Asumi
Enviado por: Asumi - 02 Jun 2023
09:03 PM - Foro: Cueva Unión - Respuestas (4)

Mewwave

  1. ¿Tu nick? Asumi
  2. ¿De qué país eres? Venezuela
  3. ¿Cómo llegaste a este oscuro lugar? No sé si en el banner de alianzas de algún foro o google
  4. ¿Alguna vez has estado en un grupo, foro o comunidad pokémon? Si
  5. ¿Cuál es tu Pokémon favorito? Misdreavus
  6. ¿Cuál es tu starter favorito? Scorbunny
  7. ¿Cuál es tu Pokémon singular/legendario favorito? Jirachi
  8. ¿Cuál es tu tipo de Pokémon favorito? Fantasma
  9. ¿Has jugado algún juego principal de pokémon? ¿Cuál es tu favorito? Si, Pokemon Amarillo
  10. ¿Has jugado algún spin off de pokémon? ¿Cuál es tu favorito? Si, Pokemon Dream World
  11. ¿Has visto el anime? ¿Cuál es tu saga favorita? Pokemon Viajes
  12. ¿Has leído el manga? ¿Cuál es tu arco favorito? Si, pokemon saga Negro y Blanco
  13. ¿Cuál es tu melodía/canción favorita de pokémon? Pokemon op 1
  14. ¿Quién es tu personaje favorito de todo el mundo Pokémon? ¿Qué le dirías si fuese real? N me llama mucho la atención, pero no le diría nada.
  15. ¿En qué ciudad del Mundo Pokémon te gustaría vivir y por qué? Ciudad Aromaflor porque tiene flores 
  16. ¿Si pudieras tener una profesión pokémon cuál sería? Profesor
  17. ¿Cuál sería tu dream team? (6 pokes) Misdreavus, Espurr, Ponita, Lapras, Scorbunny, Jirachi
  18. ¿Has jugado algún juego fanmade? Si
  19. ¿Has jugado showdown? ¿Te consideras bueno? No
  20. ¿Has escrito o te gustaría escribir cosas sobre pokémon? Si
  21. ¿Has dibujado o te gustaría dibujar cosas sobre pokémon? Si
  22. ¿Tienes algún pokétuber favorito? No
  23. ¿Tienes algún artista Pokémon favorito? No
  24. ¿Tienes peluches, figuras, etc? No
  25. ¿Qué es lo que más te gusta de pokémon como franquicia? Reemplazo de animales por criaturas nuevas  
Mewwave


  Di Cosas Bonitas Aniversario Edition
Enviado por: DoctorSpring - 01 Jun 2023
09:10 AM - Foro: Cueva Unión - Respuestas (2)

Hace cuatro años hemos escapado de lugares funestos y acabamos en este pequeño rincón de la interweb.

Una cueva llena de historias. Aunque muchas de las inscripciones son historias que nunca pasaron, están escritas por mentes sensibles que quieren compartir un poco de su experiencia vital que no es más que suya.

A pesar de que para algunos lo haya sido de manera inconsciente.

En este sitio me ha tocado vivir muchas cosas. Algunas malas u otras buenas, como la vida misma. Este foro es un pequeño mundo donde los sueños y las pesadillas conviven en una mezcla que yo llamo c’ets la vie. En mi opinión, los malos momentos son prueba de que estamos vivos. 

He leído montones de historias. Hayan acabado como hayan acabado, ciertas personitas me dieron un pequeño espacio dentro de su mente para fascinarme con las obras de arte que guardan ahí y han dejado que yo les muestre las mías, para bien o para mal. 

Hemos hablado de tantas cosas que podrían llenar varios volúmenes en una biblioteca. Algunas conversaciones profundas, otras más tontas, pero siempre divertidas. He conocido, aunque sea, un pequeño trozo vuestras vidas. Hemos compartido preocupaciones y problemas con personitas que son una conjunción de palabras e imágenes de monitos chinos, y lo hacemos porque sabemos reconocer a un ser humano del otro lado. 

Es una prueba de comunidad. Unos gustos en común nos unen. 

Han partido muchas personas, siguiendo su propio camino.

Pero no es el día para sacar esas cosas, si no de ser cursis y hablar de cosas bonitas.

Sí, este post es cursi. Ustedes lo pidieron así que no se quejen.

En este tema podrán sacar esa belleza dentro de sus corazones y mandar una carta de amor a la cuevita.

Pueden escribir lo que quieran, ya sea un mensaje de cariño, como el estoy escribiendo ahora mismo, una dedicatoria personalizada para cada miembro de la cueva o simplemente una reflexión. 

La única condición es que esas palabras que escriban estén llenas de cariño y buenas intenciones.

Por si quedaba duda, los quiero. A todos. Con sus defectos y virtudes. Aunque siempre digo que mi anterior post de este estilo da un poco de cringe, no me arrepiento y sostengo todo lo que digo, al menos la mayor parte. El sentimiento es tan sincero que no me importó dar pena ajena

Y, sobre todo, reitero una cosa.

Todos son mis maestros y yo soy el alumno. No tienen idea de lo que he aprendido de ustedes, no solo en el arte de escribir o ni siquiera en cosas weeb, sino sobre la propia vida. Antes estaba más encerrado en mi propio mundo, ahora sé que hay muchas personas que viven diferentes vidas. Soy una persona diferente de la que era hace cuatro años y ni hablemos de cuando era un estudiante de secundaria adicto a Stephen King que por ahí se le ocurrió que podría intentarlo. Por más que cambie, no voy a dejar que el amor por las letras se pierda ni mucho menos el cariño que siento por ustedes. 

Lo que te ayuda a crecer como persona nunca se olvida.

Ahora siguen ustedes.

Tampoco tienen que escribir una biblia. Un mensaje pequeño de cariño puede decir más que mil palabras. 

Lo que les nazca. 

Si no les nace nada, aun así, los quiero y tienen una habitación especial en mi corazón. 

Al menos hasta que las Western Bacon de Carls Jr los desahucien.

Muchas gracias por todo.

[Imagen: killua-zoldyck-kiss.gif]


  Sense and Sensibility (Los nerds también lloran)
Enviado por: Tommy - 30 May 2023
10:53 PM - Foro: Gruta Pokéfics - Respuestas (4)

Escribir con sentimiento
¿Cómo contamos las emociones?

[Imagen: ZEOiGfR.png]

¿Por qué leemos? ¿Qué esperamos encontrar en una historia cuando la comenzamos? ¿Qué sensaciones buscamos experimentar como lectores cuando agarramos un fanfic, una novela, o cualquier clase de historia en medios diferentes? Por supuesto, el género o la demografía pueden predisponernos de distintas maneras, pero creo que no me equivoco al afirmar que cualquiera de nosotros espera vivir emociones fuertes cuando disfruta de una historia, sin importar que sea una de terror, de romance o de acción.

Son esas emociones que el autor imprime en momentos puntuales de sus historias las que suelen convertirse en eventos memorables para nosotros como lectores, aunque esto tiene un truco: dependerá en gran medida del apego que sintamos hacia los personajes que atraviesen esos momentos. Por esto, la construcción de los mismos es imprescindible... Aunque no es lo único que un escritor necesita si quiere movilizar al lector con lo que cuenta.

Porque el cómo también es fundamental, y un escritor lo suficientemente hábil, estoy convencido, puede arrancarte una emoción auténtica incluso si te está contando algo sobre un fulano que acabás de conocer, o sobre un personaje que ya conocés bien y que te resulta tremendamente antipático. Con los recursos necesarios y suficiente astucia, podés agarrar a tu lector con la guardia baja y convertirlo de un párrafo a otro en devoto de un personaje que un rato antes le hacía poner los ojos en blanco.

Ahora bien: vamos a hablar un poco de nuestra propia moralidad como escritores. Porque es importante conseguir despertar emociones auténticas en los lectores, y darles sorpresas, grandes revelaciones y hasta momentos absolutamente conmovedores que se les queden grabados a fuego en la memoria... ¿Pero cómo llegamos a esto? En muchos casos hay que ser cuidadoso, y no siempre tenemos la experiencia como para conseguirlo de la manera más honesta, sutil o elegante. Muchas veces podemos caer en los golpes bajos, o en trampas narrativas en las que el lector no tenga manera alguna de preveer que al personaje va a pasarle tal cosa, o que va a decir tal otra, o que va a tomar una decisión que cambie completamente el curso de su historia.

Obvio, tenemos que tener cuidado de no pasarnos con el impacto que busquemos generar, y de no llevar a nuestros personajes por caminos que los transformen de manera inverosímil. ¿No sería sorprendente que Ron de un día para el otro pele un chumbo y se ponga a dispararle a todos en la Sala Común al grito de "AHORA LA VAN A PARAR DE PECHO USTEDES, CHETOS HIJOS DE PUTA"? Sí, tremendo shock, no nos olvidaríamos de eso fácilmente... Pero, ¿por qué carajo lo hizo? ¿Qué tiene que ver eso con las aventuras de Harry Potter y con la magia? ¿De esto nos quería hablar Rowling todo este tiempo, para concientizar sobre la violencia en las escuelas de Estados Unidos, el bullying, los jóvenes invisibilizados (y no por capas) y el fácil acceso a las armas en esa sociedad aparentemente idílica?

Capaz una de las cosas más difíciles a las que nos vamos a tener que enfrentar como escritores sea la sutileza. Desde la planificación y construcción de personajes, debemos intentar hacerlos lo suficientemente tridimensionales como para que cualquier sorpresa que le deparen tanto al lector como a nosotros mismos como autores se sienta creíble, se sienta parte de su camino y de su desarrollo en la historia que estamos contando desde un principio. A través de pistas, indicios, gestos, acciones puntuales y actitudes podemos ir intuyendo cómo va a reaccionar un personaje ante determinada adversidad, y el cuidado que pongamos a esa elaboración de su trasfondo y personalidad va a ser fundamental para que una revelación impactante se sienta ganada y conseguida con justicia.

Pero cortándola con mi habitual divague que no parece ir hacia ningún lado en particular, voy a pincharlos con algunas cuestiones que directamente los tienen que interpelar, y que me tienen que responder:

Ustedes, manga de giles capos, ¿cómo son realmente como escritores y lectores? ¿Cómo son COMO PERSONAS? Bue la re vivía.

Quiero decir: ¿son sensibles a la hora de contar sus historias? ¿Son sensibles a la hora de vivirlas? ¿Se emocionan fácilmente con una película o un libro? ¿Alguna vez se quebraron leyendo algo tan comunmente subestimado como un fanfic? ¿Qué momento puntual les hizo un click o les tocó esa fibra? ¿Recuerdan alguna escena en particular que los haya sorprendido para bien, que los haya agarrado con la guardia baja?

Insisto: para mi, la capacidad de generarte una emoción fuerte es lo que convierte a la obra de otra persona en arte. Es algo fundamental para trascender de un simple consumo pasatista y ocioso, y volverse una especie de motor que te haga replantearte no solo cosas sobre tus gustos, sino de tu pasado, de tu relación con tus seres queridos, de tus aspiraciones y metas personales, o de tus mejores recuerdos de una infancia que ya quedó muy atrás.

Por eso quiero explorar este asunto y porque, en general, acá en la Gruta solemos hablar de cuestiones bien técnicas y vemos la escritura como algo más cerebral, pero incluso para apelar a lo emocional debemos pensar cuidadosamente cómo vamos a lograrlo. Capaz nos surge de manera natural y espontánea, y no es que escribimos una escena determinada pensando "Este es el momentazo del capítulo, si no lloraste con esto no tenés alma", pero normalmente si le tenemos cariño a nuestros personajes y sabemos que este párrafo en concreto va a ser importante en su evolución, intentamos retratarlo de la mejor manera posible. ¿O no les pasó que ustedes mismos se descubrieron lagrimeando con una sonrisa boba y hasta MOCOS mientras le daban ESE momento tan esperado a sus personajes? A mí me pasó un par de veces, y no saben cuánto me alegró enterarme de que pude contagiar esas emociones a mis lectores.

Ustedes... ¿Lo hicieron ya? ¿Escribieron un momento en sus fics que sea altamente emocional y mobilizante? ¿Qué momento los hizo llorar en sus fics? ¿Qué momento los hizo llorar en otros fics? ¿O son robots o simplemente tipos duros y minas excesivamente analíticas y cerebrales que saben separar la ficción de la realidad y no se dejan impresionar fácilmente por los trucos baratos de los demás?

Hago este tema especialmente porque cierta hdp se RECONTRA salió con la suya y me hizo llorisquear un poquito (un toque nomás, no te agrandes) con el último cap de su fic, construyendo muy pillamente un inmenso capítulo llenos de momentos de alto impacto emocional pero que, por conocidos o por esperados, uno como lector estaba bien armado como para no dejarse golpear en el estómago. Sin embargo, luego de todo ese viaje emocional a través del tiempo y el espacio, con grandes momentos de acción visceral, revelaciones trascendentales y homenajes directos a nuestros tan queridos juegos de Pokymanz, y luego de un intercambio crudo y de un toque de suspense casi terrorífico... Nos tira como quien no quiere la cosa un micro-momento tan sutil e insignificante como brutal y constitutivo de dos de los personajes más importantes en su historia. Y de golpe, esa interacción completamente novedosa e inesperada no solo entre ellos, sino entre cualquier personaje en este cuento tan predominantemente cerebral y oscuro e inquietante, pero ampliamente amparada por la construcción que tuvieron y por la conexión que comparten, lo volvió increíblemente especial y conmovedor.

Pero no siempre pasa así. Lo normal es emocionarse cuando un largo viaje llega a su final, y las despedidas de estos personajes fácilmente pueden impactarnos de un modo u otro. Asimismo, las despedidas "físicas" de los personajes suelen ser un recurso ampliamente conocido para generar impacto, sorpresa y, en última instancia, una profunda emoción. Por eso es importantísimo el cómo matamos a nuestros personajes, y cómo llegamos a esas muertes y qué implican para los demás y para la historia general. Pero esto es un tema mucho más específico que creo que ya se tocó en otros threads del foro. Vayan a curiosearlos.

En lo personal, algo que siempre me conmueve mucho es la nobleza. Cuando se maneja bien, me vuelve LOCO encontrar la nobleza en personajes que supieron ser unos cobardes, o unos inútiles, o unos hijos de puta detestables. Cuando está bien conseguido, descubrir a esos mismos tipos haciendo algo bueno por otro, o tirando en una frase velada que se equivocaron o que se sienten mal por lo que hicieron, o simplemente ver a personajes buenos basureadísimos poniéndole la otra mejilla a alguien que podrían tranquilamente mandar a la mierda y devolviéndoles un gesto de bien... Me quiebra. Capaz porque soy normalmente alguien bastante cínico, pero también un gil maricón de piscis que siempre intenta arañar lo mejorcito de las situaciones en las que se encuentra o de las personas que va conociendo... A veces incluso hasta de mí mismo.

Ejemplos de momentos así hay varios, pero vamos con un par así les muestro cómo me pueden hacer llorar un ratito:

(SPOILER ALERT)



Capaz la escena por sí sola te pueda tocar alguna fibra por la magnífica dirección artística, por la belleza de la música o por la calidez de los colores... Pero lo importante acá no es tanto eso (que también), sino que estamos justo en el momento posterior a que esa chica a la que las "amigas" hostigan y bullean le rompiera zarpado el corazón a Mob, nuestro protagonista, después de haber pasado días y días ilusionándolo y haciéndole creer que estaba interesada en él, cuando solo lo hizo porque perdió una apuesta con las amigas.

Y así y todo, Mob, que ya sabemos desde el principio que es un chico bueno que se traga su dolor, canaliza todo ese poder que tiene y se agacha para recoger con las manos los fragmentos rotos de esa novela que ella venía escribiendo con entusiasmo y de la que le había hablado, incluso llegando a reprocharle que no la hubiera leído. El pibe demuestra con estos gestos que no solo reprime sus poderes para no lastimar, porque quiere ser un chico normal como cualquier otro, sino que lo hace para no mostrar cuán herido está por dentro. Y demuestra que sí le prestó atención a esa novela suya, siendo capaz de rearmar todas las páginas en perfecto orden, y siendo capaz de perdonarla y entenderla incluso después de lo que le hizo, porque vio quiénes la habían arrastrado a eso.

... pero la música quizás también ayude un poco.

No siempre tiene que ser una larga escena bien construida, y como se sabe, a veces una imagen vale más que mil palabras y la potencia de la misma puede conmovernos sin necesidad de música u otros artilugios, tal fue mi caso con este frame de uno de los últimos episodios de Heavenly Delusion:

Mostrar
[Imagen: NuhmlYo.png]

Tal vez no sepas qué está pasando acá, o quizás puedas intuirlo solo con verla, pero la imagen guarda la suficiente belleza y amargura como para transmitirte una emoción muy concreta. Hay algo en la tristeza y la belleza del ojo, en el color y el brillo del cielo reflejándose en él, en la decadencia y las sombras que lo rodean, que la vuelve tan opresiva como preciosa. Y, en última instancia, que me termina desarmando totalmente. Ese episodio en particular tiene un montón de significado y pasan un montón de cosas que me conmueven por distintas razones, y se lo podría recomendar ciegamente a cualquiera sin que siquiera haya mirado el resto del anime (que igual tiene re pocos episodios hasta ahora, denle la oportunidad no sean gilunes).

Así que ya les di un ejemplo a nivel de escritura en un fanfic, otro de una escena concreta donde todo baila en perfecta armonía para hacerme emocionar, y otro de una simple, quieta y silenciosa imagen que me desarma sin necesidad de nada más. Espero que ustedes también puedan contarnos qué ejemplos se les ocurren que los hayan emocionado y, por supuesto, que reflexionen sobre cuánto involucran sus propia sensibilidad para construir a sus personajes y sus historias.

Generalmente se asocia el fanfiction a algo medio impulsivo (si sabré yo de eso) y superficial, o intrascendente, o comida rápida (y chatarra) literaria, donde solo consentimos nuestras propias fantasías jugando con personajes ajenos como si nos pertenecieran, poniéndolos en situaciones inverosímiles... Pero yo no caigo en esas simplificaciones tan radicales, porque sé lo que es emocionarme mientras escribo el progreso de los personajes que amo, y sé lo mucho que puede impactarme cuando alguien más lo hace con los suyos.

Y ya, perdón por el choclazo de texto, me dejé llevar un poco.


  Yu-Gi-Oh! Duel Fall
Enviado por: Tommy - 24 May 2023
10:46 AM - Foro: Fanfics y Originales - Respuestas (2)

Yu-Gi-Oh! Duel Fall

Índice

Turno 01 - Caer para aprender a levantarse
Turno 02 - Brand New (D) World
Turno 03 - Atrapada


Notas de Autor Ebrio

¿Y esto?

Soy un tipo impulsivo: si me pinta escribir sobre algo, me pongo a hacerlo con el 100% de mi capacidad mental (que sería el 2% del de cualquier persona con el secundario completo). No es secreto que la cosa friki que más me apasiona desde chiquito es Pokémon, y es posiblemente la franquicia a la que más tiempo (y plata) invertí desde que tengo recuerdos.

Sin embargo, la aparición de Yu-Gi-Oh! en Nickelodeon a principios de los 2000 fue un orgasmo capitalista para los que ya estábamos enamorados de nuestros monstruos de bolsillo y nuestros pilones de figuritas para intercambiar... Y Yugi nos traía no solo eso en una versión mucho más oscura y perfeccionada, sino encima toda clase de diseños muy distintos a los que nos habían acostumbrado, híper-estilizados y donde los problemas se resolvían con juegos de puro ingenio: el que hacía mejor las trampas, ganaba.

El juego fue mutando, los protagonistas cambiando, los villanos se fueron haciendo cada vez más ridículos y musculosos (?), pero la esencia de "este juego de cartas para niños (¡ahora incluso sobre motos!) es cosa seria, y el destino de la humanidad siempre va a terminar dependiendo de una partida de cartas". Y ese enfoque tan serio que a cualquier podría darle un cringe tremendo sin pensarlo demasiado... A mí me sigue pareciendo espectacular. Obvio, si sabés tomártelo con cierta filosofía.

Así que, viendo otro de esos horribles episodios de ese espantoso anime donde prohíben la cultura otaku y tres "chicas mágicas" se enfrentan a un gobierno totalitarista, me acordé de Yugioh y los paralelismos que supieron trazar en muchos momentos desde las partes más oscuras en las últimas temporadas de GX hasta el setting pseudo distópico donde arranca 5Ds (y ciudades hechas pedazos en cierto opening de Arc-V, perteneciente a una temporada que nunca llegué a ver). Todo ese menjunge me terminó haciendo el click en la cabeza de "Quiero escribir esto, ahora, no me importa nada". Y lo hice.

Es un fic muy improvisado, hecho, digamos, "a mano alzada", así que por favor no esperen demasiado. Pero fue muy divertido escribir el primer capítulo y seguramente lo siga a buen ritmo, incluso teniendo en cuenta que ando laburando Canvas en paralelo.

Una aclaración / advertencia clave que le haré a todos: este fic tiene mucho de mis mejores recuerdos leyendo historias de este estilo en las viejas etapas de CemZoo y DZ, así que me tomaré la libertad de darle la estética que me transporte mejor a esos tiempos... Sí, eso quiere decir que voy a hacerlo en Comic Sans. Porque, por algún motivo fetichista extraño, los fics de Yugi me gustan más en esa font; tiene algo que la vuelve increíblemente cómoda para leer, sobre todo durante los duelos. (KB)

Otra aclaración / advertencia: nunca fui un gran jugador de Yugi, pero creo conocerme bien las reglas, así que no creo que los personajes cometan muchos missplays. Peeero es un juego especialmente jodido en muchos aspectos, así que es probable que eventualmente se me escapen detalles de algún rulling o le pifie a la pérdida de timing de algo. Igual, siempre que escriba los duelos voy a investigar todo lo posible de cada carta para mandar la menor cantidad de fruta posible.

Ooootra aclaración: Nada de cartas inventadas. Los duelos ya de por sí están llenos de deux ex machina por el inmenso factor suerte propio de la mecánica de un juego de cartas, así que moldear las cartas a mi conveniencia para que se ajusten a lo que necesito en determinado momento del duelo no me parece justo. Es más: pronto van a ver que los mazos usados en este fic van a tener una limitación muy importante para hacer los duelos más entretenidos para mí. Aunque sea al principio de la historia.


  Baby Hotline
Enviado por: DoctorSpring - 04 May 2023
01:41 PM - Foro: Explícitos terminados - Respuestas (2)

Primavera
 
Durante esos días de primavera, Kalm ya estaba pensando en ese día donde todo acabaría, y cada día que se levantaba, era un día donde veía su propio reflejo en el espejo y le daba la sensación de que era cada vez menos parecido a lo que pensaba que debería parecerse, o más bien, ese modelo ideal que el mundo tenía de él desde que nació. Ese confiable chico de gorra roja, que nunca admitiría que vestía así por su ídolo de Kanto, desaparecido hace tantos años. Aquel chico, que desde que aprendió a leer, siempre tenía la nariz sumergida en tablas de estadísticas, buscando la cría perfecta, y pese a todo nunca podría deshacerse de esa sylveon que tuvo mala suerte en los genes, que le acompañó en los primeros años de su viaje, y pasaba el resto de sus días durmiendo en el jardín bajo el árbol de bayas. Ese rival que te trataba bien, perdiera o ganara, siempre en mira a esa hermosa oponente a la que todavía no podía vencer, quien ostentaba el título de su novia y, no menos importante, de la campeona de Kalos; quizás en el fondo pensando que nunca lo lograría y no era más que un ideal que perseguiría el resto de su vida, tales como la paz o la felicidad. 
 
Ese Kalm, poco a poco, iba a borrándose con el paso del tiempo, como una pintura en las rocas del mar que era atacada una y otra vez por las olas. Pero eso no le importaba o no parecía importarle, siempre y cuando hubiera quedado un rastro de otro Kalm después de tanta marea. Mejor o peor, ¿eso qué importaba? El punto era que seguía respirando, ¿no? Mientras haya vida hay esperanza y todas esas cosas. Y pese a que de repente dejó de pelear, solo al pensar en el hastío que de pronto le causaba esa duda sobre si iba a ganar o perder, todavía disfrutaba de cuidar de las crías con las que se había quedado y siempre sonreía al enterarse de cómo crecían las que regalaba a vecinos o amigos cercanos. Apenas alcanzaba las veinte décadas en su vida, era el inicio de la primavera, y aún quedaba Kalm para rato. Y encima de todo, acompañaría a Serena a esa gala que celebraría sus siete años como campeona invicta. Ellos dos serían la envidia de todos los asistentes. Podrían caminar juntos, agarrarla del brazo, mientras todos aplaudían. Aquella noche le iba a gustar. Y después de todo, ajustándose la pajarita frente al espejo ¿por qué sentía cierto hastío? 
 
Sintió una vibración en su bolsillo. Sonrió al mirar la foto en el contacto. 
 
A pesar de que Serena le dijera que le avergonzaba, él insistió en que era su favorita, y que no iba a contestarle nunca más si en la llamada no le veía con ese vestido rosa de verano, abrazando a su querida meowstic en su regazo para fingir elegancia, coquetería y esa faceta adorable que le encantaba desde el día en que ambos eran niños, antes de reconocer que fue un error vestir ropa tan ligera en un día con tanto viento. Pero tampoco pudo quejarse. Si alguien que conocía el truco como él caía engañado ante sus encantos, era que funcionaba. Hace tiempo ya y aun lo recordaba cómo si fuera ayer, como si esos rayos de sol cayendo sobre ellos estuvieran todavía atrapados bajo su piel y dentro de sus vasos sanguíneos. Como si esa saliva caliente todavía estuviera en contacto con su lengua, humedeciendo sus labios tan secos.
 
—Bueno...
 
—¿Cómo está el anciano Kalm? ¿Disfrutando de su retiro?
 
Kalm rio con sequedad.
 
—Oye, que tampoco estoy retirado. Todavía estoy criando, ya sabes. Me imagino que la señorita campeona debe estar muy cansada de hacerse la manicura mientras sus pokémon hacen el trabajo.
 
Serena respondió con una risita.
 
—Si sigues diciendo esas cosas, un día de estos voy a hacerte caso y me vas a tener que consolar todos los días, tontito.
 
—Eso lo tendría que hacer de todas formas, ¿no?
 
Serena rio un poco menos.
 
—¿Estás listo para que pasen a recogerte, señorito? ¡Tenemos nuestro propio chófer! ¡Cortesía de la señorita Diantha!
 
—Parece que perder un campeonato de muchos años te hace muy amable. Consideraré hacerte cumplir tu amenaza.
 
—Vamos, no seas así...
 
—Estoy bromeando...
 
—¿Ah? Claro, ya lo sabía... Bueno, arréglate. Me compré un vestido nuevo para esta noche, ya quiero que lo veas.
 
«¿Por qué un vestido nuevo? Los que tienes ya son hermosos» pensó Kalm, pero no lo dijo, y no pudo responder antes de que colgara.
 
Mientras lustraba sus zapatos por décima vez, para entretenerse del aburrimiento y de los nervios que no sabía de donde venían, escuchó el claxon fuera de su casa. Algo le decía que Serena disfrutaba en secreto de presumir al resto del pueblo que lo había logrado; había logrado salir de ese pueblo de menos de diez casas y tenía privilegios como ser llevada en autos tan negros que, si no fuera por los faros, acabarían perdiéndose en la oscuridad. Tampoco era una limosina, pero ese Chevrolet mate tapizado de cuero blanco era suficiente para apantallar. Así siempre había sido desde niña, siempre llevando la mejor ropa y los mejores juguetes, pero claro, ya estaba en una liga diferente a esos tiempos. Antes de que pudiera abrir la puerta, después de ver el vehículo a través del ventanal, escuchó ese chillido indistinguible vulpino que reconocía bastante bien dentro de su extrañeza y volteó para ver los intensos ojos azules de Mist. No mostraban ninguna reacción aparente, pero uno siendo entrenador retirado, era capaz de sacar en claro la tristeza en esas intensas y poco claras expresiones.
 
—Lo siento, Mist, pero no puedo llevarte. Cero pokémon.
 
