo de verdad.

Aun así, no quiero que malinterpretéis mis intenciones. Si bien esto va a ser un experimento y un proyecto con el que me quiero divertir no por ello significa que no le voy a poner esfuerzo e interés, todo lo contrario. Me interesa aprender como escritora y que la historia salga bien por lo que voy a estrujarme los sesos para producir algo que merezca la pena leer. Sois bienvenidos y bienvenidas a acompañarme en este viaje ambicioso y ver qué tan lejos puedo llegar, mis caídas y mis subidas, y ojalá el proceso os pueda servir de algo a vosotros también aunque sea simplemente pasar el rato.

Sin más demora, ¡que comience el espectáculo! Recomiendo leer las fichas de los personajes cuando ya han aparecido para que no os hagáis muchos spoilers pero allá vosotros, recorred este viaje como más os guste. Este índice se irá actualizando con información conforme vaya avanzando la historia así que estad pendientes de él tras cada nueva publicación.

 

 

 
PERSONAJES
Mostrar Marga

Nombre: Marga. La Bruja de la Madre Tierra.
Edad: 22.
Localidad: Pueblo Acantilado.
Ocupación: líder de gimnasio y alquimista.
Núcleo: Meredith (superior), Erick (intermedio) y Emily (inicial).
Descripción: conocida por su afición a la creación de pociones y doble personalidad, esta mujer no deja indiferente a nadie. Casi todo el mundo conoce su lado tranquilo y agradable, el cual muestra la mayor parte del tiempo, pero cuando sus emociones se salen de control o está en confianza deja entrever una faceta extrovertida y extravagante que hace que cambie hasta físicamente. Sus dos personalidades son tan opuestas que difieren en casi todo ya que, por un lado, la Marga tranquila prefiere ser bastante prudente a la hora de hablar y actuar y tiene un enfoque científico a la hora de trabajar; por el otro, la Marga emocionada quiere ser espontánea y sincera con lo que pasa por su mente y sigue muy de cerca el movimiento de los astros ya que cree en la astrología y se siente atraída por el mundo esotérico. Solo coinciden en una cosa: su gusto por aislarse de la sociedad en su santuario.
Dato curioso: por su amor hacia el tipo planta y las pociones la gente cree erróneamente que le gusta mucho el té, por eso le suelen regalar bastante de vez en cuando. A ella le sabe mal rechazar tantas bolsitas y está en un punto en el que no se atreve a decir que lo detesta, por eso suele hacer muchas fiestas del té, para deshacerse de él de forma sutil.

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-Emocionada

-Tranquila

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Mostrar Abayomi
Nombre: Abayomi (O.Mi). El Ritmo Exótico.
Edad: 21.
Localidad: Ciudad Sydans.
Ocupación: líder de gimnasio y artista.
Núcleo: Ria (superior), Lena (superior) y Kai (superior).
Descripción: venido de tierras lejanas, este hombre ha tenido muy claro desde pequeño que su misión en la vida es dedicarse al baile. Gracias a su conocimiento de danzas tribales y bailes latinos es capaz de mover las caderas de forma hipnótica, por eso cuando sube al escenario atrae todas las miradas. Es uno de los bailarines y modelos más reconocidos de la región, por eso ha llegado a llenar estadios enteros con sus actuaciones y vender miles de copias de las revistas en las que es portada. Sin embargo, a pesar de su fama, cuando sale a la calle mantiene un perfil tan bajo que pasa desapercibido la mayor parte del tiempo y solo los fans más avispados son capaces de reconocerle. Gracias a su carisma puede atraer a cualquier persona, algo que considera un arma de doble filo dependiendo de la situación en la que se encuentre. Le gusta experimentar con la moda y cuida mucho su imagen.
Dato curioso: como viene de tierras muy calurosas siempre tiene frío, aunque Magua no destaca por ser una región de bajas temperaturas. Por esa razón casi siempre lleva prendas de manga larga independientemente de la estación que sea.

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Mostrar Saïda

Nombre: Saïda. El Espíritu Errante.
Edad: 19.
Localidad: Pueblo Tesche.
Ocupación: líder de gimnasio y estudiante.
Núcleo: Fausto (superior) y Hyejin (inicial).
Descripción: esta joven es igual de misteriosa y hermética que su pueblo y sus habitantes, aunque está dispuesta a comunicarse con personas del exterior, lo que la vuelve un poquitito más amable. Destaca por su sarcasmo y afición al humor negro, lo que la convierte en una persona difícil de tratar a veces, pero aquellos que están dispuestos a conocerla verán que se trata de un diamante escondido por una capa de carbón. Por su rostro inexpresivo parece que carece de emociones, esto solo lo piensan quienes no la han visto luchar por su pueblo en la sede de la Liga ni apoyar a sus amigos en sus peores momentos. Cuanto más te acercas a sus sombras más ves su luz.
Dato curioso: se le ha visto deambular sin rumbo fijo algunas noches por su pueblo, por lo que las malas lenguas dicen que está poseída, si bien otros creen que es un acto que hace para atraer más atención hacia Pueblo Tesche y así animar a la gente a visitarlo. Con tantas teorías a nadie se le ha ocurrido todavía que simplemente puede ser sonámbula.

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Mostrar Afilth
Nombre: Afilth. El Caballero de Acero.
Edad: 66.
Localidad: Ciudad Ferraira.
Ocupación: líder de gimnasio y empresario.
Núcleo: Lulú (superior), Marcos (superior) e Iker (superior).
Descripción: este anciano también tiene el sobrenombre de “el Caballero Atemporal” porque sigue igual que en sus años mozos, no se le ha visto ningún cambio en su personalidad ni forma de vestir. Convencido de que las buenas formas y el saber estar son valores fundamentales para crear una gran sociedad, a veces su buena educación le hace parecer un poco pedante, pero todo lo hace pensando en el bienestar de su región, prueba de ello es que la empresa que creó con el fin de mejorarla se llama Magua S.A. El crecimiento económico y tecnológico que ha experimentado la misma durante las últimas décadas se debe en parte gracias a él, ya que hace de intermediario con empresarios de otras regiones y se preocupa porque la suya no se quede atrás. Tiene el medio ambiente siempre muy presente, por eso no hace nada que pueda afectarlo negativamente.
Dato curioso: hay algo que le apasiona igual que el bienestar de su región y las finanzas y eso es la cocina. Muestra de ello es que el mejor restaurante de Magua es el suyo, el cual se encuentra en el centro de Ciudad Ferraira y hace también de gimnasio.


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Mostrar Martina
Nombre: Martina. La Surfera de Internet.
Edad: 26.
Localidad: Ciudad Ágora.
Ocupación: líder de gimnasio, streamer, tecnóloga e informática.
Núcleo: Ali (superior), Nara (superior) y Camila (superior).
Descripción: querida y odiada a partes iguales, esta mujer parece tener un cable que une directamente su cerebro con su boca porque dice lo que piensa sin ningún tipo de filtro. Su despreocupación a la hora de compartir sus sinceras opiniones sobre temas polémicos y/o delicados hace que esté constantemente en el punto de mira y gane y pierda seguidores de manera irregular. Aunque se trata de una de las tecnólogas más prestigiosas de la región su fama viene mayormente de su faceta de streamer y solo hay algo que le fascina más que sus tres trabajos: sus Pokémon, los únicos a los que les perdona que le interrumpan el stream. Junto con Abayomi, quien es su mejor amigo de la infancia, forman el dúo más famoso y carismático de la región.
Dato curioso: siempre lleva una cantidad ingente de caramelos con palo consigo, siempre, ya que según ella le dan la dosis de energía y alegría que necesita. Son muchos los que le dicen que vigile su adicción al azúcar pero, como siempre, hace caso omiso y sigue actuando como le da la gana.


