Índice - Pokémon: Red/Green
#1
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Índice de Capítulos:
 
Capítulo 1: Rojo y verde
Capítulo 13: El rayo azul de Unova
Capítulo 14: Con el Maestro del Karate
Capítulo 15: ¿El rayo cae dos veces en el mismo lugar?
Capítulo 16: Aquello que se oculta en Pueblo Lavanda
Capítulo 17: Cruce de colores Act. I
Capítulo 18: Cruce de colores Act. II
Capítulo 19: Rojo, verde y azul
Capítulo 20: Detrás del gran hombre
Capítulo 21: Dama que duerme, dama que envenena
Capítulo 22: Anabel
Capítulo 23: A través de los espejos

Mostrar Ficha de personajes (SPOILER)
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Nombre: Red Augur
Edad: 16 años
Cabello: Negro
Ojos: Rojos
Lugar de Origen: Pueblo Paleta
Fecha de nacimiento: 11 de octubre de 1992
Equipo pokémon:
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Nombre: Green Oak
Edad: 16 años
Cabello: Café
Ojos: Verdes
Lugar de Origen: Pueblo Paleta
Fecha de nacimiento: 26 de octubre de 1992
Equipo pokémon:
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Nombre: Blue Oak
Edad: 16 años
Cabello: Castaño
Ojos: Azules
Lugar de Origen: Pueblo Paleta
Fecha de nacimiento: 26 de octubre de 1992
Equipo pokémon:
[Imagen: 3V1jyg2.png] [Imagen: bnrG7ol.png] [Imagen: L0hj6mq.png] [Imagen: GTFSa1f.png]
      Venus            Sparker             Otto                Kitty
Acompañantes:
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Longfic- Pokémon: Red/Green

Extension largaLongfic
FranquiciaCoregames
GéneroAventuraSuperación
Resumen

Red y Green emprenden su viaje como entrenadores pokémon. Aunque por razones diferentes, los dos rivales combatirán por el trono del campeón.

AdvertenciaViolenciaMutilaciones
#31
 
 Capítulo 13: El rayo azul de Unova
Ciudad Carmín, Kanto, 3 de noviembre de 2008.
 
Red ingresaba a la ciudad portuaria. Estaba un poco cansado de haber recorrido la ruta subterránea que pasaba debajo de Ciudad Azafrán, para poder llegar a Ciudad Carmín, lugar donde su vida había cambiado por completo hace 10 años.
 
Al caminar por las calles que estaban algo atestadas de gente, decidió hacer su primera parada obligatoria en una florería de la ciudad.
 
Su corazón latía increíblemente rápido mientras se acercaba a la tienda de flores, atendida por una muchacha de cabello café y ojos castaños.
 
- ¡Buenos días! - dijo la joven amablemente - ¿En que lo puedo ayudar?
 
-H… hola - dijo Red, estando tanto cansado como nervioso - Me… gustaría un par de rosas.
 
- ¡Muy bien! - contestó - ¿Qué tipo de rosas quiere? - sacando unas muestras de rosas de distintos colores, roja, blanca, amarilla y rosada.
 
-No lo sé - dijo Red - Conozco sus propiedades botánicas, pero no sé qué significa cada color.
 
-Verá, las amarillas significan amistad y gratitud, las rojas amor y cariño, las rosadas admiración y amistad, y las blancas pureza e inocencia - dijo la chica, tomando cada rosa mientras iba diciendo su significado.
 
Red estaba pensado, a simple vista cualquier flor sería buena, pero al saber que tenían significados dependiendo del color, no sabía muy bien cual elegir, quedando entre rojas o blancas.
 
-Quiero un par de rosas rojas - dijo el chico de ojos del mismo color.
 
- ¡Entendido! - tomando un par de las flores solicitadas por su cliente, cortándole las hojas de más y envolviendo ambas en una tira de periódico - El total sería de $1000.
 
Red sacó de su mochila una billetera de cuero café, que tenía el dinero que usaba para comprar su comida y otras cosas para su viaje como pokéballs, pociones, etc.
 
Le entregó el dinero y recibió las rosas de parte de la chica.
 
-Gracias, que le vaya bien - despidiéndose.
 
Red asintió y se dirigió a su destino, el lugar que era inevitable esquivar.
 
Respiró profundamente cuando llegó a la entrada del memorial en honor a las víctimas de la tragedia del hundimiento del S.S. Anne, ocurrido en 1998.
 
Ingresó lentamente al sitio, con sus piernas un poco temblorosas, sintiendo leves escalofríos cerca del cuello, mientras buscaba los nombres de sus padres entre tantas placas.
 
Detuvo su movimiento cuando encontró los nombres de ambos, su padre y su madre.
 
Akashi Augur y Lorett Augur.
 
Le llamó bastante la atención encontrar un ramo de claveles blancos y un par de rosas blancas en una especie de repisa de cemento que se hallaba debajo de la placa con los hombres inscritos.
 
Sonrió al percatarse de quien fue la persona que dejó ese tributo.
 
-Green - pensó Red, mientras sonreía levemente.
 
Era imposible que Green pasará por Ciudad Carmín, y que no hiciera una parada en el memorial. Ambos habían crecido juntos, admirando a Lorett, tanto como figura materna como entrenadora, recordando todos sus combates que eran transmitidos por televisión, recordando como usaba a su Flareon, su pokémon insignia y primer pokémon que el profesor Oak le había entregado como un Eevee.
 
Dejó las dos rosas rojas junto a las demás flores, quedándose parado, únicamente mirando la placa con los nombres de las dos personas que ya no se encontraban junto a él.
 
-Hola, mamá, hola, papá - comenzó a decir - lamento no haberlos visitado, es solo que… no sé.
 
Apretó fuertemente los puños, mientras su cuerpo comenzaba a temblar un poco.
 
-Yo… inicie mi viaje pokémon, mi inicial fue un Charmander, tal y como querías mamá. Ahora es un Charmeleon, es un pokémon muy leal y fuerte - dijo mientras sonreía un poco de tristeza - También atrapé a un Pidgey, un Mankey y un Paras, el segundo es un poco problemático, pero se... que me dirían que tengo que hacerme cargo de él por mí mismo.
 
Respiro profundamente para continuar.
 
-Ahora tengo dos medallas de gimnasio. Brock fue un oponente muy duro, pero gracias a Mankey y a Charmander pude derrotarlo y salir victorioso - dijo Red mientras sonreía, recordando su primera batalla contra un líder de gimnasio - Misty también fue una oponente complicada, pero el trabajo en equipo de Pidgeotto y Paras nos aseguró la victoria…fueron unas buenas batallas, en verdad - dijo a lo que de sus ojos comenzaron a salir lágrimas - Ojalá me hubieran visto… hubieran estado muy orgullosos.
 
Se secaba sus lágrimas, pero la acción era inútil, no se detenían. Apoyó su mano derecha en las letras que formaban los nombres de sus padres, quitándoles un poco el polvo que tenían.
 
Paras sintió que su entrenador estaba llorando, por lo que comenzó a acariciar su cabello negro, permaneciendo debajo de su gorra.
 
Tuvo miedo, durante esos 10 años desde el incidente sintió un miedo e inseguridad tremendos de emprender su viaje pokémon. No sabía si debía emprender ese recorrido o no, ya que ellos no se encontraban con él, estaba indeciso sobre si volverse o no un entrenador pokémon como su madre, algo que tanto ella como su papá estaban de acuerdo y lo apoyaban.
 
Apoyar.
 
Pese a eso, todavía tenía personas a su alrededor que lo estaban apoyando para que siguiera adelante y no se rindiera, nunca más.
 
El profesor Oak, amigo y tutor de su padre, que lo cuido y trato como a su propio nieto tras haber quedado huérfano, dándole un lugar en el laboratorio, donde quiso convertirse en su asistenta para intentar pagar por todo lo que el señor había hecho por él.
 
Sin embargo, Oak también quería que iniciara su viaje, ya que él sabía y sentía que era su sueño, ser junto con Green los entrenadores más fuertes.
 
Green y Blue también lo estaban apoyando, aunque el primero no lo sabía que había iniciado el viaje para participar en la Liga Pokémon.
 
Quería mucho a Green, ya que además de ser su rival en cierto sentido, también era una especie de hermano, y podía jurar al mundo entero que el chico de ojos verdes pensaba lo mismo que él.
 
En su primera batalla sintió inseguridad al combatir contra Green, estaba feliz con que el chico había ganado, pero en lo más profundo de su ser, también quería ganar y dar todo de sí.
 
Podía decirse que Green también fue responsable de su decisión de emprender su viaje, que, si no hubiera perdido contra él, todo este viaje no habría existido.
 
Blue, con quien tuvo un corto pero agradable viaje, siendo alguien directa y feliz, que, pese a decir que se sentía que estaba quedándose atrás, era la que primero podía reaccionar en una situación de peligro, recordando como ella actuó primero que él en Cabo Celeste, incluso si no tenía experiencia en combates.
 
Ella dijo que lo apoyaba, y él también la apoyaba en su decisión misteriosa de ir a Pueblo Lavanda, ya que se veía segura de lo que estaba haciendo, sintiéndose relajado al estar con ella.
 
Todos ellos, lo apoyaban y querían lo mejor para él. Eran una familia que estaba orgullosa de sus logros, fueran minúsculos o no.
 
Siguió llorando por bastante tiempo, desahogado todos esos años sin haber ido a ese lugar.
 
Varias personas que estaban allí se le quedaron viendo un momento, mas no lo juzgaban, ya que intuían que el chico había pasado por mucho.
 
Pasó el tiempo y Red dejó de llorar, sus ojos estaban tan enrojecidos como el color de su gorra, sin embargo, se sentía bien.
 
Dio un gran respiro para brindarle una cálida sonrisa a la placa.
 
-Adiós, mamá, papá - dijo Red - Prometo no defraudarlos esta vez.
 
Dicho esas palabras se marchó, decidiendo caminar un poco por el muelle antes de desafiar al líder del gimnasio, sintiéndose como si se hubiera quitado un peso de encima.
 
La brisa marina lo golpeaba fuerte, así como también los rayos del sol impactaban su pálida piel.
 
Veía a varios niños nadando, jugando con algunos Magikarp o Shellder. También había algunos pescadores, compitiendo para ver quién atrapada al Magikarp más grande.
 
Era una ciudad bonita, salvo por el fuerte sol, era bastante agradable, pudiendo ver y experimentar el mundo con otros ojos.
 
Al no dolerle tanto los ojos ahora, veía que ya podía desafiar al Surge, que según había investigado, era experto en los tipo eléctrico, así como también un militar de la región de Unova, siendo un embajador de dicha región en Kanto.
 
Le costó un poco encontrar el gimnasio, de no haber sido por el símbolo característico de dichos lugares, pues parecía más un museo o un municipio más que un lugar para batallar.
 
Al ingresar al gimnasio, noto que su corazonada estaba en lo cierto, ya que, si parecía un museo, con personas tomándose fotos junto a las exhibiciones.
 
Era un pasillo largo y grueso, que tenía unas vitrinas a los lados con varios objetos y fotos históricas, todas ellas relacionadas con las guerras de 1952 y de 1984.
 
La primera ocurrió en Unova, donde dicha región se defendió y expulsó a la antigua región conocida como Sairel, que querían apoderarse de sus tierras.
 
Sairel era una región desértica, con una fascinación con los mitos, las legendas, la filosofía, la religión y la monarquía, siendo el último de sus reyes el responsable de iniciar una guerra con Unova, pues esa región tenía, y tiene en la actualidad, una gran influencia en el mundo. Además de que tenían arraigada la idea de que el mundo debía pertenecerles a ellos, pues eran la supuesta región elegida por Arceus, ignorando que Sinnoh tenía más conexión con dicho pokémon creador.
 
La otra guerra, ocurrida en 1984, sucedió en Kanto, donde la región de Sairel, que en ese tiempo se consideraba extinta, quiso conquistar Kanto y Johto, pero con la ayuda de Unova, esa región volvió a las sombras hasta el día de hoy. De hecho, ese hito histórico formo un fuerte lazo entre las regiones de Kanto y Unova.
 
Le llamó la atención que una de las exhibiciones del museo era un cómic viejo, resguardado en una bolsa de plástico, con el título de "Blue Marker, símbolo de Unova" en él.
 
- ¿Blue Marker? - pensó al leer ese nombre tan extraño, sin poder recordar de quien o que se trataba.
 
El individuo en sí tenía una especie de uniforme militar color azul modificado, con detalles blancos, una "U" blanca en el pecho, un casco azul, usaba unos 2 bastones grises como armas, en representación de la bandera de Unova, que era azul con una X gris en el medio.
 
De hecho, ahora dándose cuenta, había varias imágenes y cosas relacionadas a ese sujeto disfrazado.
 
-Señor Surge - dijo un niño de cabello café y ojos verdes delante de Red - ¿Podríamos tomarnos una foto con usted? - sosteniendo una cámara.
 
El niño, que tendría alrededor de 10 años, estaba acompañado por una niña de cabello verde algo largo y ojos del mismo color, y un niño un poco más pequeño que ellos, de cabello negro y ojos azules.
 
-Afirmativo pequeñines - dijo Surge, un sujeto de cabello rubio en punta. Usaba lentes de sol oscuros, un traje de oficina azul, camisa blanca y corbata negra. Estando acompañado por un Raichu.
 
El gigantesco hombre, de aproximadamente 2 metros de altura se acercó a Red, teniendo la cámara del niño en su mano derecha.
 
-Disculpa, ¿Nos tomarías la foto? - preguntó el rubio a Red.
 
- ¿Sí? - respondió un poco confundida por la situación.
 
- ¡Genial! - dijo Surge para dirigirse donde estaban los niños.
 
Se quitó los lentes de sol, revelando sus ojos azules, agachándose a la altura de los niños, colocando su rodilla izquierda en el suelo mientras extendía su brazo derecho para revelar sus músculos.
 
Los niños se colocaron delante de él, haciendo también poses de fuerza.
 
- ¡Digan azul! - mientras sonreía y miraba a la cámara.
 
- ¡Azul! - dijeron al unísono.
 
Red apretó el botón del aparato para tomar la foto, con los individuos permaneciendo estáticos, a la espera de la revelación.
 
Alzó el pulgar derecho en señal aprobatoria, entregando la cámara a los niños que salían felices del gimnasio/museo/embajada.
 
- ¿Tú también quieres una foto? - dijo el rubio volviéndose a poner los lentes de sol – ¿O acaso un autógrafo?
 
-Ehhh… no, no - dijo Red - Estoy aquí para desafiar al líder del gimnasio.
 
-Ooh, un retador - dijo el rubio musculoso mientras ponía su mano derecha en el hombro derecho de Red - Un gusto, soy el teniente Surge, o como algunos me llaman, El Rayo azul de Unova.
 
- ¿Azul, como de Blue Marker? - preguntó Red, suponiendo una posible conexión.
 
-Exacto jajaja, ese es otro alias mío en la guerra de 1984 - mientras reía - También me llaman Capitán Unova, aunque nunca alcance ese grado en el ejército.
 
- ¿Por qué Blue Marker? - preguntó Red - ¿Es acaso una especie de propaganda de marcadores?
 
-Por aquí - arrastrando a Red a un tour por las vitrinas, seguido por el Raichu del rubio - Todo se remonta a 1952, los de Sairel tenían un cierto porcentaje de ventaja en el flanco izquierdo de Unova, la moral de la población estaba disminuyendo, pero llegó él…
 
Mostró una fotografía vieja sin color, de un sujeto fornido usando una especie de disfraz debajo de su chaqueta de soldado, así como también un casco, desenfundando dos bastones de combate, encaminado a la batalla.
 
-John Smith, el Blue Marker original - dijo Surge, orgulloso de ver esa fotografía - El gobierno de Unova diseñó ese alias, como un símbolo de esperanza y para promover el nacionalismo en la gente.
 
Surge ahora mostró un afiche a color, donde se notaba el color azul del disfraz. John Smith salió posando con el eslogan "Unova te necesita".
 
-El nombre surgió porque cuando estaban diseñando el traje, tenían únicamente un marcador azul para colorear - dijo el rubio.
 
- ¿Entonces usted es el Blue Marker II? - preguntó Red.
 
-Exacto, aunque como te dije, también fui conocido como Capitán Unova o Capitán Rayo, por mi especialidad en ese tipo, usándolos para cargar los aviones o para atacar al enemigo. Me eligieron a mi para volver a encarnar el símbolo y combatir contra Sairel - dijo Surge con algo de nostalgia - Pero basta de hablar de mí, viniste para retarme a un combate, y un combate vas a tener. Sígueme.
 
Surge condujo a Red a un campo de batalla, era diferente a los anteriores, pues no tenía obstáculos, todo el terreno era plano.
 
En medio había un sujeto de cabello café, con corte militar haciendo sentadillas en el campo de batalla.
 
- ¡Gino, tenemos un retador! - dijo Surge posicionándose en su lugar respectivo, acompañado de su Raichu - ¡Deja el ejercicio y dile las reglas de este gimnasio!
 
- ¡Sí señor! - levantándose de un saltó - ¡Las reglas del gimnasio de Ciudad Carmín son las siguientes, el líder sólo usará un pokémon, mientras que el retador puede usar todos los pokémon que tenga a disposición! - dijo Gino - ¡Además de eso, el retador también puede hacer sustituciones cuando quiera!
 
El rubio se quitó el terno, camisa y corbata de un movimiento, mostrando una pollera sin mangas verde mientras se tronaba los puños.
 
Red estaba sorprendido por la regla del gimnasio. El pokémon de Surge, que intuía que se trataba de Raichu, debía de ser muy fuerte para que no necesitará de otro pokémon.
 
- ¡Espero que estés listo muchacho! - dijo Surge sacando una pokéball - ¡Sal Electabuzz!
 
Se sorprendió al ver que no era Raichu como había pensado, viendo a un pokémon humanoide de color amarillo con una larga cola y rayas negras por todo el cuerpo.
 
Lo que le llamaba la atención ahora, era que el pokémon eléctrico tenía un colgante alrededor de su cuello, con una garra afilada de adorno. Según lo que sabía, dicho objeto servía para hacer evolucionar a Sneasel en un Weavile, si este subía de nivel en la noche con el objeto equipado, como también aumentar la probabilidad de acertar golpes críticos.
 
El pokémon de Surge se puso en posición de combate, listo para pelear contra cualquiera de los pokémon de Red.
 
- ¡Sal Charmeleon! - dijo Red, sacando a su inicial.
 
El lagarto de fuego salió del campo, soltando un gran rugido, listo para pelear. Era su primera batalla siendo ya un Charmeleon, por lo que estaba entusiasmado de mostrar su mejoría en combate.
 
Red en un principio estaba dudoso si enviar o no a Charmeleon, ya que sabía que los Electabuzz se alteraban ante la presencia del color rojo, volviéndose muy agresivos. Sin embargo, el pokémon del líder se veía bastante calmado.
 
- ¡Es normal que te sorprendas, pero entrené a mi Electabuzz a controlar sus instintos, y a usarlos para el combate! - dijo el rubio - ¡Te dejaré empezar!
 
-Electabuzz puede tener electricidad estática, así que iremos con ataques a distancia - pensó Red - ¡Charmeleon, usa ascuas!
 
- ¡Protección! - ordenó Surge, haciendo una pose de combate.
 
El pokémon de Red lanzó una bola de fuego directamente hacia Electabuzz, mas este generó un escudo de fuerza con su mano izquierda, anulando el ataque de fuego.
 
- ¡Ascuas otra vez! - ordenó Red, a sabiendas de que protección no iba a surtir efecto dos veces seguidas.
 
- ¡Puño trueno! - ordenó Surge, esta vez haciendo una posición de boxeo, dando un golpe al aire.
 
De un momento a otro, Electabuzz se acercó a Charmeleon, gracias a su velocidad superior. Cerró su puño derecho, cargando de electricidad su mano para golpear al pokémon de Red en el estómago, haciéndolo retroceder y evitando que atacara.
 
El ataque del pokémon del teniente había sido crítico.
 
- ¡Pantalla de humo! - ordenó Red.
 
El pokémon de fuego expelió una cortina de humo negro en dirección de Electabuzz, quien no se inmutó ante el ataque.
 
- ¡Puño trueno! - ordenó Surge, haciendo una posición de karate.
 
Electabuzz se acercó a Charmeleon como la vez anterior, cargando el ataque en su puño derecho.
 
- ¡Bloquea con cuchillada! - ordenó Red.
 
- ¡Protección! - ordenó Surge, antes de que los ataque chocasen.
 
La cuchillada de Charmeleon golpeó el campo de fuerza que Electabuzz había generado en su mano izquierda, para rematar con su puño trueno con la derecha, volviendo a encestar en el estómago del tipo fuego.
 
Esta vez no fue un golpe crítico, sin embargo, seguía siendo un ataque poderoso.
 
- ¡Regresa! - devolviendo a su inicial a su pokéball - Probemos con algo diferente - pensó Red - ¡Sal, Paras!
 
Red se quitó su gorra para sacar de su cabeza a su pokémon insecto, colocándolo en el suelo.
 
El pokémon estaba algo temeroso, al ver la mirada amenazante que Electabuzz tenía en el rostro.
 
-Tranquilo, puedes hacerlo - dijo Red, acariciando el lomo de su pokémon con cuidado.
 
Paras entró al campo, dispuesto a pelear contra el oponente mucho más grande que él, listo para dar todo de sí.
 
-Interesante - pensó Surge, mientras se bajaba un poco las gafas.
 
- ¡Paras, usa recurrente! - ordenó Red.
 
- ¡Protección! - ordenó el rubio.
 
Las balas semillas que el pokémon hongo disparaba contra Electabuzz, chocaba con su campo de fuerza.
 
- ¡Puño fuego! - ordenó Surge, a lo cual su Electabuzz prendió en llamas su puño derecho para atacar a Paras.
 
-Espera - pensó Red, viendo el momento perfecto para que Electabuzz se acercara y poder usar polvo veneno.
 