La sylveon le miró un poco más. Notaba cierto gesto de indignación, como si dijese que una miembro del equipo debut de Kalm no merecía ese trato, por más retirada que estuviese.
 
Kalm mostró una parca sonrisa, y siguió su camino. Al abrir la puerta, estaba ella, con un vestido negro que resaltaba lo mejor de su cuerpo. A él le parecía apretado, pero no notó incomodidad en los gestos de Serena, como mucho, miedo a que el lodo que se formó en su patio por las lluvias le manchara los tacones o acabara resbalándose en frente de todos, después de esa muestra de elegancia. Comprendiendo eso, se acercó a ella con sus propios pies, tratando él mismo de no arruinar los únicos zapatos de vestir que tenía. Al estar cara a cara, la chica inclinó sus labios hacia adelante y olió su labial, mucho más fuerte que esa ligera fresa que olía antes. Los dos pares de venas labiales se tocaron entre sí. Kalm dio un paso atrás, justo en el momento en que Serena estaba lista para ir más allá, en que su lengua comenzaba a asomarse y en cuanto quiso ir hacia adelante para corregir su error, ya era demasiado tarde. Ambos abrieron sus ojos, confusos por ese error de comunicación, y rieron en medio de la noche.
 
—Bien, ¿qué te parece lo linda que es tu acompañante? ―dijo Serena dando una vuelta y haciendo un ademán de levantar ligeramente su falda.
 
—Estás linda...
 
—¿Solo linda? ¿En serio?
 
—A mí me parece suficiente. Si a mí me basta, ¿por qué a ti no?
 
—Qué raro eres, Kalm. Esa no es la manera de ser romántico con una dama.
 
Sintió cierto confort ante ese pequeño puchero, pero no tardó mucho en desaparecer. Por mero instinto, le abrió la puerta a su compañera. Serena rio ante eso.
 
—¿No es raro que me invites a subirme a un coche donde ya me había subido?
 
—Sí, tienes razón —dijo Kalm cerrando la puerta—. ¿Quieres abrirme la puerta tú?
 
—¡Oye, que estoy bromeando!
 
—Sí, yo también... –volvió a abrir la puerta.
 
Serena inclinó la cabeza.
 
—¿Estás cansado? ¿Te quedaste hasta tarde viendo esas tablas tuyas otra vez? Si quieres nos quedamos en casa, ya veré que me invento.
 
—No, no te preocupes. Sé lo importante que es esto para ti.
 
—¿A ti te lo parece? No es más que una gala, y tampoco es que me sienta cómoda recibiendo tanta atención con algo en lo que ni me he esforzado.
 
—Vamos a la gala. Sería una grosería dejar plantada a Diantha después de que se tomó la molestia.
 
—Sí..., tienes razón.
 
Serena puso una mano en su camisa y volvió a sentir su aliento en su cara.
 
—Después de esto, podemos ir a donde tú quieras. Hoy no creo conciliar el sueño, así que depende de ti.
 
—Lo tomaré en cuenta.
 
Volvieron a besarse. Otro error de comunicación. Sin risas.
 
Durante la fiesta, comprendió lo que su subconsciente entendía más que nadie, pese a que él no era capaz de aceptarlo. Las luces, los reflectores, el olor de perfumes agrios en el aire, el tacto del brazo terso y perfecto de su acompañante, ese olor a fresa que le dejaba confundido y las constantes intervenciones de gente que no conocía y que prefería no conocer, donde colmaban en elogios a la señorita Serena por sus años invictos en una tradición que hace semanas le parecía ajena, como quien miraba a la lejanía cuando sus nuevos amigos disfrutaban de un nuevo hobby en el que él no se sentía incluido. Todo ello le dejaba desencantado y con una sensación que podría definir en una sola palabra: "hastío”. Quería suponer que simplemente estaba cansado. Al sentarse en la silla que asignaron para los dos (la madre de Serena no estaba de humor para ver el estrellato de su hija, su debut en la cremé de la cremé), no pudo evitar soltar un suspiro de cansancio mientras veía a los invitados bailar al ritmo de un klefki que tocaba el violín. Durante unos momentos, su cerebro procesó un poco de la envidia que le causaba ver a gente feliz, disfrutando en una noche tan falsa, tan artificial, quizás porque ellos eran igual de falsos y artificiales o simplemente podían apagar el cerebro, ignorar que esas risas desaparecerán algún día. Mientras estén quitándose las fajas, los sostenes realzadores, las chaquetas y el maquillaje, estarán en ese momento a solas, fuera de todo cumplido, con las luces apagadas y con la idea de que estarán así en sus lechos de muerte. 
 
El único momento importante.
 
—¡Que talentosos son los pokémon hoy en día! —dijo Serena señalando al klefki con una gran sonrisa.
 
—Son más inteligentes de lo que la gente piensa. A veces los envidio.
 
—Por favor, no te pongas nerd mientras estamos celebrando.
 
—Tampoco pretendía hacerlo —dijo Kalm apoyando ambas manos en su barbilla.
 
—Señorita, ¿quiere una copa? — dijo un mesero haciendo equilibrios con una bandeja de martinis.
 
—No gracias, no bebo, ¿y tú, querido?
 
Ya comenzaba a hablar como alguien de la alta sociedad.
 
—Una por favor —dijo Kalm levantando un dedo, esperanzado de que le ayudaría a dejarse llevar—. ¿Estás segura de que no quieres solo una? Como tú decías, estamos celebrando.
 
«Y además, eso de rechazar el alcohol no va con tu nuevo intento de hacerte la adulta»
 
—No quiero nada, Kalm. No me gustan las cosas que... me cambian como soy, ¡además, no necesito nada! ¡Yo misma puedo con todo! Y además…. bueno, estás aquí, ¿no?
 
Una mano en su pierna acentuó la pregunta, un poco por arriba de la rodilla. Kalm sonrió, o al menos lo intentó, apoyándose más en el respaldo de su silla. Sabía que había algo mal con él. Cualquier hombre que se aprecie estaría encantado de que una mujer hermosa con un escote revelador estuviese coqueteándole, fingiendo inquietud, porque ella sabía que no había manera de que su novio de varios años vaya a ofenderse por un discreto asalto a su entrepierna, y de hecho, sentía su sangre bombear dentro de su cuerpo, esforzándose en que su huésped despierte y que preparare el terreno para cumplir la más noble etapa del ciclo de la vida, además de morir... pero no era capaz de sentir más que hastío. Ni siquiera indiferencia, hastío, como quien apenas se daba cuenta de que repetir una activad la haría aburrida. Un proceso que, si seguía cientos de veces más, lo iba a cumplir por mera inercia. El problema era que Kalm no creía que estuviera dispuesto a pasar ese tormento antes de llegar al piloto automático. No, estaba seguro. Un alivio y al mismo tiempo un sentimiento de terror le vino a la cabeza. Volvió a ver a esa mujer, a la misma que tenía en la foto de contactos con el vestido rosa, la sonrisa inocente y expresión tímida de quien todavía podía cometer errores, equivocarse. Esa mujer ya no era su novia. Era un ser irreconocible. Un pedazo de carne con un vestido apretado y un aliento a fresa agria. Sintió terror al ver que esa imagen borrosa de sí mismo, que poco a poco se formaba por los golpes de las olas, ya no tenía ningún rastro de Serena. Se dio cuenta inmediatamente de la razón. 
 
Esa Serena que podría estar en el retrato... ya no existía. 
 
Hace mucho que dejo de existir, pero estaba demasiado ocupado en no saber que hacer para darse cuenta. 
 
Dio un trago a su licor.
 
—Es la primera vez que bebes, ¿Kalm?
 
—Sí. Mis padres siempre han sido de esos que creían que había un tiempo para todo, y en cuanto llegué a la mayoría de edad, pensé que un buen entrenador nunca tendría su mente nublada. Ya sabes, por si en medio de una fiesta así resucita el Team Flare y nos quiere matar a todos o algo por el estilo. Pero ya no soy entrenador, y lo bueno de no saber que es lo quieres hacer, aparte de ser el vecino generoso que regala mascotas de buenos genes y condenar a charmander perfectos a una vida de caricias y abrazos en la sala de estar..., es que todavía no sabes que es lo que quieres evitar o no, y puedes hacer lo que quieras...
 
—El tiempo se va muy rápido, Kalm... —murmuró Serena—. En un segundo verás que pasaran los... ¿cuántos? ¿Los sesenta años que te quedan?
 
—Setenta... que sepas que mi abuelo siguió trabajando en su tienda hasta los noventa.
 
—Hasta los noventa... —Serena lanzó una risotada, poco decente—. Me duelen los huesos solo de pensarlo.
 
—Mi abuelo era duro de roer. No podía irse de otra forma que trabajando ¿Sabes esas personas que no pueden dormir a propósito y dicen que simplemente esperan a que sus cuerpos no puedan más? Así fue mi abuelo con la muerte. En vez de irse poco a poco, un día simplemente estaba en el mostrador de su tienda y... —chasqueó los dedos—. Los médicos dicen que fue un infarto. Dice el cliente que no escuchó ningún gruñido de dolor, ningún grito de ayuda, ni siquiera derribó ninguna de las cajas de dulces que siempre tenía al lado de la caja registradora. Él eligió la leche que quería, escuchó un ruido, volteó y mi abuelo estaba muerto, con los ojos cerrados y en una posición generosa, como si hubiese elegido ese lugar para echarse su siesta de la tarde... incluso estaba sonriendo, satisfecho de que su despedida no haya molestado a nadie.
 
Serena asintió. En medio de su hastío, Kalm notó algo sutil, un gesto, una mirada, algo que le recordaba a lo que perdió y que apenas se había dado cuenta de que faltaba. Y entonces, como la vida de su abuelo, desapareció y quedó en la oscuridad de una sonrisa tonta; ese tipo de sonrisa que resaltaba más con el labial. Kalm volvió a beber del Martini, que había apartado unos segundos antes, y la tranquilidad poco a poco llegó, pero más en forma de cansancio que de relajación. Dio otro trago y tomó del brazo a Serena. Pensó en que quizás moviéndose se le recobraría un buen humor. Pero mientras la canción de suite pasaba a otra canción de suite, y el olor agrio seguía en su nariz, solo pensaba en como acabaría todo. En que gestos habría. Que arrepentimientos sentiría. Cuantas veces suplicaría. Mientras las personas normales solo veían el paso de una relajante danza, uno tras de otro, Kalm solo veía tristeza, sollozo y llanto. Una tras otra, en el mismo orden. Quería que la noche se termine.
 
Esa noche dependió de él, como había dicho Serena, y al día siguiente despertó en su casa; temprano y bien descansado.
 
Después de que consideró que dio las oportunidades suficientes e hizo todo lo que pudo para seguirle el juego a la vida, Kalm estaba pensando en cómo acabaría todo. De como diría esas últimas palabras que marcarían el adiós. En medio de la mañana, después de una taza de café y mientras atendía a las crías de tauros que pensaba donar a los constructores del ayuntamiento... solo pensaba en eso y nada más. Veía a los terneros embestir sacos de arena. Miraba con una mirada ausente, habiendo perdido la cuenta de cuantas veces correspondían al entrenamiento de ese día. Y entonces sintió esa vibración en el bolsillo. Era Serena, anunciándose a través de un nombre seco y una foto de perfil gris. Se la había quitado porque sabía que, si todavía veía ese brillo en sus ojos, esa inocencia y esa sonrisa, nunca sería capaz de decidirse. Mientras deslizaba el botón verde en su teléfono, sintió la tentación de improvisar, de decirle lo que sentía a través de la seguridad de las telecomunicaciones y en cuanto tomó la primera respiración, esa respiración de la que iba alimentarse todas las palabras, todo salió en forma de exhalación cuando escuchó el primer sollozo. Por unos momentos pensó que lo había dicho todo; su cerebro decidió ponerse en modo automático y acababa de despertar después del paso de la tristeza. Ahora estaban en el sollozo. 
 
Esa confusión desapareció en un segundo.
 
—Mamá... mi mamá... 
 
—¿Qué... qué pasó?
 
Escuchó un crujido y el llanto de Serena continuó a la lejanía hasta que desapareció.
 
—Kalm, sucedió algo horrible...
 
Era Diantha. Esa voz rota le causaba incomodidad, era como escuchar una muñeca destrozada.
 
—¿Qué?
 
—La señora Grace... falleció.
 
—¿Por qué...?
 
Diantha sorbió su nariz y Kalm aprovechó para corregirse.
 
—¿Qué... qué pasó?
 
—Fue... horrible. Un camión...—tragó saliva—... quedó... oh, ojalá Serena no la hubiera visto. Debí impedir que la hubiera visto, pero... me quedé paralizada... y cuando reaccioné...ella.
 
—Voy para allá. Cuídala mientras llego, por favor.
 
Colgó el teléfono. Silbó y los terneros mugieron. Al parecer apenas se estaban emocionando. Uno a uno entró en el corral del patio trasero mientras Kalm llenaba los abrevaderos de comida. Tarde o temprano acabaría con todos sus ahorros y tendría que buscarse algo si quería seguir criando. Entró a la casa, se puso la chaqueta, acarició a Mist entre las orejas y tomó el autobús para ir la casa de Serena en ciudad Luminalia. 
 
Para ser domingo estaba lleno, quizás por eso de que la señora del tiempo decía que iba a haber buen tiempo. Mientras veía el paisaje, pensó en esos vagos recuerdos que tenía de haberle acompañado a ver el nuevo departamento. Lo único que hacía era asentir mientras la agente de bienes raíces les explicaba las maravillas de preocuparse por una renta cara, y por algún motivo, Serena apreciaba su opinión, la quería. Su madre estaba sentada en lo que sería su nuevo comedor, cómoda pero ausente, como si supiera que su hija ya se había decidido a irse del pueblo sin importarle lo que pensara su novio ni ella. Las únicas palabras que dijo ella fueron "está bonito", y las que dijo él "no me gusta que no tenga patio para tus pokémon, pero lo demás se ve bien, supongo". Y entonces Serena firmó el contrato, como si cualquier comentario que pudieran dar alguno de los dos no fuera más que una cortesía. Con todo ese tema de las entrevistas, los reportajes y demás, pudo permitirse pagar varios meses por adelantado. 
 
En cuanto entró por la puerta, el sueño kalosiano había desaparecido. Serena estaba con un vestido plateado y el rímel corrido por la cara, caminando de un lado a otro de la habitación mientras Diantha miraba preocupada. Sin maquillaje y con ropa para dormir, la ex campeona estaba un poco rara. Kalm supuso que este era el sueño de varios hombres, o quizás su pesadilla, pero a él no le importó. Su novia tardó un poco en notarlo, pero cuando lo hizo, casi lo tumbó del abrazo que le dio. Él lo correspondió con todas sus fuerzas. 
 
Andando por la cama, por el piso, por los muebles, estaban todos los pokémon de su antigua rival. El mismo equipo con el que ganó el campeonato y con el que lo seguía defendiendo. Un greninja miraba desde una esquina oscura, con los ojos ensombrecidos. Un talonflame sobrevolaba por el bajo techo del piso, como buscando un enemigo que no estaba ahí. Una meowstic parecía físicamente incapaz de separarse de las piernas de su entrenadora. Un aegislash no paraba de cambiar de forma en cada momento, como un niño presionando el interruptor de la luz lo más rápido que podía. Un venusaur dormía, revolcándose inquieto. (—Lo tuvieron que sedar porque no paraba de soltar esporas—aclaró Diantha al ver su confusión). Y, por último, pero no menos importante; ese viejo pikachu echado en la cama, agotado, con unos cuantos destellos fugaces y débiles que aparecían de vez en cuando para volver a desaparecer. Cualquier criador con un mínimo experiencia sabría que eso era una sobrecarga.
 
—No me voy a ir a ningún lado... por favor, guarda a tus pokémon y acuéstate en la cama. Necesitas descansar.
 
—Quería que me consolaran, pero... se inquietaron. Comenzaron a hacer lo que querían... ¿¡Por qué ni siquiera mis propios pokémon me quieren!? 
 
—Eso no es verdad... yo... te quiero... acuéstate, por favor... necesitas descansar. Mañana... será otro día.
 
—¿¡Cómo puedo descansar después de... eso...?
 
Guardó silencio por unos momentos. Unos momentos demasiado largos para su gusto.
 
—Estoy contigo —fue lo único que pudo decir Kalm tomándole una mano que no paraba de temblar.
 
No esperaba que fuera capaz de transmitir tanta tranquilidad, pero parece que funcionó. Aun sin soltarle la mano, Serena volvió a la cama, acurrucándose en posición fetal. Kalm se sentó junto a ella para que no lo soltara ni por un segundo. Sentía que estaba colgando sobre un abismo y si calmaba un poco el brazo, acabaría cayéndose hasta el fondo. Mientras los tres guardaban silencio, en ese apartamento de lujo que asemejaba más a una habitación en el infierno, escuchaba los respiros inquietos de su novia. Sus sollozos, sus suspiros y los chirridos del resorte del colchón le susurraban la manera en la que se revolvía sobre las sábanas destendidas. Ni Diantha ni él fueron capaces de pronunciar ninguna palabra, ¿qué otra palabra podría decirse en esa situación además de mentiras o formalismos? Mañana será otro día, sí, pero nadie revive de un día a otro, o más correcto sería decir que nadie revive nunca. Las manos de los dos enamorados se enredaban como una pareja de ekans compartiendo el calor y pensó en lo egoísta que era. Aun con Serena en la cama, todavía pensaba en cómo acabar con todo, pero quizás lo que más le hacía sentirse culpable era que también sentía alivio de sostener su mano. Apenas notó lo tenso que estaba hasta que sus hombros decidieron relajarse ¿por qué él era el tenso? La que acababa de perder a su madre era Serena, él no tenía el derecho de sentirse mal o bien.
 
Y, aun así, por algún motivo, sentía esperanza.
 
Quizás las cosas podrían cambiar.
 
Quizás las personas rotas se arreglaban las unas a las otras.
 
Verano 
 

Al mismo tiempo que sentía el viciado aire de una de esas noches de verano, mientras iba de camino a ese elegante departamento después de una sola llamada auxilio, Kalm no podía parar de pensar en que el recorrido que dio Grace en su última noche no era demasiado diferente al que hacía cada vez que el celular le traía por acá. Tampoco era sorpréndete que el encanto de las luces dejara de cegarle demasiado pronto. A pesar de que en muchas ocasiones le intimidaba la ciudad, sobre todo la primera vez que la vio como ese entrenador novel, con la mochila llena de pokéballs e ilusiones y con un eevee en el hombro. Se daba cuenta de que esa enormidad, de que esa sensación horrible que asalta a los turistas de que nunca podrá verlo todo con sus propios ojos, ni en miles de visitas, no era más que una mentira que acababa desbaratándose después de caminar por esas calles como un ciudadano más, o, mejor dicho, una persona en un anodino viaje de negocios. 
 
Desde las primeras llamadas, notaba que el camino cada vez era más corto, de que solo veía una pared interminable de apartamentos que se parecían el uno del otro y que de pronto, estaba en casa. O en la casa de Serena, más bien, pese a que sentía que cada vez había menos diferencia. Cada vez que sentía incomodidad o incluso molestia ante la expectativa de una visita más, trataba de deshacerse de ese impulso de masculinidad toxica que le hacía sentirse menos porque Serena ganaba mucho más que él, solo por publicar libros de los que no había visto ni siquiera un manuscrito ¿Qué otra razón podría haber de aquel hastío? ¿De aquella molestia que le hacía querer dar la vuelta?
 
A pesar de que casi todas las noches podía estar con la mujer que amaba, algo que pensó que a la gente siempre le hacía feliz y por lo tanto a él también debería hacerle feliz, no paraba de verlo todo con los ojos de Grace en su última noche, quizás como una manera de retrasarse viaje. Trataba de mirarlo todo desde la perspectiva de quien sabía que iba a morir. De que ese viento que sentía sobre la piel, esos meowth callejeros caminando por las callejuelas, esas luces nocturnas que parpadeaban en el horizonte y el propio ruido de sus pasos, no serían más que ilusiones momentáneas respecto a lo que fuera que hubiera antes del nacimiento y después de la muerte. Considerando que uno de esos señores en sus hábitos decía la verdad.
 
Todos sabían que Grace no tenía nada que hacer a esas largas horas de la noche. Según Serena, estaba dormida antes de que se fuera a la fiesta con Diantha, tan tranquila y silenciosa como siempre. Recuerda que incluso se despidió con una sonrisa y les deseó buenas noches de una manera tan adorable que nadie dudaba de que las cosas fueran bien, e incluso la escuchó rezar antes de dormir. Y según los escabrosos detalles que la recién nuevamente campeona no quería quedarse para ella misma, no había quedado prensada contra el suelo en uno de esos pijamas graciosas que usaba desde que era una mujer soltera, sino que usaba ropa de fiesta. 
 
Al parecer, la decisión era tan clara que no cambió de idea durante el tiempo que tardó en ponerse esas botas viejas, que no se ponía desde que montaba a rhyhorn; unas marrones que comenzó a usar en las carreras desde que conoció a su difunto marido. Tampoco lo pensó dos veces al abrocharse ese vestido de una pieza que compró en el centro comercial una semana atrás, que era bastante parecido al que llevaba la abuela de Serena en su única foto en todo el departamento. Aplicó con mucho cuidado ese pintalabios carmín que tanto le gustaba al profesor Ciprés, y llevó al hombro la bolsa que le regaló su hija, quien había tenido la memoria de acordarse que su madre murmuraba sus deseos de tener una de esas, incluso cuando su padre todavía seguía vivo y apenas podía mantener las cuentas al día. 
 
Imaginaba a Grace viéndose una última vez en el espejo. Ese rostro que acabaría borrándose después del golpe de una sola una ola de caucho y de metal. Después debió quedarse un rato mirando fotos de aquella a quien iba a dejar sola. Aun así, no retrocedió. Salió a la calle, respiró ese aire viciado tanto por el humo de los coches como por el calor, y entonces, se puso en frente de lo primero que vio. Un camión pasaba por ahí para cortar camino hacia los pueblos del exterior. Uno de esos conductores que llevaba conduciendo toda la noche, confiando que por esas calles no tendría que haber nadie o por lo menos, nadie que no fuera tan llamativo como para no notarse bajo los faros.
 
Kalm lo sabía. Sabía lo que estaba pensando esa señora, saliendo de noche, sin avisarle a nadie y con una vestimenta tan peculiar como triste. Algunos murmuraban en el velorio que Grace iba en búsqueda de un amante que mantenía en secreto de su hija, como si esos años de soltería no le bastaran a la pobre señora para entender que las botas vaqueras no combinaban con un vestido de noche. Quería golpear a cualquiera que sugiriera esa motivación y no reconociera el valor de su suegra, su determinación, su decisión de decidir cómo iba a irse de ese mundo. Ni siquiera Diantha tuvo la inteligencia (o quizás la valentía) de mencionarlo, en esa última reunión donde la honestidad pasó a ser una grosería. Pero algo le decía que Serena lo sabía. 
 
Y entonces, con un respingo, pudo darse cuenta de que estaba subiendo las escaleras del edificio. La verdad que no paraba de sorprenderse de la suerte que tenía por no haberse equivocado de apartamento, después de tantas veces por las que caminaba por esas calles con la mente en blanco y la mirada perdida. En ese mismo piloto automático que tanto odiaba. El único momento donde estaba consciente era cuando la llave entraba por la cerradura, y escuchaba ese chasquido, que significaba el encuentro casi diario con la caja de pandora. Ese día Serena estaba echada en la cama, con sus alrededores más desordenados que de costumbre, como si estuviese flotando sobre una tabla en un mar de cosméticos, juguetes para pokémon y otros efectos personales que formaban bultos irreconocibles de plástico y goma. Pocos eran los días donde su novia pisaba la moqueta del suelo más de lo necesario. Solo bajaba de su capsula en una de sus muchas caminatas sin rumbo, donde andaba de un lado a otro, y al final, respirando agitada y con ambas manos en su pecho, volvía al punto de partida. Caminaba agachada y apoyando más un pie que el otro, sin ni siquiera molestarse en acomodar su postura.
 
Como si fuera un actor entrando al escenario, Kalm se sentó a su lado y le tomó la mano, como había aprendido. Después de las primeras llamadas de auxilio, todo acto y gesto no le era más que una rutina practicada tantas veces que a esas alturas olvidó contarlas. Aquella, una entre muchas. Lo que no olvidó fue apretar con una fuerza considerable mientras le acariciaba el dorso con cuidado, como si estuviera acariciando a un arcanine ajeno y todavía no sabía si iba acabar con un brazo menos. Sabía que la mano de Serena saltaba asustada, pese a que ya supiera que era él quien se la estaba apretando, como si esa piel cada vez más áspera no estuviera acostumbrada a ser tocada. En unos segundos de tacto, poco a poco los gruñidos guturales de esa bestia comenzaban a dar paso a unos suaves ronroneos y por unos momentos podía disfrutar la ilusión de que esa piel volvía a ser tan blanda como antes. Como muchas de las ilusiones de su vida, no tardaba en desaparecer y pronto encontraba esas escamas por encima de la carne. Siempre alerta, pese a que no hubiera nada cercano a un peligro. Estaba tan enfocado en disfrutar ese breve instante de engaño que no notó que esa noche estaban ellos dos solos, en total silencio.
 
—¿Dónde están los muchachos? —preguntó Kalm sin soltarla.
 
Serena se incorporó y apoyó su espalda en el respaldo de la cama, mientras no le quitaba la mirada de encima. Las primeras noches no podía evitar voltear ante esos ojos enrojecidos.
 
—Los vendí, ¿está bien? —respondió su novia con voz ronca—. No me dieron mucho por ellos. Los pokémon de una campeona caída en desgracia tampoco cotizan demasiado en el mercado, ¿sabes? —Serena rio por su comentario pese a que él ni siquiera movió su boca ni un centímetro. Era ese tipo de risa que escucharías en una unidad de cuidados paliativos, que se cortó de pronto como si saliese de una radio que alguien acababa de apagar—. Lo único que quería era no volver a verlos. No soportaba que me estuviesen mirando y caminando por todas partes, como si ellos fueran capaces de ayudarme. Como si esto no fuera más que un estúpido gimnasio...—mientras continuaba hablando, hundió su cara en sus rodillas y un tirante de su camisón se deslizó por su hombro—. Extraño cuando todavía era una mocosa, una imbécil que no sabía nada y era feliz yendo de un lado a otro como si no pasara nada. Si me hubiera tropezado en un risco o algo, quizás no estaría sintiendo tanto miedo...
 
—¿De qué tienes miedo?
 
—De todo... de todo tengo miedo. Tengo miedo de que cuando muera vaya a desparecer y no vaya a quedar nada de mí. Tengo miedo de que ya no sepa hacer nada, de que mi vida ya haya acabado y que solo siga aquí, en este departamento, sobreviviendo a base de entrevistas de televisión abierta... mientras pasan las décadas una tras otra.... 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80.... y después de eso... voy a desaparecer y nadie va acordarse... de que una vez existí. Lo peor es pensar en que moriré sin siquiera poder asimilarlo, como tu tío.
 
Quizás no debió contar eso.
 
—Serena no es hora de que te preocupes por eso, tienes una vida por delante...  
 
—Tú también, y desde que te rendiste en conseguir el campeonato, no has hecho nada más. Después de todo, dijiste "tienes" y no "tenemos" ¿Qué pasa si los mejores momentos de nuestra vida ya pasaron? Si vamos a acabar desapareciendo y nadie nos va recordar, como Diantha que ya se olvidó de nosotros, ¿por qué siquiera nos molestamos? Pensé que abandonando el puesto de campeona me iba a sentir mejor, de que iba a tener algo menos de lo que preocuparme y que podía usar todo ese tiempo en reinventar mi vida por fin, que necesitaba quemar puentes para no mirar atrás a mi yo miserable. Mudarme de este maldito apartamento donde me siento cada vez más menos y quizás empezar en otro lado, un sitio donde no me conozcan tanto. En Alola, por ejemplo, vi en internet que la... que la gente es más triste cuando hace frío y más feliz cuando hace calor. Tal vez funcione conmigo, eso es lo que pensaba.
 
