08 Nov 2022
05:09 PM
Palabras - (Última modificación: 21 Jun 2023
01:08 PM por MuerteRigurosa. Razón: Cambié nombre de regiones )
05:09 PM
Palabras - (Última modificación: 21 Jun 2023
01:08 PM por MuerteRigurosa. Razón: Cambié nombre de regiones )
![[Imagen: jDKZ0LJ.png]](https://i.imgur.com/jDKZ0LJ.png)
Esta es otra de esas aburridas mañanas de otoño, cuando tengo el día libre en el trabajo. Soy de los que disfrutan eso que eligió hacer. Como dicen, es como si no tuviese días de trabajo en primer lugar, así que en un principio encontraba éstos lapsos de tiempo un tanto innecesarios. Hasta que opté por usarlos para mejorar mis habilidades.
Eso explica por qué estoy parado contra un árbol, al lado de un camino de la ciudad, leyendo. Quizá no se trate de la obra literaria más compleja, ni de los textos más avanzados sobre magia negra, pero más allá de su aparente simpleza esconde otro tipo de claves: La posibilidad de encantar los paladares. Pon un poco más o menos de sazón, y arruinarás la experiencia, cocina más o menos la preparación y podrías incluso acabar con un veneno, pon un ingrediente de más o de menos, o incluso olvídate de uno y podrías acabar con un revuelto que parece más un vómito que lo que tenías originalmente en mente. Son muchas variables que manejar.
Pienso cocinar para la cena algo más elaborado, al menos en cuanto el esfuerzo previo que tendré que hacer, ese es uno de mis hobbies, por eso estoy leyendo “Cocina de Kiltara y sus variantes”, tratando de decidir qué haré de su recetario. Usualmente suelo cambiar alguno de los ingredientes ya sea por disponibilidad, conocimientos previos sobre variantes o experimentar.
Ahora estoy viendo una receta que es un giro de un clásico aplicando algunos elementos regionales. El hecho que no lleve tanto tiempo de preparado está bien ya que insumiré unas horas en otro toque que sé que mejorará el total, o al menos la textura.
Si quiero que salga bien, deberé ponerme en marcha en este instante, ya que no tengo todo lo que necesito. De preferencia los ingredientes deben estar frescos, y no acostumbro a conseguirlos todos en el mismo lugar, ya que ese toque de incertidumbre vuelve más interesante el desafío y me ayuda a perfeccionarme.
Por eso veré qué traerá hoy el azar.
«Esa misma tarde cuando caía el sol»
Al amparo de un pequeño bosque espero al acecho, en uno de los márgenes, junto a un camino de la ciudad perfectamente asfaltado. Estoy en donde debo buscar el ingrediente principal de mi receta. A pesar que espero algo aleatorio, no es casual que haya elegido este lugar. Tengo ciertas certezas con respecto al entorno, en caso de que personas indeseables quisieran intervenir.
He tenido la delicadeza de avisar de lo que vine a hacer aquí, para evitar que tenga que hacer una verdadera matanza. Es que hay un grupo dentro de mi trabajo que puede ocuparse de que la policía no se entere de lo que está por pasar, al menos al instante. También si por esas casualidades lograran atraparme, pueden ayudarme a salir, ¡es tan conveniente! , pero la idea es no acabar con un montón de cadáveres policíacos. Son las directivas que me han dado los de arriba, hacer que parezca que hacen algo, aunque les sea difícil de hacer, en vez de aniquilarlos todos de una vez. Dar la sensación de seguridad a los demás, aunque no lo estén. Si, estoy hablando de actos ilegales, es parte de a lo que me dedico y supongo que por ello en el trabajo me he ganado el apodo de “El carnicero”. No es mi especialidad, pero me gusta cómo suena...”Ubel: El carnicero”.
Provengo de un submundo a parte del delito, y de lo que el común de las personas conoce, la información está ahí, pero prefieren creer que solo son leyendas o historias de miedo. Erdelun es mi apellido, llevo el orgullo familiar en mi sangre, y una tradición ancestral en magia negra que ha pasado de generación en generación, que hace que seamos temidos por muchos, repudiados por otros, pero aun así desconocidos para la mayoría, quienes no tiene idea de nuestra historia familiar. Mejor, así no molestan...