Paras temblaba, mientras escondía su rostro entre sus pinzas.
 
- ¡Detente! - dijo Surge, antes de que su Electabuzz golpeara a Paras.
 
El ser amarillo obedeció las ordenes de su entrenador, deteniendo su puño en seco, sin embargo, dado la inercia, las llamas de su mano siguieron la dirección trazada, golpeando a Paras, quien sufrió graves quemaduras hasta debilitarse.
 
Gino hizo una señal, marcando que Paras había sido derrotado.
 
- ¡Regresa! - dijo Red, sorprendido por el movimiento del Electabuzz.
 
- ¡Buena jugada Red! - dijo Surge - ¡Lástima que ya han intentado usar esos trucos contra nosotros! - ambos, entrenador y pokémon, hicieron una pose de combate al unísono, siendo de boxeo - ¡¿Quién sigue?!
 
- ¡Ve, Charmeleon! - sacando otra vez al inicial de fuego.
 
Charmeleon estaba un poco aturdido por los golpes que había recibido de Electabuzz, pero, aun así, tenía las intenciones de pelear hasta el final.
 
- ¡Dragoaliento! - ordenó Red.
 
- ¡Protección! - ordenó Surge.
 
Charmeleon soltó un poderoso aliento azulado de hocico, que al igual que todos los ataque anteriores, fue bloqueado por el campo de fuerza de la mano izquierda del pokémon eléctrico.
 
- ¡Puño trueno! - ordenó Surge.
 
- ¡Cuchillada! - ordenó Red.
 
Esta vez no podía usar protección, por lo que ese cruce de ataques lo definiría la potencia de ambos ataques, sumado al ataque del pokémon.
 
Puño trueno y cuchillada chocaron, estando a la par en un inicio, pero poco a poco el ataque de Electabuzz comenzó a ganar, haciendo retroceder a Charmeleon, quien al menos con su movimiento pudo disminuir el ataque del pokémon eléctrico.
 
El pokémon de Red se retorció un poco, se había paralizado al establecer contacto directo con Electabuzz.
 
- ¡Eso fue producto del puño trueno! - soltó Surge - ¡La habilidad de Electabuzz es espíritu vital! - haciendo una pose - ¡Tómalo como un consejo, por si quieres hacerlo dormir!
 
-Al menos sé que puedo usar ataques físicos - pensó Red, mientras veía como algo de electricidad recorría el cuerpo de su pokémon - ¿Puedes continuar Charmeleon?
 
Volteó su cabeza e hizo una señal de aprobación con sus garras, simulando un pulgar en alto.
 
- ¡Usa cuchillada! - ordenó Red.
 
Charmeleon logró moverse, yendo a atacar a Electabuzz.
 
- ¡Protección! - ordenó el teniente.
 
Otro choque de ataques, solo que esta vez la cuchillada de Charmeleon contra el campo de fuerza de Electabuzz.
 
- ¡Ascuas! - ordenó Red.
 
- ¡Puño trueno! - ordenó Surge.
Electabuzz atacó primero, propinando un golpe, esta vez en el pecho de Charmeleon, siendo un golpe crítico.
 
El lagarto de fuego sintió que se debilitaba, sin embargo, aun así, lanzó la bola de fuego al rostro de Electabuzz, aprovechando la corta distancia.
 
La criatura amarilla no se inmuto ante el ataque de Charmeleon, alejándose de él, viendo como caía rendido en el suelo del gimnasio.
 
Gino se acercó para ver el estado del pokémon llama, haciendo una señal de que Electabuzz había vencido y Charmeleon se había debilitado.
 
- ¡Regresa! - dijo Red, un poco ansioso por la situación en la que se encontraba.
 
- ¡¿Tienes otro pokémon?! - preguntó Surge.
 
-Si, solo uno más, pero… -
 
- ¡Entonces adelante! - dijo Surge - ¡La pelea aún no ha terminado!
 
Sacó la pokéball de Mankey. Estaba indeciso si sacarlo o no, recordando la cicatriz que había dejado en su brazo derecho.
 
Todavía no había tenido la oportunidad de hablar con él, de entrenar con él y fortalecer el vínculo entrenador-pokémon. Aunque, tal vez un combate sirva para ver el estado en que se encontraba su pokémon, ya que solo sabía que salía en las noches para comer.
 
Respiró hondo.
 
- ¡Sal, Mankey! - dijo Red.
 
El pokémon de tipo lucha estaba con los ojos cerrados y los brazos cruzados, sentado con sus piernas igualmente cruzadas.
 
Abrió los ojos un momento para ver lo que ocurría a su alrededor, para volver a cerrarlos, permaneciendo quieto.
 
Surge estaba intrigado por cómo estaba el pokémon de Red, que parecía que no quería luchar.
 
- ¡Muy curioso! - dijo Surge - ¡Si no te molesta atacaremos primero!, ¡usa puño trueno!
 
Electabuzz se aproximó a Mankey, quien permaneció estático, recibiendo el golpe del pokémon eléctrico que lo hizo dejar de estar en su postura de calma.
 
De inmediato, un gran ceño fruncido se dibujó en el rostro de Mankey, parándose, haciendo una rabieta mientras golpeaba a todos lados, con una enorme vena palpitando en su frente.
Miró directamente a Electabuzz, que era del doble de su tamaño. Ambos pokémon cruzaron miradas intimidantes.
 
Red estaba un poco aliviado de que Mankey tuviese el entusiasmo de pelear, pero no sabía si obedecerá sus órdenes.
 
- ¡Mankey, usa golpe de karate! - ordenó Red.
 
Para sorpresa de Red, Mankey obedeció la orden, yendo a atacar a Electabuzz con un ataque demoledor.
 
- ¡Protección! - ordenó Surge.
 
Electabuzz bloqueo el ataque de Mankey, quien estaba enojado de no poder golpearlo.
 
Al momento de bloquear el ataque del primate, Electabuzz sintió algo, pero no estaba muy seguro de que era.
 
- ¡Patada baja! - ordenó Red.
 
- ¡Puño fuego! - ordenó Surge.
 
Los dos ataques chocaron, haciendo que los dos pokémon retrocedieran. Electabuzz volvió a sentir lo mismo.
Surge se sorprendió un poco, parecía que Mankey estaba a un nivel mayor que los anteriores pokémon de Red.
-Tal vez sea bueno bajar su defensa - pensó Red - ¡Mankey, usa malicioso!
 
Sin embargo, Mankey no obedeció, en su lugar fue corriendo hacia Electabuzz para atacar con arañazo.
 
- ¡Mierda! - pensó Red, viendo que el problema con su pokémon continuaba.
 
- ¡Protección! - ordenó Surge.
 
De nuevo, el ataque de Mankey fue bloqueado. Electabuzz estaba asombrado de igual forma, ya que no estaba acostumbrado a ver a un pokémon desobedecer a su entrenador.
 
- ¡Usa patada baja! - ordenó Red.
 
Mankey de nuevo obedeció, aprovechando que Electabuzz estaba distraído para atacar sus piernas usando una patada, y haciendo que el pokémon eléctrico cayera al suelo.
 
- ¡Usa golpe de karate! - ordenó Red.
 
Mankey se acercó a Electabuzz con el propósito de atacar, usando el movimiento que su entrenador le había dicho.
- ¡Protección! - ordenó Surge.
 
- ¡Detente! - ordenó Red, mas Mankey no obedeció y continuó con la intención de atacar a Electabuzz, quien anuló su ataque.
 
Mientras generaba su campo de fuerza con su brazo izquierdo en el suelo, Electabuzz volteó su cabeza para darle un gruñido a su entrenador, ya sabiendo lo que estaba sintiendo cuando bloqueaba los ataque del pokémon de Red.
 
- ¡Entiendo! - dijo el teniente - ¡Muy bien Electabuzz, usa puño trueno!
 
Aprovechando que Mankey estaba cerca, Electabuzz generó más electricidad en su puño derecho, para golpear el rostro del pokémon de tipo lucha.
 
El ataque fue un golpe crítico, mandando a volar a Mankey, quien chocó con el muro que estaba detrás de su entrenador.
 
El referí fue a ver el estado de Mankey, viendo que este se había debilitado.
 
- ¡Mankey no puede seguir peleando, la victoria es para el líder de gimnasio Surge! - dijo Gino.
 
Red se acercó para ver el estado de su pokémon, que como Gino había dicho, estaba fuera de combate. Lo devolvió a su pokéball para ir al centro pokémon y sanarlo junto a los demás.
 
Sentía un nodo en la garganta. Era la primera derrota que había experimentado, sin contar la que tuvo con Green.
 
Había dado todo de si en ese combate, al punto de llamar a Mankey a la batalla, y aun así perdió.
 
-Tienes problemas con tu Mankey, ¿Verdad? - preguntó Surge, acercándose con su Electabuzz y su Raichu.
 
-Si - se limitó a decir Red, algo triste por su derrota.
 
-Lo supe por cómo te desobedeció - dijo el rubio - Electabuzz también me lo dijo, sus ataque son irregulares, no centrados. Los Mankey se caracterizan por ser temperamentales, pero el tuyo debe saber cómo canalizar ese enojo que tiene, por eso no aprovecha todo su potencial.
 
-No sé qué hacer con eso - dijo el chico mientras se levantaba - Se que tengo que entrenar con él, pero no sé cómo, a veces me obedece y otras hace lo que quiere.
 
Surge se quedo pensando un momento. El pokémon de Red le recordaba a su Electabuzz cuando era un pequeño Elekid. Impaciente, impulsivo y rebelde, le hubiera encantado que alguien lo hubiera ayudado, o mínimo le hubiera aconsejado en su momento.
 
-Creo saber de alguien que puede ser de ayuda - dijo Surge, recordando a una persona de su pasado - tanto para ti, como para Mankey.
 
Continuará.

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@"Lunarium" También sentía que Blue necesitaba de un momento solo para ella, siendo una protagonista al igual que Red y Green.
Giovanni entrego sus células porque no existen los sapos para llenar los huecos xD. es por el pensamiento de que el mejor pokémon debe tener una parte de él, y como el meme que hiciste de él, puedes intuir que me baso en un modelo de Kingpin con Lex Luthor. Fue un placer igual leer tu comentario, colega del Chessshipping.
@nakun92 Esta versión de Giovanni se tomara las cosas muy personales, pues mucho de lo que quiere esta en juego, por eso no tiene reparos en matar a alguien sin siquiera pestañear, aun así tiene ciertos limites en lo que esta dispuesto a hacer.
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#32
Realmente me parece genial que se quiera profundizar un poquito más en el pasado doloroso de Red, dar a entender un poquito más acerca de su trauma y sus inseguridades, y más extremo se ve por el hecho de tener a su vez que lidiar con el temperamento de Mankey en presencia de Surge. Vaya que el reto que Surge es extremo, para hacer que un solo pokemon suyo (Electabuzz) se las vea contra todo el equipo de Red. Estará interesante ver qué tal Surge ayuda a Red con sus problemas para tener a Mankey bajo control.

Otros detalles a tener en cuenta dentro de este capítulo (y no es para menos) es el tema de las guerras, de Unova y el héroe emblemático de la región a raíz de dichas guerras, la historia que va montando a partir de esa base... sinceramente creo que eso perfectamente da para hacer un fanfic completo. De verdad. Haces eso, haciendo los nexos necesarios entre una historia y otra, y perfectamente podría yo en un momento de confusión creer que lo ha escrito Lunarium xD. Esto, más que un mundo, es ya un universo que tienes montado, y me gusta el modo en que vas desarrollando este planteamiento.
nadaoriginal: La historia de un escritor de fanfics que te liga todo lo que se mueve mientras se burla
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#33
 Capítulo 14: Con el Maestro del Karateka
Ciudad Carmín, Kanto, 3 de noviembre de 2008.
 
Red se hallaba en una habitación del centro pokémon de la ciudad portuaria, tras perder ante el líder Surge.
 
Sentía un sabor agridulce en la boca, recordando las palabras que le dijo a su madre y a su padre en el memorial.
 
-Prometo no defraudarlos esta vez –
 
Luego de decir esas palabras perdió brutalmente contra Surge.
 
Se sentía como un completo idiota, ya habiendo superado ese temor de ser un entrenador pokémon y darlo todo en una pelea, fracaso en el mismo día.
 
Sus pokémon no eran el problema. Charmeleon era un pokémon fuerte, siendo variable con los ataques físicos y los especiales. Paras igual rendía en batallas, aprovechando los cambios de estado de sus ataques y de su habilidad.
 
De Mankey no tenía nada que decir que ya no sabía. Era el más fuerte de su equipo actual, siendo el único que le dio una pelea reñida al Electabuzz del Rayo azul de Unova. El punto de su fracaso radicaba en él como entrenador. Estaba listo para aceptar ser un entrenador pokémon, sin miedos e inseguridades sobre su decisión, pero aún le faltaba algo para estar a la altura.
 
-el tuyo debe saber canalizar ese enojo que tiene, por eso no aprovecha todo su potencial.
 
Perdió porque era débil. Green fácilmente y ya habiendo detectado lo que tenía Mankey, habría intervenido y entrenado junto a él para superar el obstáculo juntos.
 
Él, por el contrario, estuvo escapando de esa responsabilidad. Sabía que tenía que entrenar junto a Mankey, pero buscaba excusas para evitar ese camino, viendo como había quedado su brazo tras su ataque en el Monte Luna.
 
Pese a su derrota, el líder fue bastante amable, dándole el nombre y la dirección de alguien que podía ayudarlo a entrenar, tanto él como Mankey.
 
El Maestro Karateka Koichi, un viejo conocido suyo que peleó junto a él, lado a lado en la guerra de 1984, además de haber sido el antiguo líder de gimnasio de Ciudad Azafrán, hasta que Sabrina, una misteriosa joven con unos supuestos poderes y experta en los pokémon tipo psíquico, le arrebato el puesto, volviendo su gimnasio en el Dojo Karate, que ya no funcionaba como gimnasio, pero sí como un lugar para entrenar, tanto entrenadores como pokémon.
 
Acepto la ayuda del teniente, pero no iba a ir inmediatamente, quería reposar y reflexionar un poco tras perder.
 
Pensaba en las palabras que Green y Blue le dirían en esa situación.
 
El chico de ojos verdes le diría algo como "¿Perdiste?, sólo tienes que entrenar más para la próxima".
 
Mientras que la chica de ojos azules le diría algo como "Para la revancha será él quien pierda, ¡Tú puedes hacerlo!".
 
Comenzó a reírse tras pensar en las palabras de los gemelos Oak, teniendo cuidado de no despertar a Charmeleon ni a Paras, que dormían al lado suyo. Mankey otra vez estaba en su pokéball, volviendo a cuando perdió contra el Onix de Brock.
 
Ahora se sentía un idiota, pero por los pensamientos pesimistas que estaba teniendo.
 
Tuvo una derrota, pero no podía lamentarse por siempre, el futuro entrenador más fuerte no podía limitarse a hacer eso, no cuando también Green y Blue se estaban esforzando en sus respectivos objetivos, y sentía el apoyo que le daban a la distancia.
 
Mañana muy temprano iría al Dojo Karate para de una vez por todas, entrenar con Mankey. Sin excusas o retrasos, era su responsabilidad como entrenador pokémon.

 
Agradeció haberse dormido temprano para poder ingresar a Ciudad Azafrán.
 
Las calles estaban casi vacías, pareciéndose a una ciudad fantasma, pese a que en realidad era la capital de la región.
 
Aun así, pudo ver a algunos trabajadores yendo a sus respectivos oficios, pues la ciudad contaba con varias empresas, entre ellas la famosa Silph. S. A. dirigida por su presidente, el señor Archer.
 
Llegó a su destino, el Dojo Karate, ubicado justo al lado del gimnasio liderado por Sabrina.
 
Conservaba la apariencia de un gimnasio pokémon, pero se veía pequeño en comparación al gimnasio de tipo psíquico junto a él, además de tener una estética muy de la región de Johto.
 
Al ingresar fue recibido por un hombre casi del mismo tamaño que Surge. Este tenía una mirada seria, cabello café corto y ojos negros. Estaba usando un karategi, un uniforme completamente blanco de entrenamiento empleado en las artes marciales, y que estaba inspirado en el pokémon de tipo lucha y originario de Unova, Sawk, del cual se desprendió la práctica del karate. Además, tenía una cinta roja un tanto vieja amarrada en su frente.
 
-Tú debes ser Red - dijo el hombre, permaneciendo con su mirada seria - Surge me comentó que vendrías. Por aquí.
 
Red no respondió y simplemente siguió al hombre. El claramente era Koichi, el Maestro Karateka y conocido de Surge, aunque pensó que tendría una personalidad más relajada y simpática, considerando que el líder de Ciudad Carmín le contó que luchó junto a él codo a codo.
 
Al avanzar por el dojo logró divisar algunos pokémon de tipo lucha, como la línea evolutiva completa de Machop y las diferentes evoluciones de Tyrogue, Hitmonlee, Hitmonchan y Hitmontop, entrenando junto a otros karatekas, vestidos de igual forma que Koichi.
 
-Entonces… ¿Usted y Blue Marker se conocieron en la guerra? - preguntó Red, intentando romper el hielo.
 
- ¿Blue Marker? - dijo Koichi - ¿También eres de esos admiradores de ese concepto tan extraño del extranjero?
 
-La verdad nunca había escuchado de él - dijo Red - Las guerras nunca fueron de mi interés a la hora de estudiar.
 
-No sé si sentirme bien o mal con tu comentario - dijo Koichi, saliendo del dojo para ir al patio trasero, donde había distintos tipos de materiales de entrenamiento, como tablas, pilares, pesas y colchonetas.
 
Red no sabía que responder ante la respuesta del Maestro Karateka.
 
-Todos admiran mucho a Surge como un símbolo que trajo paz a esta región, ignorando todo lo que hubo detrás - dijo Koichi - Sin saber, todo lo que vivimos e hicimos en la guerra.
 
Koichi se detuvo en medio del patio trasero, para voltearse a ver a Red y dar un profundo respiro.
 
-En fin, no es por eso por lo que estás aquí - dijo el karateka - Surge me contó sobre un Mankey, me gustaría verlo directamente.
 
Red sacó la pokéball, dudoso al principio, pero sabía que era lo que se tenía que hacer.
 
Mankey salió, estando como en el gimnasio de Ciudad Carmín, con los ojos cerrados y los brazos y piernas cruzados. El chico mantuvo cierta distancia, para prevenir cualquier incidente.
 
Koichi imitó la postura de Mankey, sentándose frente a él.
 
-Dime como lo capturaste - mientras cerraba los ojos.
 
-Fue en Ciudad Verde, al parecer estuvo allí por varios días, buscando oponentes para querer pelear - dijo Red, recordando su primer día de viaje por Kanto.
 
-Ya veo - se limitó a decir Koichi, aun en la postura de meditación y con los ojos cerrados.
 
- ¿Eso le dice algo? - preguntó Red, sin saber muy bien lo que estaba diciendo Koichi.
 
-Bastante la verdad - dijo el artista marcial, abriendo los ojos y levantándose - Ven aquí.
 
Koichi condujo a Red hasta un pilar de madera cilíndrico que estaba cerca de donde Mankey estaba reposando. Se veía de una madera bastante dura, así como también estaba inmaculado. Al lado derecho de ese pilar había uno similar del mismo material, y del lado izquierdo uno similar en forma, solo que este era de un acero bastante duro.
 
-Golpéalo - dijo el sujeto.
 
- ¿Qué? - sin entender lo que Koichi quería que hiciera.
 
-Golpéalo - dijo Koichi, posicionándose en frente del poste derecho, separando las piernas, con la derecha enfrente doblada y la izquierda completamente estirada, espalda recta, con el brazo izquierdo recogido y el derecho listo para golpear.
 
De un movimiento, Koichi golpeó el pilar de madera con su puño derecho, dejando una prominente marca de su ataque.
 
-Ahora tú - dijo Koichi, colocándose al lado de Red para indicarle la postura que debía tomar - ¿Tienes otros pokémon verdad? - a lo que Red asintió - Puedes sacarlos también, para que entrenen de forma libre por el patio.
 
Red obedeció y sacó a Charmeleon de su pokéball, y sacó a Paras que reposaba encima de su cabeza, dejándolo en el suelo.
 
El pequeño pokémon hongo estaba un poco nervioso, pero se le pasó cuando Charmeleon lo tomó entre sus patas delanteras y lo dejó encima de su cabeza, imitando a su entrenador. Paras estaba más tranquilo, ya que tenía una buena relación con su compañero de fuego.
 
Ambos pokémon fueron a entrenar cerca de unos sacos para golpear.
 
-Muy bien, pierna derecha adelante, izquierda atrás, dejando la derecha flexionada y la izquierda estirada, formando un ángulo agudo con el suelo - dijo Koichi a lo cual Red obedeció - Un poco más adelante, te va a costar un poco… eso es. Ahora la espalda recta, puños cerrado.
 
- ¿Qué conseguiré con esto exactamente? - preguntó Red.
 
-Tienes que golpear el pilar utilizando únicamente tu puño derecho - explicó Koichi, sin responder la pregunta del chico - Tienes que dejar una marca de al menos 0.2 centímetros de profundidad.
 
- ¡¿0.2 centímetros?! - se sorprendió Red, viendo que la marca que Koichi había dejado era de alrededor de 2 centímetros, y al parecer no había utilizado toda su fuerza.
 
Mankey abrió por un momento el ojo derecho para ver lo que estaba haciendo su entrenador.
 
-Puedes golpearlo más de una vez, solo que tienes que usar exclusivamente el puño derecho - dijo Koichi - Anda, golpea.
 
Red por inercia golpeó el pilar de madera, manteniendo las piernas quietas y la espalda recta. Sintió mucho dolor en los nudillos, pues no estaba acostumbrado a esta clase de prácticas.
 
Vio el pilar, y no tenía ni un solo rasguño.
 
- ¡Otra vez! - dijo Koichi - ¡Y la espalda recta! - viendo que la espalda del muchacho se estaba encorvando un poco.
 