—¿Y ya no lo piensas? —preguntó Kalm—. Me refiero... todavía puedes mudarte a Alola, si quieres... puede que te haga bien alejarte de esta ciudad.
 
—¿¡Es qué no me estás prestando atención!? —exclamó Serena apretándole la mano con una fuerza antes inexistente—. Cuando dejé de ser campeona, me sentí horrible. Me di cuenta de que era una cobarde que ni siquiera podía hacer bien lo que se suponía que tenía que hacer ¿Recuerdas cuando te pedí que sacases la tele de aquí? Por algún motivo no podía parar de verla y en todos los canales hablaban de mí, de por qué deje el campeonato siendo tan joven ¿Sabes qué decían?
 
—Debería traerte sin cuidado lo que...
 
—Que "mucha suerte”, “seguro va a cumplir su verdadero sueño", que era muy joven como para anclarme a una sola cosa y que con mi maravillosa juventud podía lograr todo lo que quisiera. Hubiera preferido que me tacharan de cobarde, de indecisa o que por lo menos estuvieran confundidas de que, como si nada, renunciara a ese sueño donde tantos y tantos desperdiciaron los mejores años de su adolescencia o lo que sea. Solo me recordaron que ese "sueño verdadero" no existía, que no tenía ningún "interesante proyecto" entre manos y que para lo único que necesito suerte es para no sentirme tan mal como me siento ¿Qué estarán diciendo ahora de mí? Seguro ya me olvidaron. No soy más que un nombre que ya no van a conocer.
 
—Fuiste campeona siendo menor de edad. Eso no es tan difícil de olvidar.
 
—¿Cómo puedes estar tan tranquilo?
 
—¿Perdón?
 
—¿¡Cómo es que están tan tranquilos todos sabiendo que algún día se van a morir y nadie los va a recordar!? ¿¡Por qué soy la única que tiene miedo!?
 
—Creo que todos tienen miedo de eso, pero... eso no es algo de lo que te tienes que preocupar todavía, créeme.
 
Serena escondió sus lágrimas en sus manos.
 
—¿¡Por qué nadie tiene miedo!? ¿¡Como es qué hay gente tan tranquila diciendo que la vida no tiene ningún sentido, que no existe Arceus o que esta es la única vida que tenemos!? ¿¡Cómo puede haber tantas personas que vivan sus vidas como si nada sabiendo que un día...
 
—Serena, cálmate...
 
—Mi madre... siempre ha creído en el más allá. Que algún día volvería a ver a mi abuela y a mi papá. Me gustaría creerle, como lo había hecho desde niña... me gustaría...—ahogó varios sollozos en sus palmas secas—. Me gustaría ser un poco más simple y creer todo lo que me dicen... ¿Tú crees en el más allá, Kalm?
 
—Supongo... sería absurdo que algo tan perfecto como... nosotros, los seres humanos, solo sirva como comida para los gusanos. 
 
—Gracias, Kalm... eres el mejor mentiroso que conozco
 
—...
 
—... ¿Por qué sigues aquí? ¿Por qué no solo esperas a que este bien para que todo sea como antes? No soy tonta, sé que desde el día de la fiesta te he dejado de gustar. Las noches que te has quedado a dormir aquí me puse a revisar tu celular, porque no podía dormir, y ya no tienes esa foto en mi contacto, esa que tanto te gustaba. Sé que has estado pensando, como yo, en acabar con todo, con lo nuestro, y aun así... finges que ya no lo haces. Que de repente sigues amando a este pedazo de carne caliente y húmedo que no para de llorar y consolarse. Hemos tenido esta conversación, casi idéntica, desde la primera vez que viniste a mi departamento y, aun así, finges que no te acuerdas, que no has contestado la misma pregunta de muchas formas distintas. Las mujeres no somos tontas, Kalm, sabemos cuándo dejamos de ser amadas. Mi madre lo supo, ¿por qué crees que mi madre comenta de manera tan casual cómo murió mi papá?
 
—Tu madre siempre me ha dicho que tu papá murió sonriendo, haciendo lo que más le gusta. Por eso lo recordaba de la misma manera.
 
—Sí, cuando murió en esa carrera de rhyhorn dónde también compitió mamá, estaba más sonriente que nunca. Vi el video, pensando que mi papá también sintió lo mismo que yo, de que tenía miedo... pero ni siquiera se dio cuenta antes de que.... todo se apagara —Serena soltó un sollozó—. Él sonreía, sí, pero porque por fin le había dicho la verdad a mi mamá. Le había dicho que ya no la amaba. Que estaba enamorada de esa joven que acababa de entrar a la escena de las carreras.  Después de esa tarde, iba a poder ser libre por primera vez. Mi abuelo y mi abuela habían muerto hace mucho tiempo, ya no tenía a nadie quien lo obligara a mantener a esa escuincla de provincia a la que dejo embarazada. Y entonces, todos los rhyhorn se descontrolaron. Nadie sabe por qué fue, y dudo que nunca lo sepan, pero el de mi mamá... digamos que dio el golpe final—Serena hizo una pausa como si tuviera ganas de reír, pero solo salió un gemido indescriptible—. Aun así, mi mamá estaba contenta. La vi sonreír muchas veces mientras estaba en el velorio. Aun siendo una niña, supe lo que significaba esa sonrisa. Papá estaba muerto, ya no tendría que verlo con su nueva novia y podría convencerse de que esa conversación antes de la carrera... no era más que el estrés. No era más que una discusión venida de problemas económicos y todas las deudas y favores que debían mis padres desde que nací. Si siguiera vivo, se arreglarían y estarían felices de nuevo.
 
—No creo que...
 
—Pero con el tiempo, no fue suficiente. Por eso mi madre se hizo tan creyente. Por eso comenzó a creerse todo lo que le decían esos señores de habito. Estaba convencida de que tenía que existir una segunda oportunidad donde podría arreglar las cosas con mi padre y serían felices. Y cuando llegara el día donde yo les siguiera, volveríamos a ser la familia que éramos antes de que... no sé... no sé cuándo fuimos felices. 
 
—¿Olvidas que éramos vecinos desde niños? Sin importar como estuvieran las cosas entre ellos, tus papás te amaban. De eso estoy seguro.
 
—Cualquiera que supiera que vienes cada vez que te llamo, aunque solo llore por el auricular del teléfono, pensaría que me amas, pero ya no lo haces, ¿verdad? 
 
—Eso no es cierto....
 
Serena volvió a reír. Esa risa de enferma terminal que era tan bella como cortarte con un mosaico roto en una iglesia abandonada.
 
—Aun cuando tratas de ser sincero... sigues siendo un mentiroso ¿Por qué no pruebas a ser un poco honesto contigo mismo, de paso? ¿Y si tiras todas esas cosas para criar pokémon, cosa que sigues haciendo y finges que es porque te gusta regalar pokémon a los niños cuando en el fondo quieres regresar a combatir, pero tienes miedo de hacerlo? ¿Y si no respondes ms llamadas? Quizás este sea un caso de pareja toxica y me estés haciendo más daño que bien. Tal vez algún día saldrás y me verás como nunca antes lo has hecho. Recuperada. Esto no es más que una mala racha después de todo, ¿no? Mientras haya vida, hay esperanza. No estoy enferma ni necesito que vengas como una enfermera que le da la sopa a la viejita que un día no volverá a despertar. Si me sigues tomando un poco de cariño, por favor.... ya no quiero que me veas así. No vengas. Estaré bien. Algún día el miedo tendrá que desaparecer... algún día... esto no puede durar para siempre. Por más que te suplique por el teléfono, no te atrevas a venir... sí lo haces otra vez, quizás no pueda soportarlo.
 
Y entonces le hizo caso.
 
Otoño
 
Sin haber pasado más que uno o dos meses después de la última vez que la vio, su teléfono vibró. Por más ganas que tenía de dejar lo que estaba haciendo y deslizar el botón verde que abría la caja de pandora, y luego pedir un taxi, por más caro que sea, para estar en Luminalia lo más pronto posible, aguantó ese calambre que invadía sus dedos. Y los días pasaron. Llamadas y más llamadas. Odiaba esperar, pero más odiaba esa esperanza que venía a su mente como un mecanismo de defensa para no aceptar la verdad de que estaba ignorándola, dejándola a su suerte, porque él mismo se hacía daño cada vez que intentaba ayudar. Hasta que un día no pudo más y antes de darse cuenta, ya había contestado. Del otro lado de la línea era capaz de escuchar un sonido que no era capaz de describir, pero pese al cansancio que sentía por su falta de sueño, sabía que no era la voz de Serena. Sus neuronas desgastadas hicieron sinapsis y captaron que estaba oyendo el sonido de un grifo abierto que poco a poco sonaba más amortiguado. La imagen de una bañera llenándose y desbordándose le vino a su mente. 
 
Quizás su novia tenía cada vez menos ganas de nada y sin querer se le había marcado el teléfono mientras preparaba un buen baño y luego cambió de idea, y volvió a la cama sin siquiera molestarse en volver a cerrar el grifo. Colgó, puso el teléfono sobre la mesa de la noche y trató de conciliar el sueño, diciéndose a sí mismo que si marcaba una vez más, aunque fuera para disculparse por esa falsa llamada, contestaría sin dudarlo. Pero el resto de la noche no llamó. Y no recibió más llamadas hasta la tarde del día siguiente, que contestó tan rápido como pudo para evitar recordar esa promesa.
 
—Serena, lo sien...
 
—¿Eres amigo o familiar de la señorita Yvonne? —preguntó una voz fría desde el otro lado del auricular—. Lamento llamarle a usted, pero no fuimos capaces de contactar a ningún otro familiar. Usted era el único contacto en la agenda de su móvil.
 
—¿Qué... qué pasa?
 
—Lo lamento chico, pero la señorita Yvonne acaba de suicidarse.
 
Kalm no gritó. No lloró. No sintió enojo ni mucho menos alegría.... simplemente nada. No era indiferencia, ni siquiera hastío, era más profundo que eso. Como si alguien hubiera pulsado un botón en su nuca que apagó sus emociones.
 
—La pobre casera fue quien la encontró.
 
—¿Cómo fue?
 
—No sé si como policía me corresponda decir...
 
—Por favor, dígamelo.
 
Escuchó un suspiro pesado al otro lado de la línea.
 
—Se metió a la bañera y se cortó las venas. La casera se dio cuenta porque el agua estaba desbordándose por debajo de la puerta. Al parecer los vecinos y ella estaban acostumbrados a que la joven no saliera de su apartamento y ni siquiera la visitaba para la renta porque se cargaba en automático en la tarjeta de la señorita Yvonne. Si no fuera por el agua... todo hubiera sido mucho más desagradable para todos, ¿entiende?
 
—Pero... ¿por qué? Me dijo que tenía mucho miedo a desaparecer... que no quería morir, ¿por qué quiso adelantarse?
 
—No le de muchas vueltas, señor Kalm. El cerebro no es más que un pedazo de carne, ¿entiende? Es normal que deje de funcionar como de costumbre —hubo una pausa en el otro lado de la línea—. Quizás no debería decir esto, es muy poco profesional de mi parte, pero a la mierda... sé lo jodido que es el querer buscar explicaciones, algún culpable y.… ninguna de las dos señoras Yvonne estaba bien. Ambas tenían antecedentes de depresión clínica en su familia, inestabilidad mental en general, e incluso la señora Yvonne, por lo visto, esquivó por poco una reclusión en un psiquiátrico en los años cercanos a la muerte de su marido. Señor Kalm, lo que tenía Serena era una enfermedad, y usted no podía hacer nada al respecto. Nadie podría hacerlo más que terapia y medicamento de por vida. Ahora, sí necesita ayuda, le puedo recomendar un especialista. Sé que es demasiado tarde para salvarla a ella, pero usted...
 
—Creo que estaré bien... 
 
—Recuerde, no fue su culpa.
 
—Gracias, pero lo fue. Pude haberle insistido que fuera al psiquiatra, que comenzara a tomar esas pastillas o lo que fuera…
 
—La única forma de curar a alguien es que quiera curarse. Es lo primero que me dijeron en Alcohólicos Anónimos.
 
—… ¿Me está comparando…
 
—Bueno, hablé demasiado, Le pasaré el número. Quizás le ayude a procesar esta situación. 
 
Invierno
 
Aunque pensó que el policía entrometido exageraba, era verdad que no quedaba nadie más que él para acabar de limpiar el desastre y dejar que la vida siga su curso. Confundido de que el gobierno no se encargara de eso, después de arreglar los trámites para el entierro, contrató a una empresa de limpieza para que se encargase de la bañera. Él mismo estuvo presente en parte del proceso y vio como la sangre seca, adherida a la bañera más blanca que había visto nunca, desaparecía ante una o dos pasadas de una manguera a presión. Antes de que el entrara ya habían quitado el tapón a la coladera. Pensó que un baño sangriento ya era demasiado para su estómago, y el mero hecho de imaginarlo le causaba nauseas. 
 
Después de unas cuantas condolencias, despedidas y tramites, por fin pudo descansar o al menos lo que le sería posible en lo que se le antojaba una vida demasiado larga para ser capaz de aguantarla. En el funeral acudieron unos cuantos miembros de la farándula (que se fueron decepcionados al no recibir ninguna respuesta), una Diantha atareada que solo venía para "saludar" y los viejos amigos con los que empezaron su viaje, que llegaban desde muy lejos para quedarse unas cuantas noches. Esas noches pasaron rápido pese a lo cercano que sentía el invierno
 
Al volver a Pueblo Boceto una vez más, siendo seguido por un camión lleno de cajas que algún día tendría que abrir quisiera o no, pensó que era su momento de llorar. Lo había imaginado muchas veces, sentado cerca de ese ataúd. Él entrando a casa con los hombros pesados, sin siquiera mirar si el vecino al que dejo encargado la camada de tauros había hecho un buen trabajo, cerrando la puerta detrás de sí y derrumbándose hasta el suelo con la espalda apoyada en ella mientras las lágrimas no paraban de salir. Lo imaginó. Pensó que acabaría lo más pronto posible, con desgano, la crianza de los pequeños, y el resto del tiempo estaría echado en el sofá, viviendo de lo poco que le quedaba después de tantos gastos y notando que esas olas que le golpeaban no dejaban de ser cada vez más fuertes. 
 
Pero la realidad fue diferente. Solo entró, puso su chaqueta sobre el respaldo de unas sillas del comedor y fue a ver a los tauros con una frialdad de la que era consciente, pero de la que no podía deshacerse, como si fuera un intruso dentro de su propia mente que solo veía impotente sus propios sentimientos. Les dio la dotación de comida de la noche y volvió a esa sala llena de cajas que había tratado de ignorar.
 
Por mera inercia, abrió una de ellas. Una rara sensación de confort le pegó en cuanto vio que eran varias revistas de moda, la mayoría números recientes. A esas alturas era alegrarse de una tragedia, pero tampoco fue capaz de controlar el alivio de que Serena siguiera siendo un poco ella, incluso durante sus últimos días. Las sacó de la caja por mera curiosidad, tal vez para matar el tiempo o porque quería distraerse del hecho de que tenía que revisar esas otras cajas llenas de secretos. Y entonces vio una portada, la más vieja de todas (quizás hubiera más en otro lado), que anunciaba los beneficios de un cambio de vida en tu estado de ánimo y lo fácil que era sorprender a tu pareja con tu cambio de look. Y vaya que se sorprendió, o más bien, lo que sintió fue algo más cercano al desengaño. Volvió a guardar todo en la caja y por más contradictorio que pudiera parecer, se emocionó ante la amenaza de una lagrima cayendo de su ojo derecho. Pero pese a que estuvo un poco de tiempo parado en el mismo sitio, sin parpadear, tanto que su ojo izquierdo se humedeció un poco por la resequedad... no pasó nada más ¿Por qué no era capaz de sentir tristeza? Su novia acababa de suicidarse, ¿por qué todo le hacía sentir un eterno hastío que nunca iba acabar? Ese hastío que sintió hace veinte años en la fiesta, era el mismo que sentía ahora.
 
Y entonces, sintió algo húmedo tocar la palma de su mano. Un estremecimiento subió por su columna. Miró al frente y vio que era Mist, mirándole con esos ojos que los científicos insistían que no significaban nada, pese a que él estaba seguro de que estaban equivocados. Unas gotas de agua caían sobre la cabeza de su antigua compañera, quizás señal de una gotera que no había revisado hace mucho tiempo. Al parecer venían de la calefacción. Se sentían demasiado cálidas para una noche de invierno. Seguido de la mirada atenta del hada, Kalm caminó hacia la vieja chimenea y logró prender una pequeña llama con montones de leña vieja. Ambos, entrenador y pokémon se sentaron en el mismo lugar, calentándose. Pese a que era un poco huraña y esquiva, Mist no tuvo problemas en dejarse acariciar el lomo y ronronear, apoyando su pequeña cabeza sobre la pierna de su chándal. Su tacto se sentía tan bien. Tan bien que parecía irreal. 
 
Era irreal. Todo era cada vez más irreal.
 
—Siempre has sido una traviesa, Mist... Se supone que deberías estar durmiendo en el patio... disfrutando de tu retiro. Te llegó tu merecida hora de descansar, después de todo.
 
—No quería traicionar la memoria que tenías de mí, amo. … Soy una desobediente por naturaleza y no me voy a detener ahora. aunque... pensándolo bien, esa ha sido una mal costumbre tuya. Cuando no sabes que hacer, siempre te detienes. Prefieres que las cosas te pasen a ti a que tú les pases a las cosas, ¿entiendes? —Mist hizo una pequeña pausa antes de continuar—. Aunque te sorprenda, no todas las personas son como tú. Hay algunos que prefieren tomar el tauros por los cuernos, buscar oportunidades cada vez que salen a la calle y preguntar ante cada mínima posibilidad de que sus vidas pudieran ir mejor. Pero tú no. Prefieres que las cosas pasen y si pasan sobre ti, aplastándote hasta que no quede nada, perfecto, ¿no? Sabes que lo mejor era esterilizarme, era la opción más lógica. Mis pésimos genes salidos de los bosques no le servían a nadie en un combate, mi naturaleza era contraproducente y los eevee callejeros son cada vez más frecuentes... pero no. Escuchaste historias de terror. Que una pequeña eevee como yo podría no sobrevivir ni siquiera a la anestesia y me tenías tanto cariño que no eras capaz de confiarme ni siquiera al doctor Ciprés, ¿y qué es lo que pasó? Después de que nuestra primera aventura terminó, no pude disfrutar mucho de mi retiro antes de que uno de los peores lideres de gimnasio viniera a nuestro encuentro. Ni con tú ayuda pude vencer al entrenador Mr. Cáncer de Útero. Menuda suerte que tengo al no haber tenido raciocinio, sino hubiera sentido mucho miedo... debía de haber una buneary en mis descendientes o algo así.
 
—Sabes que no tenía forma de saberlo.
 
—Pero una simple acción bastaba para evitarlo y sabías que los beneficios de una esterilización superaban los peligros.  Sí, quien sabe, quizás hubiera muerto después por otra cosa. Pero si te fijas, la vida es así. A diario evitamos diferentes formas de morir hasta que llega la definitiva, la que no podemos evitar porque más que le demos la vuelta y después... —Mist quedó en silencio como si estuviera a punto de decir algo más, pero decidió callárselo—. Que, en fin, que a todos nos toca morir. Algunos a los noventa años y otros antes de nacer, es cuestión de suerte, supongo. Pero... ¿qué pasaría si lo que te pasó con Serena fuera lo mismo? Si hubiera un simple gesto, una simple acción que hubiera evitado todo lo que pasó. No digo en los últimos días. Mira, estoy muerta y los muertos nunca han sido bastante perspicaces, pero algo me dice que después de ese último viajecito de Grace, ya no había otra posibilidad, era una cuesta bajo y sin frenos. Pero, antes de eso, en esa fiesta... ¿Qué hubiera pasado si hubieras mostrado un poquiiito más de interés? Y un poco después, donde estabas tan ciego que no notaste que ese departamento carísimo en Luminalia y esos gastos desorbitados de fiesta en fiesta, no era más que una manera de llamar la atención, que le digas algo, que por lo menos, aunque no haya cambiado nada, la zarandees por los hombros y le digas algo como "si sigues así, vas a ir directo a la miseria, mejor espérate a los 27" o lo que sea... mínimo que te hubieras dado cuenta de que la señora Grace rezaba cada vez más, había dejado de salir de casa a menudo y pasaba todos los días como la sombra de su hija... con la cabeza agachada y cada vez más apegada al pasado.
 
Kalm no dijo nada. Aun así, todavía no podía llorar.
 
—Aunque puede que este siendo un poco duro contigo. Después de todo, la hija modelo tampoco se dio cuenta de nada. Estaba demasiado ocupada consigo misma, con tratar de completarse arrancando algo de ti, que no se enteró de que seguía dejando un rastro de aceites y tuercas a su paso. Menudo desperdicio ¿Las personas rotas se arreglan entre sí? Basura. Lo pensaste como si fuéramos rompecabezas, como si los seres conscientes como tú se pudieran resumir en una sola imagen que se pueda completar algún día ¿Sabes lo que creo, Kalm? Las personas no son rompecabezas, son robots descompuestos. Robots que en el mejor de los casos roban piezas a otros para ellos seguir viviendo y dejando a un robot roto y destartalado para que continue el ciclo con otra persona. Pese a que no lo creas, llegaste muy lejos por eso Kalm. Estoy orgullosa de ti. Pero aún quedan muchas cosas por hacer...
 
—Mist... Sé que no eres real y no estamos teniendo esta conversación, pero, dime, ¿qué pasa después? ¿Desaparecemos y ya está? ¿Todo lo demás se desperdicia?
 
Mist le miró con una expresión que no era capaz de descifrar.
 
—No lo sabes.
 
—Sé lo mismo que tú. Es lo que tiene ser una alucinación.
 
Durante esos días de invierno, Kalm estaba pensando en cómo acabaría todo. Sentía que esos bocetos de personalidad que comenzó a dibujar después del paso de las olas, esas guías para convertirse en alguien nuevo, no eran más que ilusiones que no aguantaban ni siquiera una noche embravecida. Sabía que su verdadera silueta todavía estaba ahí, en algún lado o al menos eso quería creer. Si entrecerraba mucho los ojos, era capaz de ver un contorno difuminado, casi indetectable. 
 
Odiaba que seguramente no sería él mismo por unos días, que unos químicos encerrados en capsulas blancas controlarían lo que era, pero no tardó en consolarse diciéndose que ese "él mismo" ya no existía, al menos por ahora. Además, el cerebro no era más que un pedazo de carne y necesitaba unas cuantas vendas en vez de cuando, como el resto de su cuerpo, ¿entiendes? Una foto en lo más profundo de su galería era la muestra de que la fuerza de voluntad no era suficiente para que ese hastío desapareciese, esas ganas de acelerar la vida como si fuera un DVD reproduciéndose, y llegar hasta el final, solo para vivir esos momentos antes de morir, que al final del día iban a ser los únicos que importaban. 
 
Pero no había manera de pausar, acelerar ni mucho menos rebobinar. Solo un botón de expulsar y un disco triturado... o quizás almacenado en cualquier otro lado.
 
Setenta años de espera para averiguarlo le parecían demasiados. 
 
Pero algún día tendrán que acabarse. Siempre hay un tiempo para todo.
 
Y al final del día, seguía respirando. Mientras haya vida hay esperanza y todas esas cosas.


  Nuestra Señora de Amnesis
Enviado por: DoctorSpring - 04 May 2023
11:55 AM - Foro: Explícitos en progreso - Respuestas (3)

Nuestra Señora de Amnesis
Recordemos Nuestro Lugar en el Universo
 
Índice
 
Las Doce Puertas Al Paraíso
Primer Acto: Regocíjate 
 
 


  Vivo para el viaje (Alive for the journey)
Enviado por: MuerteRigurosa - 04 May 2023
03:37 AM - Foro: Explícitos terminados - Respuestas (2)

[Imagen: sredhpS.png]

Mostrar Alive for the jorney - Crystal Gates

Cita:
A song for the ocean
A poem for the Fallen one's
Forever in our Souls
There's echoes that whisper
The words of a long lost
Hope that never died

They show me a way
To stand all the storms
I'm facing inside
We're all here together
We're riding the seas
Forever and now

The fire in our hearts
Will never fade nor die
Like the winter stars
Beyond all time
Sailing through the dark
The howling wind will guide
Our souls into the skies

Dark sails in the moonlight
We're going where no one goes
I'm feeling so alive
There is no return now
You have to get lost
To find what can't be found
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No time for regrets
It's time that I made
My choices in life
I carry my memories
My Sorrow as I
Just reach for the light

The fire in our hearts
Will never fade nor die
Like the winter stars
Beyond all time
Sailing through the dark
The howling wind will guide
Our souls into the skies

We wander on in loneliness
We'll see it all
There's no hope
We are the ones
Forever gone
Unbroken strong
Wild and free

The fire in our hearts
Will never fade nor die
Like the winter stars
Beyond all time
Sailing through the dark
The howling wind will guide
Our souls into the skies
The fire in our hearts
Will never fade nor die
Like the winter stars
Beyond all time
Sailing through the dark
The howling wind will guide
Our souls into the skies


Con violencia volvía a chocar contra una roca tras recibir el carga dragón del Garchomp que servía a aquel robusto humano de largos cabellos azules. Azules como la luz que despedía aquella bestia de energía en la que se había envuelto el tiburón de tierra segundos antes. Pero esos personajes no estaban solos, había otros cuatro humanos y pokemon que observaban la lucha desigual con interés. Mientras a su lado yacía el cadáver de su amada a la que no había podido salvar de quien ahora pretendía darle el mismo final.

Todo había comenzado al caer la noche, cuando se encontraba en un bosque cercano recolectando bayas. El sonido del viento proveniente del desierto, así como las hojas al mecerse era lo único que podía oírse. Lo único hasta que escuchó ese llamado aterrador y lejano, la angustia de su querida.
Se apuró por volver a su nido, solo para encontrar la trampa mortal en que ahora estaba. Luchó con todas sus fuerzas, ¿pero qué podía hacer una familia de Flygon y Trapinch ante un Garchomp, un Kommo-oh, un Krookodile, un Heliolisk y un Mamoswine que parecían ser guiados por igual cantidad de humanos? Cada uno de esos pokemon logró superarlos, incluso aquella lagartija que en los papeles podría haber sido el blanco más accesible, se volvió más veloz y lo alcanzó con algún Pulso dragón. No recordaba exactamente cuantos, ya que todos se habían intercalado para dañarlos y darles los golpes de gracia.

Ahora estaba solo, pero con impotencia fue viendo a su familia perecer, uno a uno. Sus pequeños ante el cocodrilo, y a su amada ante el tiburón. Él por su parte estaba lleno de heridas y en shock. ¿Es que valía la pena seguir peleando?

Me hicieron un encargo de carne de Flygon, así que no es personal.—Anunció con solemnidad el humano que al parecer comandaba el grupo. Ya estaba por ocurrir, ya estaba por ordenarle al otro dragón de tierra que lo asesinara, lo sabía. Trató de levantarse, pero apenas pudo sostenerse hasta percatarse de algo que comenzó a caer sobre su lente roja derecha. Sangre, seguramente había sido del golpe que le dio el tiburón con una de sus garras, pero ante el dolor que arrastraba hace largo rato ya había perdido la noción de cuántas heridas tenía. ¿Unas pocas? ¿muchas?

Garchomp ahora ac…—Pretendió dar una orden el sujeto de tez morena, antes de ser interrumpido por otro pokemon que hizo acto de aparición en la escena, así como un joven que aparentemente era ajeno al hecho que se estaba dando. No, no recordó ver a ninguno de los dos desde que llegó.

Debido a su estado de debilidad, Flygon solo pudo verlos de espalda, interponiéndose entre el otro dragón de tierra, y él. Uno era una criatura bípeda predominantemente de color lavanda, con dos cuernos que se extendían hacia atrás en el mismo tono, al igual que su cola. Pero lo que más destacaba eran unas aletas con membrana gris tanto en su espalda como en el dorso de sus antebrazos. El otro era un humano mucho más pequeño que aquellos que le habían causado todos esos problemas. Con cabello negro, liso y largo. Su atuendo era un buzo que se adivinaba que en algún momento había sido negro y unos pantalones gastados.