¡Veo a alguien!, es una mujer y un hombre que vienen a la distancia. Tengo tiempo de evaluar qué hacer... Consigo también van dos pequeños Pokemon ¿Por qué todo el mundo está obsesionado con tener uno vivo?
Alguna vez me contaron que una de mis bisabuelas tenía un Mamoswine embalsamado como su Necrotelum y le permitía pasar desapercibida la mayor parte del tiempo. Es más, solía llevar sus compras en el interior del cadáver cuando salía. Era práctico y con poco gasto de mantenimiento. Algún día debería pensar en replicar algo igual...
Yo uso un Necrotelum un tanto diferente, formado por los huesos de muchos pokemon, lo que es útil porque puedo tomar una parte que me sea de utilidad y agregarla al resto.
No olvido de dónde conseguí cada parte y las circunstancias, por ejemplo, la barbacoa que hice aquel día, aprovechando el fuego que tenía para obtener esas pinzas de Scizor. O la misión en un museo en donde aproveché para robarme las cuchillas de un fósil de Kabutops, que probé ese mismo día con quién intentó impedirnos escapar. O la vez que como una prueba de mis habilidades la abuela me hizo matar un Gyarados. Sin dudas sus mandíbulas son muy especiales para mí...con su obtención no solo conseguí la primera herramienta útil de esta criatura, la que ha visto la carne de muchos enemigos a lo largo de estos años, sino que fue el momento en que dejé de ser un aprendiz para pasar a valerme por mi cuenta.
Pero no es necesario que sean solo partes de pokemon, de hecho, también tengo algunas osamentas humanas que conforman mi Necrotelum...quizá esos cráneos que tiene a ambos lados de las fauces sean inútiles en batalla, pero me gusta el toque que dan al total...además que por una vez sirven de algo...sus anteriores dueños fueron unos conspiradores... ¿Qué mejor que sigan al servicio de quien en vida trataron de traicionar?
Para invocar al Necrotelum, además de los huesos reducidos que tengo en una cadena, se usa una “piedra muerta”, que no es ni más, ni menos, que una roca que encierra un alma. Son muy útiles para diversos propósitos. No solo pueden conseguirse mediante asesinato, también en cementerios y otros lugares relacionados con la muerte. Puedes incluso optar por darle el mismo destino a un pokemon fantasma que usualmente abundan ahí. En mi caso, parte de la prueba con Gyarados estaba en crear una, así que fue doblemente útil. Literalmente fue la “piedra fundamental”.
Los Necrotelum responden exactamente a la voluntad de su amo. Si quieres que ataquen, atacan, si quieres que busquen algo específico, lo buscan. Si quieres que queden estáticos, se quedan estáticos. No hay segundas opiniones. Tampoco insumen mucho tiempo o recursos, o hacen “travesuras”, ni se guían por desventajas de tipo, y aun así pueden usar técnicas...por eso no tengo pokemon. Lo más cercano fue un Torchic en mi infancia, que acabó sacrificado en la puerta de una vecina de mi abuela con la que se llevaba mal. ¿Que si fue duro? ...supongo que en ese entonces lo habrá sido. De una manera u otra me quitaron algo que era mio. Si no hubiese pasado, a lo mejor lo hubiese conservado, ahora sería un Blaziken, lo que significa que podría haber servido de asistente, pero mejor no depender de quienes pueden traicionarte, a menos que asumas el riesgo o no tengas otra opción.
Lanzo la piedra muerta tal y como si se tratase de una pokeball, y la magia ocurre. Los huesos en miniatura se desvanecen de la cadena en que los llevo. La roca se ilumina y toma la forma del Necrotelum. La invocación está terminada.
Mi bella aberración se esconde tras un árbol tupido que da hacia el camino, y amparado por la oscuridad permanece inmóvil, tal como es mi voluntad.
¿Ahora qué haré con todos ustedes? ...definitivamente es más de lo que he venido a buscar. Veo que los dos pequeños pokemon que son un Pikachu y un Eevee van detrás de la pareja, distraídos, correteándose entre sí. Tengo una idea. Esos bicharracos no tienen nada que me interese para mi Necrotelum, pero como me gusta mucho mezclar sabores de las diferentes carnes, de seguro pueden ser una adición.