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LUGARES


Mostrar Ciudad Sydans


Mostrar Pueblo Acantilado


Mostrar Pueblo Tesche

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Érase una vez un grupo de extraños destinado a salvar el mundo.
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#2
 
Capítulo 1: El núcleo unido jamás será vencido
 

 
Humo. Leña. Carbón. El olor de estos tres elementos mezclado con el calor de la hoguera que intuye que está a su derecha le hace sentir cierta paz en medio de todo su tumulto interior.
 
Humo. Leña. Carbón. El parquet en el que está sentada le resulta agradable al tacto y por eso sus dedos lo palpan suavemente, con la esperanza de grabar esa sensación en su cuerpo y recordar siempre que lo necesite la calidez del hogar.
 
Humo. Leña. Carbón. Todo lo que sus ojos son capaces de captar son manchas de luz difusas que se mezclan entre sí y cambian de tamaño y forma de manera irregular, aunque hay algo que le cubre la parte superior de los mismos y le impide ver del todo bien.
 
Humo. Leña. Carbón. Una voz aparentemente humana le llama desde el otro lado de la estancia antes de acercarse a ella. Le resulta familiar, agradable y familiar, por eso no se sobresalta cuando la persona acaricia su mejilla y su frente. Escucha un sonido metálico que le va quitando la cortina que le cubre los ojos con el mismo cariño con el que su interlocutor le habla y gracias a eso consigue relajarse un poco.
 
Humo. Leña. Carbón. El sabor a alcohol todavía es fuerte en su lengua entumecida y aunque sigue un poco aturdida nota cómo su interlocutor le quita suavemente la botella a la que está aferrada. Esta se escurre entre sus dedos y al hacerlo siente cómo su escasa conciencia empieza a desvanecerse.
 
Humo. Leña. Carbón.
 
Humo. Leña. Carbón.
 
Humo. Leña. Carbón.
 

 
—¡AAAAAH! ¡ESTÁ LOCA! ¡LOCA!
 
Pueblo Acantilado es un pueblo asentado en un acantilado, al lado del mar y al pie de un pequeño monte. Su lejanía del resto de poblaciones de Magua lo convierten en el refugio perfecto de la región, el lugar indicado para quienes buscan escapar de la rutina y perderse un poco del mundo para desconectar de todo y recargar las pilas. Por ello, una característica a resaltar de aquel lugar es su casi eterno silencio.
 
—¡LOCA! ¡LOCA ESTÁ LOCA! ¡LOCA DE REMATE!
 
Por desgracia, ni siquiera en el paraíso todo siempre puede ser idílico y es que, en un día tan soleado y tranquilo como cualquier otro por esos lares, baja irónicamente del Monte del Silencio una joven de ropajes verdes visiblemente acalorada y nerviosa mientras proclama a los cuatro vientos lo que ha visto en la cima. Su Hoppip le persigue dando pequeños botes en el aire igual de alterada mientras que tras ellas va otro joven, pelirrojo, con una vestimenta parecida a la de su compañera pero una parsimonia que contrasta enormemente con la actitud de la rubia. Su Skiploom juega su alrededor dejándose llevar por el viento, disfrutando de la suave brisa matutina.
 
—Ah. Qué bien, Emily, veo que ya la has conocido del todo.
 
Al pie del monte les espera una mujer de mediana edad a cuyo vestido le cuesta cada vez más contener sus carnes. Ella sonríe al ver a la chica detenerse a escasos metros para recuperar el aliento mientras intenta explicarle entre grandes bocanadas lo que ha sucedido.
 
—Ella… e-ella… ¡Algo le pasa a la señorita! E-estaba… ¡E-estaba-!
 
—Estaba como se suele poner cuando se emociona por algo.
 
Emily gira la cabeza ligeramente para ver cómo su compañero se acerca a su superior y le entrega la hoja donde ha apuntado el comportamiento de la líder de gimnasio que acaban de visitar. Un Jumpluff baja de la rama del árbol que le da sombra a Meredith y se posa en su hombro mientras su entrenadora asiente satisfecha después de echarle un breve vistazo al informe, tras lo cual se lo guarda delicadamente en su mochila para leerlo con detenimiento más tarde.
 
—Gracias, Erick. En cuanto a lo que has visto ahí arriba no tienes de qué preocuparte, Emily. Al principio asusta un poco verla en ese estado pero después de un par de veces te acostumbras a esa parte suya. No deja de ser la líder que tanto queremos y admiramos.
 
—Pero, pero… durante esta semana ha estado tan agradable y tranquila… no lo, no lo…
 
El suave roce de la mano de Erick en su hombro es lo que parece que saca a Emily un poco de su perturbación. La cálida sonrisa que le brinda resulta tan reconfortante como los rayos de sol que acarician su piel y, de igual manera, su Skiploom intenta calmar a Hoppip haciendo que le siga en su baile distendido.
 
—Meredith tiene razón. Al principio me asusté mucho cuando vi a la señorita Marga tan fuera de sí pero cuanto más tiempo pasas con ella más entiendes y valoras su lado estrafalario.
 
—Bueno… Si, s-si vosotros lo decís… Supongo que tendré que acostumbrarme.
 
Una carcajada de Meredith es la encargada de dar por terminada la conversación. Los tres emprenden junto a sus Pokémon el camino de regreso al pueblo por la Senda Sinuosa, pero se ven obligados a detenerse brevemente cuando se encuentran con otro hombre en el camino, uno en el que Erick y Emily no habrían reparado si no fuera porque su superior va expresamente a saludarlo.
 
—Hombre, Abayomi. ¿Vienes a visitar a tu amiga del alma?
 
—Sí. Necesito otro de sus remedios. ¿Cómo está hoy?
 
—Bueno. Que te cuente la nueva —suelta Meredith socarrona mientras señala a Emily y vuelve a reír. A Emily le habría encantado responder, pero lo encuentra un poco difícil porque se ha perdido en la mirada enigmática de ese hombre, tan oscura como su piel. Un par de rastas asoman bajo la capucha de su sudadera blanca y el viento juega con los pliegues de su falda negra. Su voz guarda un acento melódico que indica que es de otras tierras aunque su dicción es igual de buena que la de un nativo. Todas esas características le confieren un carisma que hace que se quede embelesada y no se da cuenta de ello hasta que el hombre deja de mirarla para dirigirse a Meredith.
 
—Iré a calmarla entonces. Gracias por el aviso, así me mentalizo.
 
Abayomi hace un ademán de despedida y deja atrás al trío de entrenadores mientras se dirige al gimnasio de su amiga. Subir el monte no le supone ningún esfuerzo, lo ha hecho tantas veces que se conoce cada sendero de memoria para evitar a los Pokémon y, además, su entrenamiento diario impide que se canse con facilidad. Aun así, como el gimnasio está deliberadamente bastante alejado de la civilización le toma un poco de tiempo llegar hasta él y cuando lo hace parece, en principio, que todo está en calma. El edificio está igual de impecable que siempre cuando entra, las cuatro pequeñas fuentes que hay en cada esquina funcionan y tienen sus cinco nenúfares reglamentarios, el campo de combate del centro está preparado para un posible enfrentamiento y el bol de la entrada está lleno de bolsitas de té para los combatientes. Sin embargo a él no le interesa eso, le interesa la última estancia, que es donde Marga ha construido su santuario para pasar la mayor parte del día con sus pociones. Se acerca con decisión a la puerta e inspira hondo antes de tocar el pomo, sabe que al otro lado le puede esperar cualquier cosa y quiere estar preparado.
 
—¡Un ingrediente! ¡Solo uno! ¡Uno, uno, uno!
 