No hagas las cosas más difíciles. Solo sigo órdenes…—Alcanzó a oír al sujeto que lideraba ese grupo que los atacaba, como un murmullo distante. En realidad todo a su alrededor se nublaba, mientras su visor derecho se cubría cada vez más de su propia sangre.
Pronto aquellas manchas difusas se fueron oscureciendo, y así abandonó toda conciencia de lo que estaba ocurriendo, para internarse paulatinamente en una desconocida negrura...
¿Eso había sido todo de su vida? ¿Fallar ante todos aquellos que confiaban en él?
No. Había sido más que un fallo, había sido una catástrofe que les costó la vida. Viéndolo desde ese punto de vista, pagar ese error imperdonable con su muerte le pareció razonable. ¿Pero si hubiese estado ahí desde el comienzo de la batalla habría cambiado las cosas? Ya no importaba.

De pronto sintió un dolor terrible que lo despertó, ¿Qué ocurría?, todo se veía en tonos inusualmente blancos y negros a su alrededor. No solo eso, aquellos sujetos de atuendos negros volvían a estar ahí. Se veían gigantes, y lo estaban sosteniendo con una fuerza superhumana. No podía moverse, estaba paralizado.
Apenas estaba procesando lo que estaba pasando, cuando sintió un líquido que al mojar su frente de alguna manera lo habilitó para que pudiera mirar hacia arriba, sin embargo lo que encontró no fue ni por asomo alentador ya que uno de sus pequeños Trapinch con un aspecto muy degradado lo observaba, mientras era tomado de una de sus patas por el Krokodile que también se veía enorme.¿En qué momento había aparecido ahí en frente? ¿cómo era que no lo había visto? ¿Dónde estaba?

Papi, creía que nos ibas a salvar—Le reprochó la cría pokemon mientras lentamente era llevada hacia las fauces y posteriormente devorada de un bocado por el cocodrilo de tierra sin que el Flygon pudiese hacer algo para impedirlo más que observar con angustia...

¿Porqué papi? Yo creía en ti...—Oyó a la segunda que se encontraba en la otra mano del tipo tierra/ siniestro. Con lágrimas en los ojos y con aires de decepción lo observó todo el tiempo, resignado ante lo que le esperaba y nadie podía evitar. Repitiéndose la misma escena que con su hermano, un sonido macabro acompañó a los hilos de sangre que escaparon por las fauces del depredador cuando degustó su siguiente bocado.

La explicitud de las imágenes así como los sentimientos que trajeron asociados, estremecieron al vulnerable dragón de tierra. ¿Es que no podía hacer nada? Por más que quería reaccionar para impedir que continuara ese espectáculo macabro que estaba presenciando, su cuerpo no respondía. Otra vez le estaba fallando a su familia, volviendo a ser testigo de su propia culpa.
Como una burla, el Krokodile insistió en captar la atención del apesadumbrado padre al lamer su frente, con esa misma lengua que segundos antes había sentido el sabor de sus hijos.

Aún paralizado, bajo el peso de lo que estaba sintiendo, Flygon descubrió que súbitamente quien tenía en frente era ahora aquel Garchomp que había acabado con sus esperanzas. El mismo lo miraba con aquel aire de superioridad de quien se sabe en control de la situación. ¿Cómo? ¿Cuándo se había unido a ese sinrazón?
Apuñalándolo con la mirada, como una imagen estática, el tiburón de tierra pareció alejarse y fundirse con la oscuridad de los alrededores, en un efecto que acabó por revelar a unos dos metros la figura que faltaba en esa tragedia, la de su amada. En el suelo, tan herida como él.

¿En qué momento creí que podrías dejar ese árbol de bayas y venir a ayudarnos? —Le dijo esta, en aquel reflejo de su propia culpa.

Solo quise salvarlos…—Logró balbucear el afligido, con impacto por todo lo que estaba pasando.

¡Con la intención no basta! —Respondió el tiburón de tierra emergiendo nuevamente de las sombras y con una sonrisa desquiciada mientras en una de sus garras surgían tres extensiones energéticas en un verde eléctrico que traspasaron en un golpe a la Flygon, dándole fin. Esa fue la gota que derramó el vaso...ni bien el Garchomp desapareció como si hubiese sido una ilusión, por fin recuperó el control de si mismo, tarde de nuevo, y su propio grito desgarró el silencio mientras que todo a su alrededor se ponía negro.

Con un sobresalto volvió a despertar, encontrándose ésta vez en un amplio espacio cerrado que le recordaba una cueva. Sin embargo todas sus paredes eran planas y de un inmaculado blanco. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Porqué estaba ahí?
Aún atontado intentó obtener más datos de su entorno, viendo que de tanto en tanto las aberturas de forma rectangular en la lisa superficie dejaban ver zonas con verdes pasturas en la noche que eran iluminadas por alguna fuente de luz que le resultaba desconocida. Parecía uno de los refugios que usaban los humanos. Nunca había estado en alguno, y le apenaba que justo en ese momento tuviese la oportunidad, cuando carecía de motivación para ir muchos pasos más allá de donde estaba para descubrir más.

Apenas pudo levantarse de aquella extensión mullida en el suelo sobre la que estaba para observar hacia afuera de la construcción por la ventana más próxima. Lo máximo que podía hacer por obtener una clave de dónde estaba. A la distancia vio a un lado un oscuro bosque, y al otro más construcciones humanas llenas de color, vida, así como algunas pequeñas figuras que iban y venían con una tranquilidad que el mismo no tenía.

¿Cómo había acabado ahí? ¿Qué había sido de su familia? O más bien de lo que había quedado de ella. Si tan solo hubiese podido ser más fuerte o más astuto para enfrentar a aquellos humanos y pokemon que estaban en ventaja cuantitativa, quizá habría sido de más ayuda y no tendría que estar lamentando sus muertes. Con la vista perdida hacia la nada, tan nítidas, tan terribles, las escenas de sus asesinatos volvieron a desfilar por su mente, entremezcladas con sus pesadillas. Sus expresiones, la sangre, la desesperación. ¿Cómo seguir después de eso?

Con parsimonia se dirigió a una pared alejada de la luz exterior, en penumbras y se sentó posando sus patas sobre ésta. Así, plegó cerca de su espalda sus alas de una manera nada común de ver en su especie...¿para qué las necesitaría ya? No tenía el ánimo para salir de ahí, ni un propósito, solo un acuciante luto y la culpa por no haber podido hacer más. Apoyó la frente contra la pared, exhausto de esos pocos minutos de vigilia, como si su cuello de repente ya no soportara el peso de su cabeza.
Desde esa perspectiva, en el silencio solo interrumpido por algún ocasional murmullo de las afueras, contempló las cicatrices que le había dejado la batalla en sus piernas, en su vientre, en sus brazos...con un movimiento desganado abrió y cerró las garras de su mano izquierda, poniendo más atención en el dedo que le faltaba, y eso hizo que de repente le doliera más, al recordar las circunstancias en que lo había perdido. Ante aquel fiero Garchomp que se lo arrebató segundos antes de acabar con su amada.
Cerró los ojos tratando en vano de aliviar ese peso que le había dejado la amarga experiencia, implorando que el sueño le diera una pausa a ese torrente de sentimientos, pero a su vez la amenaza de nuevas pesadillas hacía que quedara en ese limbo, atrapado sin escape.

De pronto oyó unos pasos al otro lado de aquel espacio en el que había sido dejado. Con desgano solo volteó lo suficiente para comprobar debido a la luz que entraba del exterior, que las figuras que se recortaban era aquellas que vio antes de desmayarse.

Despertaste...muy bien—Escuchó al niño decir, en un tono inexpresivo que nada ayudaba para adivinar sus intensiones. Si no lo hubiese visto irrumpir en la batalla, habría creído que era parte de los que buscaban darle caza, pero aparentemente no había sido así. Al menos ese encuentro no condecía con la declaración del tipo de pelo azul de que le quería dar caza.

¿Cómo era que estaba “muy bien” que despertara? No haberlo hecho le estaría ahorrando ese tiempo de miseria...bueno...si hubiese podido evadir aquella pesadilla muy vívida en primer lugar.

Si vas a matarme, ya no me importa…—Le dijo decaído sin prestarle demasiada atención. Era probable que no comprendiera el mensaje, después de todo...

No vinimos a matarte— Respondió con monotonía el muchacho. ¡¿Qué había dicho?!

¿Me entiendes?— Volteó con sorpresa. En su vida en el desierto no había tenido demasiado interacción con humanos, pero éstos invariablemente no comprendían el lenguaje de los pokemon y debía hacerse entender con gestos en caso de querer comunicarles algo. ¿Seguía vivo? ¿Era alguna clase de sueño o alucinación que no tardaría en volver a desmejorar? ¿o estaba muerto y aquel era un fenómeno que no podía llegar a comprender?

Te entiendo—Afirmó el joven con paciencia. Ya con la luz, Flygon pudo notar que tenía los irises de un azul oscuro y una expresión neutra que acompañaba a su voz.

Si no vas a matarme ¿qué quieres?— Volvió a mirar hacia el suelo con desánimo. Sospechaba que de un momento a otro le lanzaría aquellas extrañas esferas en que secuestraban a los pokemon (o al menos eso le había parecido), pero ya no quería pelear...¿de todas maneras para qué le habría servido así como estaba?

Cuidar de ti hasta que puedas seguir por tu cuenta—Expresó el niño aún sin moverse de donde estaba. Qué ingenuo...

¿Eso crees?—Se le ensombreció la mirada al dragón de tierra.

Después de lo que pasó , es lo que creo…—No dudó aquel peculiar humano. ¿Para qué se estaba tomando tantas molestias?

No es necesario...no pienso salir de aquí…—Le respondió con sinceridad...¿qué sentido tendría ya el que se moviera de allí? No tenía ánimos para nada, ni razones que justificaran tal esfuerzo. Quería estar solo, y a la vez no. Se sentía solo a pesar de aquel diálogo.

Si necesitas algo podemos salir nosotros.—Se acercó otro pokemon que al Flygon se le hizo conocido, aquella criatura de tonalidades lavanda y doradas claras que se había interpuesto entre él y el grupo de asesinos cuando estaba en el desierto.

Estas situaciones no son sencillas de atravesar…seremos pacientes.—Manifestó el niño, mientras retrocedía para quedar otra vez oculto por la oscuridad.

Te trajimos ésto por si quieres algo—Se aproximó a la luz el dragón de ojos dorados, rodeando una gran cantidad de bayas con sus brazos, que depositó al lado del de tipo tierra cuando se acercó más.

Bayas…—Solo pudo susurrar con un nudo en el estómago mientras observaba los frutos, al traerle estos malos recuerdos.

No...gracias—Se ensombreció más su mirada al volver a apoyar su frente contra la pared, para quedarse estático en esa posición.
Entre tanto, el de cabello negro volvió a apersonarse, trayendo consigo un saco de arpillera de gran tamaño que acercó a donde estaba el Flygon.

Aquí hay más por si cambias de opinión—Anunció, depositando montones de bayas sobre las que había dejado el Mysticon.
Sin insistir más, retrocedió en silencio y se sentó contra aquella abertura en la pared sacando uno de esos objetos llenos de hojas apiladas y que los humanos solían mirar largo rato, perdiéndose en sus páginas.
El pokemon lavanda por su parte, plegó la aleta que llevaba en su espalda para allí mismo acostarse, mirando hacia arriba uno de esos objetos que generaban luz, pero se encontraba apagado. Quedando a la espera, por si el otro dragón necesitara ayuda.

Después de ese diálogo, los siguientes dos días transcurrieron con aún menos interacciones entre ellos, por más que insistiesen en permanecer ahí. Flygon apenas salía de aquel rincón en la pared en la que permanecía decaído. Recibía frecuentemente la visita de una humana de cabellos rosa y un Chansey a juego que ponían mucho interés en las marcas de su batalla, pero que se iban después de revisarlas.
Se rehusaba a comer, y sus únicas respuestas eran desganadas miradas. ¿Por qué seguían ahí? No sabía ni quienes eran, ¿para qué querrían invertir sus fuerzas en él? ¿No habían visto cómo falló en proteger a su familia? Cómo había sido dejado con todas esas cicatrices por los pokemon que iban con ese grupo de humanos. No les servía para nada.

Fue entonces que el niño de cabellos negros se acercó un poco más de lo usual, y se sentó a su lado, tomando otro de aquellos objetos llenos de hojas, concentrándose en una de estas, sin mediar otra palabra. No le molestó, al contrario, mientras lo dejara solo entre sus pensamientos, haría como si no estuviese ahí, como los días anteriores. Así volvió a apoyar su cabeza contra la pared, sin embargo, de un momento a otro vio centrarse en su campo de visión aquello que ojeaba el muchacho, en específico la imagen de un lugar con arena y lo que parecía ser al fondo, mar. Reconoció también la figura de un árbol que se recortaba desde la perspectiva del observador, debido a que por los colores, estaría atardeciendo. Lentamente, volteó a su lado, a la espera de una explicación por parte de aquel humano.

Encontramos esa playa cerca del pueblo, y sería un buen lugar para ir contigo. La tranquilidad y el sonido del agua son buen complemento para pensar. —Le dijo este. Así que era eso...que inoportuno de su parte...

¿Me traes aquí cuando ya no me importa nada más, y pretendes que te siga a donde vas? — Comunicó el Flygon con un tono desganado.

Si no te importa —Razonó el niño en aquella voz monótona.

Hay rocas que salen de la arena donde se puede ver mejor el mar, te puedes sentar en una y nosotros esperar—Sugirió el Mysticon que se asomó entre ambos, apoyando la idea.

¿Esperar?, son ustedes quienes quieren ir…—Reprochó el dragón de tierra. ¿Porqué tanto interés en sacarlo de ahí?

Se lo pedimos a la enfermera. Podría serte de ayuda. Pero después volveremos, si lo que más prefieres es seguir aquí—Volvió a insistir el de cabello negro. ¿Es que no lo entendía? ¿Que ya no había nada por hacer?

Salir no va devolverme nada — Contradijo tercamente Flygon llevado por el vacío que sentía.

Al menos te devolverá un poco de aire libre. —Comentó el muchacho con paciencia, tras hacer un breve silencio.

Después volveremos — Recordó el Mysticon, como queriendo remarcarle que sería temporal.

No tenía nada por ganar ni perder, de manera que ante la insistencia aceptó. Resultando una propuesta inmediata, el pequeño grupo así salió del Centro Pokemon, previa revisión por parte de la Enferma Joy y Chansey.
En el camino, que resultó ser corto, el lacerado Flygon llamó la atención a más de un transeúnte, por eso y su forma de moverse: sin volar, contrario a lo que sería más usual en su especie, y arrastrando las patas con pesadez. Su aspecto hizo incluso que algunos se acercaran amenazantes, creyendo que se trataba de un caso de maltrato auspiciado por el niño, pero se las arreglaron para sanjar el malentendido o al menos la hostilidad, con un comprobante que se les había dado para dejar constancia de la pequeña salida, lo que si bien no quitó el recelo de todos, al menos les permitió avanzar hasta llegar a destino.

Así tras pasar por una zona de pasto, vieron la mediana franja de arena que bordeaba el mar, también un frondoso árbol que crecía en el límite del suelo en que se encontraban y la playa. Otra cosa que destacaban, eran unas rocas que eran acariciadas por el agua. Éstas seguramente auspiciaban para más de uno como un buen asiento para tener una vista privilegiada hacia la lejanía, entre que con calma el sonido de las olas sería un arrullo.
Seguro aquellos dos desconocidos se habían pasado días buscando primero algo interesante en ese poblado y segundo la ubicación exacta. Aunque era de noche, la luz de la luna hacía que reconociera de la imágen varios detalles.

Puedes subir hacia la roca y mirar el paisaje— Indicó el chico, puesto que era lo que le habían propuesto.

Flygon no respondió, solo hizo caso de la sugerencia de trepar hacia la cima de esa roca mediana y volver a lo que estaba, al fin y al cabo que no sentía ganas de nada. Pero tenía que admitir que aquel aroma a la sal se le hacía agradable, no podía negarlo.
Solo valiéndose de sus patas y brazos, se fue ayudando para subir y quedar viendo por unos segundos el reflejo de la luna llena sobre el mar.

Cuando distraídamente miró de vuelta hacia la arena seca a un lado de la roca, vio algo fuera de lugar.
¿Pero qué…?—Se mostró sorprendido, ¿Dónde estaba el humano y porqué había un Houndour en su lugar?

¿Eres tú?—Aventuró, aunque cabiese la posibilidad de que simplemente estuviese ahí desde el principio y no lo hubiese visto antes.

Lo soy...eso creo. —Lo miró el cánido volteando la cabeza a un lado, como curioso. ¿Es que sería o no y solo se estaba confundiendo?

Eras un humano y ahora te ves diferente…—Se arriesgó a aclarar a fin de saber qué estaba ocurriendo. Aunque la manera en que había respondido el siniestro/fuego sonaba a aquel niño.

Sigo siendo el mismo “Arcanus”—Dijo el pokemon de color negro y rojo.

¿A qué te refieres?— Preguntó Flygon aún más desconcertado.

Un día necesité una palabra para que me llamaran de alguna forma...y saqué esa palabra de un libro antiguo. También esas personas a las que les tenía más confianza comenzaron a llamarme “Arus” para acortar. Así que si te resulta más sencillo puedes llamarme así. —Explicó con ese tono neutro el cánido, mientras permanecía sentado a unos metros de agua.

A mi me llamó “Caligo”—Intervino el Mysticon, asomándose por las rocas, y confirmando que en efecto, el Houndour era el Niño, de alguna manera que desconocía.
Cuando le pidieron que se llamara, decidimos llamarnos—Agregó el de color lavanda al notar que esa manera de “romper el hielo” con el otro dragón, si bien estaba siendo efectiva, también estaba resultando confusa.

¿Por qué? — Continuó la conversación el dragón de tierra llevado por la curiosidad y no resultar descortés.

Somos todos una familia, quisimos acompañarlo—Recibió como respuesta del de almendrados ojos dorados. “Familia”, quizá la palabra le dolió más de lo que debería, pero Flygon entendió que había hablado en plural porque eran más que ellos dos, y todos eran muy unidos. Pero eso no resolvió su duda sobre el porqué estaba viendo un Hondour ahí y no un niño.

¿Cómo es que cambiaste de forma? ¿Los humanos tienen esa habilidad? ¿o eres un pokemon que por alguna razón toma la forma de un humano? ¿Y porqué viajan juntos?—Expresó sus interrogantes.

Lo aprendí de un libro hace mucho. Técnicamente sería un humano que puede tomar la forma de Houndour, pero no es algo que importe. Sigo siendo el mismo Arcanus. —Respondió el niño con forma de cánido.
Libros, se debía estar refiriendo a esos objetos llenos de hojas que había estado viendo...aún así nunca había encontrado un humano así.

Queríamos volvernos más fuertes para ayudar a los demás pokemon. Vivíamos en una manada de Houndours, por lo que defendernos entre todos era importante, pero no siempre lo lográbamos. Cuando estás en una situación extrema, la experiencia es de ayuda. Los humanos organizan un reto similar pero en un entorno controlado, por lo que las batallas no revisten tanto peligro, pero brindan mucha experiencia. — Continuó su explicación el siniestro/fuego en monótono tono.

Pero un humano debe dirigir un grupo de pokemon, así que él nos dirige.— Acabó la idea Caligo.

Al principio debía recordármelo seguido…— Acotó Arcanus, al final rascándose despreocupadamente una de las puntiagudas orejas con una pata. Flygon comprendió que eso significaba que no debía intervenir dentro de las batallas. También hizo que infiriera otra respuesta a otra cuestión que se le hacía extraña.

Por eso pudieron escapar de los que … me atacaban— Expresó con amargura al tener que mencionar lo que había pasado.

No fue fácil, realmente no les importaba eliminar a quién se interpusiese con ellos. En cierto punto, al tener lo que buscaban, se fueron. — Reveló el Houndour mientras miraba hacia la lejanía, incluso dio la sensación que sonando más serio si es que era posible.

Mi querida...el humano que iba con Garchomp dijo que la quería a ella y a mi—Se lamentó Flygon mientras perdía su vista en el mar así como en la luna que se erigía con imponencia sobre el mismo en el horizonte, y los fantasmas de la batalla volvían a asaltarlo.

Lo lamento, veníamos de camino al pueblo cuando oímos el pedido de ayuda, pero cuando llegamos, ya era tarde. — Agregó Arcanus, más no recibió respuesta del lacerado pokemon, que se había quedado momentáneamente encerrado en sus propios pensamientos.

Así en silencio el, en ese momento, cánido, rodeó por el lado seco la roca y de unos saltos consiguió subirla, para luego sentarse y quedar al lado del tierra/dragón. Casi al instante, la figura de Houndour se iluminó en blanco, para ir cambiando de forma a la del niño, antes de volver a apagarse. El último destello vino de lo que tenía forma de colmillo y llevaba colgado al cuello por una pequeña cuerda.
El gesto de acercarse fue suficiente respuesta, al no haber más palabras para lo que había ocurrido.
Flygon con aire deprimido lo miró, reconociendo el respeto que estaba intentando tener ante su desgracia. Así se percató de un detalle.

¿También te lastimaron?—Observó viendo una herida superficial en el brazo del niño que acompañaba a otras cicatrices de más antigüedad.

Es cierto...—Respondió este como recién percatándose de la similitud.

Son cosas que pasan...cuando luchas por tu vida a veces quedan marcas, y si tienes suerte sanan...otras veces se necesita un poco más de ayuda...por ejemplo para esta herida tuve que usar un ungüento a base de bayas zidra por muchos días—Le dijo mientras levantaba su remera y le mostraba una cicatriz especialmente grande en uno de sus costados, como si le resultara lo más rutinario, efecto aumentado porque su tono de voz no daba pistas de otra cosa.

¿Qué es eso?...¿es lo que usa la humana?— Le preguntó el dragón de tierra, recordando aquello que la chica de blanco y cabellos rosa aplicaba en sus heridas cada tanto cuando aparecía junto a la Chansey.

Es algo que ayuda a que las heridas cierren, pero no es lo que usa Joy. No sé exactamente lo que sea, pero estudió por muchos años para curar a los Pokemon, así que esas heridas estarán bien—Indicó Arcanus.

Quizá...—Respondió Flygon con un suspiro, mientras observaba su mano izquierda, al dedo que le faltaba, para después volver su atención hacia el mar.

El murmullo del agua, así como el romper de las olas contra las rocas fueron los sonidos imperantes por un largo rato en que todos permanecieron en silencio. El pokemon del desierto interiorizándose con todo lo que acababa de conocer, el niño apreciando las estrellas en el cielo, y el otro dragón vigilando de tanto en tanto los alrededores. Así fue que se dio cuenta de un grupo de Winguls que los pasaron apurados. No fueron los únicos, ya que vieron otros con esa actitud claramente evasiva.

Algo está pasando de ese lado—Anunció Caligo a su amigo.

Es cierto. Lo noté. — Comentó el de cabellos negros, poniendo más atención en aquella parva asustada de gaviotas.

¡Eh!, ¡¿De qué están escapando?!—Gritó el Mysticon a una de las aves que venía llegando, a lo que el referido comenzó a volar en círculo sobre ellos.

¡Es horrible! Están matando pokemon en una isla en que hay una colonia de Walrein, Sealeos y Spheal...¡A nosotros también nos atacaron, así que tuvimos que escapar!— Les informó.

Así el niño volvió a pararse y lo miró:
¿Dónde queda esa isla?—Preguntó, con una cotidianidad tal, que el Wingul se sorprendió.

¡¿Me hablas a mi?! — Gritó el pájaro, tratando de asegurarse que no había oído mal.

Te entiendo —Confirmó Arcanus, a lo que sin perder tiempo el ave marina decidió hablar:

Si siguen derecho desde aquí hacia allá, llegarán. Queda cerca de la costa...¡por eso escapamos, no vaya a ser que nos sigan!—Indicó con un ala, tras posarse en una saliente de roca.

Gracias, ya creo saber a lo que te refieres—Agradeció el muchacho, adivinándose la decisión, detrás de ese tono monocorde.

No les recomiendo ir, pero si se arriesgan, ¡buena suerte!—Se apresuró el Wingul en levantar el vuelo. Ya había estado mucho tiempo en un solo lugar, y temía que lo alcanzaran, en caso de estar siendo perseguidos, así que siguió el camino de las otras aves, y se perdió en la noche.

Por su parte el niño de un salto bajó de la roca y buscó exactamente el mismo libro que tiempo antes le había enseñado a Flygon. Sabía que había visto un mapa cerca de la página en que salía la foto de ésa playa.

Lumen, necesito tu ayuda.— Llamó tras comprobar que en efecto, el pájaro se había referido a la misma isla. En respuesta, una luz proveniente del saco de arpillera que llevaba salió como un arco, materializándose frente a el una criatura serpentina de aspecto agresivo, y colores predominantemente celestes, amarillo claro y blanco.

¿Qué sucede? — Preguntó la bestia en un tono amigable que contrastaba con la expectativa que se tendría al verle.

Hay un islote de roca yendo hacia esa dirección, y unos pokemon están siendo atacados como le pasó a Flygon. —Comunicó Arcanus, mientras que el referido solo suspiró debido a lo que la situación le evocaba.

Vamos rápido entonces...¿Ya has pensado qué hacer?—Propuso la de tipo agua/volador acercando más la cabeza al chico como para oír lo que planeaba.

De momento es lo único que sé. Cuando veamos más, pensaré que enfoque tomar. Por lo que dijo Wingul, muchos pokemon estaban siendo atacados, pero no sé realmente cuántos son “muchos” en esa indicación. Tampoco sé cuántos atacantes son. —Expuso el chico, dubitativo.

¿Miramos de lejos y nos dices?—Se aproximó más la Gyarados en gesto de poder llevarlo.

Si nos es posible.—Aceptó el muchacho, siendo la opción más prudente dentro de la aventura en que se estaban enbarcando.

¿Vienes con nosotros o volverás al Centro Pokemon?—Volteó hacia Flygon, que a su vez lo observó un momento cabizbajo.

Iré con ustedes—Decidió al final. Estuvo tentado a regresar, pero incluso para eso le faltaba el ánimo. Mejor ir con ellos que estaban más cerca. Además, ya no tenía qué perder.

Le dejo mi lugar — Anunció el Mysticon, siendo que usualmente iba con el niño cuando viajaban por el mar sobre Lumen.
De momento mejor no forzarlo a volar si no quiere —Sugirió, consciente de su situación.

Gracias— Suspiró el dragón de tierra, dedicándole una mirada sincera.

Así Caligo se deshizo en un rayo de luz blanca, volviendo a uno de los objetos esféricos que se encontraban en la bolsa de arpillera, y el resto se puso en marcha para dirigirse a aquella isla que se encontraba bajo ataque.
Arcanus sobre la cabeza de la Gyarados, Flygon sobre el lomo en la fila siguiente, tomándose de la protuberancia de la espalda de la Agua/volador.

Con la vista perdida en las olas que se mecían en aquel inmenso cuerpo de agua, el del desierto se aprontó para enfrentar ese escenario terrible del que les había hablado aquel Wingul. Haría lo que pudiese en su estado que no le permitía sentir ninguna premura por luchar. Prefería quedarse ahí viendo a la nada, pero sabía que lo que hubiese hecho su yo de hace solo unos días atrás hubiese sido ayudar.
¿Qué más daba lo que le pasara a partir de ese punto? Ya no le quedaba una razón para seguir adelante. Echaba de menos a su familia y no podía evitar esa frustración al sentir que quizá podría haber hecho más, y por su falta se había quedado sin ellos. Con nostalgia hizo memoria de varios momentos cuando aún estaban con vida, incluso le parecía oír de manera tan vívida sus cantos, su cercanía. Inconscientemente cerró sus manos como si estuviese sosteniendo a uno de los pequeños Trapinch y se le iluminaron los ojos mientras veía a la luna en el horizonte.