Guardo silencio y observo, solo queda esperar a que se acerquen y seguir juzgando la situación. Definitivamente esa dama de cabellos castaños es lo que capta más mi atención. De los pokemon no puedo sacar una comida abundante, y ese sujeto es lo suficientemente robusto como para suponer que sería como trocear suelas de zapato y pretender que fueran el ingrediente estelar, pero en cambio esa mujer tiene el equilibrio de cubrir lo que los otros no. También por lo que veo no es carne vieja, pero tampoco demasiado joven, y aparenta estar en buen estado. Esta vez el azar me benefició con más de lo que podría esperar.
Aprovecho a observar a la pareja con lujo de detalles cuando pasan cerca de mí. Gracias al follaje, la oscuridad y mi sigilo es como si fuese parte del paisaje, en ningún momento se dan cuenta que estoy ahí.
Los miro, los miro fijamente hasta que... ¡zas!, siguen avanzando sin haberse percatado de lo que acabó de ocurrir. Tras un ataque relámpago el pikachu y el Eevee penden cada uno en una guadaña de mi Necrotelum, habiendo sido atravesados por las mismas en un movimiento explosivo. Debido a la inmediatez con la que fueron quitados de la acera, apenas unas pequeñas manchas de sangre que quedaron sobre su superficie son testigos que alguna vez estuvieron ahí. Probablemente no supieron qué los mató. Ahora hay que ir por el plato fuerte.
¿Cuánto tardarán en darse cuenta que los pokemon no los siguen?
Espero ver qué harán. Si se alejan demasiado los seguiremos desde lejos procurando no llamar la atención, guarecidos por la oscuridad. Si vuelven, esperaremos cuándo actuar. Si toman otro camino, lejos de mi alcance, deberé decidir si me quedo solo con lo que acabo de cazar u opto por dejar al Necrotelum a la espera entre los árboles, e ir a traer a la pareja yo mismo, con más violencia quizá.
Al parecer ya lo notaron, miran a su alrededor, ¿qué van a hacer? ...Perfecto, están volviendo sobre sus pasos, solo resta esperar el momento justo para ver cuál será el siguiente en ser capturado, ¿Quién se dará cuenta primero del detalle de las gotas de sangre en la acera?
Vienen más rápido de lo que esperaba, desde aquí se los oye llamar a los pokemon. Lo único que reciben como respuesta es la presencia de un Zubat salvaje, que sale del bosque con vuelo a un destino incierto en la ciudad, el resto es solo silencio, el preludio a otro trámite del que se enterarán en breve.
Así los vuelvo a ver pasar cerca de donde me encuentro, esta vez alerta, más con una premura que hace que nuevamente pase totalmente desapercibido.
La mujer de repente para en seco, mirando hacia el suelo...se percató de lo que estaba esperando, así que toca atraparte.
Un suave sonido viscoso a entrañas siendo mecidas hace que está mire hacia su izquierda, a unos arbustos. Por una milésima de segundo ella contempla la cabeza del Necrotelum que se asoma hasta que la luz que llega de uno de los focos de la calle lo alumbra recortando sus facciones de manera angulosa. Los cráneos humanos que tiene a ambos lados de las fauces, las guadañas, los dos pokemon muertos en éstas, la sangre que se escurre en gotas, todo capta su atención. Con un grito ésta es traída a la oscuridad, tomada por el par de brazos que el Necrotelum tiene después de las guadañas. A ti te dejaré para el final. ¿Ahora cómo reaccionará tu “parejita”?
Ah, ya viene, alertado por ti. Me gusta cómo están sirviendo de carnada entre sí. No necesité más que esperar y ahora están todos a mi alcance.
Ese sujeto sobra, tengo más ingredientes de los que vine a buscar, así que de ti me llevaré solo un brazo, pero primero te inmovilizaré, porque tampoco quiero que nos sigas.