Acató la orden y volvió a golpear el pilar de madera, volviendo a sentir dolor luego de la acción.
 
No estaba muy seguro de porqué estaba haciendo eso, cuál era el objetivo de estar golpeando ese pilar.
 
-Dime Red, ¿Cuándo fue la primera vez que tu Mankey te desobedeció? - dijo Koichi - Sigue golpeando, no te distraigas.
 
-En el Bosque Verde, en una pelea con un Pinsir, aunque Mankey esa vez salió solo de la pokéball - contesto Red mientras acento otros dos golpes al pilar.
 
-Entiendo, ¿Algo más? - preguntó el artista marcial.
 
Estaba pensando en la pelea que tuvo con Bugsy e intentando centrarse también en golpear en el mismo punto del pilar, costándole un poco el realizar ambas acciones.
 
-Le dije que usara malicioso - encestando un golpe - pero uso arañazo - dando otro golpe al objeto de madera.
 
Sus golpes no parecía que estuvieran deformando la estructura de madera sólida.
 
- ¡Concéntrate, da todo lo que puedas en cada golpe! - dijo Koichi, caminando alrededor de Red - ¿En qué otras ocasiones Mankey te desobedeció?
 
-En mi pelea de gimnasio con Brock - dijo mientras daba otro golpe, esta vez más fuerte que los anteriores - Le pedí que retrocediera cuando el Onix de Brock usó Venganza, ya que iba a devolvernos el ataque con más poder.
 
Red recordaba perfectamente esa batalla y cada detalle, pues fue su primera batalla de gimnasio, en la que Mankey también no obedeció esa vez cuando le había ordenado usar malicioso.
 
Koichi no contestó, se quedó pensando y mirando como Red seguía golpeando el pilar de madera.

 
Ya habían pasado 7 horas y Red estaba muy cansado. No ayudaba que el sol comenzara a golpear más fuerte, y que también estaba sintiendo mucha hambre. Estaba agradecido de que al menos pudo desayunar antes de llegar a este sitio.
 
Charmeleon y Paras miraban preocupados a su entrenador, que ya tenía su puño derecho enrojecido de tanto aplicar fuerza sobre el objeto sólido, temblándole un poco el brazo y las piernas, sin embargo, ya estaba deformando el pilar, aunque sea un poco, unos aproximadamente 0.15 centímetros.
 
Mankey seguía en su posición de descanso, abriendo de vez en cuando sus ojos para ver el desempeño de su entrenador.
 
Desde que fue atrapado en la ruta 2 por ese muchacho, jamás pensó en verlo entrenar de esa forma, no parecía la clase de humano que entrenara.
 
Desde que dejó a su manada en la ruta 22, con el afán de encontrar oponentes más fuertes con los que poder pelear para poder llegar a evolucionar, jamás se le vino a la mente que algún entrenador tuviera la valía de atraparlo y hacerlo su compañero.
 
No estaba acostumbrado a tener uno, se le hacía extraño, ya que toda su vida se había valido únicamente por su instinto de pelea. El recibir órdenes que no calzaban con lo que él estaba acostumbrado le resultaba chocante, aun viendo como Red tenía las mejores intenciones durante los combates.
 
Koichi permaneció al lado de Red, sin inmutarse por el hambre o la alta temperatura, simplemente estaba observando al chico, pero también al pokémon.
 
- ¿Qué sucedió en esa batalla de gimnasio Red? - preguntó de pronto - ¿Cuál fue el resultado final?
 
-Mankey… perdió contra Onix - dijo cansado, dando dos golpes al pilar - luego saque a Charmander…  y ganamos el combate.
 
- ¿No ocurrió nada después de eso? - preguntó Koichi.
 
Al instante a Red se le vino a la mente la situación del Monte Luna.
 
-Si - dijo simplemente - Me encontré a un entrenador…  en el Monte Luna, luego de ganar…  mi primera medalla - golpeando el pilar.
 
- ¡No pierdas la concentración! - dijo Koichi al ver que sus golpes iban disminuyendo su potencia - ¿Qué más?
 
-Saque a Mankey para que peleara contra un Voltorb…  pero se rehusó a pelear - recordando aquella vez - me acerque a él…. y me atacó.
 
Jamás se había imaginado eso, que alguno de sus pokémon lo atacara. En principio no sabía el porqué del ataque de Mankey, teniendo como única respuesta, que se sentía frustrado por haber perdido una pelea.
 
Lo que sintió aquella vez lo estaba volviendo a sentir, mas debía estar centrado para terminar con lo que el Maestro Karateka le había dicho que hiciera.
 
Estaba cerca, era malo calculando simplemente con los ojos, pero podía intuir que se hallaba cerca de los 0.2 centímetros que Koichi le había dicho.
 
-Da todo lo que puedas con cada golpe –
 
Recordaba las palabras del karateka experto. Le dolía mucho la mano y el resto del cuerpo, pero tenía que dar todo de sí en cada puñetazo.
 
Su mirada seguía fija en el lugar en cada golpe, nunca se imaginó estando haciendo eso.
 
- ¡Suficiente! - dijo Koichi, lo cual de inmediato obedeció Red.
 
El chico se desplomó en el suelo, agarrando su mano derecha mientras se retorcía en el suelo de dolor.
 
- ¡Bien hecho! - dijo el karateka, viendo la marca que había dejado Red en el pilar de madera, siendo de los 0.2 centímetros de profundidad - Dime algo Red, en la batalla contra Brock y Onix, ¿Por qué querías que Mankey usará malicioso?
 
Red hizo una señal en el suelo, haciéndole saber a Koichi que espere un poco, pues necesitaba reposar un poco, como mínimo recuperar el aliento.
 
- ¿Por qué? - dijo Red, un poco más descansado - Onix ya había usado venganza, si recibía otro ataque, su poder iba a ser devastador.
 
-Tiene lógica, bastante. Pero los combates pokémon no se basan únicamente en lógica - dijo Koichi - Hay lógica detrás, no hay duda - señalando su frente - pero radica en esto también - señalando esta vez su corazón - la confianza entre un entrenador y su pokémon.
 
- ¿Cree que debí haber hecho que Mankey atacara? - preguntó Red, intrigado por lo que Koichi le había dicho.
 
-Tal vez, quizás la batalla habría terminado igual, Onix aguanta el golpe y debilita a Mankey - dijo el artista marcial - o tal vez, Mankey habría acatado esa orden, porque va con su naturaleza, y habría golpeado con más fuerza.
 
Lo que el Maestro Karateka le decía tenía razón, en especial con un punto muy importante, la naturaleza. Todas las veces que Mankey le desobedeció, fueron cuando le ordenó esquivar o utilizar un ataque de estado, siendo este malicioso.
 
- ¿Crees que es necesario decirle a tu pokémon que esquive un ataque? - preguntó Koichi - Siendo algo que deberían hacer ellos mismos por naturaleza.
 
-Mmm… siento que uno como entrenador si debiese decirlo, ya que es parte de nuestra función - contestó Red.
 
-Algo así. Nuestro rol como entrenadores es guiar a nuestro compañeros pokémon, pero tampoco podemos ignorar su naturaleza - dijo Koichi - al ignorarla, no estamos aumentando el potencial de nuestros pokémon, sino limitando su potencial.
 
Otra verdad, e iba bastante a la par con el tema de Mankey. Él era un pokémon que gustaba de los combates, pero le gustaba hacerlo únicamente atacando, yendo a lo ofensivo.
 
Sabía que el problema no era Mankey, sino él como entrenador, tal vez no confiaba del todo en Mankey como confiaba en Charmeleon o Paras, y esa desconfianza se reflejaba en los combates, incrementada también con el ataque que sufrió en el Monte Luna.
 
Miró a Charmeleon y a Paras. Ambos lo estaban observando a él, ya no tan preocupados como antes, pero de igual forma atentos por si a él le pasaba algo, como un desmayo repentino o un golpe de calor.
 
Luego contempló a Mankey, tan sereno y relajado, no parecía que en el fondo tuviera una naturaleza tan agresiva y ofensiva.
 
-Ahora lo entiendo - dijo Red levantándose del suelo - pero aun no comprendo la conexión de esa lección con el ejercicio que me hizo hacer - mostrando su mano con los nudillos rojos.
 
-Es bastante simple, cada golpe que dabas tenías que darle con todo para llegar a tu objetivo - explicó Koichi - Como debes hacer con Mankey, tienes que hacer relucir tal y como es, aprovechar su agresividad. Es lo mejor si vas a entrenar a un pokémon de tipo lucha.
 
-Entiendo - dijo mirando su mano enrojecida.
 
-Pero el entrenamiento aún no termina, todavía queda algo por hacer - dijo el maestro para soltar un fuerte silbido.
 
De pronto, del techo del dojo saltó un pokémon, aterrizando justo en medio de Red y Koichi con bastante elegancia, pero imponencia. Se trataba de un Hitmonlee, un pokémon de tipo lucha especializado en atacar con patadas.
 
-Tu siguiente y último desafío, será derrotarme en un combate pokémon - dijo Koichi, tomando una posición de pelea - Tu Mankey contra mi Hitmonlee.
 
El pokémon patada se quedó observando a Mankey, quien abrió los ojos para también ver a su oponente. El pokémon de Red de inmediato se levantó, colocándose en posición de pelea. No necesitó de ningún gruñido o sonido por parte del Hitmonlee de Koichi para saber que lo estaba desafiando.
 
Tanto Red como Koichi tomaron distancia para iniciar la pelea. El pokémon del artista marcial calentaba dando múltiples patadas sucesivas al aire, sorprendiendo con su velocidad.
 
Mankey por su lado daba golpes al aire, mientras no apartaba su mirada seria de Hitmonlee.
 
Red estaba asombrado, ya que la vez anterior que había sacado a Mankey a pelear no se veía tan entusiasmado.
 
Varios de los alumnos del Maestro Karateka pausaron sus entrenamientos para apreciar la batalla entre su sensei y el joven de Pueblo Paleta, siendo Takeo, alumno e hijo único de Koichi quien se ofreció para ser el referí de ese encuentro.
 
- ¡Solo recuerda lo que aprendiste! - dijo el Maestro Karateka mientras crujía sus nudillos - ¡Comenzaremos nosotros, no tendremos piedad!, ¡Hitmonlee usa patada giro!
 
El pokémon patada comenzó a girar, dirigiéndose hacia Mankey para atacar.
 
- ¡Bloquea con golpe de karate! - ordenó Red.
 
Los ataques de ambos pokémon de tipo lucha colisionaron, haciéndolos retroceder.
 
- ¡Ahora usa patada ígnea! - ordenó el artista marcial.
 
Hitmonlee comenzó a golpear rápidamente el suelo del patio con su pie, avivando llamas, listo para atacar.
 
- ¡Usa patada baja! - ordenó Red.
 
Esta vez chocaron las patadas, siendo el ataque de Hitmonlee quien tuvo la ventaja, pasando a golpear la mejilla derecha de Mankey con su patada en llamas.
 
- ¿Estás bien Mankey? - preguntó preocupado Red, de sí Mankey se había quemado con el ataque.
 
El pokémon mono cerdo estaba bien, limpiándose el golpe en su mejilla para volver a una posición de combate.
 
- ¡Esa es la actitud! - dijo Koichi bastante entusiasmado.
 
Fuera de la actitud seria y algo malhumorada que presentó en un inicio, el entrenar y el combatir realmente le gustaba, le apasionaba casi de igual manera que a Surge.
 
- ¡Usa golpe karate! - ordenó Red.
 
Mankey corrió en dirección a Hitmonlee, preparando su brazo derecho para atacar.
 
- ¡Protección! - ordenó el Maestro Karateka mientras sonreía.
 
Hitmonlee creó con sus manos un escudo de energía que se interponía entre él y el pokémon de Red.
 
- ¡De…! - Red le iba a ordenar a Mankey que se detenga, que no ataque, pero al instante recordó lo que Koichi le había dicho.
 
Su pokémon era agresivo y ofensivo, y no iban a ganar si limitaba esa naturaleza que tenía.
 
El ataque de Mankey golpeó el campo de energía de Hitmonlee, sin hacerle ni un rasguño.
 
- ¡Golpe karate otra vez! - ordenó el joven entrenador.
 
Al momento de que la protección del pokémon de Koichi desapareció, Mankey aprovechó para golpearlo con su brazo izquierdo, asentando el impacto en la frente de Hitmonlee.
 
- ¡Doble patada! -  ordenó Koichi.
 
- ¡Golpes furia! - ordenó Red.
 
Las dos patadas realizadas por Hitmonlee fueron bloqueadas por los golpes de Mankey, quien continuó atacando, golpeando el abdomen del pokémon patada.
 
- ¡Patada baja! - ordenó Red.
 
- ¡Protección! - ordenó de vuelta Koichi.
 
Otra vez el pokémon del Maestro Karate bloqueó el ataque de Mankey, sin embargo, Red de nuevo esperaba la oportunidad para atacar.
 
- ¡Golpes furia! –
 
Tras desvanecerse el campo de fuerza de Hitmonlee, Mankey lo atacó con una serie de golpes directos en su rostro, haciéndolo retroceder hacia su entrenador.
 
Mankey sentía la adrenalina recorrer todo su pequeño cuerpo. Sus puños y pies los sentía raros, como si le hormigueaban, pues cada ataque que hizo usó más poder del que estaba acostumbrado.
 
- ¡Veo que estás dirigiendo bien la naturaleza de tu pokémon! - comentó Koichi - ¡Atacar, seguir atacando y dar todo en cada golpe!, ¡Ahora Hitmonlee, vuelve a usar patada giro!
 
- ¡Usa golpe karate! - ordenó Red.
 
Ambos pokémon tipo lucha corrieron para atacar a su oponente. No había estrategia ni nada de por medio, únicamente atacar con todo.
 
Los ataques impactaron, volviendo a empatar y a hacer retroceder a los pokémon en combate.
 
Red se sentía algo extraño. No estaba acostumbrado a pelear de esa forma, ofensiva total al igual que Misty, la líder del gimnasio de Ciudad Celeste. Sin embargo, con Paras y Charmeleon también variaba en cuanto a los combates, con el primero aprovechando su habilidad y ataques, y con su inicial utilizando su ataque físico y especial.
 
Sentía un fuerte ardor en su puño derecho cada vez que le ordenaba atacar a Mankey, recordando la tarea que tuvo que realizar y lo que ahora sabía. Sentía como si cada golpe de Mankey, fuera un ataque suyo.
 
Ambos pokémon se hallaban bastante cansados.
 
- ¡Creo que este combate está llegando a su fin! - dijo Koichi, apretando más la cinta roja de su cabeza - ¡Ataca con todo!
 
- ¡Mankey, golpe karate! –
 
- ¡Protección! - ordenó Koichi.
 
El pokémon de Red corrió rumbo a Hitmonlee, golpeando su campo de fuerza con todo, a sabiendas de que su ataque no iba a funcionar, pero con el entusiasmo de dar todo en cada golpe.
 
- ¡Golpe karate otra vez! - ordenó Red.
 
- ¡Patada giro! - ordenó el artista marcial.
 
Aprovechando la cercanía, ambos pokémon se prepararon para atacar de inmediato a su oponente, siendo Hitmonlee quien atacó primero, pateando el estómago de Mankey. No obstante, el pokémon mono cerdo soportó el golpe, manteniéndose cerca del pokémon patada para efectuar su ataque.
 
El ataque de Mankey golpeó de lleno la cabeza de Hitmonlee, haciéndolo caer al suelo.
 
Red encontró raro el ataque, ya que fue más rápido y potente que un golpe karate normal.
 
Takeo acompañado por su Tyrogue, fue a inspeccionar el estado del Hitmonlee de su padre, que estaba tirado en el piso sin moverse.
 
Hizo un movimiento con su mano, que fue imitado por su pokémon, dándole la victoria a Red y a Mankey, pues el ataque de este último había noqueado al pokémon patada.
 
Mankey contemplaba a su oponente tirado mientras alzaba su brazo derecho, en señal de victoria. Se sentía realmente bien, considerando que su última victoria fue con el Pinsir de Bugsy. Seguía sintiendo ese hormigueo en sus extremidades, como si hubiese superado el límite de fuerza que tenía antes.
 
De pronto comenzó a brillar, sorprendiendo a Red y a algunos presentes, haciéndose más grande, perdiendo su cola, pero ganando unos brazos y piernas más fornidas, además de ganar unos grilletes negros en sus tobillos y muñecas. Ese cuerpo ahora era capaz de liberar la fuerza que ahora dominaba.
 
Red sacó su pokédex para conseguir información de su ahora Primeape, mientras que este admiraba su nuevo cuerpo.
 
“Primeape, pokémon mono cerdo, tipo lucha. Se molesta si le miras a los ojos. Se enfada si corres. Se enfada si le golpeas.”
 
Primeape se volteó para ver a su entrenador, mirándolo directamente a los ojos. Red tembló por la acción de su pokémon, más el hecho de que ahora iba corriendo así él, esperando una golpiza.
 
Una golpiza que jamás llegó, en cambio, Primeape lo estaba abrazando, aunque un poco fuerte, no tanto como para romperle la columna vertebral.
 
Todos los oponentes que había derrotado antes de conocer a Red. Todos los Mankey de su manada que derrotó, algunos más fuertes que él y aun así los derrotó, los oponentes que venció en su camino a Ciudad Verde y los que encontró y derrotó en ese lugar.
 
Aun con todas esas victorias y experiencias ganadas, no pudo evolucionar. Tuvo que perder y volver a perder para lograrlo, todo gracias a Red, su entrenador.
 
Se separaron, y Primeape pudo apreciar mejor la marca de su arañazo que tenía en chico en su brazo, además de la herida que se generó al estar golpeando el pilar de madera por más de 7 horas. Acarició con cuidado la herida en su brazo, con una mirada de pena en su rostro.
 
-No te sientas mal Primeape - dijo Red mientras le acariciaba la cabeza - Me alegra mucho que hayas evolucionado. Ese último golpe karate fue increíble.
 
-Demolición - dijo Koichi, acercándose a donde estaba el chico y su pokémon, ya habiendo devuelto a Hitmonlee a su pokéball - Ese último ataque fue demolición, más fuerte y rápido que golpe karate.
 
Charmeleon junto a Paras fueron donde su entrenador y Primeape, felicitando a este último por haber evolucionado, haciéndose un poco más grande que el pokémon de tipo fuego.
 
-Como Mankey tenía mucha experiencia ganada - dijo Koichi - pero la experiencia no solo se gana con victorias, también perdiendo, y sobre todo confiando en tus compañeros. Ahora acompáñame al dojo, debes tener mucha hambre.
 
Red rió por el comentario del artista marcial, quien relajo un poco su personalidad, siendo como Blue Marker en cuanto a esa faceta más relajada y buena onda.
 
Lo siguió al interior del lugar junto a sus pokémon. No iba a pedirle la revancha a Surge ese mismo día, quería comer y descansar un poco junto a su equipo.
 
Mañana sería el día en que Primeape y él se lleven la victoria y esa medalla.
 
Continuará.

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@"Lunarium" Yo también prefiero más a un Red no Gary Stu y menos Edgy, espero estarlo logrando, lo mismo que a una persona común y corriente le puede afectar la muerte de un familiar, y que siempre hay que preservar los recuerdos. El tema de la nueva región, quise aprovechar de que existe una guerra en los juegos, pero nunca se trato eso, siendo una especie de WWII y la Guerra de Vietnam. La inclusión de Unova lo vi como una oportunidad de asociar más a Surge con Kanto y meter el trasfondo de ser el Capitán América de Pokémon, para dar una explicación a porque un extranjero esta en un puesto tan importante.

@nakun92 Ya tenía planeado el expandir y crear más el mundo donde Red, Green y Blue van a estar e ir ligando algunas cosas que en los juegos no se explican. La pelea con Surge quise utilizar la regla que establecí de que cada gimnasio tendría normas diferentes, y Surge ayudaría a Red porque es un héroe, un símbolo que tiene la misión de aconsejar y ayudar a los más débiles. 
El universo se esta expandiendo.
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#34
El gran problema de Red con Mankey parece haber dado un grandioso giro. Y lo mejor del capítulo es la manera en que parece que sucede todo rápido, pero que a la vez dé también la sensación de que el proceso fue lento y sufrido. Claro, creí que tomaría todavía más tiempo, pero no está para nada mal. Ahora, con un equipo más confiable y sólido, que Red se prepare para su gran reto
  PikaSwag
nadaoriginal: La historia de un escritor de fanfics que te liga todo lo que se mueve mientras se burla
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#35
 Capítulo 15: ¿El rayo cae dos veces en el mismo lugar?
Ciudad Azafrán, Kanto, 4 de noviembre de 2008.
 
Ya era tarde, el sol ya se había ocultado, dándole espacio a la luna para que utilizara el cielo.
 
Red se encontraba comiendo junto al Maestro Karateka, Takeo, algunos alumnos del dojo que dormían allí, y la esposa del maestro, Asun, una mujer de cabello castaño y ojos cafés, que trabajaba como instructora física ayudando en el gimnasio de su marido.
 
Todos comían en medio del interior de dojo, en una gran mesa redonda, con Red sentado al lado de Koichi. La mesa estaba llena de comida, bastante arroz, agua, verduras y carne de Magikarp. Toda esa comida fue preparada únicamente por Asun.
 
Charmeleon, Paras y Primeape comían junto al Hitmonlee de Koichi, el Tyrogue de Takeo, y los otros pokémon de tipo lucha que había por el dojo. Primeape y Hitmonlee habían sido curados por una máquina que tenían en el lugar, para ahorrarse las molestias de ir a un Centro Pokémon en cada entrenamiento. Paras permanecía cerca de sus compañeros, ya que sentía miedo de estar cerca de esos pokémon tan intimidantes ante sus ojos.
 
Asun le había curado la mano al joven entrenador, tras estar horas enteras golpeando el pilar de madera, dejándole una marca permanente, recuerdo de su día de entrenamiento.
 