Es entrar y cruzar un portal que le lleva al mundo del caos. El interior del santuario está patas arriba, todos los armarios están abiertos y las sillas, tiradas de cualquier forma por el suelo. Cheryl, la Cherrim de Marga, está en su esplendorosa forma soleada abriendo tarros y frascos en una mesa para rebuscar en su interior mientras su entrenadora va danzando de un lado a otro abriendo y cerrando cajones. Cuando se da cuenta de que Abayomi está ahí su rostro resplandece y parece que su vivo cabello fucsia brilla incluso más cuando se acerca a él.
 
—¡Aba! ¡Solo me queda UN ingrediente! ¡UNO! ¿No llevarás contigo-?
 
—Sí, sí lo llevo —contesta con su natural tranquilidad mientras coge uno de los saquitos que cuelgan de su cinturón. La mujer se lanza a por él con un ansia intimidante y Abayomi aprovecha su cercanía para lanzarle el contenido en la cara.  En cuanto inhala los polvos morados que salen del saquito Marga empieza a toser y se tambalea hacia atrás, lo que hace que se tropiece con una de las sillas y se caiga de forma aparatosa.
 
Abayomi no se inmuta cuando ve que su desenfadado pelo fucsia va perdiendo su brillo chillón y se va convirtiendo paulatinamente en un verde apagado conforme la tos disminuye. Su larga melena hace mejor trabajo cubriendo su cuerpo que el mono que lleva, el cual trata de imitar una enredadera que tapa a duras penas su pecho y parte de sus piernas. Sin embargo, verla de esa manera no despierta nada en Abayomi y no solo porque no se siente atraído hacia las mujeres, sino porque la ha contemplado tantas veces en esa forma que para él resulta del todo normal.
 
—¿Ya estás bien? —pregunta mientras busca su vestido entre todo aquel desastre. Ella asiente mientras se cubre el cuerpo con sus brazos y trata de esconderse en una esquina, avergonzada por tener tanta piel al descubierto.
 
—S-sí. Muchas gracias.
 
Cuando Abayomi encuentra el vestido se lo lanza y se da la vuelta para darle intimidad. Marga se lo pone rápidamente antes de levantarse y se siente mucho más cómoda cuando por fin la larga tela de color tierra le cubre de pies a cabeza. Cheryl le acerca una goma de pelo y un cinturón que imita las flores del almendro y su entrenadora se lo ata al vestido antes de empezar a peinarse. Agarra sus tres coletas y empieza a hacer una trenza con ellas con cuidado de esconder meticulosamente cualquier mechón fucsia.
 
—¿Tienes más esencia de lavanda?
 
Abayomi asiente con una pequeña sonrisa mientras le da otro saquito a Cheryl. La Cherrim le acerca el saquito a su entrenadora y ella sonríe al sentir el dulce aroma, el efecto que tiene sobre ella es tan poderoso que logra calmarla al instante.
 
—Ahora que estás más tranquila, ¿se puede saber qué era todo ese escándalo por un solo ingrediente?
 
—Ah, eso. Es que estaba preparando una poción que curara y evitara cualquier problema de estado a lo largo de un combate y me faltaba una raíz de arbusto de baya zreza que no encuentro por ningún sitio para terminarla, pero eso no es relevante —concluye justo cuando termina de hacerse la trenza. Le dedica una suave sonrisa a su amigo y continúa jugando con su pelo—. Muchas gracias por ayudarme a recuperarme, aunque estoy más interesada en saber qué es lo que de verdad te trae aquí. Por muy asustada que estuviera Emily no has podido tardar tan poco en venir solo para calmarme, tendrían que haberte avisado y habrías tardado un poco en llegar.
 
—Bien deducido, ya estaba a punto de subir cuando me encontré a tu núcleo por el camino —admite Abayomi mientras se apoya en la mesa para ponerse cómodo, aunque no tarda en apartarse cuando ve que está llena de especias y plantas desparramadas por doquier. Marga le dedica una mirada de arrepentimiento y él mueve una mano en el aire para restarle importancia al asunto, la misma que se lleva a la nuca para rascársela cuando se empieza a poner nervioso—. Es Saïda, necesito algo un poco más… fuerte que la dosis anterior.
 
—Hmm, sigue sin hacerle efecto lo que le doy —susurra para sí misma mientras empieza a dar vueltas por el santuario—. Refréscame la memoria, ¿cuánto lleva así? ¿Tres semanas?
 
—Sí, casi cuatro.
 
—Coincide.
 
—Coincide. ¿Crees que tiene algo que ver?
 
Marga se detiene al lado de una ventana. Está cerrada, pero aun así puede ver el mar que se extiende bien lejos, más allá del acantilado en el que están. Piensa algo durante un buen rato con detenimiento, tanto que Cheryl comienza a adoptar su forma encapotada y se tumba en la mesa. Abayomi no es capaz de averiguar lo que piensa y, aunque se atreve a intentar adivinarlo, nunca habría imaginado lo que su amiga dice.
 
—Voy a ir a verla. Necesito saber qué le pasa exactamente para poder ayudarla.
 
Esa respuesta es la responsable de que el hombre casi se caiga de la sorpresa. Los ojos se le abren por la impresión y al sacudir la cabeza la capucha deja al descubierto sus rastas, las cuales tienen las puntas tintadas de naranja.
 
—¿Vas a verla? ¿Te refieres a que vas a salir del santuario?
 
—Sí.
 
—Y vas a salir del pueblo.
 
—Sí.
 
—Y vas a… ir a Pueblo Tesche.
 
—Sí, andando.
 
—¡¿Andando?!
 
La incredulidad de Abayomi le resulta bastante cómica a Marga. Sabe por qué le cuesta creer lo que está oyendo pero aun así se divierte con sus reacciones.
 
—¿Hay algún problema?
 
—No, ninguno. Es solo que no fuiste a, bueno, no fuiste a… y ahora vas a…
 
Abayomi da un largo suspiro antes de cubrirse la cara. No importa, da igual lo mucho que lo intente, a veces el comportamiento de su amiga no tiene ningún sentido lógico y solamente puede aspirar a acompañarla y quedarse a su lado decida lo que decida. Porque eso es lo que hacen los buenos amigos, apoyarse aunque no tengas ni idea de lo que está pasando por la cabeza del otro.
 
—Vale, ¿cuándo salimos? —pregunta cuando consigue serenarse. Marga guarda a Cheryl en su Poké Ball y se pone una rebeca de color verde claro antes de agarrar su bolso y dirigirse a la puerta.
 
—Ahora. Voy a hablar con el núcleo para que sepan de mi ausencia y limpien el santuario mientras estoy fuera.
 
—¿Ellos? ¿No te parece un poco injusto que tengan que limpiar lo que tú has ensuciado?
 
—Para nada. Ya ves que aquí no hay mucho que hacer, Meredith se muere porque les dé tareas así que con esto ya están entretenidos todo el día —responde la líder con una sencillez radiante mientras acaricia el pomo con sus esbeltos dedos—. Bien, ¿nos vamos ya?
 

 
—¿Ves, Emily? Esto sí que es raro, que se vaya del pueblo así de repente. Con lo que le gusta estar aislada aquí no sé qué tendrá que hacer tan urgente fuera.
 