Corre hasta el borde del bosque de una manera que me basta con invocar unas manos cadavéricas que salen de la tierra de imprevisto, y agarran primero sus pies, para desestabilizarlo, y hacerlo caer de frente en el suelo, producto del impulso con que venía. Ya está, otras huesudas manos emergen para aprisionarlo, e incluso no permitirle hablar. Algunas tiran de su pelo castaño al ras o de su cabeza para que solo pueda mirar hacia el suelo. Si sobrevive a lo que viene, prefiero que no me haya visto.
La mujer sigue armando un escándalo. Tú, deja de gritar...Necrotelum, no la dejes ir…
No es necesario que especifique más, ya que actúa según mi voluntad y no mis palabras. Una esquelética mano humana la presiona contra las costillas de la bestia, mientras otra la amordaza.
De nada te servirá gritar...ahora con eso resuelto, puedo volver al otro tema con que estaba…
Observo en silencio al tipo que como puede se contorsiona tratando de salir de ahí. A pesar de la poca luz se lo ve muy pálido, confuso por lo que le acaba de pasar. Se ve que nunca has lidiado con algo así...
Espero que hayas saludado a las cámaras de seguridad cuando te alejaste de su alcance, ya que estoy seguro que habrá alguna vigilando esta calle. Si verán este video en vivo o en diferido ya lo comprobaremos.
Si vienen ya, y el enfrentamiento es inevitable, estaba pensando llevar una caja con pulgares de policías como pedido de disculpa al jefe por tener que hacer una masacre...no creo que le importe, pero hay que guardar las formas.
Siendo una posibilidad real, lamento que solo traje una bolsa para todo...tendré que improvisar...quizá tomar una gorra de policía como recipiente remarcaría el mensaje...
En fin, mientras no llegan esas visitas inoportunas, va siendo hora de redondear mis asuntos con ustedes.
El Necrotelum se acerca y queda como petrificado al lado del hombre caído mientras brinda una vista privilegiada de la escena a la mujer, que con aparente impresión por lo que ve o intuye que va a pasar, intenta forcejear para escapar de los brazos esqueléticos. Sigue intentando, no es molestia, esta bestia puede aguantar tus esfuerzos sin problemas...
Así ignorando a quien está apresando, el esqueleto lo único que mueve es uno de los desvaídos brazos de Scizor hasta dejarlo en posición. Quizá se vean gastados debido al uso, pero no hay que dejarse engañar, su fuerza sigue intacta, y eso está por verse.
En un movimiento perezoso la pinza se cierra sobre el antebrazo, cercenándolo de manera limpia. El corte es acompañado por un agradable sonido de sus huesos al quebrarse, y lo que puede adivinarse como un grito, ahogado por una de las cadavéricas manos sobre la boca del sujeto. Bien, supongo que ya puedo tomar ese otro ingrediente...
De manera sincronizada, la mujer también solloza. “Espera, ya será tu momento”, le remarco, señalándola con el antebrazo que acabo de amputar y que estaba por dejar en el saco.
Llevo cierto apuro porque ya quisiera ponerme a preparar todo para cocinar, pero es mejor ser paciente.
Solo me faltas tu “preciosura”.
El Necrotelum se interna varios metros en el bosque llevando consigo a la chica, mejor alejarnos un poco de la calle.
Pretendo ir yo también, sin embargo, algo hace que me detenga por unos segundos. Se escuchan los gimoteos del hombre, y el sonido de sus chapoteos en el creciente charco de sangre, en un vano intento de levantarse. Estaba pensando dejarte a tu suerte, pero quizá podría ser un poco más considerado contigo, y acabar con tu sufrimiento. “Bien, te liberaré”, le digo, haciendo que todas las manos cadavéricas que lo agarraban vuelvan a sumergirse en la tierra, todas menos una que emerge y se cierra atrapando su cuello. Por primera vez me vio e intercambiamos miradas, sin embargo, también será la última, mientras continúa siendo ahorcado por el agarre de aquellos huesos e intenta desesperadamente liberarse.
Ya dando por terminado ese asunto, volteo y me retiro sin mirar atrás, siguiendo el camino que tomó el Necrotelum. No tengo razón para quedarme donde estaba, si van a pretender atraparme, que se tomen el trabajo de buscarme.