Sentía un poco de nostalgia al estar comiendo con tanta gente, una familia, que si bien, los alumnos de Koichi no eran los hijos de este, los trataba como tal, y del mismo modo, Asun era como una madre para todos, cuidándolos y asegurándose de que pudieran sacar su máximo potencial.
 
Pese a la nostalgia, también sentía mucha alegría y calor en su corazón, recordando las veces que cenaba junto al profesor Oak, Blue y Green, al igual que cuando tenía 5 años, su madre hacía una tarta de bayas aranja que siempre se le quemaba, pero Green y él siempre se lo comían sin protestar, diciendo que era la mejor tarta del mundo.
 
-Lo sigue siendo - pensó Red mientras sonreía.
 
Koichi le regaló unos viejos guantes negros sin dedos a Red, que además tenían unos detalles blancos en la parte de las muñecas, todo esto para que pudiera cubrir la cicatriz que se generó en la mano.
 
-Muchas gracias por los guantes - dijo Red colocándolos en cada mano.
 
-No hay de que - dijo el artista marcial - Los había comprado para Takeo, pero sus manos resultaron ser demasiado grandes, pero a ti te quedan bien. Aunque te recomiendo hacer más ejercicio, estás muy flaco.
 
-Algunos abdominales y flexiones al día estarían bien - dijo Takeo, terminando su séptimo plato de comida.
 
El hijo único de Koichi era 3 años mayor que Red, siendo similar a su padre en aspecto físico, bastante trabajado, pero con el cabello y ojos de su madre.
 
-Algo me llamó la atención en nuestro combate, y es que usted al igual que Surge usa el ataque protección - dijo Red, acabando su quinto plato de comida.
 
-Ah sí - tomando un poco de agua - fui yo quien le enseñó a Surge a usar ese ataque durante los combates, de ahí esa regla que tiene su gimnasio, ya que puede sacar provecho de los 3 puños que sabe su Electabuzz.
 
- Ya veo - se limitó a decir Red.
 
-Cuando derrotes a Surge, ¿Cuál será tu siguiente destino? - preguntó Asun.
 
-Mmm… no lo sé, estoy entre el gimnasio de Ciudad Azulona o el de aquí - contestó Red.
 
-Yo no retaría así de fácil a la Bruja Psíquica - dijo el hijo de Asun.
 
- ¡Takeo! - dijo la mujer, regañando a su hijo.
 
-Yo diría que Agatha es más como una bruja - dijo el Maestro del Karate.
 
- ¡Koichi! - dijo Asun, ahora regañando a su marido.
 
- ¿Bruja Psíquica? - preguntó Red, sin entender de a quién se referían.
 
-Sabrina, la líder de gimnasio especializada en los pokémon de tipo psíquico - dijo Koichi mientras seguía comiendo, tras ser reprendido por su esposa.
 
Red conocía la historia del gimnasio de Ciudad Azafrán, que antiguamente era este dojo, pero Sabrina apareció y le arrebató el puesto gracias a sus pokémon de tipo psíquico, que tenían la ventaja contra los pokémon de Koichi. También se decía que tenía poderes psíquicos, pero no sabía con certeza si era verdad o solamente un rumor.
 
- ¿Es cierto que tiene poderes psíquicos? - preguntó Red.
 
-Tan real que parece fantasía - dijo el Maestro Karateka, recordando el combate que tuvo contra la misteriosa chica años atrás - No solo se limita a doblar cucharas, también puede levitar cosas y hablar telepáticamente con sus pokémon, por eso algunas personas la llaman bruja y le tienen miedo.
 
-Aunque fuera de esos tenebrosos poderes o esa mirada asesina, es una chica bastante guapa - dijo Takeo - Bueno, también omitiendo esa personalidad cortante y fría que tiene - se tendió en el suelo luego de comer demasiado.
 
La comida se había acabado y Red estaba muy satisfecho. Jamás había experimentado tanta hambre en su vida. Todo el ejercicio y entrenamiento que hizo ese día, sumado a lo que consumió se empezó a convertir en un gran cansancio.
 
Vio un reloj que estaba colgado en una pared cercana a la mesa, para poder visualizar mejor qué hora era, pero se quedó observando que al lado del reloj se encontraba un estante, donde había varios trofeos de artes marciales y premios de karate, algunos con forma de Sawk, de Machamp y hasta de Hitmonlee y Hitmonchan. También había condecoraciones del ejército, tanto de Kanto como de Unova, como una medalla con forma de Staryu en alusión a la región de Kanto, y otra con forma de Braviary que representaba a Unova, siendo ese pokémon una insignia de dicha región, además de encontrarse en su escudo.
 
Notó que también había un cuadro al lado del reloj, una foto en blanco y negro en un marco de una madera muy oscura y vieja, pero que se encontraba en perfectas condiciones. En la fotografía podía identificarse claramente al teniente Surge en su traje de Blue Marker, al lado del que parecía ser Maxwell Power, el antiguo embajador de Unova en Kanto, además de estar acompañados por el Maestro Karateka, quien en la fotografía se veía bastante joven, con el característico traje militar de la época y la cinta roja que actualmente llevaba en la frente.
 
Red se rio un poco al notar que su expresión en la foto y la que actualmente tenía era básicamente la misma, pese a que, en el fondo, el Maestro Karateka también era alguien amable con todas las intenciones de ayudar.
 
Suponía que aun con el genio y la forma en la que Koichi hablaba de Surge, lo consideraba un buen amigo.
 
-Bueno, ya va siendo hora de que vaya al centro pokémon - dijo Red, levantándose - permiso, estuvo muy bueno todo.
 
- ¿Por qué no te quedas a dormir aquí? - sugirió Asun - Hay un cuarto disponible al lado de la habitación de Takeo.
 
-Te advierto que yo suelo roncar - dijo Takeo.
 
-No me gustaría ser un problema - dijo Red, un poco apenado.
 
-Tonterías - dijo Koichi - eres como mi alumno ahora, y no voy a permitir que un alumno mío duerma en el centro pokémon si hay un lugar disponible aquí. Si Takeo ronca esta noche, entonces le cerramos la boca con una cinta y punto.
 
-Está bien - dijo sin más Red, un poco avergonzado por lo que Koichi había dicho.
 
Volvió a sentir ese aire familiar, esta vez siendo de alguna manera parte de esa peculiar familia de karatekas, y pese a que el lugar era más pequeño que el gimnasio de al lado, se sentía más espacioso.
 
Asun acompañó a Red a la habitación que iba a usar, siendo seguido también por sus tres pokémon.
 
La habitación era bastante amplia, similar a las del centro pokémon, sólo que en vez de una cama tenía un futón, un colchón en el suelo con una gran almohada y un edredón, siendo algo habitual en la cultura de Johto y poco visto en Kanto, que utilizaba camas similares a las usadas en la cultura de Unova.
 
-Que descanses - dijo Asun, cerrando la puerta plegable.
 
-Igualmente - dijo Red, quedando en esa habitación solo con sus pokémon.
 
Se acostó en futón, siendo más cómodo de lo que esperaba. Sus pokémon se acostaron a su lado, con Charmeleon asimilando una especie de posición fetal; Paras haciendo lo habitual y escondiéndose debajo de su gorra, que estaba en el suelo a un lado de la almohada, y Primeape, quien se tumbó en el piso de espaldas, al lado de Charmeleon.
 
Estaba mirando el techo sin poder dormir. Muchas cosas habían pasado ese día, consiguiendo superar el tema de su pokémon.
 
Miró su mano derecha sin su guante, notando la cicatriz que se provocó por golpear el pilar de madera por 7 horas enteras.
 
Esa marca permanente simbolizaba su inicio como un entrenador de verdad, uno que entendía la confianza que debía tener a sus pokémon, conocer su naturaleza y desde luego, guiar su potencial, pues cada pokémon tenía una forma de pelear diferente, algo que en la mayoría de los libros que leyó no salía.
 
Estaba ansioso de tener su revancha contra Blue Marker y su Electabuzz. Esta vez sería diferente, pues él confiaba en Primeape, y Primeape confiaba en él. Cada ataque de su pokémon sería como un ataque suyo, dando todo en cada golpe.
 
Sin poder dormir, se salió del futón para hacer un poco de ejercicio en la habitación, unos abdominales como Takeo le había sugerido.
 
Primeape abrió sus ojos para ver lo que estaba haciendo su entrenador y lo imitó, siendo seguido por Charmeleon, que no quería quedarse atrás del pokémon de tipo lucha.
 
Paras fue el único que no siguió el ejercicio, permaneciendo dormido debajo de la cómoda gorra de su entrenador, que lo llenaba de paz y tranquilidad.

 
Red se había despertado con mucho cansancio en todo su cuerpo, producto del ejercicio que había realizado en la noche para poder dormir tranquilamente.
 
Se despertó por un enorme gong tocado por Asun, haciéndole saber a los alumnos del Dojo Karate que debían de despertar para realizar sus entrenamientos y tareas habituales.
 
Le dieron acceso a las duchas para que pudiera asearse, llevándose la sorpresa de que en ese lugar no se utilizaba agua caliente, solamente agua fría, tan fría como para el ataque frío polar, fulminando sus huesos en el proceso por la sensación tan extrema.
 
De desayuno Asun había preparado huevos hervidos no fertilizados, con sal y pimiento. Se sorprendió que Takeo le estaba echando mayonesa a su comida, lo cual el Maestro Karateka respondió golpeando a su hijo, ya que, para él Takeo estaba "deshonrando el desayuno" con esa combinación tan rara.
 
Los pokémon del Dojo junto a los de Red también degustaban de la comida que Asun les había servido, siendo Charmeleon y Primeape los que más comían.
 
Vio el reloj, notando que eran recién las 8 a. m., y pese a haber hecho ejercicio antes de dormir no se sentía cansado, todo lo contrario, se sentía con mucha energía, listo para su revancha.
 
Acabado el desayuno, Red se levantó y dio gracias por el desayuno. Quería llegar temprano al gimnasio de Ciudad Carmín, y Koichi lo sabía, veía en los ojos rojos del chico una determinación tremenda, algo que le recordó mucho a otro joven que había llegado a su Dojo antes que Red, solo que ese entrenador tenía los ojos verdes.
 
-Sabemos que ganarás Red - dijo Koichi, colocando su mano derecha en el hombro derecho del chico - ¡Demuéstrale a ese payaso azul de qué está hecho el Dojo Karate!, ¡Auch! - se quejó, sintiendo un dolor punzante en su costilla derecha.
 
El artista marcial se hizo a un lado luego de que su esposa le clavara su codo profundamente en su costilla.
 
-Querrás decir, demuéstrale de lo que está hecho Red - dijo Asun, entregándole una botella con agua al chico de ojos rojos - Ataca con todo.
 
-Muchas gracias por todo - dijo Red, guardando la botella con agua en su mochila - Bien, ya me voy, adiós.
 
- ¡Adiós! - se despidió la pareja, viendo como el chico se alejaba caminando al sur.
 
Ya estando bastante lejos se detuvo por un momento, se volteó para ver el Dojo, notando que Koichi y Asun ya habían entrado. Luego miró el gimnasio de al lado, pensando en todo lo que había escuchado ayer en la noche, sintiendo mucha curiosidad sobre los extraños poderes de la líder de gimnasio. Le llamaba la atención si en verdad esa chica tenía ese tipo de habilidades.
 
-Todavía no es el momento –
 
Escuchó una voz femenina en su cabeza que lo hizo temblar un poco junto a Paras, para luego seguir con su ruta hacia el gimnasio del Blue Marker.
 
-Conque bruja psíquica - pensó Red mientras caminaba.
 
El camino a Ciudad Carmín fue bastante corto. En su camino, antes de salir de Ciudad Azafrán, vio a más personas circulando por las calles, así como también a varios autos negros circulando cerca del edificio de Silph S. A.
 
Siguió por la ruta 6, pasando por un pequeño estanque donde unos cuantos Poliwag y Krabby se estiraban para iniciar el día. De igual manera vio a algunos Pidgey posarse en las copas de los árboles a su alrededor.
 
Finalmente llegó a la ciudad portuaria, caminando sin desviaciones al gimnasio donde se encontraba el teniente Surge para reclamar su medalla una vez lo haya derrotado.
 
El gimnasio que además cumplía con el propósito de ser un museo conmemorativo de las 2 guerras que peleó Unova, al igual que embajada de dicha región, se encontraba abierto, mas no tenía la cantidad de público que tuvo el lunes, dado que todavía era muy temprano en esta ocasión.
 
Al ingresar y caminar por el museo, ya sin tantas personas como la vez anterior, logró ver mejor las exhibiciones de este, como un cuadro donde se encontraba John Smith, el Blue Marker original, golpeando a una persona de cabello verde y ojos rojos, que usaba una túnica amarilla con morado. Intuyó que se trataba de un sujeto de la extinta región de Sairel, dado que tenía ciertos grabados en su túnica que se asemejan a algunos símbolos de Arceus, conectando con que Sairel se consideraba la supuesta región elegida por el pokémon todopoderoso.
 
- ¡Red! - dijo una voz grave detrás de él - ¡Estás muy temprano aquí!
 
Surge llevaba sus gafas oscuras con su traje de oficina color azul, con camisa blanca y corbata negra.
 
-No podía esperar a tener mi revancha - dijo Red, mirándolo directamente a los ojos.
 
El líder de gimnasio también miró a Red directamente a los ojos, a través de los cristales oscuros que cubrían sus globos oculares. Podía sentir la determinación en las palabras del chico, siendo diferente a cuando lo conoció.
 
- ¡Muy bien! - dijo Surge, conduciendo a Red al lugar de combates - ¡Electabuzz y yo tampoco podíamos esperar por tu revancha!
 
En el lugar se encontraba Gino, haciendo sombra en una de las paredes.
 
- ¡Gino, deja de entrenar, tenemos un oponente! - dijo el rubio.
 
- ¡Sí! - dijo el referí para posicionarse y presenciar la batalla - ¡Creo que no hace falta que diga las reglas! - al ver mejor quien era el retador del líder de gimnasio.
 
Red se volvió a colocar en el lugar donde había peleado y perdido contra Surge, sólo que esta vez sería diferente, lo sabía, podía sentirlo.
 
- ¡Sal, Electabuzz! - dijo el soldado sacando a su pokémon.
 
La criatura eléctrica dio un grito de combate mientras movía los puños con energía al ver quien era el oponente de su entrenador y lo que significaba.
 
- ¡Electabuzz está emocionado de ver el fruto del entrenamiento de tu Mankey! - dijo Blue Marker - ¡Espero que hayas aprovechado de entrenar junto a Koichi!
 
- ¡Claro que sí, Primeape, ve! - dijo Red, sacando a su pokémon ya evolucionado.
 
El pokémon de Red golpeó sus puños para luego dar una pose de karate, similar a la de su entrenador cuando estuvo entrenando con el artista marcial de Ciudad Azafrán.
 
Surge sonrió al ver el resultado, no solo porque Mankey había evolucionado, sino también por la postura que tenía, menos inquieta y más estable, al igual que su mirada.
 
Ahora era casi del tamaño de Electabuzz, difiriendo unos 10 centímetros aproximadamente.
 
-Veamos si también mejoró su ataque! - pensó Surge, tomando una postura de pelea - ¡Cuando quieras Red!
 
Red respiro profundo, copiando la posición que había tomado su pokémon, sintiendo una punzada en su puño derecho.
 
- ¡Primeape, usa demolición! - ordenó Red, tomando la iniciativa.
 
El mono cerdo correspondió a la orden de su entrenador, corriendo en dirección a Electabuzz, preparando su mano derecha para golpear con su nuevo movimiento.
 
- ¡Protección! - ordenó el líder de gimnasio.
 
Red no desistió en su decisión, sabía que Primeape iba a atacar si o si, e iba a confiar en ello.
 
El pokémon eléctrico creó un campo de fuerza con su mano izquierda, que anuló el golpe de Primeape, sintiéndolo diferente a la vez anterior. Surge se sorprendió de que Red no le haya ordenado a su pokémon retroceder o detenerse.
 
- ¡Demolición otra vez! - ordenó Red, aprovechando la cercanía.
 
En un parpadeo, el pokémon de tipo lucha volvió a utilizar el ataque, golpeando el hombro izquierdo de su oponente, haciéndolo retroceder.
 
- ¡Nada mal! - dijo el teniente golpeando al aire - ¡¿Cómo lo sentiste compañero?!
 
Electabuzz se volteó para darle un gruñido a su entrenador, mientras movía un poco su hombro golpeado.
 
- ¡Ya veo! - dijo el rubio - ¡Nada mal, espero que sigan atacando con la misma potencia!, ¡Electabuzz, usa puño trueno!
 
La criatura amarilla comenzó a cargar electricidad en su puño derecho para posteriormente ir a donde su oponente.
 
- ¡Intercepta con demolición! - ordenó Red.
 
Primeape alcanzó a frenar el ataque de Electabuzz, quien llegó como un rayo hacía él.
 
- ¡Patada baja! - ordenó Red.
 
- ¡Puño fuego! - ordenó Surge.
 
Los dos pokémon acertaron los ataque que sus entrenadores les habían ordenado, con Electabuzz golpeando el costado derecho de Primeape con su puño cubierto de llamas, y Primeape pateando la cadera izquierda del pokémon de Surge.
 
Ambos retrocedieron producto de los ataques, para volver a sus posiciones de pelea.
 
- ¡Patada baja! - ordenó el chico.
 
- ¡Puño hielo al piso! - ordenó el teniente.
 
Mientras Primeape se acercaba a Electabuzz para patearlo, este golpeó el suelo enfrente suyo con su puño derecho, congelando la superficie con una capa de hielo que se traspasó desde su puño a la superficie.
 
El suelo debajo del pokémon de Red se congeló, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera en el duro piso congelado.
 
- ¡¿Qué tal?! - dijo Surge - ¡Quiero ver como salen de ese embrollo!
 
El mono cerdo se paró con algo de dificultad, costándole un poco mantener el equilibrio en ese suelo que Electabuzz había alterado.
 
No podían ir directo a atacar al oponente, que se cruzó de brazos esperando el siguiente movimiento del pokémon y su entrenador, mientras dejaba ver su collar de garra afilada.
 
-Tendremos que deshacernos de ese hielo antes de poder atacar, pero la única forma seria… - pensó Red - Perdóneme, teniente Surge, Gino - pensó - ¡Primeape, ataca el suelo con demolición! – mientras presionaba más su puño derecho.
 
El pokémon obedeció, confiando en la orden de su entrenador, golpeó en suelo con un tajo de su mano derecha, rompiendo no solo el hielo, sino el suelo debajo de él y a su alrededor, creando escombros de concreto que saltaron por todo el área de combate.
 
Surge, Gino y Electabuzz tuvieron suerte de evitar la lluvia de escombros, con el primero de ellos un poco sorprendido de la acción del muchacho. Esperaba que esa fuera su respuesta, pero no esa intensidad en el ataque.
 
- ¡Patada baja! - ordenó Red, aprovechando que el pokémon eléctrico se encontraba confundido.
 
Primeape saltó y atacó a Electabuzz, pateando otra vez la cadera izquierda del pokémon de Surge.
 
- ¡Puño fuego! - ordenó Blue Marker.
 
Aun tras recibir un ataque directo por parte de Primeape, Electabuzz acató la orden de su entrenador, cubriendo en llamas su puño derecho para golpear el rostro del mono cerdo, haciéndolo retroceder y que cayera en el desastre de escombros que había generado.
 
El pokémon de Red se levantó, todavía no perdía ni pensaba hacerlo.
 
- ¡Usa golpes furia! - ordenó Red.
 
- ¡Protección! - ordenó Surge.
 
Electabuzz generó su clásico campo de fuerza con su mano izquierda, bloqueando la serie de golpes que Primeape acertó en él.
 
- ¡Puño trueno! - ordenó Surge.
 
- ¡Golpes furia! - ordenó el entrenador.
 
Los ataque de ambos chocaron, sin embargo, Primeape siguió atacando, golpeando repetidas veces al pokémon amarillo en el estómago y las costillas.
 
- ¡Puño trueno! - ordenó el teniente.
 
Rápidamente Electabuzz se movió hacia Primeape, asentando un golpe crítico que tumbó al pokémon de Red en el suelo.
 
Primeape se volvió a levantar, con sus brazos y piernas en posición de ataque, cansado por los golpes que recibió.
 
Electabuzz también se encontraba en las misma condiciones, tomando una postura de boxeo.
 
- ¡Creo que estamos en las últimas! - dijo Surge - ¡Ataca con todo!
 
- ¡Ataca con todo! –
 
Recordó las palabras de Asun. Si ya estaba dando el 100% en cada golpe, ahora para rematar tenía que dar el 200%.
 
- ¡Primeape, usa megapuño! - ordenó Red, sacando su arma secreta.
 
Su pokémon tensó y cerró fuertemente su puño derecho, para luego dirigirse a golpear a Electabuzz, con una gran carga de energía potencial guardada en su puño.
 
- ¡Protección! - ordenó el líder de gimnasio.
 
El pokémon de Surge generó el campo de fuerza con su mano izquierda, sin embargo, esta vez ocurrió algo diferente.
 
Primeape había atacado el costado derecho del campo de fuerza, por ende, si Electabuzz no hubiese usado el ataque protección, el pokémon de Red habría fallado su ataque.
 
- ¡Megapuño otra vez! - ordenó Red.
 
- ¡Puño trueno! - ordenó Blue Marker.
 
Electabuzz golpeó primero, dado su velocidad, atacando la frente del pokémon de Red y pasando su carga de electricidad para aumentar el daño.
 
No obstante, Primeape de igual forma atacó, habiendo cargado su puño con mucha energía potencial, golpeó a Electabuzz en el rostro, resistiendo la descarga eléctrica recibida por este y generando una fuerza tan fuerte, que lo empujó hasta que chocó con la pared que estaba a espaldas de su entrenador.
 
El impacto fue tal, que provocó un enorme agujero en la pared.
 
Gino fue a ver el estado de Electabuzz, haciendo una señal de que el pokémon eléctrico se hallaba debilitado.
 