Emily intenta no resoplar mientras separa las hojas de las bayas zreza maduras de las inmaduras y las guarda en sus respectivos tarros. Cuando su prima le contó lo emocionante que resulta formar parte de un núcleo de líderes de gimnasio se imaginaba una vida un poco distinta, una en la que se pasaba el día combatiendo contra retadores y siendo uña y carne con su líder, ayudándole en misiones y dándole consejos cada vez que lo necesitaba; no limpiando estropicios y haciendo rutinas de vigilancia insulsas. ¡Ella quería acción, combates y adrenalina! No tener que guardar plantitas en frasquitos que ni le iban ni le venían. A Erick no le cuesta darse cuenta de que su nueva compañera está tan molesta que va a tardar en abrir la boca por lo que decide dirigirse a la otra mujer que hay en la sala. 
 
—¿Qué piensa de todo esto, Meredith? Usted la conoce desde hace muchísimo más tiempo que nosotros. ¿Deberíamos preocuparnos por la señorita Marga?
 
Eso y el hecho de que su superior esté tan callada cuando le gusta hablar por los codos y sacarle conversación hasta a las piedras le inquieta un poco. Meredith suspira cuando consigue terminar de ordenar un armario y mira con melancolía al horizonte por la ventana, de la misma forma que lo hizo Marga un par de horas antes.
 
—No lo sé, Erick, no lo sé. Sabes que las cosas van a cambiar ahora y Magua está a punto de entrar en una fase complicada. Se avecinan cambios, problemas, soluciones… Es normal que todos estemos un poco raros. Dejemos que las cosas sigan su curso manteniéndonos al margen hasta que nos toque actuar, ¿sí? Pase lo que pase nos tiene a su lado y lo sabe, centrémonos en lo que nos toca ahora.
 
Erick asiente y vuelve a sus labores de limpieza en completo silencio. Emily habría preguntado a qué se refería con eso de fase complicada si no fuera porque teme cuál puede ser la respuesta, así que decide que lo mejor es dedicarse a sus tareas con gran diligencia y hacer como que esa conversación no ha existido, prefiriendo evitar enfrentarse a lo que está fuera de su alcance.
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Érase una vez un grupo de extraños destinado a salvar el mundo.
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#3
No me puedo creer que llevemos año y medio con Draconiños y todavía no haya leído nada tuyo fuera de nuestras moriciones de ternura y mayúsculas insuficientemente grandes. Pero eso se acabó. Vamos a ver qué tal se presenta esto.

Mostrar Pelipper la chupa (?)
Tengo que abrir el comentario con mi opinión sobre la Marga del principio del capítulo, que se resume en:



Entre eso y que cambia hasta de tono de color de pelo, si no fueras tú la autora probablemente diría que, además de preparar drogas extrañas, también las toma (?). Me resulta llamativa la naturalidad con la que los demás asumen esos cambios de humor tan bruscos; quicir, aunque ya conozcas a esta señora de hace tiempo, mínimo algún pequeño sobresalto sería esperable. Pero bueno, divagaciones mías. ¿Debo asumir que el núcleo son los típicos entrenadores que tienes que cargarte antes de ir contra el líder? ¿Debo asumir también que Saïda es un Pokémon que Abayomi tiene enfermo?

Pero sobre todo, ¿cómo sabe Meredith que se vienen cositas? ¿Es que acaso nos tienes preparado el twist de que es la principal y primera responsable de esas cositas que se vienen? Nah, no lo creo.

Un capítulo introductorio cortito y que me ha dejado bastantes preguntas en el aire que asumo que se irán resolviendo más adelante. Normalmente diría que esperaré más pero con mi historial nunca, repito, NUNCA te fíes de mí (?). Así que... eso. Que esperaré más.

Hic sunt dracones

[Imagen: coURMrK.gif] 
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#4
Ya know, justo ahora, en estos momentos, pasan un montón de cosas interesantes acá. Lawl vuelve de la muerte, Tom empieza un fic sobre Paldea, Muerte se está animando a subir... y Saku de la nada saca un original.

No exactamente "de la nada". Sé que lo hiciste en base a la actividad de los líderes de Tom y todo eso. Pero verte con un proyecto original me emociona mucho. Se nota, para empezar, el tremendo cariño y atención que le estás dando tanto a los dos líderes como al otro tío. Desbordan tanta personalidad que no me sorprendería si me dices que son parte de una región ya establecida. Y además te tomas tu tiempo para darle algo de caracterización a los ayudantes. Qué decir, se nota una mayor confianza en lo que escribes; una convicción de hacer algo bueno y algo que te gusta al mismo tiempo. Una ambientación ligera que se puede poner seria en cualquier momento pero sin perder esa calidez que te caracteriza al escribir, o en todo lo que haces.

Por favor no tardes demasiado en seguir con este. Muero de ganas de saber cómo sigue. Especialmente en qué consiste el pacto y qué papel tendrá cuando sea necesario proteger la región.
[Imagen: wwf8CcC.jpg]
whoooooooooooooooooo
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#5
Sakuuuuuuuuu~~

Mostrar Comentarin
Volví de la muerte de nuevo?  y que linda sorpresa encontrarme con una publicación original tuya, que aparte está empezando desde cero. No me olvidé de Alma y eventualmente voy ponerme a leer todito de eso, pero de verdad me alegra que tenga esta nueva obra que acompañar. Hacer una región desde cero nunca pareció tan fácil si tomás en cuenta lo que salió en este primer capítulo, se nota que vas a poner a Magua en carácter de personaje principal, tan detallada como los demás personajes. Debo decir también que la parte de "—¡AAAAAH! ¡ESTÁ LOCA! ¡LOCA!" me agarró desprevenido después del serio primer apartado, me hizo reír bastante jajaja

En fin, que más decirte aparte de que estoy ansioso por ver esta nueva Saku escribiendo, acá se nota un aura diferente ya si lo comparo con los capítulos de Alma y me va a re gustar acompañarlos.
 
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#6
Kieeee es eso de fase complicada?

Holis, estaba yo haciendo nada y curioseando y vi tu nuevo fic, recuerdo del final de Alma de plata que dijiste que te iba a retirar por un tiempo, creo, no sé hace cuánto fue eso, pero me dala sensación de que fue hace poco, de todas formas me alegra leer algo tuyo nuevamente. Hace mucho tiempo que no me paso por aquí para leer y comentar.

Me decidí por leer tu fic por dos motivos muy importantes:

1) Está recién empezando.

2) Me dio curiosidad eso de región nueva, no es simple hacerlo, no es solo crear lugares, hay una historia, un lore, una cultura, personajes, etc. Tenía ganas de leer que harás, con Alma de Plata tenía una historia a la que estabas atada, aquí tienes riendas sueltas para hacer y deshacer, nada como la libertad absoluta.

No hay mucho que decir del capítulo, pero hay cositas que me llaman la atención ante esta premisa, eso de que la líder esta por atravesar una fase complicada, el nombre de tu fic es Magua: el pacto de los líderes, asumo que tiene que ver con ello, y tal vez se relacione con la persona que esta enferma. Y ese cambio de apariencia de la líder es muy extraño, me intriga mucho saber lo que haya sucedido. Me atrapaste.

Me pregunto si en el post de inicio veremos un mapa de la región o de las ciudades, nombraste algunos lugares, o un apartado donde describas un poco sobre ellos, así como lo hiciste con los personajes. También me pregunto si habrá una pokédex de tu region o pokes nuevos.

Besos.
[Imagen: giphy.gif]
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#7
Cómo empezar... ha sido una lectura curiosa, muy fresca, quizá precisamente porque no sabía qué esperarme, sobre todo tras esa introducción tan poco usual para aquello que estoy acostumbrado a leer de ti. Pero sí veo un punto en común con Draconiños y es lo alocadas o libres que son tus personajes femeninos principales, sobre todo en comparación a lo que era Lira al principio de Alma de Plata. Me parece una buena señal, que te vayas soltando tanto a nivel literario como personal, porque esto se nota en lo que vas produciendo.