En el camino escucho ya los lamentos de la mujer que había visto de lejos lo que acabo de hacer. Ordené a la bestia que dejara de tapar su boca, para dar otro condimento a esta velada, te estoy dando una última esperanza vana ¿es que alguien escuchará y se unirá al menú?
Cuando llego, la observo. Los dos brazos esqueléticos que el Necrotelum tiene, la están presionando contra sus costillas, ¿o debería llamarles vértebras?, de Gyarados, haciendo que quede suspendida en el aire. Al igual que el pokemon con que lo comencé, mi Necrotelum también tiene la capacidad de flotar, lo que en muchas oportunidades ha sido útil.
Comienzo a emocionarme ante esa imagen que observo, y a los sonidos que percibo...
Ese llanto, esos gritos hacen que se me dibuje una sonrisa. De nada sirve este espectáculo más que para que aumente mi entusiasmo. Estás avivando las llamas de mi interior y van a cocinarte... ¿Es que no ves que eres mi presa?
Tres muertos de cuatro, faltas tu…
Le ordeno al Necrotelum que descienda un poco más para que mi plato principal pueda quedar de pie en el suelo. No grita nada a pesar de que tiene la oportunidad, solo solloza ante su resignación.
Me detengo a contemplar su figura esbelta en la penumbra, totalmente indefensa. La aparente suavidad y tersura de su piel, el brillo de sus ojos, hacen que inconscientemente se me haga agua la boca... ¡realmente quiero comerte toda!
No tiene sentido que siga esperando…
Esta vez el Necrotelum no será el encargado de matarte, eso vendrá de mi, pero será rápido: siempre traigo mi cuchillo de carnicero conmigo.
Solo quería verte de más cerca...y poder acariciar tu mejilla cuando aún está caliente. Si, es muy suave… también palpo tu brazo para darme otra idea de lo que encontraré bajo esa piel. Juzgué bien...vas a estar sabrosa…
La miro, la miro, y la sigo mirando, mientras vuelvo a tocar su mejilla, ¡qué estupendo ingrediente!
Con el impulso del entusiasmo, paso el cuchillo por su cuello en un solo movimiento, cortando su garganta. La sangre comienza a emerger y se derrama. Yo solo observo a quien acabo de atacar, y sus últimos atisbos de vida con la impaciencia de un niño que espera un regalo. Te lo dije “preciosa”, sería rápido.
Limpio el arma contra el árbol más próximo, y lo guardo en su vaina, que llevo en el cinturón, cuando de repente, se me ocurre algo, pero ya es tarde. Me habría gustado saber tu nombre, para darle un nombre propio al banquete que prepararé.
La caza ha llegado a su fin, así que con una sacudida de sus cuchillas, el Necrotelum hace que los dos pokemon que aun pendían de éstas, cayeran al lado de la mujer. Realmente es más carne que la que vine a buscar, pero servirá.
Meto los cadáveres en el saco que traje, junto al brazo amputado y lo cargo al hombro. Podría haber ordenado al Necrotelum llevarlo, pero prefiero que vigile el área por el que me iré moviendo. Al parecer mis compañeros infiltrados cumplieron su parte, pero si no lograron sacar más tiempo, me restará otra batalla y llegaré a cenar tarde. Tampoco tengo problemas con eso, somos una familia un tanto particular...no habrá problemas con cenar a las tres de la madrugada. Solo me molestaré con esos policías por quitarme tiempo como para los pasos previos que debo seguir antes de comenzar a cocinar, porque la receta en si es sencilla.
Con todo listo, comienzo con tranquilidad mi recorrido de regreso a través del bosque. No me había percatado de que el cielo estaba totalmente despejado...que agradable noche…
«Varias horas después»
El camino de regreso estuvo libre de inconvenientes, fue una caminata tranquila a través del bosque, donde incluso pude darme el lujo de no apurarme y disfrutar la temperatura, y el paisaje. Estaba mentalizado que me toparía con alguien que pretendería detenerme y que tendría que matarlo, así que no tenía preocupaciones más allá del tiempo que me insumiría. Pero en vez de eso llegué incluso antes de lo que esperaba en un escenario favorable.