- ¡Electabuzz no puede seguir peleando, la victoria es para el retador Red! - dijo Gino.
 
-¡¡Si!! - exclamó el joven entrenador, saltando de alegría.
 
Primeape se acercó a su entrenador para abrazarlo, haciéndolo caer en el proceso. Desde allí, extendió su mano para abrirla y cerrarla, sintiendo una punzada en la cicatriz que tenía en ella.
 
Era la primera vez que reaccionaba de tal manera luego de una victoria. Las veces anteriores también estaba feliz, pero esta se sentía diferente. Una victoria ganada tras perder, habiendo caído, pero logrado levantarse y sobreponerse.
 
-JAJAJAJA, ¡Bien hecho Red! - dijo Surge acercándose al vencedor de la batalla, ya habiendo devuelto a su compañero pokémon a su pokéball - ¡Fue una buena batalla, tanto que hasta el campo se vio afectado!
 
-Jejeje, lamento eso - dijo Red, un poco apenado por la destrucción de la arena de batalla.
 
-JAJAJAJA, ¡No te preocupes, fue culpa mía en primer lugar! - dijo el rubio - Fue una buena pelea Red, te ganaste esto... - sacando del bolsillo de su traje la medalla de su gimnasio - La medalla trueno - dándosela al entrenador.
 
La medalla era del mismo tamaño que las anteriores, era como un sol de centro naranja con rayos amarillos a su alrededor, resplandeciendo igual que dicha estrella.
 
-Muchas gracias - dijo Red, parándose para tomar la medalla y apreciarla.
 
-Gracias a ti - dijo Surge - Siempre es divertido encontrarse con distintos oponentes, cada uno con sus distintas sorpresas. Este año la Liga Pokémon será genial, tienes muchos oponentes más allá afuera.
 
-Ya lo creo - dijo mientras recordaba a su oponente y rival principal - A todo esto, ¿Qué ocurrirá con el lugar? - refiriéndose al desastre que había causado.
 
-No te preocupes, tenemos un fondo de emergencias para situaciones como esta - dijo Surge - Nunca esperé que tuviera que usarlo, ya que el piso está diseñado para resistir 3 veces el ataque golpe cuerpo de un Snorlax. En fin, luego de esto, me gustaría hacerte una propuesta, a ti, a tu Charmeleon y a tu Primeape.
 
- ¿Qué cosa? - preguntó Red intrigado, con Primeape mirando al líder de gimnasio con mucha curiosidad.
 
-Me gustaría enseñarle a tus pokémon algunos de los ataque puño que sabe mi Electabuzz - dijo Surge - Puño trueno, puño fuego, puño hielo. Creo que te convendría bastante para tus futuras batallas.

- ¿Por qué? - preguntó Red, sin entender las motivaciones de Surge.

-Quiero hacerlo, porque se que tienes potencial - dijo el rubio - Mi trabajo como líder de gimnasio no solo es pelear y entregar una medalla, sino también velar y contribuir en todo lo que esta a mi alcance para fortalecer a los entrenadores del presente - quitándose las gafas de sol - ¿Qué dices?
 
Red lo pensó por un momento, para luego ver a su pokémon al lado suyo, saltando de entusiasmo por aprender un nuevo ataque.

Realmente Surge era un héroe, un símbolo cuya meta era sacar lo mejor de las personas y su máximo potencial. Entendiendo porque todos lo querían y respetaban.
 
-Está bien - dijo Red con entusiasmo - Hagámoslo.
 
Continuará.
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@nakun92 Quise que el entrenamiento fuera rápido, pero a la vez duro, una marca que se quedara con él para siempre.

@"Lunarium" La verdad me inspire en algunas partes del anime, solo que Red no va a regalar a su mejor pokémon así como así.
Pero olvidas algo Luna, el monte de mi abuelo no tiene naipes patéticos, pero lo que si tiene, es al invencible Caterquaza.
[Imagen: hvfDZsL.jpg]
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#36
Antes de dar mi opinión con respecto al capítulo, debo dar una pequeña cita:
Cita:Ya era tarde, el sol ya se había ocultado, dándole espacio a la luna para que utilizara el cielo.
Por un momento de confusión (estaba comiendo en el trabajo) creí que estabas poniendo que Lunarium era quien utilizaría el cielo. No veas cómo me reí al momento. Casi se me cae la comida por ello [pokemon][/pokemon] [Imagen: mewtwoLUL.png]

 Y ahora sí, el capítulo: Fue entretenido. Conmovedor al principio, especialmente por el énfasis hacia los recuerdos familiares de Red mientras comía en casa del maestro karateka, y encima ese ofrecimiento de alojamiento de parte de los dueños de casa le sumó muchísimo al momento. Hasta llegué a creer que pondrías un flasback completo sobre esa clase de momentos que habría estado viviendo el Red chikito[Imagen: pjjVtjb.jpg]

Y la pelea, momento de superación consumada. Una muy buena victoria ante Surge, y ahora a ver cómo va creciendo de ahora en adelante Red como entrenador. Y claro está que no hay que dejar a Green y Blue de lado. Siendo la historia sobre los tres, estará genial ver qué tal les va en sus respectivos caminos, aunque no se me olvida lo del señor Fuji.




Eso sí, en cuanto toque la pelea contra Sabrina (a ver para cuando), no te extrañes de que cierta niña por ahí te diga que eres débil, que te falta shippeo jeje.
nadaoriginal: La historia de un escritor de fanfics que te liga todo lo que se mueve mientras se burla
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#37
Capítulo 16: Aquello que se oculta en Pueblo Lavanda
Ruta 10, Kanto, 5 de noviembre de 2008.
 
Blue caminaba por la ruta 10 algo cansada, acompañada por Sparker y Venus.
 
Había cruzado el Túnel Roca, una de las tantas cuevas que tenía su querida región, siendo la más oscura de todas.
 
Para su suerte, tenía a Sparker que le iluminó el camino por el laberíntico lugar, y a Venus que con su dulce aroma, pudo repeler a varios pokémon salvajes que se cruzaron en su camino.
 
Sin embargo, los que no querían dejarla avanzar y eran obstinados, como algunos Onix, Geodude o Zubat, tuvieron que ser debilitados por sus pokémon.
 
Sparker hizo un buen trabajo encargándose de los Zubat que fastidiaban a su entrenadora, mientras que Venus hacia el suyo lidiando con los pokémon de tipo roca que abundaban en ese lugar, no por nada era el Túnel Roca.
 
Le podía ver el lado positivo, al menos fue un buen entrenamiento para sus pokémon, para no tener que recurrir tanto de Otto, el Pidgeotto de Red, que era el pokémon más fuerte que tenía en su equipo.
 
A lo lejos pudo ver la entrada de Pueblo Lavanda, su objetivo. Sintió un escalofrío tremendo proveniente de ese lugar, aun cuando el viento circulaba por el lado contrario.
 
Era un lugar conocido por sus mitos urbanos, como que el viento que soplaba por el pueblo tenía un conjuro que hacía a los visitantes volverse locos, o que por las noches los pokémon muertos de la Torre Pokémon salían de sus tumbas para alimentarse de los visitantes, siendo un trato que habían hecho con los residentes para que haya prosperidad en el pueblo.
 
Historias que no le daban miedo, de hecho, le habría encantado leer un libro o ver una película inspirada en el segundo mito urbano. La idea de muertos vivientes y como los lugareños dejando a los turistas a merced de esas criaturas, era una historia genial para ella.
 
Al entrar al dichoso pueblo notó que no había mucha gente circulando por los alrededores, solo unos cuantos que se encontraban en los pórticos de sus casas, algunos barriendo las entradas de sus casas y otros atendiendo las plantas que tenían afuera, dando la sensación de un pueblo fantasma.
 
— Qué miedo — pensó Blue mientras avanzaba por las calles del pueblo.
 
La Torre Pokémon era sin duda el lugar que más destacaba en el pueblo, pues las casas carecían de diseños memorables, siendo bastante feas y viejas.
 
Era una estructura hecha con unos ladrillos de un material elaborado en Unova, siendo bastante resistente y que podía preservarse bien con el paso del tiempo, siendo de la época de la guerra contra Sairel. Era alta, teniendo ocho pisos con la cima perdiéndose en el cielo.
 
Otro lugar destacado y que sintió alegría de encontrar, era el centro pokémon, pues quería detenerse a comer algo, tanto ella como sus pokémon.
 
— Bienvenida al centro pokémon — contestó la enferma al ver ingresar al recinto médico a Blue — ¿Desea que curemos a sus pokémon?
 
— Por favor — dijo Blue, devolviendo a Venus y a Sparker a sus pokéballs, para dárselas a la enfermera junto a las de Otto y Kitty.
 
Miró el puesto de comida al lado derecho de la recepción, viendo las distintas opciones y precios a elegir. Se tentó a probar un platillo que jamás había escuchado hablar, curry, que al parecer era un plato muy popular en la región de Galar, siendo algo nuevo que vino a la región de Kanto, para ver el impacto que tendría en la población.
 
Fue a sentarse a las bancas tras recibir a sus pokémon totalmente curados, junto a la orden de comida para todos.
 
—  Qué rico pensó Blue mientras degustaba su comida.
 
El curry que ordenó era uno llamado curry picante con queso mu-mu. Dicho queso había sido traído desde la granja mu-mu en la región de Johto.
 
Era bastante delicioso, siendo picoso, pero muy cremoso, generando una combinación perfecta que hacía bailar sus papilas gustativas.
 
— Galar tiene buena comida — pensó Blue.
 
Sus pokémon por su parte consumían a gusto su comida, siendo Venus y Sparker los que comían más, considerando que habían estado peleando con varios pokémon salvajes en el Túnel Roca.
 
Otto comía tranquilo, se sentía tranquilo de estar junto a Blue, pues ya había combatido a su lado, y en aquella ocasión la chica logró sacar su potencial para hacerlo evolucionar.
 
Kitty era la que comía más refinadamente, comiendo de una forma más tranquila y sintiéndose un poco incómoda de la forma en que Sparker devoraba la comida de su plato.
 
Mientras comía también aprovechó de ver más a fondo el paquete que había recibido del Agente Looker y la Agente Anabel.
 
Un pequeño comunicador de una sola línea, siendo eficaz para que agentes externos no puedan rastrear las llamadas. Una pequeña cámara fotográfica, así como también una pequeña fotografía de una mujer de piel clara, con los ojos y el cabello morado, usando un traje negro con camisa blanca y corbata igual de negra que el traje, dicha mujer era la Agente Anabel, que se veía realmente joven para ser una agente de la Policía Internacional.
 
Una de las interrogantes que tenía en su mente, era cuál era la residencia del profesor Fuji en el pueblo, al igual que el nombre que utilizaba, ya que no era lógico que se siguiera llamando Fuji si había fingido su muerte en el S.S. Anne tras hundirse.
 
Lo único que podía hacer era deambular por el pueblo, buscando alguna señal extraña en alguna de las casas, considerando la teoría de que Fuji había sido secuestrado por las personas detrás de la Silph S.A.
 
Manos a la obra dijo acabando su curry, al igual que veía que sus pokémon también habían acabado con su comida.
 
Venus y Sparker estaban recostados, el último podía notarse con una barriga un poco más elevada, ya que comió mucho y más rápido que sus demás compañeros.
 
Kitty estaba lamiendo su pata derecha, a su vez que Otto permanecía en el suelo al lado de Venus, que estaba acostada de estómago al suelo.
 
— Muy bien, creo que se merecen descansar un poco más — devolviendo a Venus, Sparker y a Otto a sus pokéballs — Vamos Kitty — guardando el paquete con los artefactos en su bolso.
 
La pokémon gata se subió en el hombro derecho de su entrenadora, acomodándose a gusto allí.
 
Blue salió del centro pokémon, lista para encontrar el hogar del profesor Fuji en ese pueblo fantasma, siendo precavida en no llamar mucho la atención de los pocos residentes que había afuera.
 
Al caminar por los alrededores no encontraba nada sospechoso, solo que no había rastros ni de personas ni de pokémon, más allá de unos cuantos vecinos en sus pórticos y unos Pidgey y Spearow posándose en los techos de las casas.
 
No había ningún indicio de la posible casa de Fuji, ninguna ventana sospechosamente abierta o puerta forzada. Lo bueno era que el pueblo no era tan grande, siendo más grande que Pueblo Paleta, pero eso era porque en su pueblo natal solo había tres casas.
 
— Ya sé — pensó la chica.
 
Dado que Fuji había fingido su muerte 10 años atrás, llegando a este pueblo para poder esconderse y empezar una nueva vida, su vivienda tendría que ser la menos vieja de todas, pues las demás tenían alrededor de 4 décadas de antigüedad.
 
Estaba la posibilidad de que estuviera rentando en una casa con dueño, sin embargo, si ese era el caso, alguien tendría que haber reportado la desaparición repentina de su inquilino a las autoridades.
 
La gran mayoría de las casas a su alrededor eran viejas, por lo que decidió ir más al sur a inspeccionar. Mientras avanzaba encontró una casa con un diseño algo diferente a las demás. Al acercarse notó que era de un tamaño un poco mayor al resto, con una fachada distinta, pese a estar construida con los mismos materiales que las demás.
 
Al estar frente a la puerta, vio como estaba mal cerrada, notándose un poco por la perilla, y viendo como esta no tenía seguro.
 
Estaba casi segura de que ese era el lugar donde Fuji estuvo viviendo todo este tiempo, podía sentirlo. Sacó la pequeña cámara de su bolso para fotografiar el lugar y recolectar evidencia.
 
Se dispuso a entrar, dirigiendo su mano a la perilla de la puerta para poder ingresar y corroborar su hipótesis, que de ser cierta, tendría que informar a la Policía Internacional al respecto.
 
— ¿Blue? — dijo una voz masculina detrás de ella.
 
Reconocería esa voz donde en cualquier lugar, sin importar la distancia o el tiempo que hubiese pasado sin estar cerca de él.
 
— Green — dijo la chica, volteándose para ver a su hermano.
 
El chico estaba igual a cuando se fue de Pueblo Paleta para participar en la Liga Pokémon, teniendo la misma expresión en su rostro. Al lado suyo se encontraba un Haunter, un pokémon de tipo fantasma, siendo ese tipo de pokémon muy recurrentes en la Torre Pokémon.
 
— ¿Qué haces aquí? — preguntó Blue.
 
— ¿Aquí?, Yo podría hacerte la misma pregunta — contestó el chico — ¿Tu qué haces por aquí?
 
— Yo, pues… estoy aquí, porque el abuelo quiso que le entregara un paquete a un amigo suyo — dijo Blue.
 
— ¿Paquete?, ¿No habría sido mejor enviarlo por medio de un Pidgey o algo así? — dijo Green, un tanto escéptico por lo dicho por su hermana.
 
— Tú sabes cómo es el abuelo, siempre quiso que nosotros saliéramos a explorar el mundo, así como él lo hizo en su juventud — dijo Blue — Por eso aprovechó que tenía que enviar un paquete a su amigo para que iniciara el mío.
 
— ¿Y ese Meowth lo atrapaste en el camino? — preguntó Green, mirando detenidamente al pokémon que se encontraba en el hombro de su hermana.
 
— Si, se llama Kitty, la atrapé antes de llegar a Pueblo Lavanda — dijo Blue, sosteniendo a su pokémon — Supongo que ese Haunter lo atrapaste en la Torre Pokémon, ¿Acaso quieres ser como la abuela? — preguntó en tono de burla.
 
— ¿Como la abuela?, claro que no — negó de inmediato — Solo vi conveniente tener a un pokémon de tipo fantasma en mi equipo, eso es todo — recordando su batalla con su abuela — Bueno, ¿Vas a ingresar?
 
Blue asintió, volviendo a centrarse en su misión, le alegraba mucho volver a ver a su hermano, pero tenía cosas que hacer. Abrió la puerta e ingresó a la residencia de manera precavida, dando pasos sigilosos mientras su hermano esperaba afuera junto a su pokémon fantasma.
 
Al ingresar llegó de inmediato a la sala de estar de la casa, mas no había nada, solo un sofá y una televisión bastante antigua. En las paredes no había nada, ninguna fotografía o cuadro que funcionara como evidencia de que esa casa era de Fuji.
 
Se movió por un pasillo que conducía a la habitación principal, quedando horrorizada con lo que encontró en la entrada del cuarto.
 
— AAAAAAHHHHH!!!! — gritó Blue.
 
Al oír a su hermana gritar, Green entró de inmediato a la casa junto a su Haunter, buscando a Blue por todos lados hasta encontrarla tirada en el piso, abrazando fuertemente a su Meowth.
 
Al intentar ayudarla a levantarse descubrió porqué había gritado.
 
En el suelo frente a la puerta de la habitación, se encontraba el cadáver de un Marowak, que pudieron reconocer por la calavera característica del pokémon de tipo tierra, pues el resto del cuerpo estaba casi irreconocible, una masacre total de sangre, órganos y huesos por todo el suelo.
 
Los ojos de Blue estaban lagrimeando por lo horrible de la escena, mas no era solamente por eso que estaba llorando, sino porque al lado del cuerpo destrozado de Marowak se encontraba otro pokémon más pequeño, un Cubone, que permanecía sentado al lado del pokémon fallecido, que al parecer resultaba que era su madre.
 
El pequeño pokémon no se movía, estando en una especie de shock que le impedía moverse, teniendo los ojos muertos mirando el cuerpo sin vida de su madre.
 
La escena también era impactante para Green, quien no estaba llorando como su hermana, pero sí dolido por la escena que estaba frente a él.
 
Blue respiró profundamente, tratando de calmarse un poco para luego acercarse al pequeño pokémon, tomándolo entre sus brazos para abrazarlo. Cubone no mostró resistencia, de hecho, aceptó el abrazo de la chica, hundiendo su cabeza en el pecho de esta mientras comenzaba a llorar, soltando un llanto desgarrador.
 
Algo en ese pequeño pokémon le recordaba un poco a alguien muy especial para ella, Red, recordando cómo su amigo estaba igual que el pokémon de tierra hace 10 años, siendo consolado en su momento por el profesor Oak.
 
No podía dejarlo solo, no después de todo lo que había estado viviendo, permaneciendo junto a su madre muerta sin mover un solo músculo.
 
Mientras Blue abrazaba al Cubone, Green decidió ver que había en la habitación, teniendo cuidado de no pisar el cuerpo de la fallecida Marowak.
 
Al ingresar a la habitación notó que había muchas prendas por todo el suelo, con la cama también hecha un desastre. Había varios libros tirados en los pies de la cama, con algunos abiertos, como si alguien estuviera buscando algo dentro de ellos.
 
Se adentró más al cuarto, acercándose a la ventana que estaba al fondo. Movió un poco la cortina azul que adornaba la habitación y al hacerlo se sorprendió que un teléfono cayese a sus pies, al parecer estaba escondido en el marco de la ventana.
 
Green lo tomó con cuidado, parecía funcionar, pero era un modelo muy viejo y no sabía cómo utilizarlo. Además de eso, no encontró rastro alguno del conocido de su abuelo, al ver que su Haunter había registrado por toda la casa sin éxito en encontrarlo, dudando un poco de las palabras de su hermana.
 
La chica se había calmado, teniendo al Cubone aun entre sus brazos. Este se había quedado dormido producto del llanto.
 
— ¿Entregar un paquete? — preguntó Green, parándose al lado de su hermana — Será mejor que me digas la verdad.

 
Los hermanos se movilizaron de la casa hasta el centro pokémon para poder platicar con más tranquilidad, y poder atender al pequeño Cubone. Cubrieron el cuerpo de la madre del pokémon con una manta, para discutir luego qué hacer con ella.
 
Dejaron a sus pokémon afuera de sus pokéballs para que pudieran relajarse e interactuar entre ellos. Venus y el Wartortle de Green se reconocieron de inmediato, sin importar que ya estuviesen evolucionados. Kitty y Otto estaban cerca de la Doduo y el Raticate de Green, mientras que Sparker y Haunter tenían una especie de duelo de caras graciosas, siendo arbitrado por el Weepinbell del chico.
 
— Entonces el abuelo te envió para que le entregaras cierta información a un agente de la Policía Internacional en Ciudad Celeste — dijo Green, diciendo lo que había entendido de la explicación de Blue, a lo cual ella asintió mientras revisaba el teléfono que Green encontró en la casa — Pero ese agente te envió a Pueblo Lavanda para que verifiques el paradero del tal Fuji — dijo Green, a lo cual Blue volvió a asentir.
 
La chica estaba centrada revisando el teléfono, que por más antiguo que fuera ella sabía un poco cómo funcionaba el aparato, descubriendo en la lista de llamadas el número de su abuelo, corroborando que dicha casa era de Fuji.
El joven respiró profundamente al estar más claro en todo lo que su hermana se había metido. Tan solo se fue de la casa y ya estaba involucrada con una organización internacional que rastreaba a una organización criminal que acechaba entre las sombras.
 
— ¿En serio él está viajando? — preguntó bastante escéptico.
 
No podía creer que Red había iniciado su viaje un día después de su partida. Era algo que en verdad no podía creer y debía verlo con sus propios ojos, más el hecho de que la última vez que Blue estuvo con él, este se dirigía a Ciudad Carmín.
 
— Ya te lo dije, viajamos juntos desde Ciudad Plateada hasta Ciudad Celeste — dijo Blue, un poco molesta de que su hermano no le crea.
 
— ¿Y estará bien él solo en Ciudad Carmín? — preguntó Green, un tanto preocupado.
 
— Él estará bien — dijo Blue.
 
— ¿Cómo lo sabes? — preguntó Green.
 
— Porque él me dijo que estaría bien — recordando la última vez que vio a Red y sus palabras.
 
Green no respondió y dejó el tema de Red hasta ahí, ya que la enfermera del centro pokémon llegó cargando al Cubone que seguía dormido entre sus brazos, para dárselo a Blue.
 
La enfermera comentó que tuvo que administrarle algo de suero y vitaminas, debido a que llevaba días sin alimentarse y tampoco había dormido bien. También les comentó que solo debían alimentarlo con alimentos ligeros y fáciles de digerir una vez que despierte.
 