El tiempo pasó, fueron minutos donde el mar calmo era engañoso, y solo algunas aves rezagadas y en plena huida fueron las únicas pistas de lo que acabarían descubriendo en el islote rocoso. Había un barco al otro lado, así como destellos producidos por los intercambios de ataques. Cuando estuvieron más cerca se dieron cuenta de la gravedad del asunto cuando vieron varios pokemon en el suelo, con sendas heridas, y otros que iban y venían en medio del caos. No faltaban aquellos que parecían no haber sobrevivido a la violencia que se estaba dando.

Quedate por aquí, nosotros intentaremos organizar a los Walrein y Sealeo para que puedan defenderse mejor del ataque, y que los Spheals se queden de este lado lo más protegidos posible.— Le dijo Arcanus a Flygon, cuando ambos estaban en tierra, mientras, hacía que el Mysticon volviera a salir del artilugio esférico en que había quedado.
De esa manera tanto el niño, como el dragón lavanda y la bestia marina se dirigieron hacia donde estaba la batalla, dejando al de colores verdes y rojos solo, pero en un lugar al menos no tan hostil, si era posible.

Observando en silencio, este quedó paralizado ante las imágenes de los pokemos muertos o heridos que yacían a sus alrededores, también ante aquellos que por el horror de la situación corrían de un lado a otro en busca de sus seres queridos más cercanos. ¿Otra vez estaba envuelto en una situación que sobrepasaba sus capacidades? ¿Otra vez intentaría solo para verse inevitablemente superado ante la adversidad? Parte de si había aceptado esa posibilidad para dar así un cierre digno a su sufrimiento. Por comodidad en su incomodidad había elegido seguir a aquel particular humano en esa cruzada suicida, ya no tenía más que perder, pero si con su presencia allí alguien podía ganar algo, ya no sería tan irrelevante como creía.

Perdido en sus traumas, enfocándose en lo que veía a la distancia, no se percató de un Spheal que estaba a su lado, solo hasta que lo empujó con una de sus patas.

Lo siento…—Se disculpó el dragón de tierra casi que por arco reflejo, sin embargo no recibió más respuesta que el sonido de la brisa y la batalla encarnizada a la distancia.

No quise empujarte—Aclaró, centrando su atención en la pequeña foca, momento en el que retrocedió de un salto por la impresión al darse cuenta de que estaba muerta.
Sin quitarle los ojos de encima, viendo en ella a uno de sus Trapinch, se alejó de a poco, reviviendo en el proceso, su fallida lucha en el desierto, y eso consigo le trajo más incertidumbre. Ya no estaba en un terreno que le fuera favorable, si había fracasado con ventaja, ¿cuanto tardaría en sucumbir en un lugar como ese? ¿Y qué si así era? ¿No era por lo que estaba ahí?

No pasó mucho, hasta que algo de improvisto lo golpeó con una fuerza tal que se tambaleó a un lado

¡Ay! —Escuchó a su lado una vocecita infantil. Era otro Spheal que había quedado bocaarriba tras caer, este al parecer no estaba herido, gracias a su gruesa capa de grasa, más su rostro reflejaba miedo, como era entendible en ese entorno. Sin embargo al verlo más detenidamente pareció sonreirle al comprobar que no era de los atacantes.

Hola señor Dragón—Lo saludó. ¿Porqué lo miraba así?, ¿Qué esperaba?, ¿Es que aún le quedaban esperanzas? ¿No veía lo que esos sujetos le estaban haciendo a los suyos? ¿porqué querría confiar en un Flygon cubierto de cicatrices recientes que aún no habían acabado de sanar?
No pudo hacer nada en medio del desierto, cuando el terreno le parecía más cómodo, ¿Qué podía hacer ahí en un islote en medio del mar y con muchos pokemon de tipo hielo enfrentándose?

Solo tomó a la pequeña foca y la dejó de pie en las rocas.
Ve hacia aquel lado donde se quedarán los Spheal…no sirvo de ayuda.—Le dijo, apesadumbrado.

Señor dragón ¿sabe dónde está mi madre?—Preguntó el pequeño.

Entre tanta cantidad de pokemon no tenía cómo responder a la pregunta de la esférica cría, pero eso le golpeó de manera que su mirada se ensombreció más.
No, pero deberías ir a donde irán los Spheals —Sugirió, con la cabeza baja.

¿Señor Dragón, nos ayudarás con esos tipos malos? Me han dicho que los dragones están orgullosos de su fuerza y que...—Replicó el pequeño, al borde de las lágrimas.

No lo estoy...ya luché con ellos antes y no pude hacer nada. —Se lamentó el lacerado personaje.

¿Ésta vez podrás? —Preguntó de manera totalmente inocente la cría, a lo que Flygon se le quedó viendo sin saber cómo decirle que no. Eso hasta percatarse de un rayo de níveo fulgor que se dirigía en su dirección. Sin mediar palabras agarró a la pequeña cría y volteó hasta ser lo que la separó del ataque perdido.
Con potencia cayó de lado sobre las frías rocas, pero al menos había protegido al pokemon que por más resistente que fuere al gélido elemento, aún era muy joven para salir bien parado de ello.

¡El señor Dragón no te hizo nada!—Protestó el pequeño pokemon rechoncho, que después en respuesta sopló un polvo de nieve en dirección a los atacantes, que se disipó en el fragor de la batalla debido a su poca potencia.
En cuanto vio que no recibía respuesta, inocentemente satisfecho por creer que había resuelto el pequeño altercado, volteó otra vez hacia el de tipo tierra.

Era lo que iba a decir...que por lo general el frío no les gust...¡ay no! ¿está bien?—Se puso a saltar alarmado en torno al dragón al percatarse de la verdadera fuerza de aquel consejo que le habían dado.

Flygon permanecía de espalda sobre el suelo rocoso frío y húmedo producto del viento en torno al islote en el mar. Sus heridas apenas cicatrizadas ardían producto del gélido rayo al que se había expuesto y no estaba seguro si si quiera debía intentar levantarse otra vez. ¿Ésa había sido la respuesta a sus dudas? ¿Más dolor? Y sin embargo eso no era capaz de opacar todo eso que aún sentía y que era muchísimo más intenso. Se tentó a quedarse ahí, dado que sus sospechas de que sería más complicado que la batalla en el desierto fueron afirmadas por el ataque, y por su inherente falta de ánimo para otra cosa que no fuese quedarse quieto, pero esa pequeña foca terca no dejaba de mirarlo. Tenía que evitar presenciar otra muerte, no había otra opción que levantarse y resistir cuanto fuese capaz.

¡Qué fuerte!, temía que no te volvieras a levantar…— Exclamó el Spheal con admiración.

Te dije que no lo soy…—Respondió el dragón de manera cortante mientras intentaba asegurarse de que no se desmayaría por ponerse de pie de golpe. Así se percató que el niño con forma de Houndour lo miraba a unos metros en silencio, procurando no interrumpir lo que pasaba, sospechaba que a menos que fuese necesario. Era la actitud que había tomado todo ese tiempo que estuvo en aquella cueva donde los humanos curan pokemon.

Pero te levantaste, ¿no?—Objetó la foca.

No podía quedarme en el suelo sin antes llevarte a un lugar menos peligroso…—Replicó el tipo tierra.

Vamos...por este lado—Guió intentando evitar el camino donde se encontraba la cría muerta. No estaba seguro si verían algún otro cadáver cerca, pero hacía lo posible por buscar las zonas más libres, no solo por el pequeño, sino que por sigo mismo.

De repente un rayo que iba cambiando de colores fue directo hacia él. Aún con el dolor del anterior ataque recibido, y con la tarea de llevar a la rechoncha cría a un lugar más seguro, saltó a un lado a tiempo para evitar lo que venía en su contra.

¡¡¡Alejate de él o ya verás!!!— Amenazó un Sealeo claramente enfadado que se acercó a la escena.

¡El señor Dragón no hizo nada! ¡No entiendes nada! — Replicó el Spheal saltando en su lugar con la misma rabieta.

¡Quitate! ¡¿no ves que ellos nos están atacando?!— Le respondió con el mismo tono, en su premura, el de bigotes blancos .

¡El señor Dragón no es de esos!, ¡¡¡POR ESO TE DIJE QUE NO ENTIENDES NADA!!!—Volvió a protestar la pequeña foca enfrentando a su evolución.

Vamos dicelo, dicelo—Instó a Flygon insistentemente tratando matizar su tono enfadado.

Vengo con el Houndour, el Mysticon y la Gyarados de allá…—Dijo este, evitando mencionarle que el siniestro/fuego era un niño. No sabía si ya lo sabían o no, pero prefirió no arriesgarse a generar más desconfianza de la que notaba.

Ah, creí que ibas a atacarlo...él es mi hermano menor. Lo ando buscando hace largo rato, porque se escapó de mi lado—Explicó el Pokémon gélido.

Buscaba a mamá...tengo miedo—Acotó el otro, claramente asustado.

Primero tenemos que alejar a esos humanos, así que tienes que ir con los otros Spheal. Anda.— Instó el pokemon.

¡No quiero!—Protestó obstinadamente la cría, antes de ser empujada en dirección al refugio.

Aún no sabe lo que pasó—Le contó el de los bigotes al dragón, en confidencia.

¿Cómo pueden seguir después de todo esto?— Preguntó Flygon aún en su horror. La vista de la sangre sobre las rocas, así como los cuerpos de varios Spheal, Sealeo y Walreins que habían sido muertos, y otros que heridos yacían en agonía aumentaban su sentimiento derrotista...

Porque aún podemos. Ya veremos qué hacer si ésto pasa.—Le respondió brevemente el Sealeo.

Vamos, debes ir con los otros Spheal. Estamos bajo ataque y debemos protegerlos.—Volvió a instarle a la pequeña foca.

¡Pero quiero quedarme!—Protestó el pequeño, mientras que su hermano se lo llevaba del lugar a empujones.

Aún oyendo a la pequeña cría refunfuñar a la distancia, el dragón de tierra vio cómo el Houndour se había acercado nuevamente en silencio, quizá para intervenir si el malentendido con el Sealeo hubiese escalado.

Me quitaron todo ¿Cómo puedo seguir?—Se cuestionó en voz alta, con semblante sombrío, a su vez resultando una pregunta para Arcanus.

No todo...como una expresión que leí dice, estás “vivo para el viaje”, donde el viaje quiere decir vida. “Vivo para vivir” suena redundante pero...lograste sobrevivir, ahora está en ti el ver qué haces con esa vida—Replicó el otro con solemnidad.

Vencer a esos humanos y pokemon... —Resumió el dragón con gravedad mientras levantaba con decisión la vista hacia donde estaba la acción, y después de varios días volvía a desplegar sus alas para volar.

Bien, también es mi objetivo en este momento. Voy contigo.—Anunció el ahora cánido mientras saltaba a la espalda Flygon.

¿Porqué vendrás? —Preguntó extrañado el tipo tierra.

Quiero ayudar—Respondió, decidido el Siniestro/fuego.

Enseñame lo que has aprendido con los humanos—Pidió el lacerado, más convencido.

Primero evita ese ataque—Indicó con seguridad el Houndour, a pesar de que su particular tono monótono, no imprimiera premura. Flygon como pudo se movió a un lado en el momento preciso para evitar el impacto inicial, sin embargo el zorro de hielo mantuvo su ataque, moviendo toda esa columna gélida hacia un lado, tratando de acertar el golpe. Tras ser evitado, en un momento, el lanzallamas del cánido siniestro interceptó su contraparte, provocando un estruendo.

¿Cómo podré llegar a ese pokemon sin que vuelva a golpearme con ese rayo frío?—Cuestionó el dragón verde y rojo, sabiendo lo peligroso que era para él.

Acércate usando danza dragón. Aprovecha el impulso con el que irás y los movimientos de la danza para evitar el ataque. ¿Crees que puedas? Yo te cubriré si es necesario.—Afirmó Arcanus.

¿Esquivar?...lo intentaré— Respondió el del desierto, confundido por el extraño enfoque que le estaba dando el niño...pero iba junto a él por lo que era probable que no fuese a traicionarlo de un momento a otro. Tuvo muchos días para ello y además si fallaba en evadir al gélido Ninetails, él también podría recibir el ataque. Fallar, esa posibilidad volvió a su mente como una visión amenazante que lo paralizó, ¿y si su inoperancia volvía a costar vidas? ¿y si realmente estaba ahí solo para sucumbir sin ser de ningún provecho? ¿Porqué se estaba preocupando por eso si hacía poco había aceptado esa posibilidad?
Ahora había tomado el deseo de acabar la matanza de los Walrein, Sealeo y Spheals como suyo, éstos eran el reflejo de lo que le había pasado hace días y de quienes echaba de menos, de sus temores y culpas. Lo que hiciese no les volvería la vida pero tenía una oportunidad de revancha, de evitar que siguiese ocurriendo lo que a el. No podía quedarse en ese miedo, si quería vencer a esos humanos y pokemon primero debería lograr superar al hielo/hada.

Cuando evites a Ninetails, da dos vueltas en círculo alrededor de los pokemon del grupo de cazadores y elévate en el aire. Vuelve a aprovechar el impulso para intentar esquivarlos si es necesario. —Agregó el ahora Houndour. ¿Cómo era que pensaba que vencerían al zorro de esa manera? De todas maneras hizo caso de las indicaciones, estaba decidido a tomar esa batalla como una redención propia por haber fallado ante su familia. Así voló rápidamente hacia los pokemon rivales, descubriendo de pasada que ahora los Walrein y Sealeo estaban formados en barrera, para impedir que los cazadores se acercaran a las crías. En la línea de combate así mismo se encontraban Caligo y Lumen.

Como habían planteado, el gélido zorro volvió al ataque aprovechando la cercanía, sin embargo se encontró con que el dragón se envolvió en una energía rojo y violácea ganando una velocidad tal que pudo evitarle. A su vez haciéndole detener su ataque ante la posibilidad de golpear a sus propios compañeros. Ahí el cánido oscuro comenzó a expeler un humo denso por la boca.
La nube de polución se fue concentrando en el círculo que trazaba Flygon con su vuelo, a la vez que distrajo a los afectados, no solo por obra de los gases tóxicos, sino por la poca visibilidad que les otorgaba. Éstos en vano intentaron detenerlos, ya que el siguiente ataque que estuvo cerca le sirvió al dragón para volver a evadir de la misma manera.

Arriba—Anunció, por si acaso el Houndour, aunque para ese momento el de tipo tierra comenzó su ascenso. Concentrándose en alejarse todo lo posible del alcance de los pokemon rivales, y viendo hacia las estrellas que tenía al frente, llegó a una altura tal que le alcanzó para apreciar perfectamente delimitado el ovalo de gases en el suelo.

Ahora baja en picada girando sobre ti mismo y al final usa terremoto sobre Ninetails. Yo te cubro.—Indicó con firmeza Arcanus, revelando al fin la clave de cómo vencer al zorro.

¿Estarás bien?—Preguntó el dragón, algo preocupado.

No estoy acostumbrado a los vuelos de alta velocidad, así que si ves mi almuerzo siendo disparado a los lados, intenta ignorarlo. —Le dijo espontáneamente, manteniendo aquel tono monótono que dejaba en duda de si había tenido intenciones de que fuera un comentario gracioso o no, pero que hizo que el Flygon le dirigiese una sonrisa con decisión.

Bien—Asintió elevándose varios metros más, observando de pasada la luna, aquella gran esfera de luz en medio de la oscura noche que le recordó a su familia, a los buenos momentos vividos y a su nueva motivación para estar envuelto en aquella batalla.

Con un giro en trompo se lanzó en una picada vertiginosa de vuelta al suelo, ganando con cada metro más velocidad, en tanto que el niño-Houndour usó un lanzallamas que producto del movimiento los rodeó como una bola de fuego.
Así el incandescente bólido se precipitó sobre el centro de la nube de gas. Un rayo de hielo emergió de éste cuando uno de los villanos se percató de lo que venía, sin embargo ya era tarde.
Así un sorprendido Ninetails de Alola vio cara a cara al Flygon, antes de que este a último segundo cambiara de posición, golpeándolo con una de sus patas con una fuerza abrumadora que hizo que al estrellarse el de tipo hielo/hada contra el suelo, producto del ataque, hiciese que la tierra en todo el área nublada comenzara a temblar y resquebrajarse, por consiguiente impactando contra los demás pokemon de los villanos.

¡Ahora! — Se oyó a Caligo indicar al grupo de los Walrein y Sealeos que resistían en barrera, lo que desató el ataque en masa de los pokemon marinos aprovechando que la neblina se disipaba y podían identificar más fácilmente a sus blancos. Algunos pokemon intentaron evitar lo que llegaba en su contra alejándose con premura, pero para ese punto todos habían sido golpeados de una u otra manera, todos menos un Lanturn, que aprovechando el mar que rodeaba el rocoso islote, consiguió pasar desapercibido y así evitar daños.

¡Ataca al Houndour!— Instó el humano de cabello naranja, con una mueca de molestia ante el daño que había provocado el terremoto en los pokemon de sus compañeros, dispuesto a intentar cortar con la ventaja que estaban ganando sus previamente presas.

El pez eléctrico aguzando su vista, lo más que aquella noche de luna llena permitía, lanzó una hidrobomba hacia quien había originado el cambio en el trámite de la caza. Con un viraje vertiginoso Flygon evitó el impacto, sin embargo éste no era para él, sino para su acompañante, quien habiendo evaluado con rapidez qué prefería hacer ante el torrente de agua, volvió a tomar su forma humana justo antes de ser alcanzado por la misma, lo que lo hizo caer.

El dragón de tierra intentó reaccionar con velocidad, antes de que una nueva visión vívida de lo ocurrido en el desierto hace unos días lo refrenara: la manera en que uno de sus pequeños Trapinch era golpeado sin piedad por Krookodile y Kommo-o. Otra vez no había llegado a tiempo, sería testigo de un desastre y se culparía por ello.
No obstante aquel particular niño no abandonaría la lucha si podía encontrar una manera de evitarlo, así en el aire Arcanus volvió a adoptar la forma de Houndour, tras haber evitado un golpe que le habría dolido más. Tenía la intensión de intentar hacer algo para amortiguar su caída cuando se encontró con Kingambit acercándose para aprovechar la fuerza de gravedad y atacarlo con la cuchilla de su cabeza.

Flygon estaba como petrificado en el aire, la sucesión de hechos se dio tan rápido que aunque hubiese salido de ese estado, no habría llegado a tiempo. Si tan solo no se hubiese distraído un momento en esas escenas nada agradables de su pasado reciente...
De repente con brusquedad el siniestro/acero cambió el blanco de su ofensiva con un movimiento en ele, que lo llevó a encontrarse ante el dragón lavanda de ojos color oro, que con el reverso de una de sus manos se la arregló para apartar el filo que venía en su contra.

¡Ni se te ocurra!—Le advirtió mientras aprovechaba la cercanía para arrojarle con su izquierda una brillante esfera de luz azul a un lado con potencia. No fue lo único, ya que una columna de fuego cayó en su posición. Como pudo el Pokemon líder evitó el punto, y así más daño.
Tras el lanzallamas cayó el niño como Houndour, listo para volver a presionarlo.

¡Lo había salvado!, Caligo lo había salvado. Flygon no pudo evitar sentir alivio por la suerte de Arus, y así mismo vio reflejados los frutos de aquel viaje que le habían dicho que estaban tomando. Esos dos habían sido los que lograron sacarlo con vida del desierto, y a su vez lograron salir prácticamente indemnes de aquel encuentro, al menos a juzgar por lo que había observado esos días sobre ellos.

¡Lanturn, Hidrobomba hacia el Houndour!— Ordenó el humano de cabello naranja, haciendo que el agua/eléctrico se apresurara en socorrer a su compañero que se recuperaba de la sorpresa por la combinación del aura esfera seguido del ataque de fuego que logró sortear.

¿Otra vez insistía? Aunque era lo lógico en ese escenario, el nuevo intento de ataque por parte del pez hacia Arcanus provocó que por un momento aquella neblina de pesimismo que atrapaba a Flygon se disipara.
¡Ya detente!— Exclamó con súbita furia, tacleando al Lanturn, lo que desvió el torrente de agua que se perdió en el fragor de la batalla.
No contento con ésto lo agarró de la linterna más grande que pendía de su cabeza y comenzó a elevarse en el aire velozmente. El Pokemon azul y amarillo intentó defenderse con una desesperada descarga eléctrica, pero fue inútil ante el dragón de tierra. En unos segundos estaban a una altura tal que los partícipes de la batalla en el suelo se veían pequeños. Tras un brevísimo himpas en el que el dragón ubicó un lugar propicio, se largó en picada descendiendo con mucha aceleración. Lanturn que ya sabía que no tendría otra oportunidad de escapar, intentó ésta vez lanzar un rayo de hielo. Sin embargo el impulso que llevaban, sumado a que no podía levantar más su cabeza para alcanzar a su atacante, hicieron que primero la gélida energía chocara contra el suelo, y segundos después el mismo pez, al detenerse súbitamente Flygon a una altura tal que le permitió azotarlo como un látigo, y desde donde surgió un terremoto que abarcó una zona solo con pokemon rivales, los cuales trataron de esquivar el poderoso movimiento telúrico.

El pez estaba fuera de combate, así que su entrenador con un suspiro de frustración lo hizo regresar a aquel artilugio esférico desintegrándolo en un rayo, enviando en su lugar a una criatura peluda en marrón y con largos colmillos.

¡A Houndour!—Ordenaron todos los sujetos en masa a sus pokemon, tras estar de acuerdo que desde que llegó aquel extraño niño, los Walrein, Sealeo y Spheal se habían ordenado de una manera que les dificultaba su tarea de matarlos, también las demás criaturas que vinieron con él, estaban siendo de mucha ayuda, incluso aquel Flygon que recordaban. Todos a la vez, al unísono en un solo ataque debería ser más que suficiente para librarse de una vez de ese estorbo, e intentar retomar la confusión del inicio de la matanza.
Esa jugada que parecía la solución, acabó resultándoles en el desliz que definiría el destino de la batalla, al subestimar a uno de los presentes.

Kingambit, Kommo-o, Mamoswine, Weavile, Glalie, los cinco arremetieron dispuestos a matar de la manera en que más pudieran lastimar al ahora de tipo siniestro/fuego, cuando algo los obligó a cambiar su objetivo, el dragón de ojos dorados los llamó, nuevamente sería el que se convertiría en blanco y potencial sacrificio, si lo alcanzaban. Pero eso no fue lo peor, ahora estaban a merced de la línea defensiva, que se ubicó firme, preparada para la arremetida final.

¡Ataquen! —Ordenó el Walrein líder, a lo que a la ventisca que usó le siguieron un montón de técnicas diferentes. Desde gélidos rayos y torrentes de agua, a hiperrayos, y el terratemblor de Lumen que se adelantó hasta quedar más allá de los pokemon rivales, aprovechando la vulnerabilidad en que habían quedado, y en una distancia en que la onda expansiva que se formó en la tierra solo los atacara a ellos.

Flygon, vamos...hay que llegar a ese barco. Lumen, necesito tu ayuda. —Instó Arcanus aprovechando la distracción para intentar llegar antes a la nave que los villanos que de otra manera intentarían escapar.

Los sigo—Rugió la Gyarados ni bien oyó el llamado, momento en que los pokemon de los villanos eran impactado por toda la artillería de la colonia. En unos segundos que para todos transcurrieron muy lento, las cinco criaturas rivales cayeron al suelo, extenuadas por el daño sufrido, sus entrenadores los regresaron a sus pokeball, percatándose del peligroso avance del niño Houndour, el dragón de tierra y la amable bestia acuática, que ya los habían adelantado y les faltaba poco para llegar a su vehículo de escape.

Con Flygon golpearemos el barco desde arriba, necesito que desde abajo abras salidas por si algún pokemon o humano está cautivo y pueda escapar del hundimiento. — Le comunicó a Lumen mientras avanzaban.

Cuando estaban en la línea del agua, se separaron, la Gyarados se adentró en el mar para comenzar con su ofensiva y el lacerado pokemon junto al cánido sobrevolaron el barco.

Maldita sea...ese niño dos veces ésta semana…—Susurró el que parecía ser que estaba al mando del grupo —¡Sigan el protocolo de evacuación. Mañana será otro día! — Comunicó a los demás, a lo que éstos sacaron una nueva tanda de pokemon a fin de ayudarse, si es que podían evitar a la colonia.

Ustedes avancen, yo protegeré la retaguardia.—Aseguró con fiereza.

Garchomp, ¡Baile de espadas!—Ordenó prestamente el de cabellos azules, a lo que el pokemon ni bien salir de su pokeball se rodeó de un aura rojiza, a la vez que unas formaciones energéticas celestes, con forma de la referida arma blanca giraron en torno a si.

Ahora ve y termina con ese Houndour y ese Flygon problemáticos. No los dejes atacar el barco. —Agregó, aunque sabía que estaba solo haciendo tiempo.

Si amo—Respondió el pokemon sin que el otro entendiera lo que dijo. Así se elevó en el aire yendo directo a sus blancos.

Ese Garchomp otra vez…—Comentó el niño sonando casual al percatarse del escualo de tierra que avanzaba firme hacia ellos.

Otra vez…—Repitió Flygon con una punzada de dolor al revivir lo que el otro dragón había hecho en el desierto, pero esa vez extrañamente sin ese sentimiento derrotista sino con decisión de enfretarlo.

Evitalo y ataca— Se anticipó Arcanus al notar el movimiento del que se dirigía como un jet hacia ellos.
El dragón rival así comenzó a desprenderse de varias de sus escamas, que envueltas en una luz blanca salieron disparadas a sus ya próximas víctimas. Si bien la indicación del ahora cánido fue abierta, el dragón-libélula supo perfectamente lo que tenía que hacer.

Así rápidamente y con decisión se dirigió al encuentro del ataque que venía en su contra. Aquellos pokemon de tipo agua y hielo paradógicamente habían logrado “avivar las llamas de su corazón” hasta un punto tal que en ese instante, lo que pasó y lo que podría pasar quedaron de lado. Se iluminó en un aura roja y violácea y con un amplio giro en espiral dejó los disparos atrás momento en el que su mano izquierda se envolvió en una energía verdosa y con forma de garras, dio de lleno en el pecho de Garchomp, con una violencia tal que acabó por estrellarse contra el suelo.

Aprovechando que Flygon se acercó a tierra, el Houndour corrió hacia la costa en donde estaba el barco, para ver que Lumen había terminado su tarea sola.
Interponiéndose a la distancia entre el sujeto de cabellos azules que lo miraba serio, y Arcanus, el pokemon lacerado se quedó desafiante, por si quería seguir amenazando a alguien.

No dejaré atrás a quienes dirijo — Anunció con solemnidad el líder de humanos vestidos de negro, haciendo que Garchomp regresara en un rayo al objeto esférico rojo y blanco que sostenía en una mano, para después tras una bola de humo, unirse a sus secuaces.
Mientras los villanos huían en lanchas de emergencia, un fuerte coro de rugidos los acompañó a modo de epílogo de la batalla, cargados de tristeza por los que ya no estaban, y con como canto triunfal de los Walrein y Sealeo. Incluso algunos Spheal que se escabulleron a sus lados, se unieron al gruñido general pero en su caso fallando en parecer amenazantes.
La parte más violenta de aquella pesadilla, había llegado a su fin.

En silencio el dragón volvió hacia donde estaba el niño, caminando, pero con las alas desplegadas.
Ya no era el de los tiempos en que empleaba mayoritariamente el vuelo, tampoco era aquel que se rindió ante su realidad y renunció totalmente al mismo. Ahora iba con los pies en la tierra, pero orgulloso de poder despegar cuando fuese necesario. No olvidaría la manera en que perdió a su familia y la amargura por la que pasó, pero al menos tenía un nuevo propósito en su vida, y no estaba solo.

¿Estás feliz? — Le preguntó a Arus, quien con forma de Houndour lo observaba con la falta de expresión que lo caracterizaba, más con un detalle que le dio esa pista, ya que movía la cola.

Considerando que te estabas dejando morir y no podía hacer nada más que esperar, podría decirse que si por ese aspecto…—explicó éste.