Desde la perspectiva de las cámaras en la calle, “algo” se llevó a los pokemon entre los árboles, después a la mujer, y finalmente el hombre que se internó al bosque no volvió a salir. Me pregunto qué habrán pensado esos policías que les tocó ver la cámara cuando ya era tarde...
En este momento tengo todos los ingredientes para preparar la receta, ya desollé los cadáveres, separé las carnes que estoy por usar, dejándolas en remojo en leche para tiernizarlas, y guardé las sobrantes. Me queda definir si las usaré después o simplemente las llevo al trabajo para procesarlas y venderlas. Debo ver también cuánto puedo recibir de los cueros de los pokemon, y más por el hecho que están dañados por las guadañas de mi Necrotelum. Pero siempre y cuando la cena valga la pena, no me importa cuánto pueda sacar de la incursión de hoy.
Está por llegar la medianoche, por lo pronto debo terminar de cortar en cubos las carnes que ya escurrí. Ya tengo listos los demás ingredientes sobre la mesada, lo que se le suele llamar “mise en place”. La receta en si es de preparación rápida, así que cocinaré, apagando unos minutos antes de lo que dice la receta y cuando llegue mi comensal seguiré la cocción lo que haga falta. Es una flexibilidad que me permite el Strogonoff de Carne a la Kerésnat.
Primero voy a enharinar la carne, y después en una sartén procederé a rehogar en manteca la cebolla, cocinar los hongos y de ahí comenzar a incorporar la parte líquida, con un caldo (que ya hice usando algunos huesos), extracto de tomate, y Ticohsana de Tílipe (una bebida alcohólica típica de donde supuestamente viene ésta variante de la receta).
Mientras avanzo con éstos pasos se me ocurre que podría echar un poco más de luz en mi apodo.
Según la necesidad del grupo me suelen trasladar de un sector a otro, actualmente me encuentro entre ventas y distribución. En la Feria Unión en Adiat me dedico a la venta clandestina de carne, pero a veces me encargo de traficarla e incluso de conseguirla por mi cuenta.
Hay personas que les gusta ese sabor prohibido y nos hacen pedidos muy específicos. Entregamos los cadáveres reconocibles, porque nos jactamos de nuestra fiabilidad. No tenemos necesidad de engañar sobre el origen de nuestros productos, incluso cuando se trate de las hamburguesas, reconocemos que son una mezcla indefinida, y aún así es algo con mucha demanda.
Como ejemplo de esos encargos especiales, recuerdo aquella anécdota divertida de una cliente que pagó para que asesináramos a su ex y que le lleváramos de regalo a su actual pareja un encargo de hamburguesas al pan. Naturalmente me eligieron para la tarea, donde me dediqué a todas las fases del plan.
Así que acabé disfrazado de repartidor, dejando el pedido ya pago...¿Quién lo imaginaría? Ubel, aquel al que sus compañeros temen, dando aquella imágen simpática. Quién sabe si alguna vez se habrán enterado a quién se estaban comiendo. Hasta ahí llegó mi actuación, lo demás son asuntos del consumidor, pero debo admitir que me dejó intrigado en qué terminó ese drama.
Por cosas como ésas me comenzaron a llamar “El Carnicero”, pero no es mi único apodo, los ajenos al mundo de la delincuencia me conocen como el “Demonio de Brirdus”, aunque no lo asocien a mi rostro. Brirdus es el nombre del bosque de donde llegaron los primeros reportes de mis andanzas. Los testigos oculares que presenciaron los hechos a la distancia, solo alcanzaron a ver parte de mi Necrotelum que salía de entre las sombras para atacar a algún desprevenido y arrastrar su cuerpo nuevamente a la oscuridad. No es muy conocida la existencia de estas criaturas, algunos solo los consideran como meros personajes de cuentos de terror, por lo cual no los culpo de crearse esa clase de críptidos. Quizá se refieran al Necrotelum pero indirectamente también hablan de quién lo maneja. Debo admitir que me agrada ese aire de misterio que tomaron mis andanzas, por lo que procuro mantenerlo en secreto el mayor tiempo que pueda, hasta que algún día inevitablemente conozcan lo que los está asechando. Algunas veces leo o me comentan la clase de historias que se crean al respecto para intentar llenar esos huecos que el desconocimiento les deja...cuánta creatividad. Me tienta a leer las noticias de mañana como para ver si se aproximan más a lo que realmente sucedió.