En cualquier caso, aquí voy a poder vivir una cosa que no pude con Alma: estar desde el principio para ver hacia dónde se dirige este proyecto. Poco más puedo decir que otros no hayan mencionado ya, salvo que tengo mucha curiosidad por esta región que tu imaginación está concibiendo. Es duro empezar de cero, pero con ganas e hilando fino, puede salir un gran material de lectura. Ahí nos vemos :3
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#8
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Este capítulo debió salir hace un buen par de semanas... En fin, pasas que cosan. Veréis que en un momento digo que existe un lenguaje de signos universal, estoy al tanto de que no existe algo así y que hay varios lenguajes de signos así como varios idiomas, pero por el bien de la trama pretendamos que en este universo ficticio sí existe.

@Fafnir : ¿sabes quién la chupa además de Pelipper? La RAE, que pone y quita acentos como le sale del totodile. Marga está un poco loquica pero es buena gente, todavía no ha usado sus drogas para matar a nadie. Énfasis en todavía. Asumes bien al creer que el núcleo son los entrenadores que debes derrotar antes de enfrentarte al líder, asumes mal al creer que Saïda es un Pokémon pero eso se resolverá enseguida. Y no worries, las preguntas se irán resolviendo eventualmente conforme la historia siga su curso natural.

@MrKiwi : mi estimado, me alegra verte curioseando este proyecto medio loco. Agradezco un montón tus dulces palabras, me alegra que se note que cada personaje tenga una personalidad marcada porque es parte de la razón por la que empecé esto, notaba que era una historia que se estaba volviendo llena de vida como para quedarse solo en mi mente así que me vi obligada a empezar a escribir. Todavía te queda por conocer al resto del elenco y estoy segura de que no te dejarán indiferente.

@Lawl. LAAAAAWL qué recuerdos me trae verte de nuevo por aquí. Ojalá disfrutes de este original tanto como Alma porque voy a poner toda mi alma en él (? Ya me conoces, me gusta jugar con el humor y la seriedad así que puedes esperar varios cambios de tono como los del primer capítulo. Tengo la intención de hacer capítulo cortos en comparación a lo que estamos acostumbrados a ver en cuevita así que te será más fácil acompañarme en esta historia loca, veremos si no termino yéndome por las ramas.

@Thranduil : Erfitooo. Sí, quería darme un descanso de la escritura, más que nada de lo que tuviera que ver con Johto porque terminé un poco saturada con Alma pero ya ves, no puedo mantenerme muy lejos del teclado. Tal y como dices la idea es hacer varios mapas de la región y las ciudades para daros una idea más visual de las mismas pero la cosa es que empecé a dibujar y, aunque sabía que me costaría porque no tengo muchos conocimientos de arte, no sabía que me resultaría tan difícil. Pero las tendréis, tendréis representaciones gráficas de los lugares importantes, así que esperadlas con mucho amorsh.

@SoujiFujimura : ya te digo que es duro empezar un mundo de cero pero ¡también es muy gratificante! Puedes hacer literalmente lo que quieras, tienes la oportunidad de crear una cultura con sus costumbres y lugares clave, nuevos idiomas, nuevos oficios... Es todo un desafío y lo estoy disfrutando, incluso en los momentos en los que tengo bloqueos y debo encontrar la forma de atar todos los cabos. Espero que sigáis notando el amor y las ganas que le estoy poniendo a esto, ya que has visto el principio ojalá puedas ver el final de esta historia también <3

 

 
Capítulo 2: El Espíritu Errante que se ha quedado anclado
 

 —Denegada.

El sello oficial cae con tanta fuerza sobre su queja formal que si no fuera un caballero distinguido incapaz de perder la compostura Afilth se habría sobresaltado de manera desmesurada. En vez de eso decide llevarse una mano enguantada a la boca para aclararse la garganta y prepararse para hablar, porque ese rechazo le sorprende y no va a quedarse callado ante una mera notaria de la Liga.

—Disculpe, pero creo que debe haber un error. Si han leído con detenimiento el documento que acaba de mancillar verán que contiene una serie de argumentos irrefutables-

—Disculpe usted mi atrevimiento por cortarle y contradecirle, señor Afilth, pero aunque su documento es muy coherente y contundente nos tememos que no se ajusta a la realidad y por ello su queja formal queda denegada.

—¿Cómo que-? —Afilth inspira hondo y vuelve a carraspear. No solo se atreven a rechazarle sino que además le llaman mentiroso, ¿en esto ha degenerado la Liga de su región? Eso es lo que pasa cuando dejas de prestarle atención a algo, que al no tener supervisión empieza a hacer lo que quiere. El hombre hace una nota mental para revisar las donaciones mensuales que le hace a la institución y sigue hablando como si no le hubieran ultrajado— Sí se ajusta a la realidad. Hace un mes que la señorita Saïda no está realizando sus labores de líder de gimnasio correctamente y eso repercute no solo en la reputación de esta nuestra querida región sino en la normalidad del recorrido de las medallas. Ya es bastante desgracia que hayamos perdido un gimnasio como para que encima ella deje desatendido otro. ¿Qué pensarán los retadores que vienen aquí a disfrutar de los combates de alto nivel y el turismo? Que les estamos dando Meowth por Buneary y eso, si me permite la palabra, es inaceptable.

La notaria guarda un suspiro mientras evalúa al hombre que tiene enfrente antes de tomar una decisión. Delante no tiene al típico anciano que va a quejarse a la administración de cualquier mínimo fallo porque no tiene nada mejor que hacer, delante tiene a una de las personas más poderosas de Magua, responsable del crecimiento económico que ha experimentado la misma en las últimas décadas y de jugosos tratados comerciales con otras regiones. Gracias a él entre otros Magua es lo que es a día de hoy, Afilth representa mucho dinero e influencia como para decirle que no sin darle ninguna explicación. Por eso, la mujer opta por abrir uno de los cajones de su escritorio y sacar unos documentos que, en teoría, son confidenciales, pero dada la situación en la que se encuentra siente que no tiene más remedio que enseñarlos.

—Hasta donde tenemos entendido gracias a los informes del señor Fausto, quien se trata del núcleo superior-

—Sé quien es ese joven, puede ahorrarse la explicación innecesaria.

—Gracias a los informes del señor Fausto tenemos análisis diarios detallados sobre la condición de la señora Saïda. No consta ninguna incapacidad que le impida desempeñar su labor con normalidad, puede que esté afectada por los duros momentos que estamos atravesando pero eso no le impide recibir retadores. De hecho —indica mientras señala un número que se repite en todos los documentos, el cero—, hace un par de semanas que no le visita ninguno.

—Por supuesto que no —Afilth mueve una mano con desprecio encima de los documentos sin siquiera molestarse en leerlos, está convencido de que todo lo que hay escrito es mentira—. Porque el señorito Fausto no es tonto y es cómplice al encubrir deliberadamente la situación de la señorita Saïda. Él mismo se encarga de espantar a los retadores para que no lleguen al gimnasio y así evita llamar la atención sobre lo que sucede ahí dentro. ¡Esa niña debe ser destituida de su cargo de inmediato! No está en las condiciones adecuadas para ejercer un puesto de tamaña responsabilidad.

—¿Es capaz de demostrar tales acusaciones con evidencias sólidas o se tratan de meras conjeturas?