Por otro, solo nos queda ayudar a los sobrevivientes…—Se quedó viendo hacia los Walrein, Sealeos y Spheal. Y así el dragón comprendió que no solo se refería a esas heridas que la humana de cabellos rosa y su Chansey, de donde estuvo recluido por días, podían curar, sino a lo que había vivido. Echar de menos a aquellos que ya no estaban, a culparse por no haber podido hacer más y preguntarse por qué ellos habían sobrevivido y no aquellos a quienes habían perdido.

Quizá no habían podido rescatar a todos, por el lógico intervalo de tiempo entre que el ataque comenzó y que ellos llegaron, pero Flygon se incluyó entre los que pudieron escapar gracias a la presencia del niño y los otros pokemon. No solo lograron que un grupo confundido, disperso y atemorizado de Walrein, Sealeos y Spheals se organizaran a tiempo para una resistencia sino que también con paciencia lo sacaron del vacío en que se había sumido.

¿Puedo viajar con ustedes? Quiero aprender más — Cambió de tema Flygon.

Puedes.—Respondió brevemente el niño mientras, envuelto en una luz blanca, volvía a mostrarse como humano.

Entonces también quiero llamarme— Expresó con decisión el dragón.

Intento pensar una palabra…recuerdo haber leído sobre una espada que usaban en la antigüedad, que temían por su contundencia, y tenía un nombre que sonaba bien…—Explicó, mientras Flygon se le quedó viendo, al ignorar lo que era una “espada” para un humano.

Fuiste el “Gladius” de la batalla...es un paralelismo.—Intentó aclarar el de cabellos negros, sin éxito.

No sé que es eso, pero bien—Asintió el de tipo tierra, conforme.
“Gladius”,“Caligo”… “Arus” — Agregó, señalándose primero, después al Mysticon, para acabar en el niño.

Entonces las aguas que bordeaban la costa sobre la que estaban se estremecieron, haciendo que una figura imponente en actitud amistosa emergiera.

¡Y yo “Lumen”!—Agregó la Gyarados que de repente los rodeó a los tres en un abrazo potente.

 

 
[Imagen: xaF9B7V.jpg]

 
Extras
 
Interpretación del autor de la canción
 
Cita:“«Este tema habla acerca de dejar tu vida atrás para ir a vivir una vida en el mar, para enfrentar la soledad de la inmensidad y disfrutar la camaradería de los compañeros de quienes tu nueva vida depende» comenta la banda. «Para esperar nuevas aventuras y reflejar en los recuerdos de todo aquello que quedó atrás. A eso lo encuentro muy inspirador!”.
Fuente AQUI
 
Sobre Crystal gates
 
Cita:Crystal Gates es una banda de power metal sinfónico letón-uruguayo formada en Montevideo en 2013 por Benjamín Machín y Carolina Pérez. Después de dos años de escribir, arreglar y grabar, el dúo lanzó su primer trabajo de estudio, el EP de seis canciones “A Quest For Life” en 2015. Grabado y mezclado en Molecula Studios en Montevideo, y masterizado por Mika Jussila en el legendario Finnvox. studios, en Finlandia, el disco fue muy bien recibido por el público y la prensa especializada. El año del lanzamiento, Crystal Gates se convirtió en una banda completa y tocó en múltiples shows en Uruguay y Argentina. El 2015 concluyó con una gran noticia para la banda, ganando los premios “Mejor Álbum Nacional”, “Mejor Portada Nacional” y “Mejor Voz Nacional Femenina” en una encuesta nacional especializada en metal organizada por el destacado productor de metal uruguayo “El Lado Oscuro” .

El sencillo “Shadowborn” siguió en 2017, atrayendo más atención internacional a la banda y la oportunidad de tocar en espectáculos y festivales más grandes ahora también en Perú y Argentina, compartiendo escenario con bandas como Epica, Xandria, Masterplan, Anneke Van Giersbergen’s “The Gentle Storm”, Blackoustic, The Agonist y Fates Warning.

Ahora, después de trabajar duro en tiempos difíciles, la banda ha terminado su primer álbum de larga duración: “Torment & Wonder: The Ways Of The Lonely Ones”, su esfuerzo más ambicioso hasta la fecha. Con mayor producción, tres video sencillos, un épico tema de cierre de doce minutos y la participación de reconocidos artistas como Sebastian “Seeb” Levermann (mezcla y masterización), Elisa C. Martin (coros y arreglos) y Stan W. Decker (arte ), “Torment & Wonder” promete un futuro brillante. La banda también apunta a nuevos horizontes al tener a Benjamín ahora establecido en el noreste de Europa, abriendo las puertas a un nuevo capítulo en su búsqueda de alcance global.

Fuente: AQUI
 
Inspiraciones adicionales

Debido a que tenía que crear el ambiente, además que fue surgiendo naturalmente, aunque fuera un songfic, lo acabé ayudando con inspiración de otras canciones o cosas que ocurrieron. Principalmente fue de dos discos, uno el propio disco del que viene la canción del songfic, y para el principio un disco de Thy Light, que fui descubriendo accidentalmente buscando música depresiva como para inspirarme. Ahí descubrí que existe un subgénero dentro del metal llamado "Despressive Suicidal Black Metal"...que al menos de lo que fui escuchando es música más bien melancólica, o al menos eso me evocó. Aunque no me he fijado las letras...pero como pasó en Halloween lo que me importaba era la inspiración xD.
Esto lo pongo más como dato anecdótico de la mezcla de canciones para tratar de encaminar la trama hacia la canción principal.

Las cartas de Flygon:
Mostrar Cartas
Como otra curiosidad me pasó en Febrero, en un paseo a cierto lugar cerca del campo que hace años cuando puedo visito en solitario para estar tranqui y tomar mate, ahí compré unos sobres de cartas de pokemon (en mi caso da igual si son truchos o no, los junto por los arts y no por algún valor competitivo)...y como coincidencias del destino me tocaron dos cartas de Flygon...y la cosa es que no tenía ninguna carta de Flygon antes de eso...la cosa es que me acompañaron desde entonces hasta que mandé el OS. Después la que está a la derecha la saqué como hace dos semanas cuando compré otro sobre de cartas en el mismo lugar...y curiosamente antes de sacar esa carta venía escuchando en el mp3 justamente el disco de la canción del songfic (y en algún momento también la canción del songfic).

[Imagen: 29nIBVb.jpg]

Primera parte:
Mostrar Suici.De.pression - Thy Light


Segunda parte:
Mostrar Torment & wonder the ways of the lonely ones - Crystal gates


  Consuelo victorioso (Advanceshipping)
Enviado por: Paulo - 04 May 2023
01:29 AM - Foro: Pokéfics Terminados - Respuestas (1)

Iba yendo en dirección a la sala de espera de los coordinadores, pues el concurso ya se había terminado, y me adelanté de Brock y Max para felicitar a mi amiga por su victoria, siendo así caminé por los pasillos para ir hacia ella, hasta que finalmente llegué y la vi, sentada en el banco.

—Hola May, ha sido difícil pero lo has conseguido, ¿cómo te sientes? —Pregunté sonriendole.

—Ah, hola Ash, bueno, yo... —Contestó bajando su mirada al suelo. —Sabes, aunque yo gané el concurso, no me imaginaba que de igual modo pudieran hacerme sentir tan mal.

Sus palabras me habían confundido un poco, hasta que vi algo que estaba en el banco, a su lado, y entonces pude entenderlo todo.

—''Drew''. —Pensé enseguida que vi esa rosa.

Usualmente no es una persona conflictiva, pero cuando se trata de dar sermones a su rival, parecen mas presunciones que palabras de ayuda, al menos ese era mi punto de vista.

—Ash... —Dijo en voz baja y aún con la mirada al suelo. —Se sincero conmigo, ¿tu... tu también crees... que he tenido algo de suerte en ganar?

En estos casos fácilmente podría decirle que no, que triunfó gracias a sus propias habilidades y todo lo demás, pero supuse que eso sería poco convincente, y más viniendo de mí, de alguien optimista.

—Con que suerte ¿eh? —Di un leve suspiro y me senté a su lado. —Sabes... ya he escuchado eso antes, de que a veces, cuando nos va bien en algo, es porque quizá contamos con algo de suerte, yo no lo veo así.

—Es que durante el concurso yo... —Decía ella aún sin verme.

—No May, no te confundas, aquí no vence quien tenga más suerte, aquí gana el que venga preparado.

—Entonces, tú crees que... —Habló ya viéndome, pero la volví a interrumpir.

—Oye, haz entrenado antes de estar aquí, ¿cierto? —Le pregunté.

—Sí, y mucho la verdad —Contestó pareciendo segura de lo que decía.

—Bueno, eso quiere decir que no estoy tan equivocado —Hablé ya sonriéndole. —¿No estás de acuerdo conmigo May?

Y sin que me contestara, una pequeña sonrisa se hizo visible en ella, esa para mí era la señal de que ya no debía de decir nada más.

—Bueno, mejor vayamos con los demás —Dije ya de pie, a lo que un sencillo ''sí'' me contestó, pero justo antes de que ella se levantara, vio de reojo a la rosa, flor que causaba el retorno de aquella triste mueca en su rostro.

Ciertamente la situación volvía a cambiar, y aunque no entendía bien lo que realmente le sucedía, mi intervención seguía estando segura ante sus problemas.

Siendo ese el caso aproveché que ella aún estaba sentada y me le acerqué uno poco, poniendo mi mano sobre el nudo de su pañoleta, tirando de ella suavemente, y dejándola caer sobre el mismo banco, para así ponerle mi propia gorra sobre su cabeza.

—Ash... —Me nombró ella viéndome, entre sorprendida y confusa.

—Vámonos May... a celebrar tu justa y merecida victoria. —Le hablé yo a ella, dedicándole mi mejor sonrisa.

Pocos segundos más fueron los que se me quedó viendo, hasta que finalmente se puso de pie.

—Sí, tienes razón. —Me contestó con un tono más alegre que antes, pero justo en ese momento... con sus dedos ''pulgar'' e ''índice'' tomó de la punta de la gorra y la bajó un poco, tratando de ocultar su inentendible sonrojo.

>>Y Ash... —Fui nombrado una vez más. —Gracias... —Fueron las últimas palabras que escuché de ella en ese momento, para luego verla irse rápidamente, y sin mí.

''Bueno... supongo que también debo de regresar'' me dije a mi mismo para así salir de ahí en busca de mis amigos, llevando conmigo una pañoleta ajena... a reencontrarla con su dueña.

Fin.


  Gracias por estar aquí.
Enviado por: Heartless - 02 May 2023
05:01 PM - Foro: Pokéfics Terminados - Respuestas (2)

Luego de más de un mes de espera aquí esta mi songfic para la actividad de marzo. Que se extendió por más de un mes pero los jueces debieron estar muy ocupados fuera del Discord y el foro. Ok eso es justificable, aquí tienen. Disfruternlo. 

Gracias por estar aquí.
  
Disclammer: Pokémon es propiedad de Satoshi Tajiri, Game Freak y TPC (tanto en Japón como en occidente.) Yo solo uso sus personajes con fines de entretenimiento. No me demanden.

Bienvenidos amigos a otro fic de su servidor Heartless, y está vez con un 2 por 1. La actividad para marzo y bueno como ya publique un fic para febrero. Será por el día de la mujer.

Que lo funemos dice.

Sobre mi metálico cadáver. Sigamos.

Hay el amor, ese sentimiento de amar a aquella persona que nos hace suspirar o ese amigo que nos apoya en todo momento a pesar de las nefastas circunstancias del mundo actualmente. Pero algunos no logran quedar con alguien, cómo yo. Pero no estamos para hablar de esto.

Esta vez será un ship que de seguro va a levantar una tormenta de arena, pero aquí vamos.

Se trata del ship entre Ash y Alexa, si como leyeron. Si lo pusieran con los 34 años que Ash tiene en verdad no habría ningún problema pero como sabemos que será nuestro Peter Pan para siempre. Tendrá los 10 años de toda la vida, o no.

Esto se desarrolla luego del caos causado por Lysandre en Kalos y luego de la liga se tomó un año sabático, ¿Qué veremos? Lo sabrán aquí, sin más vueltas a este asunto comencemos.

Ciudad Santalure, región Kalos.

Es una mañana tranquila de viernes, los Fletching vuelan, todos van a sus trabajos, nada fuera de lo común.

En el centro de la ciudad, a unas 10 cuadras del gimnasio. Vemos un edificio de apartamentos y en el piso 8, en un apartamento con vista a la plaza vemos a un joven de unos 15 años. Ojos cafés, pelo azabache piel oscura clara y como rasgo distintivo. Un par de zetas invertidas en sus mejillas.

Recién levantado con una camiseta con el estampado de un Charizard de color celeste y shorts color azul marino. Esta con su computadora portátil (o laptop.) Terminando su trabajo de periodismo sobre las guerras mundiales pokémon. ¿El porque? Bueno el nombre de este joven es.

¿Ash? Creí que esperarías hasta el domingo para terminar. Dijo la otra inquilina del lugar.

La mujer que está hablando es de unos, 25 años. Piel clara, ojos verdes brillantes, cabello castaño claro y suelto salvo un mechón que sobresale de su frente. Vestida con una blusa blanca y un short corto por encima de las rodillas. Color amarillo.

Recibí un mensaje de tu profesor. La fecha fue cambiada del miércoles al lunes y debo terminar de escribir y grabar todo antes de lo previsto. Dijo Ash.

Entonces la mujer se dirigió a la cocina, preparo 2 tazas de café y fue donde Ash.

Al menos tomate un descanso para relajarte mientras terminas. Dijo ella.

Toma una de las tazas y bebe unos sorbos.

Creo que al fin puedo comprenderte, literalmente pasas noches enteras escribiendo tus artículos y te mueves todos los días a las editoriales y un largo etcétera. Dijo Ash.

Creí que tomaría otro año para que lo entendieras. Dijo la mujer.

Soy alguien que tarda en asimilar las cosas. Pero, gracias Alexa por ayudarme con esto, las entrevistas, los viajes a las bibliotecas de cada región, las noches que no pudimos dormir y todo en general. Dijo Ash.

Y siempre estaré apoyándote. Dijo Alexa.

Y ambos se dan un largo beso en los labios.

Se preguntan, ¿Cómo fue que esto llegó a pasar? Ash como un periodista o mejor dicho un estudiante de periodismo. Se quedó a vivir en Kalos y encima Alexa y él son novios, será en otra historia pero en resumen.

Luego de su reencuentro para un artículo sobre los Aurorus y sus evoluciones. Ambos más Alexa se enamoró de nuestro inmortal favorito, Ash siendo el cabeza dura y testarudo que es al inicio no captó las señales pero luego de una plática con Clemont, Bonnie y Viola.

Se dio cuenta de sus sentimientos por Alexa, más por el tiempo que estuvo con él en Unova antes de viajar a Kalos. Con su ayuda preparo algo para ella y luego de que se reencontraran en ciudad Lumiose para descubrir quién era Blaziken Mask, y tras fallar en su misión. Al día siguiente está por irse pero, Ash la detiene. Y en medio de la plaza principal.

Se le declara, claro quedo en shock y por poco Ash se va, pero aparte de ese reportaje que debía hacer. Bueno, tomó su rostro y le dio un beso en sus labios y claro, Serena quedó en blanco al ver esto y ese sentimiento era correspondido, ambos consuman su unión. Y desde ese momento ambos serían inseparables.

(N/A: Bien en este fic Ash tendrá 15 años en base a qué si cada saga durase un año, en Journeys tendría 17 años. Y tendrá una madurez mental mayor a diferencia de lo visto en Kalos. Espero.)

Una vez se separan.

Bueno iré a hacer el desayuno. Dijo Alexa.

Y se va a la cocina.

Claro en eso llega su mejor amigo e inseparable compañero, Pikachu.

Hola Ash, veo que aún estás con ese proyecto. Dijo él.

Es que adelantaron la fecha de entrega y ahora debo terminarlo antes del lunes y entregarlo y así podré graduarme. Dijo Ash.

Y tienes pensado que vas a darle a ella, es decir te dio no solo el equipo necesario para grabar las entrevistas, sino que ha pasado días enteros a darte una mano con tu proyecto. Dijo Pikachu.

En eso la ve en la cocina preparando panqueques por un lado y tocino por el otro.

Lo sé, es decir me sorprendió que fuera a vivir con ella en su apartamento, me animo en mis momentos más oscuros y fue ella quien me convenció de entrar al curso intensivo de periodismo. Dijo Ash.

Y que le darás, literalmente ya le diste de todo. Incluyendo un viaje a las islas naranja. Dijo Pikachu.

Se veía hermosa con ese traje de baño de color rojo brillante. Dijo Ash.

Y te desmayaste cuando te dijo cómo se veía. Dijo Pikachu.

Veré qué puedo darle, pero ahora debo concentrarme en acabar esto. Dijo Ash.

Y continúo escribiendo.

Claro se detuvo al ver el desayuno cerca de su laptop.

Entonces guardo y fue al comedor.

¿A quieres invitaras a la graduación? Tienes al menos 20 invitaciones. Dijo Alexa.

A tu hermana, Clemont, Bonnie, mi mamá, tú especialmente. Pero debo pensar en el resto de invitaciones. Dijo Ash.

Algunos de tus compañeros, personas que hayas conocido en tu viaje, la lista es larga. Dijo Alexa.

Pero solo debo incluir los que puedan venir y no causar un caos. Dijo Ash.

Pensemos eso luego, sigamos. Dijo Alexa. 

Y continuaron comiendo.

Luego, cada uno se bañó por separado primero las damas y luego él. Y entonces.

Debo ir al gimnasio, Viola quiere que le consiga otra cámara, la última termino hecha añicos luego de un viaje con Grant. Dijo Alexa.

Luego de la crisis en Kalos se volvieron pareja, y les encanta los juegos extremos. Dijo Ash.

Pobres de mis sobrinos en el futuro. Bueno ya regreso amorcito. Dijo Alexa.

Y después de un beso en la frente, se va. Dejando solos a Ash con Pikachu.

Estuvo escribiendo por 30 minutos, grabando para el reportaje. Y luego se acostó viendo al techo desde el sillón.

Pensó en que darle a Alexa como un agradecimiento por su ayuda con su proyecto final y como una grandiosa novia por más de 10 meses. Si no llevan 3 años mínimo pero cada día aprecia su amabilidad. Y porque el día de la mujer es en 2 semanas.

Se levantó del sillón y fue al balcón, contemplado la visita de la ciudad.

Entonces, saca su celular y revisa la lista de contactos, y luego de navegar por un minuto.

Llamando a Grant. Dijo su celular.

Gimnasio Santalure:

Los de la garantía no me van a creer. Dijo Alexa.

Pensé que escalar la montaña Luna mientras éramos perseguidos por una horda de Zubats era una buena idea. Dijo Grant.

Bueno iré rápido, Ash aún no ha terminado su proyecto y este calor es insoportable. Dijo Alexa.

Cómo van las cosas entre ustedes. Dijo Viola.

De maravilla, solo que cuando no saca la basura y deja restos de comida en la habitación es algo tedioso. Dijo ella.

Y se va.

Al inicio éramos como un Zangoose y un Seviper. Dijo Grant.

Pero todo se solucionó con varias charlas. Dijo Viola.

En eso su celular sonó.

Ya vuelvo. Dijo él.

Se va afuera del gimnasio y contesta.

¿Ash? Cómo estás, Alexa fue a lo de la cámara. Dijo Grant.

Eso me dijo antes de irse. Verás necesito tu ayuda. Dijo Ash.

Adelante, ¿Cuál es el problema? Según ella todo va bien entre ustedes. Dijo él.

Es lo siguiente, debo entregar mi proyecto final para el curso de periodismo que ella me inscribió y luego de las evaluaciones y los resultados será la graduación y quiero darle algo especial a ella por toda su ayuda y muchas cosas más. Dijo Ash.

Hmmm, pues si tienes tiempo libre. Porque no nos reunimos en el parque a las 7 de la noche, trata de inventar una excusa o yo hablaré con ella. Dijo Grant.

Muy bien creo que es mejor que hables con ella. Nos vemos más tarde, adiós. Dijo Ash.

Adiós. Dijo Grant.

Llamada terminada. Dijeron sus celulares.

Entonces volvió a entrar al gimnasio.

¿Quién era a todo esto? Pregunto Viola.

Te lo cuento una vez estemos en el arena. Respondió él.

2 horas después.

Alexa llegó agotada y algo molesta con la nueva cámara.

Escuchen, es la última vez que pueden hacer un cambio, si la rompen de nuevo los vetaran del lugar para siempre. Dijo ella.

Dudo que seamos más cuidadosos, pero mejor empezamos a buscar otro lugar. Adiós hermana. Dijo Viola.

Son unos hijos de, mejor me voy. Dijo Alexa.

Por cierto si no es molestia y si está desocupado en la noche talvez puedas enviarme a Ash al parque como las 7 de la noche. Dijo Grant.

¿Y el porqué de eso? Muy bien si tiene la mayoría del trabajo ya hecho. Adelante. Dijo Alexa.

Y se va del gimnasio.

Una vez lejos:

Con que Ash quiere darle algo especial a mi hermana. Dale una mano se lo merece. Dijo Viola.

Y ambos se quedan en medio de la arena del gimnasio.

Luego de 15 minutos de caminar.

Ash abre estoy molida. Dijo Alexa.

Ya voy. Dijo Ash.

Abre la puerta, entra y se deja caer en el sillón.

Veo que fue una locura cariño. Dijo Ash.

No tienes idea, por cierto Grant quiere verte a las 7 de la noche en el parque, dime cuánto te falta para terminar. Dijo Alexa.

Le muestra su laptop todo lo que ha hecho, incluyendo las grabaciones, ediciones y presentación del trabajo.

Muy bien ya tienes el 90% del trabajo completado, solo mejora un poco la presentación. Archie es bastante detallista con las presentaciones. Dijo Alexa.

De acuerdo, que harás. Dijo Ash.

Olvidarme de toda la locura que hice por ellos 2 un rato. Dijo Alexa.

Y cae dormida boca arriba, Ash le trae una sábana y la cobija.

Dulces sueños mí amada reportera. Dijo Ash.

Y la besa en la frente.

El tiempo fue pasando y era la 1 de la tarde, claro Alexa se despertó agitada y nerviosa, por poco se cae al suelo al tratar de caminar hacia la cocina.

Ash estaba terminando de darle los toques finales a la presentación.

Veo que fue un despertar muy agitado. Dijo Ash.

Cielos me dormí de más, mejor pidamos el almuerzo a domicilio y haremos mejor la cena. Dijo Alexa.

Pidieron algo, picante. Alitas de pollo bañadas en salsa de habanero. Literalmente gritaron como locas por el picor. Les arderá a la salida.

6 horas después:

Una vez terminaron de cenar, que fue ensalada cesar. Ash se vistió con su atuendo por el cuál viajo en Kalos, la única diferencia es que tiene una camiseta blanca y la camisa es negra con bordes blancos.

Bueno, te avisaré cuando regrese. Dijo Ash.

Y tras un corto beso en los labios. Se fue.

Camino tranquilamente por la plaza central. Los kioscos, actos callejeros, comida al aire libre, etc.

En menos de 15 minutos llegó al parque, se sentó en una de las bancas y espero a Grant.

30 minutos después:

Hola Ash. Dijo Grant.

Se sienta a su lado y le da una soda, para él una cerveza.

Entonces, cuáles son tus planes o algo que deseas regalarle a Alexa para ese día. Dijo él.

No tengo algo en mente, ya le he dado todo lo que siempre ha querido. Incluso una laptop de las más recientes. Dijo Ash.

Veamos, si no puedes darle algo físico porque ya agotaste todo lo que le has dado. Porque no le das una canción. Dijo Grant.

¿Una canción? No soy de los que escriben música. Dijo Ash.

No exactamente eso, cántale una canción que simbolice lo que hay entre ustedes, ese amor que late en sus corazones desde que se conocieron. Dijo Grant.

¿Crees que pueda funcionar? La he oído cantar mientras cocina y es como un coro de sirenas llamándome al mar. Eso y en cómo se mueve cuando limpia. Dijo Ash.

No me quiero imaginar cuando se casen, jajajaja. Muy bien ven conmigo un momento. Dijo Grant.

Creo que ya se a lo que te refieres, aunque me tomó un mes darme cuenta. Dijo Ash.

Creí que eras ajeno a, esa clase de cosas. Dijo Grant.

Desde los 13 años ya he captado muchas cosas. Dijo Ash.

Y se fueron del parque.

Luego de caminar por la plaza llegaron a un centro comercial y fueron a un bar cerca del área de comidas.

El joven viene conmigo. Dijo Grant.

Y ambos entran.

Se sientan en una de las mesas y piden sus órdenes.

Alas búfalo con salsa barbacoa para Ash y té helado, y Grant costillas en salsa picante y Whisky en las rocas.

Comencemos, que es lo primero que viene a tu mente al pensar en Alexa. Dijo Grant.

Lo primero que viene a mí mente, pues una persona de muy buen corazón, dedicada su trabajo y siempre da lo mejor de sí misma, unos bellos ojos color esmeralda, ese cabello castaño claro cuando está suelto me pone muy sonrojado, además de esa hermosa figura cuando está en traje de baño. Dijo Ash.

Me sorprende que no te, ya sabes eso. Dijo Grant.

Creo que mejor espero a que nuestra relación se consolide y cuando tenga 21 años tal vez. Dijo Ash.

Dejemos ese tema afuera y pasemos a lo siguiente. ¿Qué tipo de canción viene a tu mente cuando la ves? Puede ser cualquier tipo de música. Dijo Grant.

Lo primero que viene a mí mente, pues música suave, un piano y algo no muy complicado. Dijo Ash.

Así que música suave, bien. Piensa en que canción pueda ser adecuada para ella, no necesitas saberlo de inmediato pero tenla en mente antes de la fecha de tu graduación. Dijo Grant.

De acuerdo, comamos. Dijo Ash.

Y comieron, luego de media hora salieron del bar rumbo al mirador en la azotea del lugar.

La vista aquí es increíble. Dijo Ash.

Así es, si quieres puedes traerla aquí. Dijo Grant.

Tal vez cuando encuentre esa canción para dedicarle, pero debo terminar mi proyecto. Dijo Ash.

Sé que ya estás cerca de terminarlo, trata de relajarte hoy y mañana sigues con todo el ánimo del mundo. Dijo Grant.

Y quedan viendo hacía la ciudad.

Esa paz se interrumpe por una llamada.

¿Pasa algo Viola? Preguntó él respondiendo.

Hay una plaga de Venepede en el gimnasio, vienen desde el bosque. Respondió ella.

Rayos, voy para allá. Solo dejo a Ash en su apartamento. Dijo Grant.

Van corriendo hasta donde viven Ash y Alexa.

Bien aquí está en una sola pieza. Debo irme adiós. Dijo Grant.

Y se va corriendo a toda velocidad.

Al parecer desde el bosque muchos Venepede llegaron al gimnasio. Dijo Ash.

Porque esto se me hace conocido, hablaré con ella en la mañana. Dijo Alexa.

Y cerraron la puerta.

Ash continuó hasta casi medianoche para terminar, ya está en un 93% completado, pero aprovecho para buscar la música adecuada para agradecer a su amada y querida reportera.

Muy bien, tengo 3 opciones pero a menos de 5 minutos de la medianoche debo terminar por ahora. Dijo Ash.

Guarda todo, apaga la laptop, se cepilla los dientes y se va a dormir. Y como no podría ser de otra manera. Duerme con Alexa.

Se acomoda al lado derecho, se cubre con la sábana y dice.

Buenas noches Alexa. Dijo Ash.

Buenas noches Ash. Dijo Alexa.

Apagan las luces y se duermen.

A la mañana siguiente:

Sábado, primer o segundo día del fin de semana, ambos decidieron dormir un poco más.

Abrazados el uno al otro, a pesar de ser unos 5 centímetros más bajo que ella, no le molesta.

La alarma sonó a las 8:30 de la mañana. Ash apaga la alarma, se estira y ve que Alexa sigue dormida.

Buenos días mí amada reportera. Dijo Ash.

Claro no respondió, se levanta y va al inodoro.

Se lava la cara y al verse al espejo.

Muy bien, casi termino 6 meses de trabajo, desvelo y varios tropiezos. Y algo especial para ella. Dijo Ash.