— ¿Qué harás con él? — preguntó Green — Mejor dicho, ¿Qué harás con todo esto? — refiriéndose al incidente de la casa y sobre el cadáver de Marowak.
 
Blue se quedó pensando por un momento. Tenía que reportar lo que había visto al Agente Looker, eso era más que evidente, ya tenía pruebas de que algo había sucedido en el pueblo, tal y como el agente había supuesto, más el hecho de la prueba de que Fuji había estado viviendo allí.
 
— Tendré que informar a Looker sobre lo que encontré aquí — dijo la chica un poco triste al recordar al Marowak — en cuanto al pequeñín, creo que lo llevaré conmigo, no puedo dejarlo sólo sabiendo lo que le sucedió.
 
— Entonces vas a atraparlo —
 
— No me parece correcto hacerlo en sus condiciones, viajará conmigo el tiempo que sea necesario hasta que se encuentre mejor, dependerá de él si quiere ser mi pokémon o no — dijo Blue mientras se paraba — Ahora iré a informarle al Agente Looker sobre mi descubrimiento — yéndose junto a Cubone para poder hablar en privado con el agente, dejando a su hermano solo con los demás pokémon.
 
Aunque no lo demostraba, estaba preocupado por su hermana. Temía que se estuviera metiendo en algo peligroso y que no pudiera salir de dicho conflicto que se estaba formando con la supuesta organización criminal que yacía dentro de la Silph S. A. También sabía que su hermana no saldría del asunto por más que insistira en que lo dejara.
 
Miró a los pokémon que la estaban acompañando en su viaje. Estaba sorprendido de que ella hubiese podido hacer evolucionar al inicial que le fue entregado a manos de su abuelo, considerando su bajo conocimiento de las batallas. El Pikachu le parecía curioso, cómo seguía compitiendo con su Haunter realizando morisquetas cada vez más raras. El Pidgeotto si parecía un pokémon que Red tendría en su equipo, viéndose imponente y calmado, listo para entrar en acción ante la más mínima orden. La Meowth tenía un porte de elegancia y no se veía como un pokémon con el que se pudiera contar en batalla.

 
Blue salió del centro para poder hablar de mejor manera con el Agente Looker, aprovechando que el pueblo era bastante silencioso y no tendría problemas de audio.
 
Sacó el pequeño comunicador con su mano derecha mientras que con la izquierda sostenía al Cubone, quien no dejaba de sorprenderle lo poco pesado que resultaba ser.
 
Presionó el único botón que tenía el aparato, soltando una leve vibración para luego comenzar a sonar como un teléfono cualquiera a la espera del receptor.
 
— ¿Aló, Blue? — dijo el Agente Looker a través de la otra línea.
 
— Sí, soy yo — contestó Blue — Ya estoy en Pueblo Lavanda y encontré algo sospechoso.
 
— Continuá —
 
— Encontré la casa donde estaba viviendo el señor Fuji, es la única que no tiene un diseño antiguo. En su interior se encuentra un Marowak asesinado brutalmente — dijo la chica de ojos azules — Además llevo un teléfono conmigo que encontré en la residencia, en su historial de llamadas se puede apreciar el número de mi abuelo.
 
— Muy buen trabajo Blue, en verdad, me impresionas — dijo Looker desde la otra línea — Haré que un equipo vaya al lugar para que trasladen el cadáver y busquen huellas o cualquier otro rastro. Ahora si no es mucha molestia, me gustaría que me hicieras un último favor.
 
— ¿Cuál? — preguntó Blue.
 
— Me gustaría que fueras a Ciudad Azulona para que te encuentres con la Agente Anabel y le entregues el teléfono y el paquete de aparatos que te entregamos, se encontrará en el centro pokémon el 7 de noviembre a las 13 horas, seguro ya viste su fotografía en el paquete — dijo el Agente Looker — después de eso no te molestaremos más, estás realizando un gran trabajo.
 
— Muchas gracias — dijo Blue, un tanto feliz por las palabras del agente.
 
— Bueno, eso sería todo — dijo el hombre al otro lado de la línea — Te deseo éxito en tu última misión. Cambio y fuera.
 
Ya no se escuchaba nada, habiéndose apagado una vez que Looker colgó, por lo que guardó el dispositivo.
 
Dio un fuerte respiro para mirar luego ver el cielo de Pueblo Lavanda. Se sentía un tanto emocionada de poder realizar una última misión, pero también se sentía un poco triste por eso mismo. Otra emoción que seguía sintiendo era un poco de miedo, por lo que había sido testigo en la casa del señor Fuji, al igual que lástima por el pobre Cubone que sostenía en brazos.
 
Decidió ingresar de una vez al centro pokémon donde había dejado a su hermano, sentándose al lado de él y apoyando su espalda en el respaldo de la silla, mientras abrazaba a Cubone.
 
— ¿Y qué te dijo? — preguntó Green.
 
— Ahora debo dirigirme a Ciudad Azulona para entregar lo que conseguí a otra agente de la Policía Internacional — dijo Blue un poco desanimada.
 
— ¿Te sientes bien? — preguntó Green — Porque no te ves nada bien.
 
— Estoy bien, es solo que... han pasado muchas cosas — dijo Blue — en verdad es increíble sentirme parte de la Policía Internacional, aunque sea solo de forma temporal y como alguien externo, el punto es…
 
— Te gustaría entrar a la Policía Internacional y ser una agente de verdad — terminó de decir Green.
 
— Sí, pero al recordar mi comportamiento en la casa del señor Fuji, me hace pensar que no tengo lo necesario — dijo Blue mientras abrazaba a Cubone — qué clase de agente sentiría miedo y se pondría a llorar en medio de un caso.
 
— Tienes razón, serías un desastre en las misiones, llorando y moqueando cada vez que te encuentres con algún cuerpo — dijo Green — pero yo creo, porque no tengo idea de cómo funciona esa organización, que nadie nace preparado para algo así.
 
— ¿Tú crees? — preguntó Blue.
 
— Recuerda lo que decía mamá o la abuela sobre el abuelo, que empezó siendo un desastre como investigador pokémon, una vez que decidió dejar de ser un entrenador para crear la pokédex — contó Green recordando las historias — Lo mismo debería funcionar para ti. Cuando amas algo, luchas por ello.
 
Blue pensó en las palabras que había dicho su hermano, centrándose en las últimas.
 
— ¿De dónde vino eso último? — preguntó Blue, ya que no sentía que eso sería algo que su hermano diría.
 
— Me lo dijo la abuela cuando me la encontré en Ciudad Carmín — dijo Green — Pero volviendo al asunto, no pienses mucho en el tema, si eso es lo que quieres hacer, entonces debes esforzarte en lograrlo, puede que no sea una tarea sencilla, pero debes intentarlo.
 
— Eso sí sonó como algo que tu dirías — contestó Blue.
 
— No por nada soy el mayor — dijo Green.
 
— Solo por 10 minutos — dijo Blue.
 
— Como sea — tratando de cambiar de tema — ¿Cuándo tienes que estar en Ciudad Azulona?
 
— El viernes — contestó Blue — ¿Acaso quieres acompañarme? — dijo burlándose de su hermano.
 
— Nada de eso — dijo Green — tengo pensado desafiar el gimnasio de Azulona, eso es todo.
 
— ¿No irás a por el de Azafrán? — preguntó la chica.
 
— Ese era mi plan en un inicio, pero me han advertido que no debo subestimar a la líder de ese gimnasio — dijo Green — Así que no me arriesgaré e iré por el gimnasio de Azulona.
 
— Precavido como siempre — dijo Blue.
 
— Por supuesto — respondió el chico de ojos verdes — Si partimos ahora podremos llegar a Ciudad Azafrán al atardecer para poder descansar y partir en la mañana siguiente — dijo mientras miraba el cielo a través de la ventana.
 
— Muy bien — dijo Blue mientras se levantaba con cuidado para no despertar a Cubone — No perdamos tiempo — devolviendo a sus pokémon a sus pokéballs.
 
Green reía internamente, no importaba si sentía miedo, inseguridad o alguna otra cosa, su hermana siempre terminaba animándose, ya sea sola o por algún comentario suyo o de Red. Era una cualidad que verdaderamente admiraba de ella, pero que nunca se lo diría.
 
Imitó la acción de la chica y también devolvió a todos sus pokémon a sus cápsulas, para arreglar algunas cosas para partir.
 
— Al menos no tendré que atravesar otro maldito túnel — dijo Blue, saliendo del centro pokémon con Cubone entre sus brazos todavía dormido.
 
Green fue el último en salir, no se había esperado el viajar momentáneamente con su hermana y aunque no quería admitirlo, se alegraba de tenerla a su lado aunque se fuera por poco tiempo.
 
También estaba bastante interesante sobre el hecho de Red ya iniciando su viaje, que aún tenía sus dudas de si su hermana lo estaba engañando o no, lo motivaban para dar todo de sí en el resto de su viaje.
 
— Casi se me olvida — dijo Blue, pellizcando la mejilla derecha de su hermano.
 
— ¿Y eso por qué fue? — preguntó Green, frotando su mejilla.
 
— Mamá dijo que te regañara si me encontraba contigo — dijo la chica — Por no despedirte de ella.
 
— Como sea —
 
Continuará.

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@"Lunarium" Red y Sabrina se enfrentaran, quería aprovechar la estadía de Red allí para construir el futuro combate. Lo de Sairel si, es una broma traviesa que quise modelar en este universo, además de que en el momento que estaba escribiendo eso, en la vida real se volvió peliaguda la cosa en dicho lugar. Lo de las ropas y colores igual, aunque hay cierto detalle en los ojos y el cabello que pueden pasar desapercibidos.
En cuanto al entrenamiento de Red, veo a Surge en este universo como un héroe, que trata de sacar el máximo de las personas, y como le dijeron en el dojo, esta muy flaco.

@nakun92 No frecuento mucho el usar flashbacks, pero si lo considero como una buena idea. En cuanto a los otros personajes, también tendrán su momento de brillar, de hecho en este capitulo salen xD.
Si, ya estoy sintiendo la presión de esa niña al respecto Psweatduck .
                                       [Imagen: APTHhOg.jpg]
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#38
Wey, sí que fue cruda la parte del Marowak. El pequeño Cubone estará cargando con ese trauma bastante tiempo, incluso en el mejor de los casos. Menos mal que al menos llegó mamá Blue, y que con ella está el tío Green. La cosa pinta fea. Aunque uno desde la pantalla sepa lo que le pasó al señor Fuji, la pobre Blue va prácticamente entre las tinieblas del desconocimiento. Necesita ir con muchísimo cuidado, al menos que ahora sabe que hay algo verdaderamente malo rondando cerca, que hay algo tras Silph S.A. que es de temer. Y en cuanto Green, pues definitivamente le deja perplejo saber que Red finalmente se ha atrevido. Se nota que no lo termina de asimilar, pero igual será cuestión de tiempo hasta que ambos crucen sus caminos, y entonces Green podrá saberlo de verdad.

Yo definitivamente sabía que ya te tenían acosado, no me extraña en lo más mínimo xD. Cuidado con la niña brava, y si no tienes cuidado, pues procura apretarlas bien como no se te ocurra shipear a Red y Sabrina  [Imagen: mewtwoLUL.png] RaltsLewd
nadaoriginal: La historia de un escritor de fanfics que te liga todo lo que se mueve mientras se burla
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#39
Capítulo 17: Cruce de colores Act. I
Ciudad Azafrán, Kanto, 6 de noviembre de 2008.
 
Green y Blue se encontraban en el centro pokémon de la capital de la Kanto desayunando junto a sus pokémon. Tal y como el chico había dicho, llegaron a la ciudad un tiempo después de que el sol se ocultase en el cielo, para poder conseguir una habitación donde descansar.
 
Sus pokémon se relacionaban de buena manera, con Venus siendo amiga de la Doduo de Green, al igual que Otto con Raticate. Sparker y Haunter tenían otro tipo de duelo, ya no siendo un duelo de caras extrañas, sino una competencia de comida, que al parecer el pokémon eléctrico estaba ganando dado su naturaleza.
 
— ¿Dices que lo atrapaste como un Gastly? — preguntó Blue mientras se reía de cómo el pokémon fantasma intentaba superar a Sparker, llenando su boca lo más que podía con comida.
 
— Si, lo capturé en el tercer piso de la Torre Pokémon — explicó el chico de ojos verdes — luego de eso entrené con él en el resto del lugar hasta hacerlo evolucionar.
 
— ¿Te costó mucho? — preguntó Blue, dándole de comer a Cubone un suplemento líquido que pudo conseguir en la farmacia del centro pokémon.
 
— Solo diré que tuve que "acampar" en la Torre Pokémon — dijo mientras tomaba un sorbo de su café — y no, no tuve miedo sobre los rumores de los muertos vivientes — adelantándose al posible comentario de su hermana.
 
El resto de la comida transcurrió con normalidad. Blue terminaba su sándwich de huevo, mientras que Green tomaba un café con unas tostadas.
 
Cubone había terminado de tomar su suplemento, permaneciendo en el regazo de Blue con su cabeza apoyada en el cuerpo de la chica mientras sostenía su característico hueso. Miraba de lejos al resto de los pokémon de los jóvenes entrenadores, con cierto aire de desconfianza en su rostro.
 
— Al parecer durmió muy bien — pensó Blue mientras tomaba un sorbo de su jugo de baya perasi, recordando como el pequeño Cubone durmió tranquilamente durante toda la noche junto a ella.
 
Haunter cayó rendido al suelo, con su estómago hinchado como un globo lleno de aire. Sparker se alzaba victorioso, con un puño levantado al cielo y su estómago igual de hinchado que el de Haunter, pero sin sucumbir ante la ingesta excesiva de comida.
 
Raticate, Venus y Weepinbell lo felicitaban por su logró, mientras que Kitty sentía un poco de vergüenza ajena, ocultando su rostro detrás de sus patas delanteras. Otto, Wartortle y Doduo permanecían alejados de todo eso, teniendo una especie de conversación basada en sus experiencias en los combates.
 
— Parece que no podrás usar a Haunter en tu batalla de gimnasio — dijo Blue al ver el estado del pokémon fantasma.
 
— No es un problema tan grave — dijo Green — la líder de gimnasio se especializa en pokémon de tipo planta, así que con Weepinbell y con Doduo estaré bien.
 
— ¿En qué se especializa el líder de Ciudad Carmín? — preguntó Blue con curiosidad, al recordar que el líder de ese gimnasio iba a ser retado por Red.
 
— Tipo eléctrico, aunque el sujeto es algo peculiar, muy animado y un tanto amistoso — dijo Green recordando su batalla y la experiencia previa que tuvo al encontrarse con Surge en el gimnasio — El tipo solo usa a su Electabuzz, mientras que el retador puede usar todo su equipo para pelear. Es bastante rápido y fuerte, además usa protección de forma excelente.
 
— Así que fue un hueso duro de roer — dijo Blue.
 
— Si, pero pude derrotarlo y obtener su medalla — dijo Green, presumiendo su hazaña — A todo esto, ¿el sujeto Looker se encuentra ahora mismo en esta ciudad? — preguntó al recordar su conversación del día anterior, recordando también que su hermana no le dijo la información específica que llevó ante el agente de la Policía Internacional, llamándola como “cierta información de una investigación científica”.
 
Tenía cierta curiosidad sobre la información de esa investigación que compartía su abuelo con el sujeto que estaba viviendo en Pueblo Lavanda, pero sabía que si preguntaba o sacaba a colación el tema su hermana no le iba a responder.
 
— Si, se encuentra investigando la Silph. S. A. y su lavado de dinero — dijo Blue.
 
— ¿Tienes ganas de ir a echar un vistazo? — preguntó Green, viendo como su hermana le estaba contando todo con mucho entusiasmo.
 
— Por supuesto que sí, pero tengo que centrarme en mi misión de juntarme con la Agente Anabel — contestó Blue — Además, sería extraño que una niña estuviese dentro de un edificio super importante husmeando como si nada e ingresando en las habitaciones.
 
— Buen punto — dijo Green, terminando de tomar su café — ¿Ya estás lista?

 
Red, Surge y Gino estaban comiendo en la cocina instalada en el gimnasio, como una de las tantas habitaciones que poseía al ser el lugar donde el embajador de Unova y líder de gimnasio vivía y trabajaba. Los pokémon tanto de Surge como de Red también estaban comiendo, con Primeape y Charmeleon siendo los que más comían.
 
El día anterior Red junto a sus pokémon estuvieron entrenando bajo las órdenes de Blue Marker, aprovechando que ese día no asistió ningún retador después de que él se alzará con la victoria en su batalla de gimnasio.
 
En ese tiempo Charmeleon aprendió puño trueno, esto por consejo de Surge, ya que le sería útil ante pokémon de tipo agua. De igual forma, Primeape aprendió puño hielo para defenderse de pokémon de tipo volador, y poder aprovechar su gran ataque físico.
 
No obstante, sus pokémon no fueron los únicos en entrenar, pues Surge le hizo hacer una serie de ejercicios para aumentar un poco su masa muscular y resistencia, teniendo que hacer abdominales y trotar en una habitación exclusiva de entrenamiento.
 
En la noche miraron algunas de las películas antiguas que Surge había grabado junto al gobierno de la región de Unova durante el periodo de la guerra de 1984. Hechas a modo de comerciales y propaganda política para promover el nacionalismo en la población.
 
Mientras desayunaban, Surge les estaba contando muy emocionado una de sus tantas historias de guerra.
 
— Entonces ahí estábamos Koichi y yo, rodeados por 8 soldados de Sairel en los muelles de Ciudad Fucsia, nos encontrábamos sin municiones y sin refuerzos — dijo Surge bastante emocionado.
 
Hizo una pausa para poder beber un sorbo de su batido especial, que era una mezcla de hierbas silvestres, huevos y bayas de distintos tipos. Era de un color café verdoso y desprendía un fuerte olor, tanto que Gino lagrimeaba un poco cada vez que Surge elevaba el vaso para beber.
 
— Koichi saltó por los aires a modo de distracción, yo aproveché esa oportunidad para lanzar mis bastones con fuerza hacía los soldados, noqueando a 5 de ellos — dijo el rubio mientras hacía unas señas con sus manos, simulando los movimientos que hizo — Koichi logró encargarse de los otros 3 con una serie de patadas y puños rápidas. Eso nos permitió mover un escuadrón que estaba ingresando a la ciudad por mar, logrando salvar a los habitantes que estaban retenidos en un pequeño campamento saireliano en lo que ahora es la Zona Safari.
 
Koichi y Surge habían hecho una dupla extraordinaria durante la guerra, desde el momento en que el oriundo de Unova supo de las habilidades físicas del actual Maestro Karateka de Ciudad Azafrán. Sin embargo, actualmente Koichi no era tan famoso ni popular como Surge, por eso él en ocasiones sugería a los retadores visitar el Dojo Karate para que puedan aprender algo del antiguo compañero y viejo amigo del Blue Marker.
 
— Esos bastones eran impresionantes — dijo Red comiendo un sándwich de huevo.
 
— De hecho lo siguen siendo, son una exhibición del museo — dijo Gino — Están acoplados a un maniquí que tiene puesto el traje.
 
— Son realmente impresionantes — dijo Surge terminando su batido — Fueron hechos con el acero extraído del cadáver de un viejo Steelix.
 
— Eso no lo sabía — dijo Gino.
 
— ¿No lo sabías?, creo que te lo había contado en una ocasión — dijo el rubio — Aunque algunos dicen y quiere creer que no fue de un Steelix que se sacó el acero, sino del mismísimo pokémon legendario, líder del trío de espadachines místicos, Cobalion.
 
— ¿Cobalion? — preguntó Red sin tener idea de lo que decía el líder de gimnasio.
 
— Es un pokémon legendario de la región de Unova, encargado de proteger a los pokémon de los seres humanos con intenciones negativas, junto a otros dos pokémon legendarios, Virizion y Terrakion — contó Surge — Por eso dicen que los bastones fueron hechos en base a un poco del acero de Cobalion, para mantener la justicia sobre todo y defender a los inocentes de las garras del mal.
 
Red estaba fascinado con lo que Surge le contaba. Le parecía un mito bastante interesante sobre la región Unova, al igual que una muy inspiradora forma de darle un símbolo a unas simples armas en un momento tan delicado.
 
— ¿Tenían otra funcionalidad? — preguntó Red, refiriéndose a los bastones — ¿Se podían unir en uno solo o estirarse?
 
— Ehhh… no, solo servían para golpear — contestó Blue Marker haciendo otras señas con sus manos — Y a veces cuando los lanzaba, volvían a mis manos.
 
— O sea, no obedecen las leyes de la física — dijo Red en broma.
 
— Digamos que sí jajajaja — dijo Surge, riéndose.
 
Red sentía que cada vez que Surge le contaba algo referente a su pasado como soldado y como héroe, lo contaba de una forma auténtica y con nostalgia. Pese a que las guerras eran un asunto que nadie quiere tener la experiencia de vivir, el líder de gimnasio rescataba los momentos buenos que vivió como Blue Marker, viendo lo blanco en lo negro.
 
Después de contar la historia y de haber comido, el líder de gimnasio le recomendó que su próximo destino fuese el gimnasio de Ciudad Azulona, ya que consideraba que el gimnasio de Ciudad Azafrán era demasiado complicado dado la naturaleza de la misma líder, teniendo un poco de experiencia cuando trataba con ella durante las reuniones de lideres de gimnasio.
 
Red ya se estaba preparando, con el estómago lleno y con bastante energía, al igual que su equipo pokémon, que estaba listo para su próximo desafío. Charmeleon y Primeape volvieron a sus pokéballs, mientras que Paras se acomodó en la cabeza de su entrenador para descansar durante el viaje.
 
— No creo que te cueste tanto llegar a Ciudad Azulona — dijo Surge — El camino de aquí a Ciudad Azafrán es bastante corto, no te tomará más de 30 minutos llegar para luego dirigirte a donde vive Erika. Eso sí, Ciudad Azulona es enorme, ten cuidado de no perderte.
 