Afilth cierra las manos en dos puños y se aferra a su bastón. No, no puede demostrar que Fausto ahuyenta a los retadores con sus Pokémon de tipo fantasma para proteger a su amada líder de gimnasio y tampoco puede demostrar del todo que está incapacitada, para eso tendría que ir un inspector a Pueblo Tesche y dado que esa pequeña localidad apartada no le interesa a casi nadie y ahora la Liga tiene un asunto mucho más importante que tratar sabe que las posibilidades de que hagan el esfuerzo de ir hasta allí para comprobar lo que dice son casi nulas. Se siente humillado, enfurecido y desacreditado, pero logra entonar un cordial <<Que tenga un buen día>> a la notaria antes de salir de su despacho y cerrar con delicadeza la puerta. Un caballero siempre mantiene las formas, siempre, aunque la persona hacia la que se está dirigiendo no lo merezca.

—¿Qué ha pasado? ¿Ya puedo decirte que te lo dije?

—No empieces, Martina. No estoy de humor.

—Ese es tu problema, que nunca estás de humor. ¿Has probado a sonreír? A lo mejor hasta te sienta bien y todo.

Parece que el destino realmente quiere poner a prueba su paciencia ese día. Es en ese momento cuando se arrepiente de haberle pedido a la líder de gimnasio de Ciudad Ágora que le acompañe a realizar el trámite, porque la mujer que está tumbada en el sofá de la recepción de la sede de la Liga de Ciudad Sydans jugando con el móvil le va a hacer sentir peor de lo que ya se siente. Martina desvía la mirada ligeramente de su aparato electrónico para echarle un breve vistazo a través del largo flequillo azul que le tapa el ojo derecho y con la misma rapidez con la que le evalúa vuelve a centrarse en su juego. El Bellibolt que está tumbado en su vientre emite un sonido de felicidad cuando ella le da una caricia cariñosa.

—Sé lo que estás pensando y me da igual, no me das pena. Tú me has obligado a venir aquí, ahora que te han dado con la puerta en los morros te voy a dar la turra hasta que me canse por no haberme escuchado. Con el marrón que tienen entre manos estaba claro que no se iban a interesar en Pueblo Tesche, primero porque ese lugar les importa un pepino y segundo porque, si lo que dices es verdad, no quieren más líos ahora —dice mientras se acaricia la parte izquierda de la cabeza, la cual tiene completamente rapada—. Tienes suerte de que por lo menos me ha dado tiempo a ir antes a la peluquería, sino sí que te ibas a enterar.

—Podrías empezar a usar un lenguaje menos coloquial, no es propio de alguien de tu estatus, y haz el favor de sentarte como es debido. Estamos en la sede de una institución formal, no en el salón de tu casa.

—Primero, yo me siento como quiero donde quiero —declara mientras abraza a su Bellibolt para que no se caiga antes de levantarse y sentarse con las piernas abiertas para demostrar su punto. Afilth hace una mueca de desapruebo pero no le dice nada—. Y segundo, lo que sí no es propio de alguien de tu estatus es venir aquí a montar el numerito como un niño caprichoso y malcriado para pedir que le quiten el puesto de trabajo a una cría que además es tu compañera. ¿No tienes cosas más importantes que hacer como, por ejemplo, evitar que la economía se vaya a pique? Estaba claro que iban a pasar de Pueblo Tesche como hacen siempre, esto ha sido una completa pérdida de tiempo desde el principio.

—¿Por qué eres tan borde?

—No soy borde. Simplemente me limito a remarcar los errores de la gente en voz alta para que os deis cuenta de lo que hacéis y reflexionéis para ser mejores personas, aunque la experiencia me demuestra que es inútil porque preferís ignorar los fallos y repetirlos que entonar un mea culpa. Menos mal que de ilusiones también se vive.

Un sonido de trompetas sale del teléfono de Martina y ella sonríe. Le enseña la pantalla a Afilth y él rueda los ojos, no debería sorprenderle que esté con el juego de moda. Si bien a él el mundo de los videojuegos no le interesa ni lo más mínimo, lo que sí quiere es estar al tanto de las tendencias para entender mejor los gustos actuales de su región y poder tomar decisiones empresariales teniéndolos en cuenta.

—Mira qué bien, por lo menos el tiempo que he estado aquí me ha servido para llegar al nivel 100. Venga, vámonos ya, que abro stream en una hora y media.

—Stream… Ten cuidado no pases tanto tiempo con los aparatos electrónicos, a ver si te engullen y te llevan al metaverso.

Afilth empieza a andar hacia la salida y Martina se pone de pie mientras guarda el móvil en un bolsillo de su vaquero negro y saca un caramelo con palo de su chaleco azul eléctrico. Su Bellibolt le sigue dando pequeñas zancadas hasta que salen a la avenida principal de Ciudad Sydans, la cual está igual de ajetreada que siempre. Si bien la capital de Magua cuenta con un clima agradable que favorece el buen ambiente que se respira normalmente, a Martina se le escapa una sonrisa orgullosa al comprobar que sigue sin poder compararse a los constantes días soleados de su preciada ciudad. La competitividad entre ambas localidades por nombrarse la más importante de la región siempre está al rojo vivo, por eso son conocidas como el triángulo ECO junto a Ciudad Ferraira, esta última porque se considera el centro educativo, Ciudad Sydans el cultural y Ciudad Ágora el de ocio.

—Pues yo no pienso dejar esto así, voy a ir a Pueblo Tesche ahora mismo a ver si consigo alguna evidencia que haga actuar a estos holgazanes.

—Ale, venga otra vez con el cuento, menuda fijación tienes con la pobre Saïda y eso que no es santo de mi devoción. Yo pensaba que la gente mayor estaba preocupada con eso de perder el tiempo pero ya veo que a ti te da igual.

—¿Sabes? Algún día te pondré un punto en la boca, a ver si así callas y dejas de ser tan desagradable.

Al oír eso la cara de Martina empieza a brillar. Ella se acerca más a Afilth y le da una simpática palmada en la espalda antes de rodear sus hombros con su brazo, muy a pesar del anciano, a quien no le termina de agradar el contacto físico.

—El día que hagas eso te ganarás el amor y la simpatía de la mitad de la región.
 


Pueblo Tesche sigue siendo igual de oscuro y tétrico que la última vez que estuvo allí. Al bajar de Nasra, el Braviary de Abayomi, siente que una fría corriente le sube de los pies a la cabeza. Los cuatro Meowth que hay de habitantes dejan de hacer lo que están haciendo para escudriñarlos con detenimiento con escepticismo; aunque ya les han visto un par de veces por la zona y saben que son amigos de su líder no les hace gracia que gente extraña al pueblo entre en él. Aun así, Marga les dedica una sonrisa que es recibida con una indiferencia abrumadora.

—Vamos, no me gusta estar aquí.

Abayomi tira de ella ligeramente para que empiece a andar. Hasta las calles empedradas parecen hechas para ahuyentar a los extranjeros, porque es muy fácil tropezar en ellas si uno no está acostumbrado a sus formas irregulares. Todas las casas tienen las persianas bajadas para esconderse de ojos ajenos menos una, una pequeña mansión que hay al final del pueblo, justo delante de la pared de montaña que les priva de unas maravillosas vistas al mar. Se oye cómo las olas rompen contra ella pero es imposible ver ni una gota de agua y ese sonido, junto al susurro del viento cada vez que acaricia las hojas de los árboles que impiden que lleguen muchos rayos de sol, le confieren al lugar cierto aire de misterio. Cuando además la niebla del río cercano decide bajar a hacerle una visita, Pueblo Tesche se convierte en un lugar sacado de un cuento de terror.

Como el pueblo es pequeño, Abayomi y Marga no tardan mucho en llegar hasta la mansión, la cual hace de gimnasio y hogar de la líder y su núcleo. Es la líder de Pueblo Acantilado quien toma la iniciativa de llamar a la puerta para que alguien les reciba y cuando esta se abre los dos se quedan igual de asombrados.

—¿Quién ser?