Sale del baño rumbo a la sala, de un cajón debajo del televisor saca su laptop, un micrófono, pone todo en la mesa en frente del sillón, se sienta, enciende su laptop y comienza a terminar de grabar sus últimas líneas.

Claro desde lejos, Alexa ve todo, y se dirige al baño.

De vuelta al gimnasio:

Fue una noche espantosa, pero finalmente los pudimos sacar. Dijo Viola.

La pregunta ahora es, ¿Por qué vinieron del bosque? Pensé que el problema con ellos fue solucionado. Dijo Grant.

Algo me dice que luego de todo el caos provocado por el equipo Flare, bueno muchos pokémon salvajes huyeron de los bosques hacía las ciudades, dado que aún hay raíces sueltas. Dijo Viola.

Entonces es por eso, solo quieren buscan un hogar. Dijo Grant.

Y barrieron la arena del gimnasio.

De vuelta con la parejita:

Alexa prepara el desayuno y Ash aparte de terminar su proyecto.

Muy de jazz, demasiado lenta, es música más. Cielos. Dijo él.

Trata de buscar la música adecuada para darle el regalo a Alexa pero todas las opciones que ha escuchado. No funcionan según sus palabras.

Debe haber algo que pueda usar. Dijo Ash.

Pero fue interrumpido, Alexa lo llamó para desayunar.

Enseguida voy. Dijo Ash.

Guarda todo y va al comedor.

Estuve escuchando música mientras escribías. ¿Planeas algo? Pregunto Alexa.

Sabe que si lo descubre, adiós regalo sorpresa. Así que invento una excusa.

Necesito relajarme un poco aunque sea, ya estoy cerca de terminar pero el estrés y el tiempo no ayudan. Respondió Ash.

Entonces por eso la música, muy bien. Dijo Alexa.

Por poco. Dijo Ash en su mente.

Luego de desayunar, Alexa fue a la habitación de ambos a trabajar en sus próximos reportajes y Ash se quedó en la sala.

Viendo al techo y aún con la duda de qué tipo de canción le daría a Alexa, entonces recordó uno de los viajes para el reporte, fueron a Kanto para hablar con el teniente Surge y ver qué tan cierto es que de verdad participo en la guerra.

Aunque al verlo como un periodista.

Flashback.

¿Renunciaste a las batallas? Creo que ya no eres el de antes. Dijo él.

Larga historia, pero necesito entrevistarlo para mi proyecto. Además como que la edad ya le pesa. Dijo Ash.

¡ME ACABAS DE DECIR ANCIANO! Muy bien, un combate uno a uno y si ganas te ayudaré con esa cosa, ¿Y quién es la dama? Pregunto Surge.

Soy su novia y también lo ayudo con su proyecto. Respondió Alexa.

Eh, mejor vayamos al campo de batalla. Dijo Surge.

Una batalla después:

Raichu ya no puede pelear, Pikachu gana y la victoria es de Ash. Dijo el árbitro.

Claro ve que celebra junto a la rata mata legendarios y con Alexa.

Muy bien, aún eres ese niño de 10 años que me derroto de una manera increíble. Por donde quieres iniciar. Dijo Surge.

Luego de 3 horas se fueron con la información.

Fin del flashback.

Esta entrevista fue una de las más tranquilas para ellos, a diferencia de las siguientes.

El día paso sin nada fuera de lo común, Ash aún busca la música perfecta aunque todavía no ha hallado algo bueno. Luego de las 2 de la tarde decidió dormir un rato.

Claro que luego de las 6 de la noche, alguien tocó la puerta.

Que, 5 minutos más papá. Dijo Alexa.

Yo voy a abrir. Dijo Ash rumbo a la puerta.

Aún con sueño y algo tambaleante. Fue a la puerta.

La abre y ve a.

¿Korrina? Que haces aquí. Dijo Ash.

Pase por el gimnasio Santalure dejando unas cosas que Viola me pidió y me dijo que vives aquí. Dijo ella.

Hola Korrina, si quieres puedes pasar. Dijo Alexa.

Entra al apartamento y se cierra la puerta.

Bonito lugar, algo pequeño pero para ustedes está bien. Dijo Korrina.

Es lo mejor por ahora, y que clase de cosas le dejaste a mi hermana. Dijo Alexa.

2 pares de patines y 6 equipos de escalada, dicen que desean ir al monte Coronet dentro de 5 meses a poder pasar mucha emoción según ella, y Grant por supuesto. Dijo Korrina.

Buscan lo mejor para sacarme canas antes de tiempo. Dijo Alexa con una cara de enojo y unas cuantas venas remarcadas en la frente.

Y como están ustedes, veo por las fotos en esa mesa que han vivido muchas cosas. Dijo Korrina.

Bastantes, aunque ir a la cueva de los espejos fue algo aterrador. Dijo Ash.

Descubrimos la realidad alterna que Ash visito en su viaje y aparte de estar con la versión más posesiva de Serena. Descubrí que mi yo de ese mundo. Es una entrenadora muy agresiva y quiere robarse a ese Ash. Dijo Alexa.

Me sorprende que no se llevó a Ash. Dijo Korrina.

Casi lo consigue, y le di un buen puñetazo en la cara. Era para un trabajo del curso intensivo de periodismo en donde entró. Dijo Alexa.

Y cuando es la graduación. Dijo ella.

En 2 semanas, el lunes debo entregar mi proyecto final y un día antes nos dicen los resultados. Dijo Ash usando su laptop.
Korrina se acerca y ve que está editando el trabajo y vio la presentación del mismo.

Muy colorido, serio y algo extravagante. Dijo ella.

Creo que Archie le encantará. Dijo Alexa.

Bueno debo irme, mi abuelo debe estar cansado de tanto esperarme. Dijo Korrina.

Espera, toma esto. Dijo Ash.

Y le da 2 invitaciones.

Wow, muchas gracias. Veré si quiere ir. 8 de marzo muy bien te avisaré si podemos ir adiós. Dijo Korrina.

Y corre escaleras abajo.

Aún te quedan 13 invitaciones. Dijo Alexa.

12 de hecho. Grant también irá. Dijo Ash.

Y de nuevo entran a su apartamento.

3 horas después:

Luego de una extensa corrección de palabras, grabar la despedida del proyecto y unos detallitos más.

Terminé, digo terminamos. Dijo Ash.

No siento mis dedos, había muchas palabras mal dichas o equivocadas. Dijo Alexa.

Con lo rápido que escribí no las pude notar. Dijo Ash.

Lo importante es que ya terminaste, guarda una copia en caso de que algo llegue a pasar. Dijo Alexa.

Entonces crea una copia del proyecto aunque, tomará 3 horas en crearse.

Y dime, una vez que termines. ¿Qué harás? Escuché que hay una nueva región llama Alola, es un paraíso tropical y no hay gimnasios cómo en otras regiones. Dijo Alexa.

Se oye muy interesante, decidí tomarme un año libre porque luego de tantas derrotas y más la última en Kalos me puse a pensar que haré desde ahora, tal vez decida lo que haré antes de terminar este año. Dijo Ash.

Ya que estaremos un buen rato aquí. ¿Jugamos God Of War? Pregunto Alexa.

Me apunto, voy por los controles y las botanas. Respondió Ash.

Y así jugaron hasta pasada las 2 de la mañana del domingo.

Claro el proyecto se copió con éxito y fueron a caer rendidos, en su cama.

Ash últimamente ha tenido sueños muy raros y hoy será uno de esos.

Despierta en su salón de clases donde estudió el curso intensivo, de una de las puertas sale su maestro pero hay un detalle. Estaba vestido con el primer atuendo por el cuál viajo en Kalos.

Bien señor Ketchum, debo decir que su trabajo fue. Un desastre, al parecer fue un error que fueras a este lugar. Dijo él.
Y quema su trabajo.

Seguido todos sus compañeros se ríen de él. Entonces aparece Alexa y le dice con una voz de enojo o mejor dicho gritando.

¡SABÍA QUE ARRUINARÍAS ESTO, JAMÁS DEBÍ ACEPTAR SER NOVIA DE UN NIÑO COMO TU! Grito ella.

Y tira el brazalete que le dio y se va.

Las burlas siguen hasta que.

Abre los ojos de repente. Mira su celular y son.

Las 3 y media de la madrugada, pero que sueño más loco o pesadilla más bien. Dijo Ash.

Se voltea y ve a Alexa dormida pero con una gran sonrisa.

No te voy a decepcionar, aunque me gustaría saber porque soñé esto. Lo pensaré mejor en la mañana. Dijo él de nuevo.

Y se vuelve a dormir.

Más tarde.

Eran las 6 de la mañana, nada fuera de lo común. Los pocos negocios que abren este día se preparan para abrir o solamente querían descansar luego de una semana pesada de trabajo.

Y como cualquier otro día, se reparten periódicos, revistas y demás, pero lo veremos más adelante.

De vuelta con ellos:

Ambos aún duermen y como Ash quedó algo tocado con la pesadilla salió un momento sin despertarla y fue al balcón.

Contempló la vista de la ciudad y el sol poco a poco saliendo del horizonte.

Supongo que una parte de mí teme el fracaso y la posibilidad de que Alexa me deje y no me culpo, aunque una de las entrevistas más difíciles fue la del Kaiser. Dijo Ash.

Entonces recuerda una de las entrevistas más peligrosas para su proyecto.

Flashback.

Nos encontramos en la zona safari en Kanto y ambos se dirigen a ver a un excéntrico personaje.

Dime, es verdad que ese sujeto usa sus armas para señalar. Dijo Alexa.

Así es, aún recuerdo ese momento de mi viaje por Kanto. Dijo Ash.

Llegaron al lugar y entonces Ash tocó la puerta. Luego de un minuto.

Si alguien se atreve a lastimar a mi Dratini se mueren. Dijo el Kaiser apuntando sus pistolas hacia ellos.

Ya veo que no mentías. ¡AYUDA! Grito Alexa.

Baje las armas soy yo Ash Ketchum. Dijo él.

¿Ash? ¿Eres tú? Tanto tiempo sin pasar por aquí. Dijo él.

Larga historia, me preguntaba si podía hablar con usted unos minutos. Dijo Ash.

Está bien pasen. Dijo el Kaiser.

Pasan adentro del lugar.

Veo que este lugar no ha cambiado mucho desde que vine hace años aquí. Dijo Ash.

Muy poca gente viene ahora. Más dado que a unos 20 kilómetros de aquí hay un nuevo lugar de safari. Tal vez lo cierre y pase el resto de mis días en paz. Dijo el Kaiser.

Tal vez sea lo mejor. Dijo Alexa.

Quien es la dama que te está acompañando. Dijo él.

Quiero que conozca a Alexa, reportera pokémon y es, mi novia. Dijo Ash algo avergonzado.

¿Tu novia? Y yo creí que esa pelinaranja estaría contigo. Dijo el Kaiser.

Es algo complicado pero sí. Dijo Alexa.

Entonces Ash enciende su cámara similar a la de Alexa y antes de comenzar a grabar.

Dudo que sepa algo pero, ¿Conoce las guerras mundiales pokémon? O algo parecido. Dijo Ash.

Hmmm. Ya recuerdo. Dijo el Kaiser.

Y comienza a grabar.

Durante una hora explico la participación de su abuelo en la primera guerra. Y ciertos detalles curiosos de la misma.

Luego de terminar.

Muchas gracias por este aporte, y que paso después. Dijo Alexa.

Mi padre me contó que cuando inicio el segundo conflicto él no dudo en pelear de nuevo. Y desafortunadamente falleció en medio de la defensa de ciudad Lumiose. Dijo él.

Lo lamento mucho, y todo bien con Dratini. Dijo Ash.

Se levantó y se fue al mismo lugar donde lo vieron. Entonces apareció y no estaba solo.

Así que al final tuvo hijos. Dijo Alexa.

Así es, y si por alguna razón alguien los filma. Se ganan su buena dosis de plomo caliente. Dijo el Kaiser con sus pistolas en sus manos.

Alexa casi se desmaya, en ese momento estaba trabajando en un artículo sobre Dratini y sus evoluciones y este parecía un momento irrepetible.

Pero.

Ella trabaja en varias revistas y resulta que uno de sus trabajos es precisamente sobre ellos y ella no revelará dónde están ellos. Dijo Ash.

Luego de pensarlo un momento.

Solo una condición, que mantenga este sitio sin revelar. Dijo el Kaiser.

Tra, trato hecho. Dijo Alexa tartamudeando de los nervios.

Ash pudo obtener información para su proyecto y Alexa unas grabaciones vitales para ese trabajo.

Fin del flashback.

Fue una experiencia muy fea pero me ayudó con mi proyecto, le daré la mejor canción para que sepa cuánto la quiero a pesar de mis defectos. Dijo Ash.

Volvió a cerrar la ventana, y con cuidado se volvió a acostar.

Y se durmió de nuevo.

Regresando con nuestro amigo:

Su nombre es Jericó y en resumen hace esto para así poder costearse su universidad.

Veamos, ya repartí en toda el área del centro excepto en el edificio de apartamentos que está en línea recta al gimnasio Santalure. Dijo él.

Y se va directo a esa área.

Con Ash y Alexa:

La alarma sonó a las 8 en punto, Alexa apagó la alarma, de estiro y se levantó de la cama y dejo dormir a Ash un poco más.
Y fue al baño.

Mientras se lava la cara.

Nuestra relación ha pasado por muchas pruebas, cómo al atravesar el bosque verde de camino a ciudad Pewter. Dijo Alexa en su mente.

Y vemos una imagen mental de ambos siendo perseguidos por una horda de Beedrils.

O caer por un acantilado en la cueva de los dragones. Dijo Alexa.

Y vemos una imagen de ambos abrazados mientras caen al vacío.

Y principalmente la cueva de los espejos por impulso de él. Dijo ella de nuevo.

De nuevo una imagen está vez, de la Serena alterna llevándose a Ash mientras su yo de ese mundo la sigue y detrás la Alexa que conocemos.

Además de ciertos hábitos que hace, impulsivo, algo terco y otras cosas pero, también amable, cariñoso y que puedo decir. Un buen físico. Si Viola ha soportado las locuras de Grant y sacándome canas antes de tiempo, yo he hecho lo mismo con Ash. Dijo Alexa en su mente.

Luego de salir del baño fue directo a la cocina.      
                                                   

Con Jericó:                    
                                                   

Se dirige a donde está nuestra pareja pero recibe una llamada.

¿Diga? Solo me falta un edificio y luego regreso a recoger más periódicos. Dijo él.

De acuerdo pero date prisa, hay gente quejándose de que aún no han recibido los suyo. Dijo su jefe Marcus.

Lo sería si contrataras al menos a 6 personas más en vez de invertir en esa sección para adultos de la imprenta. Dijo Jericó.

Eso es lo que genera más ganancias y mantiene los salarios de todos, incluyéndote. Pero si debo contratar más personal. Termina esa ruta y ven aquí. Dijo Marcus.

Está bien ya casi llego. Dijo Jericó.

Entonces pedalea más rápido para llegar hasta allá.

Y con los futuros marido y mujer:

Ash despierta y se dirige al baño, se enjuaga y va a la sala.

Buenos días Ash, te deje dormir un poco más porque no quería molestarte. Dijo Alexa.

Está bien. Dijo Ash.

Se dirige al balcón y observa la vista, entonces recuerda la última entrevista, en este caso fue con el abuelo de Skyla.

Flashback.

Nos encontramos en ciudad Mistralton, después de las odiseas más complicadas y raras del mundo. Finalmente harán la última entrevista para así iniciar con el proyecto de Ash.

Caídas, viajes a otras dimensiones, situaciones no aptas para menores. Ha sido un viaje muy movido. Dijo Ash.

Más lo de la cueva de los espejos y el viaje a Islas naranja, más cuando Melody quiso seducirte. Dijo Alexa algo molesta.

Pero si me aparte de ella y le expliqué que ya tengo novia, aunque de todas maneras se me tiró encima. Dijo Ash.

Y le di un puñetazo que la mando a dormir. Dijo Alexa.

Para que toda la isla nos quisiera matar. Por suerte les explicamos y evadimos el destierro. Dijo Ash.

Entonces llegan al aeródromo y ven a Skyla.

Hola chicos. Dijo ella.

Hola Skyla, así que lo que oí es cierto. Dijo Ash.

Finalmente entre a la competencia de vuelo mundial. Y veo que alguien finalmente te pudo atrapar. Dijo Skyla.

En efecto, y tú abuelo está en casa. Dijo Ash.

Claro, está en el hangar. Dijo ella.

Muy bien iremos allá. Dijo Alexa.

Y se fueron.

Luego de caminar por 2 minutos.

Asqueroso motor de pacotilla. Dijo Miles.

¡MILES! Aquí abajo. Dijo Ash.

¿Ash? Enseguida bajo. Dijo él.

Luego de bajar de la escalera y explicarle lo que harán.

Así que, es eso. Normalmente no comento esto dado que me trae horribles recuerdos, pero haré una excepción. Dijo Miles.

Entonces lo siguieron hasta dentro del hangar principal.

Se acomodaron en una mesa y entonces:

Esto será largo, pero comencemos desde los años 40 del siglo pasado. Dijo Miles comenzando a hablar.

La mayoría de lo que hablo, digamos que no es apto para este tipo de fic.

3 horas después.

Y luego de finalizado todo, jamás quise retomar un avión de nuevo. Pero cuando Skyla heredo ese gusto por volar, era evidente que no podía negarle esto y decidí enseñarle. Dijo Miles.

Al enterarme de su pasado, tuve miedo durante 3 meses. Dijo Skyla.

Debió ser algo muy terrorífico, más cuando se lanzó el ataque a ciudad Castelia en esa época. Dijo Ash.

O el bombardeo de ciudad Slateport. Dijo Alexa.

Esperemos que no tengamos que revivir esta oscura época. Y gracias por visitarnos. Dijo Miles.

Se quedaron un rato más y al atardecer se fueron.

Fin del flashback.

Con nuestro repartidor:

Llega al edificio de apartamentos. Para los pisos inferiores los entrega él mismo, pero para los pisos más altos.

Hora de sacar el armamento pesado. Braviary sal ya. Dijo Jericó.

Buenos días, llego la hora de eso. ¿Verdad? Pregunto su pokémon.

Correcto, ahora usa combate cercano y entrega todos los pedidos. Respondió Jericó.

Lanza los periódicos y revistas al aire y de una patada los envía a los pisos más altos.

Primero de los lados norte y oeste, y luego sur y oeste. Que hablando de él.

Ella ha hecho mucho por mí, no solo con mi proyecto sino que a pesar de mis defectos me ha querido, debe haber una canción que le diga gracias a pesar de como soy. Dijo Ash en su mente.

Bueno solo falta aquí. Dijo Jericó.

Lanza el periódico pero junto a una revista así que.

Algo me dice que mi salario será reducido por esa revista. Dijo él.

Compremos una revista igual y así completamos el pedido. Dijo Braviary.

Claro nuestro romeo aún pensaba en esa música adecuada para su chica, o mujer en este caso cuando.

¡AUCH! Grito él.

Y fue tirado al suelo por el impacto.

¡ASH! Que te paso. Dijo Alexa.

Algo me dio en la cabeza. Dijo Ash.

Al levantarse y ver hacia la calle.

Lo lamento hermano, la revista que está ahí es gratis. Dijo Jericó.

Está bien, pero la próxima vez avisa. Dijo Ash.

De acuerdo. Dijo Jericó.

Y se fueron.

Claro Ash vio la revista.

Esta es una en donde trabaja ella. Y que es esto. Dijo Ash.

“Vea nuestra sección de música”

Interesante, aunque pudo haber sido de otra forma. Dijo él.

Y se fue a la habitación donde duermen.

Mientras ella preparaba la cena.

Él se prepara para mañana.

Camiseta, guantes, laptop, carnet, chicles, ropa interior lista para después de salir de la ducha, listo es todo. Dijo Ash.

Aprovecha para leer la revista que por accidente lo golpeo.

Ve la sección música, entre varias propuestas encuentra las que marco previamente, pero al oírlas en su celular.

Son horribles, aunque la última me pareció perfecta pero no encaja con lo que busco. Dijo Ash.

Siguió hojeando la sección de música hasta que casi cerca del final.

Hmmm. Esta es interesante. Dijo Ash.

Al reproducirla con los audífonos puestos.

Esa es la indicada. Luego de exponer mi trabajo llamare a Grant. Dijo Ash.

Una vez hecho todo fue a esperar la cena.

El resto de la noche fue tranquila, ya luego de las 10 de la noche ambos se fueron a dormir, mañana será un día muy pesado.
A la mañana siguiente:

¡YA ES TARDE! Gritaron ambos.

La defensa final es desde las 8 de la mañana, y eran las 6:30.

Fueron al baño, se lavaron la cara, se refrescaron, cada uno se ducho por separado, comieron y Ash casi se ahoga con el cereal.
Y una vez con todo preparado.

Laptop, mochila, cargador, ropa puesta, pokébolas. Bien eso es todo. Dijo Alexa.

Fueron escaleras abajo hasta llegar al primer piso y a la acera.

Gogoat, sal. Dijo ella.

Se suben los 2 y a todo galope van al lugar donde será todo. La universidad Santalure.

Solo que olvidaron un detalle antes de salir.

¡ME DEJARON! Gritó Pikachu.

Y salió por el balcón, dejo bloqueada la ventana y se fue.

En la entrada de la universidad, está el maestro durante su curso de un año. Alto, pelo corto color café, ojos rojos, piel clara y vestido con saco y corbata. (Muy formal diría yo.)

Su nombre, Archie Steinfeld.

Recuerden que hoy es la defensa final del curso de periodismo y espero ver buenos proyectos. Dijo él.

Y desde lo lejos, oye un alboroto. Ve con sus binoculares una gran nube de polvo viniendo hacia la entrada de la universidad.
Al salir de la misma.

Con que ellos son, una de mis mejores estudiantes y su novio. Dijo Archie.

Claro ellos van sin freno y no pueden parar.

Creo que debemos detenernos o vamos a chocar. Dijo Ash.

Hay un problema, le ordene a Gogoat que fuéramos lo más rápido posible y ahora no se detiene. Dijo Alexa.

O cielos. Dijo Ash.

Entre tanto:

Todos retírense de la entrada, esto será muy peligroso. Dijo Archie.

Varios testigos graban todo lo que ocurre y antes de que pase algo horrible.

Vamos Gogoat ya estamos cerca detente por favor. Dijo Alexa.

Claro finalmente escucho y con sus pezuñas comienza a detenerse, por desgracia no se puede decir lo mismo de Ash.

Y una vez frena de forma brusca.

Sale disparado de Gogoat directo al edificio.

¡ASH! Gritó Alexa.

¡MALDICIÓN! Gritó Ash.

Tangrowth sal y atrápalo. Dijo Archie.

Y sale el pokémon medusa, y junta sus manos para hacer un guante de béisbol gigantesco.

Derecha, un poco más. Ahora un poco a la izquierda. Listo atrápalo. Dijo él.

Lo captura pero, iba demasiado rápido y termina pasando las enredaderas y bueno. Se estrella contra la pared principal del recinto. Y cae al suelo.

Los presentes lo auxilian.

Apártense, denle espacio para que respire. ¿Estás bien? Pregunto Archie.

S, sí. Pero siento que me dieron una paliza un par de Machamps. Respondió Ash.

Claro se acerca Alexa.

¡ASH! Dios mío tu frente está sangrando. Dijo ella.

Ambos lo suben a una camilla y lo llevan a la enfermería.

Pues, todos sus músculos están adoloridos pero no es nada que un buen descanso lo arregle. Dijo la enfermera.

Le vendan la cabeza y salen rumbo a su salón.

Estoy dispuesto a aplazar las entregas y las exposiciones solo para que puedas presentarte en las mejores condiciones. Dijo Archie.

Mejor no, muchos al igual que yo pasaron meses haciendo esto. Dijo Ash.

Pero mírate, no puedes mantenerte de pie y es mi culpa. Dijo Alexa.

Tú no tienes la culpa de nada. Ambos querían llegar a tiempo, si fue apresurado pero lo hiciste por una buena causa. Serás el primero en pasar. Dijo Archie.

Y entre los 2 lo llevan.

Pero antes de entrar.

Encontré a este Pikachu rondando por los jardines. Dijo un guardia de seguridad.

¿Pikachu? Un momento acaso. Dijo Alexa.

Ustedes se fueron a toda prisa y me dejaron atrás y por Arceus que te paso. Dijo él.

Larga historia. Dijo Ash.

Y deciden entrar al salón, claro todos se quedan sorprendidos al ver cómo quedó Ash.

En eso se acerca uno de sus amigos durante el curso, Marcus.

Amigo te ves deshecho, no deberías pasar. Dijo él.

Será el primero señor Marcus. ¿Alguna objeción? Pregunto Archie.

Y nadie respondió.

Excelente, cómo saben su compañero literalmente está molido por el tremendo golpe que recibió y a pesar de eso está aquí para terminar su curso. Así que comencemos esto. Dijo él.

Alexa lo llevo al escritorio de Archie, saco su laptop y la conecto al proyector. A pesar del dolor Ash pudo abrir el archivo y antes de iniciar. 

Buenos días compañeros, esperaba no estar así cuando tocará mi proyecto. Pero el destino es un desgraciado. Alexa me ayudara explicando los detalles de mi trabajo. Dijo Ash.

Entonces tecleo unas cosas y su presentación inicio.

Las guerras mundiales pokémon, por Ash Ketchum y Alexa. Dijo el propio Ash.

Durante 1 hora y media fue explicando los motivos, causas y consecuencias de ambos enfrentamientos, las entrevistas y demás cosas que aparecieron en su investigación y al terminar.

Pues que puedo decir, ha sido una buena experiencia poder reunir todo lo necesario para este proyecto y muchas gracias a quien estuvo a mi lado durante todo esto. Vamos no seas tímida. Dijo Ash.

Y con los nervios a tope, Alexa se acerca y se pone al lado izquierdo de Ash.

Si me lleva 10 años de diferencia pero ha sido un gran apoyo en todo esto. ¿Algo que decir amorcito? Pregunto Ash.

Bu, bu, bueno fue un honor haberte ayudado en esta locura. Cuando me tocó hacer mi proyecto fue complicado más dado que solo era yo. Pe, pe, pero fue gratificante poder terminarlo y ahora es más fácil. Pero gracias Ash. Dijo Alexa.

Y cuando se disponían a darse un beso.

A ver par de calenturientos ya busquen un cuarto. Dijo el Noivern de Alexa.

Ahora sí verás. Dijo Alexa.

Pero se resbala con una lata de aerosol y cae encima de Ash.

Muchas gracias por todo y que viva el amor. Dijo Pikachu.

Y así termina su proyecto.

Claro todos estallaron en risas por el final.

Ellos apartaron la mirada por la vergüenza.

A ver todos basta de risas. Fuera de esa demostración de afecto y algo de humor. ¿Cómo califican el trabajo de Ash y Alexa? Pregunto Archie.

Fue Marcus quién habló primero.

Increíble, debió ser un horror reunir todo de cada región y encima poder hablar con aquellos que la vivieron en carne propia. Dijo él.

Y cada uno comento lo increíble y bien detallado del proyecto.

Muy bien pueden retirarse, o mejor los ayudo. Marcus es tu turno. Dijo Archie.

Y con cuidado van a su asiento.

Si quieres puedes irte, yo te llamaré una vez los resultados estén listos. Dijo él.

Me quedaré, quiero ver cómo lo hicieron los demás. Dijo Ash.

Muy bien es tu elección. Señor Marcus adelante. Dijo Archie.

Con su amigo fue la contaminación del mundo Pokémon y como revertirla. La cultura de Kanto, las distintas variedades de bayas, el futuro de los pokémon. Fueron muy diversos.

Cuando la última persona termino de exponer.

Debo decir que todos hicieron magníficos proyectos y será complicado poder escoger al mejor. Pueden retirarse y nos veremos en 2 semanas. Dijo Archie.

Iré a visitarte una vez estés mejor. Dijo Marcus.

De acuerdo. Dijo Ash.

Y se dan la mano.

Afuera de la universidad, ven la marca que dejó Ash en la pared.

Bien fue impresionante que a pesar de estar muy lastimado pudieras presentar tu proyecto final y espero verte mejor el día de la graduación. Dijo Archie.