— Muchas gracias, en serio — dijo Red, estrechando su mano derecha con la de Surge.
 
— Gracias a ti también, disfruto mucho de ayudar a los nuevos entrenadores, y de combatir con ellos también jajajaja — dijo el rubio mientras se reía un poco — ¡Te deseo mucho éxito en la Liga Pokémon!
 
Red asintió y comenzó a caminar rumbo a la ruta 6, pasando por las calles de la ciudad portuaria que alojaba muchos recuerdos que no podía olvidar, buenos y malos.
 
Se detuvo en la salida de la ciudad, dando una media vuelta para poder respirar profundamente el aire marino que podía percibirse desde allí.
 
— Nos vemos pronto — pensó para volver a dar la vuelta y salir de la ciudad.
 
En la ruta había unos dos pescadores con unas trampas diseñadas para Krabby, aprovechando la poca frecuencia de personas en el pequeño estanque junto al camino.
 
Estaba agradecido de que dicha ruta no fuera tan larga, logrando llegar a la ciudad donde había entrenado junto a sus pokémon para su revancha contra Blue Marker.
 
Las calles estaban con muchas personas circulando por ellas junto a sus pokémon, dirigiéndose a los distintos trabajos en los diversos edificios, sobre todo del famoso Silph S. A.
 
No tenía ninguna parada que hacer en esa ciudad, solamente un rumbo fijo a la ciudad donde estaba la líder de gimnasio Erika, especialista en pokémon de tipo planta y en arreglos florales, siendo un icono de Kanto al mantener la cultura tradicional de la región antes de dejarse influenciar por los avances tecnológicos de Unova.
 
Al estar en el centro de la capital de Kanto buscando la salida oeste hacia la ruta 7, divisó el Dojo Karate donde había entrenado y pasado tiempo con Koichi y su familia, estando muy agradecido por todo lo que pudo experimentar en ese lugar.
 
Al lado del lugar de entrenamiento se mostraba el misterioso gimnasio de la ciudad, custodiado por la llamada bruja Sabrina.
 
Seguía sintiendo una gran curiosidad por todo lo relacionado con los poderes psíquicos de la líder, en especial después de haber escuchado su voz dentro de su cabeza.
 
— Todavía no es el momento — pensó recordando las palabras dichas por una voz femenina.
 
— No, no es el momento —
 
Volvió a escuchar la voz, exactamente la misma voz y las mismas palabras que escuchó cuando se dirigía a retar a Blue Marker por segunda vez.
 
Sentía más curiosidad que antes, pero debía resistir al no comprender con exactitud la naturaleza de dicho acontecimiento, siendo un enigma que tendría que soportar en descubrir.
 
Siguió con su recorrido, caminando por las calles en dirección oeste, logrando ver la salida hacia la ruta que conducía a su próximo desafío.
 
— ¡Red! —
 
Escuchó una voz aguda detrás de él que se le hacía familiar.

 
Los hermanos Oak salían del gimnasio de Ciudad Azulona acompañados por una chica de su misma edad. Tenía el cabello corto color negro, adornado por una diadema roja, ojos grises y llevaba puesto un elegante kimono de color amarillo, elaborado por sastres de la región de Johto.
 
— De nuevo, muchas gracias por deshacerse de ese viejo pervertido que acosaba a las chicas del gimnasio — dijo la joven, que caminaba al lado de Blue.
 
— No fue nada Erika, cualquier persona habría reportado eso — dijo Blue, cargando a Cubone entre sus brazos — Esperemos que no vuelva por aquí.
 
— Esperemos — dijo la chica del kimono amarillo mientras bostezaba.
 
Al ser derrotada por Green y de entregarle la medalla arcoíris, la líder de gimnasio comentó que tenía que salir un momento al Centro Comercial de Azulona, para comprar algunos productos para sus arreglos florales, y juntarse con un conocido suyo proveniente de la región de Johto. Sin embargo, eso último no era del conocimiento de sus alumnas en el arte de los arreglos florales, ya que no quería que supieran de su cercana relación con ese individuo, pues sabía que iban a sobrerreaccionar si se enteraban.
 
Aprovechó que los hermanos se estaban retirando del gimnasio para acompañarlos por la ciudad por un tiempo, ya que se había llevado muy bien con Blue al tener algunos gustos similares en cuanto a la belleza de los arreglos que Erika elaboraba.
 
Blue se encontraba feliz al hablar con Erika. Dado que no había tenido muchas oportunidades de poder interactuar con chicas de su edad considerando donde vivía, le alegraba poder congeniar con una.
 
Mientras las chicas hablaban de trivialidades ante los oídos de Green, él pensaba en los posibles objetos que podía comprar en el Centro Comercial de Azulona, como piedras evolutivas, vitaminas, entre otras cosas.
 
Erika le contaba a Blue sobre algunos lugares de interés de su ciudad aparte del gimnasio y del centro comercial, como los distintos restaurantes que había por la zona, una plaza con una hermosa y nueva fuente de agua que por las noches se iluminaba en diferentes colores, la casa de una médium y el Casino Rocket, aunque este último era solo para mayores de edad.
 
Ciudad Azulona era bastante grande, con muchos edificios que se alzaban hacia el cielo, siendo mucho más grande que la capital de Kanto, y tomando inspiración de Ciudad Porcelana, la ciudad más grande y poblada de la región de Unova.
 
— ¿Qué tipo de adornos vas a comprar? — preguntó Blue.
 
— Estaba pensando en comprar unos nuevos floreros de porcelana, además de unas semillas traídas desde Pueblo Aromaflor en la región de Sinnoh — dijo la líder mientras bostezaba — Y tal vez también un nuevo par de tijeras.
 
— En verdad tus arreglos son muy hermosos, es impresionante el talento que tienes — dijo Blue, recordando todos los arreglos florales que vio en el interior del gimnasio.
 
— En verdad me halagas Blue — dijo Erika, un poco avergonzada por el comentario de la chica — Me gusta pensar que mantengo algunas de las tradiciones de la región.
 
— Por eso también enseñas tus técnicas de arreglos a los demás — dijo Blue.
 
— Exacto, las tradiciones son las herencias que nos dejaron nuestros antepasados — comentó la chica de cabello negro — Mi abuela me enseñó lo que sé, ahora debo enseñarle al resto para que la tradición prevalezca.
 
Blue estaba asombrada con lo que dijo Erika, entendiendo la dedicación que la líder de gimnasio tenía a las tradiciones de Kanto, que se iban perdiendo u olvidando lentamente con el transcurso del tiempo y los avances.
 
— Eso es admirable — dijo Green.
 
— Pensé que no nos estabas escuchando — dijo Blue ante el comentario de su hermano.
 
— No lo hacía —

 
Red estaba detenido en la salida oeste de Ciudad Azafrán, acompañado por un joven 2 años menor que él, de cabello morado y traje de explorador, sosteniendo una cámara fotográfica en su mano derecha, y una red para atrapar insectos en la izquierda.
 
— Me costó reconocerte, considerando que la última vez estabas cubierto de mugre — dijo Red.
 
— Obvio tenía que asearme, no iba a ir por la región como un indigente — dijo Bugsy — Avanzaste mucho desde la primera y última vez que nos vimos.
 
— Si, ni yo lo puedo creer — contestó Red, recordando lo que vivió en el Bosque Verde — Tampoco puedo creer que estés aquí, pensé que estabas de vacaciones en tu paraíso.
 
— Sobre eso, escuché que un amigo mío, que por cierto es un poco anticuado y no tan popular, iba a juntarse con una chica en el Centro Comercial de Azulona — dijo el chico de Pueblo Azalea — Al parecer la chica es muy popular en la ciudad, así que quiero ver eso con mis propios ojos.
 
— ¿Por eso la cámara? — preguntó Red al ver detenidamente la cámara en la mano derecha del fanático de los insectos.
 
— No, la compré en Ciudad Celeste — mostrando su cámara con orgullo — La vi y de inmediato pensé, “está belleza me servirá para sacarle espectaculares fotos a los insectos”.
 
— No se mucho de cámaras, pero se ve bastante bien — dijo Red, analizándola.
 
— Bueno, eso me dijo el sujeto de la tienda, espero que no me haya estafado — dijo Bugsy mientras se reía un poco — Tú también te diriges a Ciudad Azulona por lo que veo.
 
— Así es, voy a desafiar a la líder de la …. — Red dejó de hablar al ver como Bugsy estaba olfateando a su alrededor — ¿Todo bien? — preguntó mientras se alejaba un poco del chico.
 
— Detectó ligeros rastros de esporas en el aire — dijo mientras seguía olfateando el aire — Debe haber un Paras cerca de aquí.
 
Red se quitó su gorra, mostrando al pequeño pokémon insecto reposando sobre su pelo negro.
 
— Creo que es este pequeñín — dijo el entrenador.
 
— ¡¿Atrapaste un Paras?! — dijo emocionado el chico de Johto.
 
Se acercó demasiado a Red para admirar al pequeño pokémon que se había despertado producto de los gritos de Bugsy y del repentino contacto con la luz solar.
 
— ¡Se dice que los hongos en su espalda son unos parásitos que adquirieron hace mucho tiempo! — dijo Bugsy, poniendo nerviosos a Red y a Paras — ¡Al parecer, conforme pasó el tiempo, los hongos se…!, lo siento, creo que me emocioné un poco.
 
— No por nada eres el experto en pokémon de tipo insecto — dijo Red, volviendo a poner su gorra encima de su cabeza para que Paras estuviera tranquilo.
 
— Que bueno que lo recuerdas — dijo el futuro líder de gimnasio de Pueblo Azalea — ¡También me acuerdo de que dije que la próxima vez que nos viéramos sucumbirías ante mis insectos!
 
— Podríamos dejar eso para después, me gustaría llegar primero a Ciudad Azulona — dijo Red, un poco incomodo por la actitud del joven, viendo como varias personas los estaban observando.
 
— No hay problema, vamos en la misma dirección después de todo — mientras comenzaba a caminar hacia la ruta 7, seguido por Red.
 
La ruta 7 era igual de corta que la ruta 6, teniendo un gran prado a sus costados, donde podían verse especímenes como Oddish, Rattata, Mankey y Growlithe.
 
— ¿Qué sientes al ser el próximo líder de gimnasio de tu pueblo? — preguntó Red, tratando de buscar un tema de conversación para evitar algún silencio incómodo durante el trayecto a la gran ciudad de Kanto.
 
— Pues, no siento ese peso de responsabilidad que todos creen que se tiene en situaciones como esta — dijo Bugsy — ya que, el rol de líder de gimnasio en Johto es muy diferente al de Kanto.
 
—¿Qué tan diferente es? — preguntó Red, siendo ignorante en el contexto de cómo funcionaban los gimnasios y la Liga Pokémon en la región vecina de Kanto.
 
— Para empezar, a diferencia de Kanto, Hoenn o Sinnoh, Johto no tiene una Liga Pokémon, por lo que las medallas son únicamente recuerdos o trofeos que consiguen los entrenadores al ganarle a un líder de gimnasio — dijo el oriundo de Johto — La posición de líder es respetada dado a las tradiciones culturales, pero no sé, siento que por eso el mundo no toma muy en serio a Johto. Tiene lugares bonitos, pero solo eso, toda la atención se la lleva Kanto, pero tiene justificación.
 
Red se arrepentía de haber sacado ese tema a colación. Sabía de algunas aportaciones de Johto al mundo, el mismo padre de Bugsy había hecho investigaciones muy importantes sobre la clasificación y definición de los insectos de varias regiones. Pero en términos de combates, lo único que conocía era que la región servía para la realización de batallas de exhibición.
 
— Qué rápido — dijo Bugsy, al percatarse que ya estaban en la entrada de Ciudad Azulona.
 
Al ingresar quedaron perplejos ante la gran cantidad de edificios, teniendo más que Ciudad Azafrán. Había muchas personas y pokémon transitando de un lado para otro, ingresando a distintos locales, lugares de trabajo o simplemente paseando y relajándose en el exterior.
 
El local que más llamaba la atención era el Casino Rocket, un gran edificio con varias luces de neón y carteles pegados en la fachada, aunque como era de día las luces no estaban encendidas y no había tantas personas esperando para ingresar, poder jugar y pasarla bien.
 
— Busquemos un lugar donde podamos combatir — dijo Bugsy, emocionado de tener una revancha contra Red, quien lo seguía por detrás.

 
— ¿Qué te parece este? — dijo Blue, señalándole a Erika un florero de porcelana de color verde, pareciéndose a un plato no tan profundo.
 
— ¡Me encanta! — dijo la líder mientras sostenía el florero — Ya se me ocurre qué hacer con él.
 
La triada se había separado en 2 grupos. Erika y Blue fueron al segundo piso del centro comercial, que contaba con 6 pisos, donde estaban los artículos de casa y jardín. La líder del gimnasio de la ciudad había conseguido las semillas que tanto quería, al igual que un nuevo juego de tijeras y ahora un nuevo florero.
 
Green estaba en el cuarto piso, comprando artículos de entrenadores, diciendo que quería una piedra hoja para evolucionar a su Weepinbell, al igual que productos de curación exclusivos de Ciudad Azulona.
 
Habían quedado en reunirse en el tercer piso, en el área de comida rápida una vez que compraran todo lo que necesitaban.
 
Erika también tenía que juntarse con su conocido de Johto, que según un mensaje que recibió por medio de un Pidgey mensajero, estaba próximo a llegar, y lo vería en la tienda de sellos postales del segundo piso que se encontraba frente a la tienda de artículos de casa y jardín.
 
Cubone permanecía en los brazos de Blue, mirando a su alrededor con ligeros aires de curiosidad y desconfianza, sintiéndose cómodo en los brazos de la chica.
 
— ¿Hace cuánto conoces a ese amigo tuyo? — preguntó Blue, curiosa por lo que Erika le había comentado.
 
— Hace un año aproximadamente — dijo Erika bostezando — Nos conocimos gracias a que mi mamá y su papá son socios, suelen reunirse en el gimnasio. En esa ocasión él estaba presente y comenzamos a charlar y nos hicimos amigos, aunque me resulta extraño que lo seamos dado a nuestros diferentes gustos.
 
— ¿A qué te refieres? — preguntó Blue sin entender, pensando en que Erika se refería a algún gusto de moda, pasatiempo o comida.
 
— Cuando lo veas te darás cuenta del porqué — dijo la líder, riendo un poco — Es bastante evidente.
 
Continuará.

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@"Lunarium"  Sus caminos ya estaban entrelazados en el momento en que Blue aceptó la misión de Looker.
Ya lo he dicho, el tema de los combates y el romance no son mi fuerte en lo absoluto. La parte del curry esta sacada de cuando uno exploraba las comidas extranjeras que llegaban al país.
Quise usar más al Cubone de la historia, que en los juegos es dejado ahí, además Fuji no esta para cuidarlo.
Me disculpo por los errores, dado que viaje por mucho tiempo me desactualicé de la escritura. Muchas gracias por todo.
Lo del Haunter se explica en este mismo capítulo, y si, guarda relación con Agatha, aun si Green lo niegue.

@nakun92 Quise hacer bastante grafica esa escena para que la actitud de Cubone tenga sentido, ya no lo traumare más. Mamá Blue es el mejor termino para definirla xD. Green tendrá que ver con sus propios ojos a Red fuera del laboratorio, ya que no confía mucho en la palabra de su hermana, considerando eso una broma.
Gracias por la advertencia, me cuidare de la niña brava.
                                       [Imagen: APTHhOg.jpg]
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#40
Buena manera de señalar esos caminos separados que han de reencontrarse, quizás antes de lo esperado, pero habrá que esperar a ver qué tal ese encuentro entre Erika y Bugsy, que por cierto es interesante el modo en que lo expandes un poquito más. Siempre sacando provecho a cada oportunidad para dar a cada personaje un nivel más de complejidad y desarrollo para que no se sientan en absoluto como relleno. Eso me gusta.
Bastante casual este capítulo en su desarrollo, que tomando en cuenta de dónde viene y hacia dónde va, pues tiene sentido que sea así, mas o menos relajado y tal. Y en cuanto a la voz que le habla a Red, ten mucho cuidado, que mi poderes nostradamianos me dicen que terminarás despertando a la bestia, y mis predicciones siempre resultan ciertas xD.
nadaoriginal: La historia de un escritor de fanfics que te liga todo lo que se mueve mientras se burla
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#41
Buenas Pyro  Mewwave

Vengo a descolgar el cuchillo contigo  MincinnoKnife aunque seguramente no seas el único  Malicious

Tenía tiempo queriendo leer este fic, pero nunca me di el tiempo/oportunidad de leerlo, así que ahora que comienzo una nueva ronda de cariño con mi filoso amiguito, aprovecho para unirte al grupo.

Bueno... como es normal en mis comentario... la cita del primer pack de 5 capítulos (ya que no hay temporadas/arcos) es para...
 
Cita:Su corazón no dejaba de latir. Era una sensación extraña, distinta a su encuentro con Bugsy o con Mankey en Ciudad Verde.

A ver Red, querido... umbreonwhat  Entiendo que Bugsy sea una excusa patética de líder de gimnasio (en este caso es próximo líder de gimnasio) con sus pobres elecciones de equipo (al igual de Falkner) pero tienes que recordar que ese encuentro fue tu segundo combate contra otro entrenador, cuando el anterior no termino muy bien que digamos, aunque sea ten un mínimo de "respecto" para el futuro representante de Pueblo Azafran... no piquemos más en la herida del pobre chico.

Muy bien... ahora sí a la historia.

Aquí empiezo con... tu forma de relatar esta historia...

La verdad que hizo que me entrara el gusanillo por iniciar una nueva partida de Pokémon Rojo Fuego o Verde Hoja, pero entonces recuerdo que tengo varias pendientes y ya se me fue la emoción LetalQQ , pero en fin... Narras esto de forma tan ligera y sencilla que uno se desliza por capítulos sin darse cuenta, algo que me hace preguntarme si mi propia narracción es demasiado rebuscada, aunque tengo que admitir que hubo algunas frases o momento en que no entendí de que hablan o a quien se referian, pero cosas a parte que yo no tengo derecho a correguir y más porque esto tiene tiempo Malicious

Como era de esperar Red y Green con su "eterna rivalidad" aunque más que eso parece obsesión del último por superar al primero por algún motivo misterioso... Me parecio curiosa la integración de Blue al grupo como la hermana de Green, así como que Red ya tuviera favoritismo al recibir su Pokémon primero mientras los nietos del Prof lo reciben después y en ese momento...

Aunque eso no evito que Green eligiera el Pokémon con ventaja y le dejara a su hermana el sobrante, pero teniendo en cuenta sus aspiraciones... parece una elección comprensible (siento que AJ estara refutando esto en algún comentario si es que leyo este fic) También me di cuenta los "Pokémon iniciales" no son exactamente del lv inicial, sino que ya tienen cierto aprendizaje, porque tanto Charmander como Squirtle tienen más de 2 ataques... GrowThink

La victoria de Green fue esperable... ya que no estamos con un Red entrenador, sino el "asistente" del Profesor Oak, lo que si fue inesperado fue el pequeño intercambio que tuvieron al finalizar el mismo. Para este punto me hace pensar que esa "competividad" de rivales terminó por convertirse en algo similar a la decepcion y odio al sentir que su "amigo" abandonó el suelo de convertirse en entrenador, un motivo que medio revelan más adelante, pero que se puede medio intuir

Ahora... en cuanto a las capturas...

El inicio de ese Pigdey fue sorpresivamente agresivo y hablo del hecho de que se haya estrellado contra Red ¿Acaso es un pichón literal o es que practicando para hacer un atentado terrorista contra el Centro Comercial Ciudad Azulona?... umbreonwhat  Me hace pensar que la insistencia de los Rattata y Pidgey de esa zona, están más relacionada a que te acosan como locos y no al hecho de que son los Pokémon más comunes en la zona.

El encuentro con el Mankey Badass, se me hace un guiñó al Mankey del chico de amnesia por temporadas, aunque sin robo de gorras de por medio. Fue buena elección alejarse del bullicio de los niños, que todavía me extraña el hecho de que no se emocionen con un Charmander que es un Poké raro, para poder tener su combate y pensar en una estrategía en paz, aunque también para tener más espacio de combate.

Se imaginen ¿qué alguno de esos niños hubiera resultado herido por andar metiendo sus narices en un combate de bichos escupe poderes? Saldría todo el acto maternal y la preocupación que no manifiestan, al dejarlos ir y venir en un entorno tan peligroso sin supervisión. Que vale que a los 10 años los dejen ser libres cual pajarito pateado del nido, pero me gustaría pensar que un mínimo de autoconservación les enseñan previo a... umbreonwhat

Ahora sí...
Mostrar Para el profesor Oak
[Imagen: 84803756.jpg]

Encima que le das el Charmander a Red... y dos semanas después haces elegir a TUS NIETOS los Pokémon SOBRANTES, vas y le pides a TU NIETA que vaya a entregar una USB a 4 Ciudades más allá, en una misión que a toda leguas parece peligrosa y solo le das un Pikachu recien capturado, posiblemente aun salvaje, para que se defienda... A ver... ¿tú no te la pasas brincando por todas las regiones? ¿Ahora te cuesta moverte por tu propia región? ¿No tienes un arcenal de Pokémon que puedes usar para moverte? Porque dudo mucho que solo tenga los 5 pelagatos que nombro en su patio... PikachuFacePalm

Por lo menos el viejo da indicios del pasado del padre de Red y la posible causa de su inexistencia... así como un proyecto que ya me da una idea de a donde puede estar girando esto, pero... que me guardare por el momento... Malicious

Para finalizar dos preguntas... ¿Qué onda la madre de Red? y ¿Eso es un Pikachu o un Munchlax disfrazado? umbreonwhat 

Bueno eso es todo por el momento...