Muy bien, ahora debo esperar que se reduzca el alcohol de ésta mezcla para agregar la carne...
esperaré un poco...
El olor que se siente tiene reminiscencias a algunas hiervas, me recuerda levemente a un claro de un bosque que recorrí hace unos días...además del alcohol que se evapora.
Bien, mientras incorporo la carne y espero que se cocine, debo de hablar de quién viene a la comer hoy. Para empezar es raro que alguno de mis compañeros de trabajo acepte alguna invitación de venir a cenar. Seguramente subestiman mis capacidades culinarias o son demasiado sensibles, lo cual no es raro en los sectores que estoy trabajando actualmente. Estuve un tiempo en el de asesinos y ahí solían tener más curiosidad por lo que cocinaba. Las reuniones eran animadas y en alguna ocasión se descontroló tanto que alguno acabó siendo arrojado dentro de una olla. Pero estaban tan borrachos que no se dieron cuenta que en verdad lo habían tirado de cabeza en un bote de basura. Qué suerte...no quería estar implicado y haciendo tanto papeleo por una muerte tan estúpida de uno de mis compañeros como hubiese sido caer en una olla con su contenido humeante...podría haber sido un final delicioso, pero igual muy estúpido.
Por eso mi abuela suele ser quien viene cada tanto a cenar. Ella es quien me crió y me inició en la magia.
Quizá en un principio no le agradó la idea que un Erdelun como yo se uniera a una organización criminal solo para ser un soldado más, pero viendo las ventajas, ya la convencí. Quizá no soy un trabajador independiente como lo eran mi abuelo o mi padre, pero tengo las ventajas de un grupo y aún así tengo la libertad de ir a donde quiero. Todo depende de lo que acuerde con mis jefes, y como soy muy eficiente en el trabajo, solemos llegar a buenos beneficios para ambas partes, además lo hago por conveniencia porque sé muy bien que igual podría valerme bien solo. Pero si hay facilidades ¿para qué rechazarlas?
Probaré cómo está quedando la receta...perfecto...remojar la carne en leche fue un acierto. Ahora solo me queda poner la crema de leche, condimentar con sal y polvo de baya Tamate, cocinar hasta que quede una salsa, apagar y esperar a que llegue la abuela. Todo indica que será una buena cena…
Mmm, estás tan sabrosa como te veías…
Comentarios propios
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Extras
Cosas accesorias que no participaron en el concurso (o sea, no se las envié a los jueces), pero debido al universo en que se maneja, por curiosidad que pudiere llegar a tener quien lea y por simple gusto propio, quise anexar.
Cosas accesorias que no participaron en el concurso (o sea, no se las envié a los jueces), pero debido al universo en que se maneja, por curiosidad que pudiere llegar a tener quien lea y por simple gusto propio, quise anexar.
Ficha del personaje
1
2
“El carnicero” | “El demonio de Brirdus”
Edad:
26
Lugar de nacimiento:
Pueblo Calma Blanca, Kiltara
Lugar de residencia:
Ciudad Unión, Adiat
Ocupación:
-Sector ventas (Equipo Thanatos)
-Sector distribución (Equipo Thanatos)
Parentescos:
-??? Abuela (no se aclara otro dato)
Pokemon
No tiene, maneja Necrotelums.
Inspiración musical
Acá incluyo este apartado, porque me pasó una anécdota muy curiosa al respecto.
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Mapa
Mapa para ubicarnos más en los lugares que nombré, al ser Kiltara y Adiat, dos regiones totalmente ficticias (las hice antes de enterarme que para las regiones usaban equivalentes).
![[Imagen: 53ZYtbw.png]](https://i.imgur.com/53ZYtbw.png)
![[Imagen: LaCueva.png]](https://pile.randimg.net/3/61/202766/LaCueva.png)
PKAR - Pokemon Kiltara Adiat Rodor
Fic | Dibujos
Eïshinde | Fiesta absurda | El demonio de Brirdus | Vivo para el viaje
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