Y se retira no sin antes.

Ten para el taxi. Dijo él.
Y ahora sí, se retira.

Alexa fue por el taxi y ambos van a su hogar.

Eran las 11 de la mañana así que no había mucho que hacer.

Iré por unas cosas al supermercado. Procura no moverte demasiado. Dijo Alexa.

Y le da un beso en la frente lastimada y se va.

Una vez lejos.

Aunque me duela mucho debo hacer esa llamada. Dijo Ash.

Y como pudo llamo a Grant. Le explicó lo que le pasó y sobre lo del proyecto pero lo principal fue que encontró la música perfecta para darle las gracias a Alexa por toda su ayuda y ser una excelente novia con él.

(A pesar de que casi lo mata.)

Le respondió que por lo menos practique la canción cuando esté solo y que una vez sea el momento que deje ir lo que siente en la música. Le dará una mano cuando llegue el día.

Comienza a escuchar la canción todas las veces posibles. Memoriza la letra y una vez que ya se la aprendió.

Bien, solo debo esperar y que mis lesiones sanen por completo. Dijo Ash.

Y se durmió, principalmente por el dolor de moverse dada su condición actual.

Claro Alexa llega con lo que trajo y al verlo tranquilo con una sonrisa en su rostro, decide dejarlo descansar.

Durante las 2 semanas previas al día de su graduación, Ash se recupera lo suficiente para que al menos no se caiga con cada paso, Alexa prepara los siguientes trabajos para las revistas que la contrataron, y Grant ya tiene lo necesario para el día.

Entonces el lunes previo al día de la mujer y su graduación.

Mientras Alexa cocina y Ash termina de barrer el apartamento.

Una llamada suena desde su celular.

¿Hola? Archie, pues ya puedo moverme sin que mis articulaciones parezcan bisagras oxidadas. Y la llamada es por los resultados. ¿Verdad? Pregunto Ash.

Correcto, si puedes venir luego del mediodía está bien. Tengo que decirte una cosa. Dijo Archie.

Claro está más que nervioso porque si reprueba será un año invertido a la basura.

Después de las 2 de la tarde fueron allá y él fue a recibirlos, los llevo al mismo salón donde expuso y directamente les digo que Ash no solo saco la nota completa del proyecto sino que será parte de la biblioteca de la universidad para referencias futuras y una sorpresa para el día de mañana.

Esta noticia hizo que se Ash fuera de espaldas y casi termina en peor situación que cuando expuso.

Pero está feliz por no solo hacer pasado si no que su proyecto será inmortalizado.

Y será usado como referencia.

De inmediato ambos salieron rumbo al centro comercial y pues compraron ropa para la ocasión. Y avisaron a todos los que recibieron la invitación para que vinieran. Más Delia.

Pero tenía en mente el regalo para Alexa, llamo a Grant para ver si podía darle una mano para mañana.

Será lo mejor para ella.

Al día siguiente:

Pues la graduación será a luego de las 3 de la tarde y durante la mañana se prepararon para esto, aparte de relajarse un poco.
Desde la una de la tarde están allá, esperando el momento para que reciba su diploma y la sorpresa que recibirá. Recibió a cada uno de sus invitados, incluyendo a Cilan, Iris, May, Max, Dawn, bueno varios de sus antiguos compañeros de viaje.

Y una vez llegó la hora, se abrió con la música tradicional para éstos eventos, cada uno de los graduados entran, se acomodan en los asientos y pues comenzó todo.

El rector eligió a quienes lograron terminar ya sea el curso completo o lo que Ash hizo, varios números de baile, danza, ¿Comedia? Bueno, llegó la hora de los diplomas. Cada uno pasa por el suyo y cuando llegó su turno.

Ash. ¿Ketchup? Pregunto la asistente del rector.

Es Ketchum Clarisa, alguien escribió mal el nombre. Dijo Archie.

Y todos se ríen.

Se lo tomó con humor, recibe su diploma. Da un discurso sobre el proyecto y como Kalos se levantó cuál ave fénix la luego del caos hecho por Lysandre y el equipo Flare, y cierra dándole las gracias a Alexa por ayudarlo a crear su trabajo y darle lo necesario para esto. Sino también por ser una excelente novia y como era el día de la mujer, la hizo sentir como si fuera la reina de Kalos.

Y entre lágrimas, no sabiendo lo que recibirá luego. Acepto.

¿Y cuál fue la sorpresa? Literalmente una beca pagada para el curso completo, 10000 pokédolares y una ovación de todo el lugar.

2 horas después:

Todo ha terminado, fueron a celebrar al centro comercial, comida, karaoke y demás cosas.

Antes nuestra pareja, más Ash. Le regala diversas cosas por ser su día.

(Si estoy consciente de que es todos los días ese respeto y luchar por lo que es justo y no lo que hacen las feminazis.)

¿Para qué vinimos aquí? Pregunto Alexa.

Te daré un último regalo, para la mujer más bella de este mundo. Respondió Ash.

(Cómo si no hubiéramos visto esto en muchos lugares.)

Claro su corazón se aceleró mucho, le dijo que cierre sus ojos. Mientras prepara todo.

Luego de 10 minutos con los ojos cerrados, que le pusieron un antifaz. Y la llevaron a una mesa en medio de la plaza.

Muy bien, esto ha sido extenso. Dijo Alexa.

Pero valdrá la pena, ahora quítate el antifaz. Dijo Ash.

Lo hace y ve que.

Bueno esto es para ti, por esas noches de desvelo, idas y vueltas por todo el mundo y por ser alguien maravillosa. Esto es para ti Alexa. Dijo Ash.

Entonces Grant aparece con un piano, toca el instrumental de la canción. Alexa se queda sorprendida y en eso Ash comienza a cantar.

Instrumental de la canción:

https://youtu.be/alras94Wxo4

Esta canción está dedicada para ti, a pesar de mis defectos te quiero. Pero puedo cambiar algunas cosas. Dijo Ash.

Y comienza a cantar.

No puedo cambiar mi esencia,
Puedo mejorar mis flaquezas,
Si quieres camina conmigo,
Quisiera amarte hasta el infinito.
No puedo bajarte la luna.
Si puedo llevarte hacia ella,
No puedo bajarte una estrella,
Si puedo tratarte como a una de ellas.

[CORO]
Mi vida, te observaría hasta que no haya vista.
Te seguiría hasta el final del mundo si en el día te perdiera,
Hasta encontrarte no me marcharía,
Le pediría a Dios que te cuidara,             
Que en el peligro siempre te guardara,
Y cuando llega al fin la noche,
Darte las gracias porque estás aquí. Cantó Ash.

Alexa está sorprendida, Ash como regalo para este día. Le dedica una canción.

No puedo cambiar mis costumbres,
Puedo mejorar mi rutina,
No puedo evitar si hace frío,
Pero sé que puedo servirte de abrigo,
No puedo entregarte el mundo,
Si puedo llevarte donde quieras,
No puedo ser rey de Inglaterra,
Si puedo tratarte como una princesa.

Mi vida, te observaría hasta que no haya vista,
Te seguiría hasta el final del mundo si en el día te perdiera,
Hasta encontrarte no me marcharía,
Le pediría a Dios que te cuidara,
Que en el peligro siempre te guardara,
Y cuando llega al fin la noche,
Darte las gracias porque estás aquí.

En eso piensa en todo lo que ha vivido, momentos buenos, malos, raros. Pero siempre ha estado para ella y bueno, derramó varías lágrimas.

Y detrás de Grant sale una batería y Viola es quien está en ella.

Si tu presencia es fuerte,
Mi corazón lo siente y lo sabe que tú eres mi vida que sin ti no puedo vivir ooh,
Mi vida, te observaría hasta que no haya vista,
Te seguiría hasta el final del mundo si en el día te perdiera,
Hasta encontrarte no me marcharía,
Le pediría a Dios que te cuidara,
Que en el peligro siempre te guardara,
Y cuando llega al fin la noche,
Darte las gracias porque estás aquí.

Te seguiría hasta el final del mundo si en el día te perdiera
Hasta encontrarte no me marcharía
Le pediria a Dios que te cuidara
Que en el peligro siempre te guardara
Y cuando llega al fin la noche            
Darte las gracias porque estás aquí
Darte las gracias porque estás aquí. Terminó de cantar Ash.

Todos los presentes, incluyendo a todos los amigos de Ash, aplaudieron al unísono y Alexa simplemente no podía contener sus lágrimas.

¿Esto era de lo que hablabas? Me dedicaste una canción. Dijo Alexa.

Pensé en que debía darte para este día, y literalmente ya te he dado de todo un poco y llame a Grant para que me aconsejara y de ahí salió esto. Mientras terminaba el proyecto, busque la canción indicada para la ocasión y fue está. Dijo Ash.

Y fue una buena elección, dado como es Ash. Dijo Grant.

Así es, tal vez no pueda cambiar mi personalidad y muchas cosas de mi ser. Pero estoy dispuesto a cambiar ciertos detalles solo para hacerte feliz. Te amo Alexa, gracias por quererme como soy. Dijo Ash.

Y sin pensarlo 2 veces, lo toma de los hombros y le dan un beso y todos aplauden dado que le encantó y está más que feliz.

Al separarse:

Te amo Ash Ketchum, no importa que tan temerario, imprudente o loco seas. Si hay a veces que puedes ser algo impulsivo pero te quiero igual. Dijo Alexa.

Y ambos se dan un abrazo.

Gracias por la ayuda. Dijo Ash.

Si necesitas algo en ese sentido, ya tienes mi número. Dijo Grant.

Luego de celebrar casi hasta medianoche, ambos se retiran a su hogar. Van al balcón y contemplan el cielo estrellado, a pesar de las luces de la ciudad.

Ahora que ya termino el curso, ¿Qué hará ahora?

Bueno, puedes seguir hacia Alola, o poder especializarte con el curso completo pero es tu decisión, si pudiera te acompañaría a Alola pero. Tengo varios trabajos que debo hacer este año. Dijo Alexa.

Sabe que aún en el fondo aún ama las batallas, pero luego de perder 6 veces, estando tan cerca en Kalos quedando como sub campeón. ¿Debería renunciar?

Alexa, lo he pensado durante meses y más con este curso, Archie me dijo que puedo tomar la carrera completa en cualquier momento dado que es de por vida y es genial. Pero luego pienso en mis viajes y más con todo lo que hecho. Dijo Ash.

¿Entonces viajaras a Alola? No hay gimnasios pero hay algo llamado el reto de las islas. Dijo Alexa.

Lo que ahora vas a decir, piénsalo con cuidado. Ya en serio debe escoger.

La verdad, la liga Kalos me dejo molido. Más con lo que hizo Lysandre y tal vez deba dejarlas por un buen tiempo. Aceptaré la beca y seré un reportero como tú. Dijo Ash.

¿Es tu elección final? Serán los 5 años más caóticos de tu vida, más si decides dormir ahí. Dijo Alexa.

Le responde, con un beso y le dice.

Si pude soportar un año, toleraré lo que me venga encima. Si no podré contar con tu ayuda pero ya tengo lo necesario, pero si tengo dificultades te pediré ayuda. Dijo Ash.

Muy bien, bienvenido al loco mundo del periodismo. Dijo Alexa.

Vieron que ya era las 12:30 de la madrugada, cerraron todo, su pusieron sus ropas para dormir, se acostaron y se durmieron.
Comenzó como un descanso y termino con Ash quien será un periodista. ¿Los retos que deberá pasar serán difíciles? Es historia para otro día.

¡FIN!

Sin incluir las palabras de introducción y las de despedida. 9106 palabras, si al final lo que hice no fue ni remotamente un songfic o al menos un intento. He fallado. Bueno me servirá como experiencia.

Gracias a los jueces por leer este extenso fic, (tuve que quitar como más de 3000 palabras y al final término extenso de todas formas.)

Nos vemos en otra obra mía o publicación. Chao.

 PikaSwag PikaSwag


  Guerra y política en Kanto
Enviado por: DaniGronaberg - 18 Mar 2023
05:54 PM - Foro: Explícitos en progreso - Respuestas (10)

Guerra y Política en Kanto.

Indice.
Introducción.
 - Los combates.
 - La relación Humanos - Pokémon.
 - La defensa.
 - El deporte.
 - El Camino del Entrenador (La aventura)
 - Geografía de Kanto.
 - Mapa.

Capítulos.
Capítulo 1 - Muerte y soledad
Capítulo 2 - Un nuevo comienzo
Capítulo 3 - El orfanato
Capítulo 4 - Sipas
 
 
Introducción

El mundo Pokémon que estoy intentando recrear difiere en varios aspectos del que ya conocemos en medios como el anime o los videojuegos, mi intención es hacerlo lo más realista posible (dentro de todo lo realista que puede ser Pokémon) por tanto he introducido ciertos elementos que considero necesarios para desarrollar la historia de forma correcta para mi.
Es posible que muchas de las cosas que explico en esta introducción puedan entenderse por si mismas a medida que se vaya leyendo la historia.
Aún así he decidido explicar ciertos elementos, sobre todo aquellos que considero que difieren más de lo que estamos acostumbrados.
 
Los Combates
 
En este fanfic los combates no serán como los conocemos en el anime donde más o menos se respeta el sistema por turnos que se da en los juegos.
Estarán basados en los deportes de nuestro mundo. Antes del combate el entrenador tiene una charla con su equipo Pokémon y en base al rival al que deban enfrentarse desarrollaran una estrategia u otra.
De esa forma el entrenador no da instrucciones a cada movimiento que tenga que realizar el Pokémon, si no que estará a un lado de la cancha viendo como se desarrolla el combate y dando instrucciones puntuales sobre la marcha según como se desarrolle la pelea, un poco como hacen los entrenadores de fútbol o de cualquier deporte.
La relación Humanos-Pokémon
 
En este mundo los Pokémon eligen, si por ejemplo un Caterpies no quiere ser capturado simplemente no ser deja ver.
En caso de que un entrenador sorprenda a un Pokémon pueden pasar dos cosas.
La primera es que los Pokémon huyan, lo cual querría decir que no están dispuestos renunciar a su libertad.
La segunda es que acepten el reto del entrenador, es decir, aceptan la pelea y si el entrenador es capaz de vencerlos en combate lo considerarán digno y aceptarán pelear para el y no se resistirán cuando este lance la Pokéball. Si por el contrario el entrenador no los vence o no da un buen combate el Pokémon salvaje no se quedará en la Pokéball y huirá.
La Pokéball no tiene el poder de retener a un Pokémon contra su voluntad.
 
Por otra parte los Pokémon son considerados criaturas peligrosas ya que por los poderes que poseen podrían constituir una amenaza si están en malas manos.
En este mundo la población civil tiene prohibido poseer Pokémon así sea de la especie más débil, ya que mismo un Rattata podría matar a cualquiera si se le lanza al cuello y le muerde con un Hiper Colmillo.
Las únicas excepciones son la Defensa y los Deportes como veremos en los siguientes apartados.
 
La conexión de los Pokémon y los humanos
 
No todo el mundo puede poseer Pokémon, digamos que hay que tener una cierta conexión con estas criaturas. No es algo fácil de explicar, se suele resumir en “vales o no vales”, hay gente a la que los Pokémon se le acercan con más facilidad y estos son más receptivos la hora de recibir órdenes de determinadas personas.
Hay mucha gente que desearía entrenar Pokémon pero que no pueden ya que no tienen esa conexión y mucha gente que aún teniendo la conexión no está interesada en ellos.

 

La defensa
 
En este mundo no hay ejércitos tal como los conocemos aquí, los Pokémon se utilizan como armas de guerra. Esto genera por supuesto cierta polémica, ya que se usan seres vivos como armas, sin embargo los Pokémon no son como los animales de nuestro mundo, tienen mucha más autonomía y control de la situación. Son capaces de comprender nuestro lenguaje y muchos tienen una capacidad de raciocinio e inteligencia más alta que muchos humanos y si son parte del Ejército es porque ellos quieren, por que lo consideran un modo de vida digno para ellos o simplemente porque les guste.
 
Normalmente la Defensa está organizada jerárquicamente de la siguiente forma
 

1 - Poder Político
 
Primer Ministro/Presidente del Gobierno/Canciller/Rey.
No es un cargo militar sino político, es quien gobierna una nación como puede ser por ejemplo Kanto, similar a la figura de Jefe de Estado en nuestro mundo.
Normalmente sobre esta figura recae el Mando Supremo del Ejército en caso de guerra, no suelen ser entrenadores Pokémon ni suelen tener conocimientos sobre tácticas o técnicas de guerra por lo que son más una figura testimonial y se dejan asesorar por el Alto Mando. (Aunque esto no tiene porque ser así)
 

2 - Alto Mando
 
El Alto Mando está formado normalmente por el Campeón y la Elite 4, aunque no siempre es así, por ejemplo en Kanto en los años 90 no existía la figura del Campeón.
 
Campeón.
Líder del Alto Mando y Líder Militar del Ejército de la Nación. Considerado como el entrenador más poderoso.
 
Elite 4.
Grupo de cuatro entrenadores que en jerarquía son superiores a los Líderes de Gimnasio pero inferiores al Campeón y al Poder Político. Jerárquicamente son iguales entre ellos, por ejemplo, Dracón no es superior en rango a Sixto solo porque este sea el primero al que nos enfrentamos en los juegos.
 
 

3 - Cuerpos de Seguridad
 
Los llamados Cuerpos de Seguridad con aquellos que trabajan a pie de calle a nivel más local, realizan funciones que en nuestro mundo podría realizar la Policía. A pesar de esa labor policial, oficialmente forman parte del Ejército de la Nación y pueden ser llamados a luchar en la guerra.
Se dividen en dos, los Líderes de Gimnasio y los Entrenadores de Gimnasio.
 
Líderes de Gimnasio.
Las competencias de los Líderes se circunscribe a las regiones donde sus respectivos gimnasios tienen su sede, tienen a sus órdenes a los entrenadores de Gimnasio. Organizan la seguridad de su región y son parte fundamental también en los deportes ya que deben entregar las medallas a aquellos que quieran participar en la Liga.
 
 
Entrenadores de Gimnasios.
El escalafón más bajo del Ejército de la Nación, son los entrenadores que trabajan para los Líderes de Gimnasio y los que los ayudan en sus labores de orden público. En los juegos son aquellos a quienes nos enfrentamos antes del Líder.
Además de ejercer de policía algunas de sus acciones más habituales es la de mantener a los Pokémon salvajes fuera de las poblaciones de su región.
 
 

El deporte
 
Durante mediados del Siglo XX se popularizaron en todo el mundo los combates Pokémon deportivos. Si bien estos siempre se habían hecho de una u otra forma no fue hasta entonces cuando se convirtieron en un espectáculo de masas, algo en lo que Galar y Teselia fueron pioneros.
 
El deporte constituye la otra excepción además de la defensa a la hora de poseer Pokémon y es que un civil puede tener Pokémon bajo su mando si se dedica a competir, si la persona se retira de la competición los Pokémon deben ser obligatoriamente liberados o puestos a disposición de alguien con autoridad (Líder de Gimansio etc.) A no ser que esa persona siga ligada al mundo de los Pokémon, como por ejemplo trabajando en un refugio (se hablará de los refugios en el apartado siguiente)
De todas formas no es fácil convertirse en Entrenador Deportivo ya que hay que superar pruebas de todo tipo, tanto físicas como mentales y aunque alguien obtenga su Licencia de Entrenador hay que dar cuenta a las autoridades de los Pokémon que se poseen en cada momento.
Es habitual que mucha gente que empezó de Entrenador Deportivo acaben trabajando en los refugios o bien como parte de la Defensa ya sea como Entrenadores de Gimnasio o incluso como Líderes como el caso de Green/Azul.
 
En caso de que alguien quiera dedicarse a la competición deportiva está la Liga Pokémon, al igual que en los juegos para acceder a ella hay que conseguir las 8 medallas venciendo a los Líderes.
Los Líderes son obviamente más poderosos que entrenadores novatos pero siempre adecuarán su nivel al nivel que el entrenador tenga en ese momento para darle la oportunidad de ganar.
Una vez al año en la Meseta Añil se celebra la Liga Pokémon. La fase final consta de 32 participantes y todos los entrenadores que tengan las 8 medallas pueden participar. La única excepción son el Alto Mando, los Líderes de Gimnasio y los Entrenadores de Gimnasio que por su jerarquía están exentos del requisito de las 8 medallas, de todas formas tienen que superar la fase previa al igual que los demás y es que normalmente se presentan más de 32 participantes por lo que se realiza una fase previa para elegir a los afortunados que participarán en la fase final.
 
Como vemos el selecto grupo de entrenadores que forman El Ejército de la Nación (Alto Mando, Líderes y Entrenadores de Gimnasio) participan también de las competiciones deportivas aunque sean parte del Ejército.
Las guerras, en este mundo no son habituales (aunque como veremos, no siempre es así) por lo que los entrenadores del Ejército se han ido convirtiendo en estrellas deportivas ante la reiterada ausencia de conflictos.
El Camino del Entrenador (La aventura)
 
Este es el nombre que recibe en este mundo la aventura que nosotros jugamos en los videojuegos. Intenté hacerlo también de un modo realista.
El Camino del Entrenador es una tradición que existe en todo el mundo desde hace siglos, está ligada a una ancestral tradición que simbolizaba el paso a la adultez de un niño, y es que cuando alguien que tenía una fuerte conexión con los Pokémon alcanzaba la mayoría de edad, era enviado junto con un Pokémon a las tierras salvajes para probar su valía, con el tiempo se fueron estableciendo rutas entre pueblos y ciudades a través de los espacios naturales más peligrosos e inhóspitos para hacer esas pruebas más duras.
Todas aquellas personas que quisieran ser entrenadores para defender a su pueblo debían recorrer esas rutas. A día de hoy quien lo realiza lo hace por reto personal o como preparación deportiva.
Como se ve en el mapa, el Camino del Entrenador consiste en varias rutas que recorren el país a través de parajes naturales y que coinciden más o menos con las rutas de los juegos.
Esparcidos por el país hay varios de los llamados “Refugios de Entrenadores” que serán un poco lo que en los juegos conocemos como “Centros Pokémon” estos lugares están regentados por entrenadores con Pokémon a su servicio y su principal misión es ofrecer curación y descanso a los entrenadores que allí lleguen y estar atento a cualquier llamada de auxilio por parte de entrenadores en apuros. Si por ejemplo un entrenador tiene a su equipo debilitado en el Bosque Verde y su vida corre peligro al estar siendo atacado por un grupo de Beedrill la misión de la gente del refugio es ir a salvarlo. Siempre y cuando el entrenador tenga opción de comunicarse con ellos y siempre y cuando la llamada y el equipo de rescate llegue a tiempo.
Normalmente hay un refugio en cada ciudad y pueblo, pero como se ve en el mapa también los hay fuera en lugares considerados peligrosos o apartados.
El Camino del Entrenador sigue siendo habitual a día de hoy pero es considerado altamente peligro y se desaconseja recorrerlo si no se está preparado.
Introducirse en cuevas donde habitan Zubats, Golbats, Onix o Machop, ríos y mares donde haya Gyarados o Tentacruel, bosques donde incluso la picadura de un Weedle puede ser letal…
El número de personas muertas en este tipo de travesías fue siempre muy elevado, aunque en los años en los que comienza esta historia (años 30) se pudo reducir bastante el número de muertos.
Aclarar que este Camino del Entrenador no lo realizan exclusivamente jóvenes recién salidos del instituto/secundaria. Alguien con 40 años puede sacarse la licencia de entrenador y recorrer la región.
Un entrenador es libre de moverse de ciudad en ciudad y gimnasio en gimnasio por medios convencionales, ya sea coche, autobús o tren, sin embargo pocos son los que lo hacen ya que adentrarse en la naturaleza salvaje hace que aumenten sus probabilidades de cazar nuevos Pokémon o de entrenar a los que ya tienen.
Sin embargo lo que si hacen muchos es evitar ciertas zonas, es decir, si alguien considera que la montaña es muy peligrosa para el, puede moverse, por ejemplo, de Plateada a Celeste en tren para evitar el MT.Moon y seguir a pie desde allí.

Como conseguir la licencia de entrenador.
 
Al contrario que en los juegos y el anime en vez de empezar con diez años, lo cual es una locura, se empieza con dieciocho que suele ser cuando se alcanza la mayoría de edad y cuando la gente es en teoría libre y responsable.
 
Normalmente es fácil de identificar a jóvenes que tienen esa conexión con los Pokémon de la que hablamos antes y en el último año de instituto/secundaria hay una asignatura optativa destinada a esos jóvenes en la que se les enseña como lidiar con Pokémon tanto de forma práctica como teórica.
Una vez acaben el instituto/secundaria necesitan tener un profesional que los avale, es decir, un Entrenador Deportivo reconocido, alguien de la Defensa (Entrenadores de Gimnasio, Líderes, Alto Mando, Campeón) o alguien que trabaje con Pokémon y sea reconocido, por ejemplo, Samuel Oak, quien avaló a Red, Green y Blue.
Una vez tengan el aval deben superar unas pruebas físicas y psicológicas realizadas tanto por el Gobierno como por el Alto Mando y por el Gimnasios donde ser realicen las pruebas y si son superadas el nuevo entrenador puede recibir su licencia además de un Pokémon de manos de la persona que lo avaló.
A partir de ahí el joven entrenador tiene varias opciones, trabajar en uno de los refugios, optar a un puesto en uno de los Gimnasios de la Nación o probar suerte en el deporte con Pokémon.
 
Geografía de Kanto

A lo largo del fanfic se harán referencia a lugares que son exclusivos de esta historia por lo que el mapa que acompaña esta publicación pretende servir de guía.

Mapa físico
Hay algunos lugares a los que por falta de espacio no he podido ponerles nombre en el mapa, principalmente las montañas y los ríos. Son los siguientes:
 
Las montañas del oeste que separan Kanto de Johto son conocidas como la “Cordillera de la Plata”
Las montañas del norte reciben el nombre de “Cordillera del Norte”, dentro de esa cordillera, las montañas de las que forma parte el Mt.Moon se llaman “Montañas de la Luna”
Las montañas del Túnel Roca son conocidas como las “Montañas Moradas”
El río que desemboca cerca de Pueblo Paleta se conoce como Río Verde.
El río que desemboca entre las ciudades Verde y Azulona formando una bahía es conocido como el Río Grande y nace en la Cordillera de la Plata cerca de Ciudad Plateada.
El Río Grande se junta con otros dos en un punto donde hacen frontera cuatro regiones. El río que viene del norte, del Mt.Moon es el Río Luna y el que viene del este se llama Río Claro.
El río que forma un lago en Ciudad Celeste es el Río de Cristal, el lago se llama simplemente "Lago Celeste"
En la región de Pueblo Lavanda hay un río que forma una península, ese río es el Río de las Tormentas, la península recibe el nombre de "Península de los Muertos"
Entre Azafrán y Lavanda hay un río estrecho que hace de frontera entre ambas regiones, ese río es el Río del Paso.
El río al este de Ciudad Fucsia es conocido como el Río Calmo.

Mapa político
Kanto será denominado como un “país” o una “nación” ya que considero que este nombre es más adecuado para historia que quiero contar. De esa forma el término región se usará para nombrar las diferentes zonas de Kanto.
De todas formas, por motivos históricos o culturales alguna región de Kanto puede ser denominada como “país”  como "El País del Lago" sin que ello signifique que sea independiente.
El termino país o nación aplica también  para Johto, Galar, Sinnoh o cualquier otra.
 
Al momento de empezar mi historia Kanto es un país descentralizado donde hay 11 regiones con un alto grado de autogobierno. Cada región tiene su parlamento propio así como su Gimnasio y cuerpos de seguridad, aunque como veremos hay excepciones.
Las diferentes regiones tienen sus raices en antiguos reinos históricos y son las siguientes:

1 - Meseta Añil.
2 - Tohjo.
3 - Tierras de la Plata.
4 - País de las Colinas Verdes.
5 - País del Lago.
6 - Región del Azur.
7 - Región Ambar.
8 - Tierras Violetas.
9 - Costa Escarlata.
10 - Península Rosada.
11 - Archipiélago Castaño.
[Imagen: FmlEF9X.jpg]












 


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