Una mujer de piel blanca y ojos muy rasgados los recibe con cautela. Es la primera vez que ven alguien así en el gimnasio por lo que los dos amigos intercambian una breve mirada de confusión, aunque no tardan en volver a dirigirse a ella.

—Buenas tardes. Yo soy Marga, líder de gimnasio de Pueblo Acantilado y él es O.Mi, líder de gimnasio de Ciudad Sydans. ¿Podemos pasar?

—Momento, momento.

La mujer entra de nuevo en la casa y cierra la puerta. Marga espera pacientemente a que regrese pero a Abayomi no le cuadra algo de su presentación.

—¿Por qué has dicho mi nombre artístico?

—Porque siempre nos abre las puertas, aunque en este caso nos la han cerrado en toda la cara.

—Fausto nos conoce, no hay necesidad de usarlo estando él aquí.

Marga mueve una mano en el aire para restarle importancia y Abayomi rueda los ojos. Definitivamente hay veces en las que no le entiende.

—Deduzco por la cara que has puesto que no estaba aquí la última vez que viniste.

—No, siempre me abría la puerta Fausto. ¿Tal vez han encontrado por fin a alguien que quiera unirse a su núcleo?

Marga se encoge de hombros justo cuando la mujer vuelve a abrir la puerta. Esa vez está muy risueña y asiente la cabeza con fervor, lo que hace que los dos moños en los que lleva recogido su pelo negro se muevan violentamente.

—Señor Pausto decir sí. Los dos pasar, pasar.

La mujer se hace a un lado y Marga entra con decisión, todo lo contrario a Abayomi, quien tiene que respirar hondo y cerrar los ojos para mentalizarse antes de poner un pie en el edificio. Cuando la mujer cierra la puerta el hombre da un par de pasos hacia adelante y se aferra a la mano de Marga, quien sonríe mientras se la acaricia con cariño. El olor a humo, leña y carbón se puede respirar por todo el edificio y le da una falsa aura reconfortante que solo tranquiliza a quienes no saben lo que les aguarda ahí dentro.

—¿No habías entrado aquí antes?

—No. Le daba las pociones que hacías a Fausto en la puerta y me iba de aquí corriendo.

—Entonces no has visto a Saïda todavía.

Abayomi no responde, agacha la cabeza mientras atraviesan el largo pasillo que los conduce a la estancia principal. Un par de antorchas son las únicas encargadas de alumbrar el lugar, las cuales parpadean de tanto en tanto y apenas hacen visible la alfombra violeta que los guía a su destino. Sin embargo, en un determinado momento estas se apagan de golpe y una siniestra risa resuena por todo el lugar mientras en la oscuridad surgen de la nada dos luces rojas.

—¡Gengar!

La mujer que les ha abierto la puerta suelta un par de palabras bastante enfadada en un idioma que no les resulta nada familiar y el fantasma se ríe, pero vuelve a encender las antorchas y desaparece tan rápido como vino. Aunque ese suceso les pone un poco nerviosos los amigos siguen avanzando hasta llegar a una gran sala que cuenta con una chimenea en el fondo de la misma, sin embargo, lo más importante que hay son las dos personas que se encuentran en ella.

—¡Marga! ¡Abayomi!

Un muchacho envuelto en una túnica morada les recibe con los brazos abiertos al verlos entrar. Va corriendo hacia ellos y piensa en darles un abrazo, pero se detiene en el último momento y les dedica una gran reverencia antes de dar una sonora palmada.

—Me alegra tanto que estéis aquí. Que salgas de tu pueblo para honrarnos con tu visita es todo un honor… ¡Y qué bien que por fin te hayas dignado a cruzar la puerta! No había forma de que te atrevieras a entrar, eh.

Fausto le da una palmada en la espalda a Abayomi y él ríe nerviosamente mientras vuelve a mirar el suelo, que nunca le había parecido tan interesante como hasta ese momento. Marga encuentra esa situación muy divertida y tierna, pero no olvida el motivo por el que están ahí y va directa al grano.

—¿Podemos verla?

—Sí, claro —contesta Fausto con alegría, aunque a la líder no le pasa desapercibida la sombra que por un momento cruza su rostro—. Está ahí. Mira quiénes han venido, Saïda. ¡Es toda una sorpresa!

Fausto se acerca a una chica que está sentada al lado de la hoguera del salón. Tiene la espalda pegada a la pared y está completamente inmóvil, con la mirada perdida y las manos en el suelo. El joven se acerca a su lado y le acaricia el rostro con afecto antes de peinarle el flequillo, el cual se nota que ha sido cortado hace poco. El resto de su cabello ondulado cae limpiamente hasta los hombros y el largo vestido morado con detalles de telarañas negras que lleva parece nuevo. A pesar del estado en el que se encuentra Saïda está impecable y los dos amigos saben que es gracias al exhaustivo cuidado de Fausto, quien siempre se muestra leal hacia ella.

—Hola, Saïda —empieza Marga mientras se arrodilla a su lado. Los ojos azul oscuro de la joven no se mueven ni un poco y eso hace que la líder se dirija al miembro superior de su núcleo—. ¿Me puede oír?

—A veces reacciona a estímulos externos, aunque pocas. Lo que más funciona es hacer que huela algo, de hecho si no huele la leña quemándose se altera, por eso siempre la dejamos aquí. Acércate un poco.

Marga hace lo que le pide y acerca su cuello al rostro de Saïda. Todavía huele un poco a la esencia de lavanda que le tiró Abayomi esa mañana así que confía en que eso sea suficiente para que le reconozca. La nariz de Saïda se mueve un poco y la comisura de sus labios se alza casi imperceptiblemente, lo que forma el inicio de una sonrisa. Fausto sí sonríe del todo al verla así y se dirige al otro hombre de la sala para indicarle que vaya.

—Venga, Abayomi, tú también. Le gustará saber que estás aquí.

Abayomi vacila, pero al final hace caso y se acerca tembloroso a su amiga. Se arrodilla a su lado y hace lo mismo que Marga, lo que provoca que su comisura se alce más. Al verla así no puede evitarlo y la acerca a su pecho en un gran abrazo que hace que le estén a punto de salir las lágrimas. Marga aprieta los labios con fuerza para evitar emocionarse ante esa escena y en vista de que no puede hacerlo sacude la cabeza antes de sacar un par de bolsitas de su bolso y dárselas a Abayomi.

—¿Por qué no nos preparas una infusión? He traído una de lavanda para que estemos todos un poco tranquilos.

—Sí, que Hyejin te acompañe. Se incorporó a nuestro núcleo hace una semana y media pero ya sabe cómo funciona el gimnasio y dónde está todo —Fausto establece contacto visual con la mujer que les ha abierto la puerta y hace un par de señas mientras habla—. Acompáñalo a la cocina, por favor.

Ne.

Abayomi se levanta a duras penas mientras se seca los ojos con la manga de su sudadera y sigue a Hyejin para salir de ahí. Marga los observa hasta que desaparecen y vuelve a girar la cabeza para dirigirse a Fausto.

—Lenguaje de signos universal. ¿Es un poco sorda?

—No, es que viene de otra región y todavía tiene que aprender nuestro idioma. Por suerte los dos dominamos más o menos el lenguaje de signos así que nos comunicamos de esta manera, yo digo en voz alta lo que le transmito con las señas y así va aprendiendo nuestro idioma.

—Qué bien. ¿Cómo se puso en contacto contigo para ser parte del núcleo?

—La Liga hizo de intermediaria —responde Fausto mientras se encoge de hombros—. Lo único que me dijeron es que era una buena entrenadora que buscaba vivir nuevas experiencias y quería trabajar en Magua así que nos la encasquetó. No todos tenemos la suerte de ser un Abayomi o una Martina que tienen fans para crear miles y miles de núcleos, algunos nos tenemos que conformar con lo que nos llega.

—Qué me vas a contar. Por fin hemos conseguido que esta semana se una otra más al mío, a ver cuánto me dura completo con tres entrenadores.

—¿Ya te ha conocido del todo?

—Sí, esta mañana… —Marga no puede evitar sonreír al recordar la cara de Emily cuando la vio en su forma más estrafalaria— Pobre. Espero que no renuncie como casi todos, tiene pinta de ser maja.

—Esperemos —Fausto se pasa una mano por su mohicano morado y suspira. Está cansado, las ojeras se le notan mucho y los hombros se le hunden cuando se apoya en la pared—. Lo que juega a nuestro favor con Hyejin es que al ser extranjera no conoce las leyendas de Pueblo Tesche y lo que dice el resto de la región sobre él. Aun así parece que le gustan las historias de terror y es bastante obediente y disciplinada, me alegra que haya venido porque empezaba a necesitar un poco de ayuda con el tema de Saïda. Ojalá se quede durante un buen tiempo.

—¿Dónde está la tetera?

Hyejin le dedica una mirada extraña y en ese momento Abayomi entiende que es hora de usar toda su creatividad para comunicarse con ella. Si tuviera con él su cuaderno de dibujos podría garabatear una en un santiamén pero, al no ser así, enseña las bolsas de la infusión mientras silba en un intento de hacer una buena imitación del recipiente. No sabe si le ha entendido bien, pero el rostro de su receptora se ilumina cuando termina su pequeña actuación así que confía en que con eso es suficiente.

—Oh.

La mujer saca una tetera de uno de los cajones y pone a calentar el agua. Los dos se quedan sumidos en un agradable silencio mientras esta hierve, aunque Abayomi no tarda en iniciar una conversación.

—Entonces, ¿no eres de aquí? ¿Vienes de lejos?

—Sí, sí. Yo mucho lejos, lejos.

—Qué bien. Yo también vine de lejos —dice mientras incluye un par de gestos a la hora de hablar. La mujer le escucha y mira con mucha atención mientras asiente y Abayomi no sabe si lo hace porque de verdad le entiende o porque no quiere que le sepa mal y hace como que sí comprende todo lo que dice. Sea como sea, se sigue intentando comunicar con ella y por eso saca a la luz un colgante que lleva alrededor del cuello con la forma de una gota de agua. Tiene un par de edificios, montañas y bosques pintados en él, por lo que parece un pequeño mapa—. Este es un collar con la forma de Magua, me lo regaló mi mejor amiga cuando llegué aquí por primera vez. Yo vivo en el centro, en la capital, y ahora estamos aquí —indica mientras señala el extremo derecho de la gota— y la otra mujer que está en la sala principal viene de aquí —explica mientras toca el extremo izquierdo de la gota. Hyejin asiente y parece muy interesada en la explicación, tanto que hasta se emociona un poco.

—Oh, bonito, bonito. Gracias por hablar, gente no acercar porque yo de fuera y no entender pero no señor Pausto. Él bien, sonreír mucho, yo contenta.

—Sí. Fausto es un trozo de pan, seguro que te tratará muy bien.

—¿Pan? ¿Comer? ¿Tú hambre?

—Ah, no, no. Es como decir que es una buena persona, alguien que se porta bien con los demás.

En ese momento Abayomi ya tiene claro que, en efecto, Hyejin no entiende ni la mitad de lo que dice, pero la adoración con la que la mujer le mira es tal que no puede dejar de hablar. Él sabe muy bien lo que es que te ignoren o te traten distinto por ser de fuera así que no puede evitar empatizar con ella, él tuvo la suerte de que Martina lo acogió y lo trató como a un hermano así que ahora quiere devolver ese favor de alguna manera. Hyejin tendrá un par de años más que él pero tampoco muchos, podrían llegar a ser amigos sin ningún problema.

—Mira, si quieres un día podemos quedar en mi ciudad y te presento a mi grupo. En la capital hay muchas cosas que hacer, podemos ir a bailar, al cine, de compras…

El joven deja de hablar cuando Hyejin pone una mano delicadamente en su pecho. A Abayomi le sorprende el repentino contacto, pero no lo rechaza y deja que ella exprese su gratitud.

—Yo ver almas, tú tener alma bonita como señor Pausto. Mente brillante, muy brillante, corazón de diamante.

Abayomi sonríe y pone su mano encima de la de Hyejin. Ese momento de conexión es tan fuerte que parece que nada es capaz de romperlo, hasta que la tetera se pone a silbar como loca y tienen que separarse para atenderla.

—Será mejor que la apartemos del fuego si no queremos armar un estropicio, lo último que necesita Fausto es que suceda un accidente en el gimnasio.

Entre los dos preparan cinco infusiones, una para cada persona de la mansión, y cuando las tienen listas vuelven a la sala principal y se sientan al lado de los otros tres. Todos menos Marga y Saïda le dan un sorbo y empiezan a hablar de temas triviales en un intento de darle cierta normalidad a una situación que no lo es ni por asomo, pero están dispuestos a obviar lo evidente con tal de disfrutar de unos momentos de paz. La infusión de lavanda parece surtir efecto y el grupo se siente más tranquilo y relajado, tanto que empiezan a sonreír y soltar alguna que otra carcajada, pero en medio de ese momento idílico el timbre suena y la tensión se vuelve a apoderar del lugar. Hyejin le da un último sorbo a su vaso y se levanta entusiasmada para cumplir con su labor.

—Llamar puerta. Yo ver, ver.

Se va tan rápido que no le da tiempo a ver la seriedad en el rostro de Fausto, pero Abayomi sí se da cuenta y no tarda en hacérselo notar.

—¿Qué pasa, no esperas visita?

—No. Es muy raro porque nadie viene, solo nos visitabas tú estos días. ¿A quiénes habrán dejado pasar mis fantasmas? —se pregunta mientras se levanta con urgencia—. No creo que sea la Liga, pero a lo mejor debería esconderla por si acaso.

Abayomi se pone de pie también al ver la preocupación del núcleo superior y sigue a Hyejin para ver quién puede ser, porque a él tampoco se le ocurre nadie que quisiera ver a Saïda. Tal vez él consiga entretener a los curiosos y echarlos de ahí, tal vez se tratan simplemente de unos turistas perdidos que buscan a alguien que les ayude y nada más, sean quienes sean seguro que los puede alejar fácilmente así que se pasa todo el trayecto diciéndose que no hay de qué preocuparse.

—¿Quién ser?

Pero cuando Hyejin abre la puerta y revela quiénes son los visitantes todas sus suposiciones se van a la porra y se da cuenta de que sí tienen motivos para preocuparse. Muchos.

—¡¿Pero qué haces tú aquí?!
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Érase una vez un grupo de extraños destinado a salvar el mundo.
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#9
Holis

Sigo sin entender qué le pasa a Saida (no sé poner los dos puntos sobre la i), está como ida y se me viene muchas teorías con eso del núcleo, es como una secta? o tiene que ver con ser líderes de gimnasio? Me causa mucha curiosidad ese asunto.

Me agrada que conozcamos a más personajes, especialmente Afilth, cualquier podría pensar que hará de villano, pero a lo más será antagónico con respecto a lo que vive Saida actualmente, me pregunto si es él quien aparece al final. Pero me da la sensación de que él no es el villano principal, si es que hay uno. Eso me agrada de este fanfic, el rumbo puede ser cualquiera, entonces, siempre me sorprenderé.

Creo que no es necesario un mapa super elaborado, creo que basta con uno que se entienda.

Besos.
[Imagen: giphy.gif]
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