Hasta otros 5 capítulos  Mewwave
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#42
Ojalá que te mueras maldito grammar nazi.
Atte: Kiwi

Tengo que admitir que, salvo los detalles que iban saliendo en el tema de memes y los Pokémon "inusuales" para los protagonistas, me esperaba la historia típica de Kanto... y cuánto me alegra haberme equivocado. Ya desde el principio se puede que hay mucho más de lo que cuentas en el momento, cosas que vas desarrollando con un ritmo muy natural y que calan mucho precisamente por esto. Pero a ver, intentaré ir en orden. Voy a decirlo, la redacción de los primeros capítulos me resultaba muy sosa, como si fuera un dictado, pues parecían ser una oración y un diálogo intercalados, lo cual no permitía mucha profundización en lo que ocurría; sin embargo, ahí detrás, asomándose como una fiera, estaba ese trasfondo de Red, quien deja de ser el dios terrenal de la franquicia para convertirse en un muchacho con miedos y preocupaciones más al nivel de quienes lean esto, y por tanto, un personaje y no un deus ex maquina con patas. Cada personaje que iba saliendo, en mayor o menor medida, iba a aportando algo a la historia, que se hacía cada vez más interesante, pero sentía que le faltaba algo. Hasta que llegó el episodio 14. Y qué capítulo, por favor. Aquí se solidificó todo lo bueno de la historia y lo que no me gustaba desapareció de un plumazo para dar paso a una narración mucho más rica, que ahondó precisamente en Red, su pasado y sus sensaciones respecto al presente, como hasta ese entonces no habías hecho, no porque no hubiese detalles (porque siempre los estuviste dando para los protagonistas y otros personajes relevantes), sino porque encontraste la manera de expresarlos con mucha más contundencia, que realmente el lector se quedase con ello como algo importante, no un mero dato pasajero. Fue un poco como cuando leí Alma de Plata, que pude ver el progreso de principio hasta el presente al poder leer todo del tirón, hasta convertirse en un relato de lo más sólido. Y es que la historia se apoya ahora mismo en tres pilares tal que:

* El desarrollo de personajes: Pasó de bueno a excelente, no sólo con los protagonistas, sino con los geniales personajes de soporte de la historia (mis favoritos, de momento, son Koichi y Surge, aka Blue Marker II). No puedo agregar mucho más de lo que ya he dicho antes.

* Worldbuilding: Este punto ha sido muy bueno desde el principio y ha sido también otro de los ganchos que me atrapó desde los inicios del fic. Me parece que está al nivel del Lunaverso en cuanto a riqueza y profundidad, aunque hecho de una manera distinta, más centrado en la historia contemporánea que en las épocas de leyendas, pero igualmente bueno. Ahora mismo, es por poco el pilar más fuerte de esta historia.

* Trama: Un poco más débil que los anteriores, pero igualmente un punto muy bueno. Claro, es mi impresión porque es lo que más guardado tienes en las sombras, aunque lo que hemos visto por ahora resulta perturbador y un giro muy interesante a la dinámica que conocemos entre los Rockets y Silph, además de sus proyectos secretos. Pero tengo la impresión de que, cuando le toque ocupar el centro de atención, nos va a pegar una mordida tal como la que recibió ya sabes quién ·w·

El apartado de las batallas también ha mejorado considerablemente, aunque personalmente aún no llegan al punto de atraparme; dicho esto, como lo demás, es algo que creo que alcanzará un salto cualitativo con el tiempo. Así, mis únicas pegas con la historia son la ortografía (principalmente, tildes mal puestas, a pesar de las correcciones hechas) y que la redacción aún se podría pulir un poco para evitar reiteraciones o algunas muletillas que tienes al escribir.

En cuanto a curiosidades, la decisión de hacer a Blue y Green gemelos me gustó mucho (y se me hace llamativo, porque en tiempos antiguos, para los japoneses el verde y azul eran el mismo color, "ao", y claro... creo que no necesito explicar la broma); pero, lo llevas más allá con Koga y la madre de los chicos, que también son gemelos. Estas cosas suelen pasar en algunas familias, así que me llamó la atención. De hecho, me encanta el hecho de crear relaciones familiares no exploradas en el material original (a favorite of mine (?))

Y ahora toca la parte más divertida... ¡las citas! :D (?)

Mostrar Citas diversas
Cita:
-Eh… si- dijo la chica algo incomoda por el comportamiento de Brock- Soy Jaune.
No, no voy a citar cada falta que he visto porque necesito un descanso de esto... pero sí, aquí faltan dos tildes. Los motivos de la cita son dos, ambos curiosidades: Jaune, "amarillo" en francés, ¿será la protagonista secreta? Por el momento no ha vuelto a aparecer, así que queda en el misterio... y also, esa reversión de Brock a su molesta versión anime (?)
 
Cita:
Quería entender lo que le molestaba y apoyarlo, no quería rendirse con él. Sentía algo de miedo, al ver cómo estaba su brazo, recordando la sangre y la sensación de dolor, pero sabía que era su responsabilidad como su entrenador el estar a su lado. Liberarlo sería una contradicción al tipo de entrenador que quería ser, el entrenador más fuerte.
Uno de los puntos que ya avisaba la mejora que la historia estaba teniendo. Me encanta la forma de pensar de Red, y mucho más que sea consecuente con sus principios y siga adelante a pesar de todo, porque man, está jodido por el miedo y aun así tiene el valor de aferrarse a todo ello :o
 
Cita:
 -La definición de mi cámara de seguridad no logra distinguir muy bien los rostros de esos dos - dijo Bill, ganándose unas miradas extrañas por parte de Blue y Red - si lo sé, tengo un teletransportador en mi casa de playa, pero no una cámara con buena definición.
Prioridades de geek (?)
 
Cita:
- ¿Ya sabías de su presencia? - preguntó Looker, un tanto fascinado por la habilidad de la chica, dado la distancia en la que se encontraba el hombre.
Oh, Blue, ha llegado la oportunidad de demostrar tus talentos owo
 
Cita:
-Está diciendo que esos criminales trabajan para Silph S.A. para recolectar información valiosa, como el trabajo de Bill, para intentar recrearlas y venderlas a regiones ilegales - dijo Blue - y que el actual presidente es solo un “peón”.
Un gran indicio de toda la trama que se está desarrollando en las sombras. Adoré este giro de la dinámica usual entre esos dos grupos owo
 
Cita:
-Lastima señor agente - dijo mientras masticaba algo que tenía en su boca, para luego tragarlo - nunca podrán detener al cohete - mientras seguía riéndose en su cara.
Oh, estos Rockets son unos loquillos (?)
 
Cita:
Tenía bastante inseguridad con ir a ese lugar de la región y todos los peligros que podía encontrarse. Sin embargo, en el fondo tenía la sensación de que, si se retractaba y volvía a Pueblo Paleta, se iba a arrepentir por el resto de su vida.
Y con esto, Blue me ganó como personaje D:
 
Cita:
No lo odiaba del todo, entendía por qué se apartó del camino del entrenador, pero le disgustaba que no podía combatir contra él por el trono del campeón de Kanto, ya que lo consideraba como un hermano, pero también como su rival, el único rival que podía tener.
Y con esto, Green hizo lo ídem. Me encanta que no sea el típico jerk que conocemos; su interacción con los otros dos protagonistas (y los demás personajes) es refrescante de leer.
 
Cita:
-Jajaja, ya lo creo, aunque estoy muy atareada como miembro del Alto Mando, dado el inesperado fallecimiento del actual campeón de la región –
Ahí, Pyro matando a otro personaje masculino que ni siquiera hemos conocido (?)
 
Cita:
Apreciaba mucho que ambos se preocupen por ella, pero sentía que la subestimaban, que no podía con el peso de sus decisiones y que no se podía valer como una entrenadora capaz de defenderse con sus propios pokémon. Con Sparker podía entenderlo un poco, pero con Pidgeotto se reforzaba su teoría.
Y esto da espacio a tu crecimiento como personaje, Blue owo
 
Cita:
Quería atraparlo. No importaba que ella no compitiera en la Liga Pokémon o en ese tipo de cosas, pero desde el incidente en el Cabo Celeste, sus precarias habilidades en combate casi les costaron la vida tanto a ella como a sus pokémon, teniendo que depender de los pokémon de Red, quien ya no la estaba para acompañarla y ayudarla.
Lo dicho arriba :o
 
Cita:
La criatura al estar frente a Fuji abrió su boca, mostrando unos afilados colmillos, para acto seguido lanzarse hacia el profesor, quien gritaba de desesperación mientras el ser lo iba destripando, arrancando trozos de carne, tejido y partes del cuerpo.
Ouch, RIP Fuji (y dos a la cuenta de Pyro... en este fic)
 
Cita:
La primera ocurrió en Unova, donde dicha región se defendió y expulsó a la antigua región conocida como Sairel, que querían apoderarse de sus tierras.
I see what you did there (?)
 
Cita:
Sairel era una región desértica, con una fascinación con los mitos, las legendas, la filosofía, la religión y la monarquía, siendo el último de sus reyes el responsable de iniciar una guerra con Unova, pues esa región tenía, y tiene en la actualidad, una gran influencia en el mundo. Además de que tenían arraigada la idea de que el mundo debía pertenecerles a ellos, pues eran la supuesta región elegida por Arceus, ignorando que Sinnoh tenía más conexión con dicho pokémon creador.
OMG, Pyro, como dirían aquí... olé tus huevos xD
Pero es que además, no es gratuito, es una gran pieza de worldbuilding; menudo referente eres :3
 
Cita:
-Exacto jajaja, ese es otro alias mío en la guerra de 1984 - mientras reía - También me llaman Capitán Unova, aunque nunca alcance ese grado en el ejército.
JAJAJAJA, ME ENCANTA ESTA REFERENCIA xD
 
Cita:
-John Smith, el Blue Marker original - dijo Surge, orgulloso de ver esa fotografía - El gobierno de Unova diseñó ese alias, como un símbolo de esperanza y para promover el nacionalismo en la gente.
Y SEGUIMOS XDD
 
Cita:-Todavía no es el momento –
 
Escuchó una voz femenina en su cabeza que lo hizo temblar un poco junto a Paras, para luego seguir con su ruta hacia el gimnasio del Blue Marker.
Adoré esto xD
 
Cita:Al ingresar y caminar por el museo, ya sin tantas personas como la vez anterior, logró ver mejor las exhibiciones de este, como un cuadro donde se encontraba John Smith, el Blue Marker original, golpeando a una persona de cabello verde y ojos rojos, que usaba una túnica amarilla con morado. Intuyó que se trataba de un sujeto de la extinta región de Sairel, dado que tenía ciertos grabados en su túnica que se asemejan a algunos símbolos de Arceus, conectando con que Sairel se consideraba la supuesta región elegida por el pokémon todopoderoso.
Oh, cielos, ese Ghetsis lookalike xDDD
 
Cita:
Historias que no le daban miedo, de hecho, le habría encantado leer un libro o ver una película inspirada en el segundo mito urbano. La idea de muertos vivientes y como los lugareños dejando a los turistas a merced de esas criaturas, era una historia genial para ella.
Blue tiene unos fetiches un tanto curiososo (?)
 
Cita:
— Por supuesto que sí, pero tengo que centrarme en mi misión de juntarme con la Agente Anabel — contestó Blue — Además, sería extraño que una niña estuviese dentro de un edificio super importante husmeando como si nada e ingresando en las habitaciones.
Toma, las autoparodias son lo mejor (?)
 
Cita:— Ehhh… no, solo servían para golpear — contestó Blue Marker haciendo otras señas con sus manos — Y a veces cuando los lanzaba, volvían a mis manos.
 
— O sea, no obedecen las leyes de la física — dijo Red en broma.
OTRA EXCELENTE REFERENCIA XDD
 
Cita:
— De nuevo, muchas gracias por deshacerse de ese viejo pervertido que acosaba a las chicas del gimnasio — dijo la joven, que caminaba al lado de Blue.
Oh, esto explica el cambiazo en el Let's Go (?)

Y no tengo mucho más por decir, salvo que espero con ganas el siguiente episodio :3
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#43
Capítulo 18: Cruce de colores Act. II
Ciudad Azulona, Kanto, 6 de noviembre de 2008.
 
— ¡Ya lo verás Red, la próxima vez sucumbirás ante mis insectos! — dijo Bugsy, saliendo del centro pokémon junto a Red.
 
Libraron un combate de 3 contra 3 en una de las salas especializadas que el centro pokémon tenía para que los entrenadores entrenen y puedan librar sus batallas a gusto.
 
Aparte de Pinsir y de Kakuna, siendo su Weedle que evolucionó en el Bosque Verde, Bugsy también tenía un Scyther, un pokémon que era mucho más fuerte que su Pinsir, siendo bastante rápido y letal con su corte furia.
 
Pinsir perdió ante Primeape, tras recibir una serie de demoliciones que lograron penetrar su defensa aumentada y hacerles frente a sus poderosas pinzas. Kakuna empató con Paras, que logró paralizarlo y atacar con cuchilladas, pero resultó envenenado en el proceso, cayendo rendido junto al pokémon capullo.
 
El combate de Scyther contra Charmeleon estuvo más reñido, con el pokémon insecto mostrándose agresivo frente al color rojo del pokémon de Red, atacando certeramente con su corte furia, que iba incrementando su ataque cada vez que lo usaba.
 
Charmeleon usó puño trueno por primera vez durante un combate, haciendo descender a Scyther, aprovechando que el pokémon insecto estaba en el suelo para rematar con ascuas, consiguiendo la victoria de la batalla.
 
Durante todos los combates Bugsy soltaba datos referentes a sus pokémon, cómo que los Pinsir rivalizaban con los Heracross por la savia de los árboles, el tiempo que los Beedrill tardan en formarse dentro del capullo, o que los Scyther salvajes tienen miedo de evolucionar a Scizor, ya que al hacerlo debían alejarse de sus enjambres, por la naturaleza de los Scyther de volverse agresivos con el color rojo.
 
— ¿Tú descubriste el efecto de corte furia? — preguntó Red ante lo que le comentaba Bugsy respecto a sus investigaciones con los pokémon insecto.
 
— Así es, lo descubrí con Scyther — dijo el joven de Johto — Muchos no usan corte furia, ya que la potencia es muy baja, o cuando lo usan, no lo usan sucesivamente.
 
— Ya decía yo que la potencia de corte furia de tu Scyther era cada vez mayor — dijo Red, recordando la batalla — Es un gran descubrimiento.
 
— ¿Verdad?, se lo envié a la Comunidad Científica para que revisen mi descubrimiento y lo publiquen en su revista — dijo Bugsy bastante feliz — Aunque la revisión de los trabajos de investigación es muy larga, alrededor de 4 meses.
 
— Siempre hay que revisar que todo esté en orden y en los formatos señalados — dijo Red, hablando desde su experiencia al leer dichas revistas, donde en las primeras páginas se señalaba el tiempo que demoran los artículos y nuevos descubrimientos en ser revisados.
 
— Si, muy cuadrado para mi gusto, pero es lo que se debe hacer — dijo el joven mientras caminaban por las calles de Azulona.
 
Iban rumbo al gimnasio de dicha ciudad. Bugsy le había dicho a Red que quería ver su enfrentamiento con Erika, para poder contemplar una batalla de gimnasio desde otra perspectiva y ambiente, a lo cual Red no se negó.
 
— Por cierto, ¿Tu amigo también es líder de gimnasio o sucesor de uno? — preguntó Red, tratando de no generar un tema de conversación tan tenso como en la ruta 7.
 
— Más o menos, su padre es el líder de gimnasio de su ciudad y también administra todo lo relacionado a turismo por su zona — contestó Bugsy — Él a veces dirige el gimnasio en ausencia de su padre, pero ambos tienen un mal gusto en cuanto al tipo de pokémon que usan.
 
— ¿A qué te refieres? — preguntó Red.

 
— Qué gusto verte — dijo Erika mientras abrazaba a su amigo.
 
El joven era de la misma edad que Erika, de cabello azul con un flequillo que cubría su ojo derecho, siendo sus ojos de color negro. Al igual que la líder de Ciudad Azulona, llevaba puesto ropas tradicionales de tonos azules y blancos. Tenía un Pidgey reposando en su hombro izquierdo, que mantenía una postura igual a la de su entrenador.
 
— Igualmente — dijo el muchacho, un poco nervioso por el abrazo de Erika. Al parecer no estaba acostumbrado a tanta cercanía.
 
— Blue, él es Falkner — dijo Erika presentando a su amigo — Falkner, ella es Blue.
 
— Encantado — saludo Falkner con una postura rígida, siendo imitado por su Pidgey.
 
— Igualmente — saludo Blue, sin poder usar sus manos, ya que estaba cargando a Cubone.
 
El pequeño pokémon de tipo tierra se quedó viendo por un momento al Pidgey que estaba en el hombro de Falkner, quien rápidamente miró al pokémon en los brazos de Blue cuando se dio cuenta que estaba siendo observado por él. Cubone desvío la miraba una vez Pidgey se dio cuenta que lo estaba mirando, ahora observando a los humanos y pokémon que pasaban por el pasillo frente a la tienda de sellos postales.
 
— Creo entender a qué te referías con distintos gustos y que me daría cuenta de inmediato — dijo Blue riendo internamente — Déjame adivinar, entrenador de tipo volador.
 
—Ehh…  si, aunque más en concreto a los pokémon pájaro — contestó el chico de Johto.
 
— Su padre es líder de gimnasio de Ciudad Malva, especialista en pokémon de tipo volador — dijo Erika — Muy pronto Falkner será el nuevo líder de su ciudad — mientras bostezaba.
 
— Creo que es muy pronto para decir eso — dijo Falkner acariciando la espalda de su Pidgey — A propósito Erika, ¿Estás tomando tu medicamento? — dijo al ver bostezar a su amiga.
 
Erika sufría de narcolepsia, un trastorno crónico del sueño que le causaba somnolencia y ataques de sueño durante el día. Padecía de dicho trastorno desde los 10 años, viéndose forzada a tomar medicamentos para evitar quedarse dormida en cualquier lugar.
 
— Claro que lo estoy haciendo, no te preocupes — dijo la líder — Hoy me tomé mi medicamento antes de pelear con un retador, son solo efectos secundarios.
 
Blue encontraba bastante linda y divertida la interacción de ambos, al ver a Falkner preocupado por la salud de Erika, y ella diciéndole que no se preocupara tanto.
 
Pese a sus gustos diferentes en cuanto a pokémon se trataba, los dos eran bastante similares al rescatar las tradiciones de sus respectivas regiones, siendo Johto la región que más se resistía a perderlas y dejarlas olvidadas en el pasado.
 
— ¿Acaso Blue fue tu retadora? — preguntó el originario de Ciudad Malva.
 
— No, no, no — dijo Blue mientras movía su cabeza en señal de negación — El que retó a Erika fue mi hermano, no yo.
 
— Mmm… ¿Y es muy fuerte? — preguntó Falkner, con algo de curiosidad.
 
— Si le preguntas a él te dirá que sí, es un presumido de nacimiento — dijo Blue riendo internamente — Yo también diría que sí, pero no me consideraría una conocedora de medir qué tan fuerte es un entrenador.
 
— Jajajaja, es bastante fuerte — dijo Erika, cubriendo su boca con la manga de su kimono mientras reía — De hecho tiene una Doduo muy impresionante y bien entrenada, logró derrotar a Victreebel y a Vileplume sin mucha dificultad. Se que te encantaría verla.
 
— Ten por seguro que si — dijo al escuchar

 
— ¿Qué hacemos ahora? — preguntó Bugsy, viendo un letrero en la entrada del gimnasio que decía que la líder Erika no se encontraba en el lugar.
 
— Tal vez podamos pasar para ver los arreglos florales… o podríamos ir a otra parte — dijo Red al ver la expresión que puso Bugsy en su rostro al escuchar sobre los arreglos florales — Aunque al ser una ciudad tan grande, no estoy seguro de a dónde podamos ir.
 
— ¿Qué tal el Centro Comercial de Azulona? — sugirió el chico de Johto — Allí se encuentra mi amigo, tiene un gran número de tiendas y podemos comer algo de paso, ya me está dando hambre — frotándose la barriga.
 
— Suena bien, tanto caminar me dio hambre a mí también — contestó Red, comenzando a caminar junto con Bugsy rumbo al Centro Comercial de Azulona.
 
En su trayecto al centro comercial vieron varias patrullas de policía con sus sirenas sonando y sus luces rojas y azules parpadeando, dirigiéndose hacia la zona este de la ciudad, más concretamente donde se encontraba el Casino Rocket.
 
— ¿Qué crees que está sucediendo? — preguntó Bugsy con curiosidad, al ver alrededor de 5 patrullas rumbo al Casino Rocket.
 
— Tal vez se trate de un robo — respondió Red — Siendo un lugar que alberga mucho dinero no me sorprendería.
 
Tras quedarse un rato parados junto a otras personas curiosas viendo como las patrullas se alejaba, continuaron con su recorrido al centro comercial. El lugar estaba en una zona apartada, siendo un edificio de 6 pisos, con algunos carteles en la entrada que indicaban que próximamente iba a sufrir de una expansión de pisos y de área, dando lugar a más tiendas, así como también a un cine.
 
Sin embargo, también había carteles y afiches con mensajes de negación frente a la expansión del centro comercial, con algunas frases como “No más consumo” y “No eliminen la tradición”.
 
Ingresaron al lugar, encontrándose con una gran cantidad de humanos y de pokémon transitando por las distintas tiendas, subiendo y bajando por las escaleras mecánicas y por los ascensores. Había un pequeño puesto de helados al lado de las escaleras mecánicas.
 
Lograron divisar unos letreros cerca de la entrada donde se indicaban los diferentes servicios que tenía cada uno de los pisos del centro comercial.
 
El primer piso era de ropa, tanto de hombre, mujer y niño, así como de calzado de todo tipo. El segundo piso era de artículos del hogar y de turismo. El tercer piso era el área de comida rápida, donde se podía comprar comida de diversas regiones del mundo. El cuarto piso era de artículos de entrenador, piedras evolutivas, pociones, entre otras cosas. El quinto piso era de artículos electrónicos, y el sexto y último piso tenía diferentes juegos arcade, así como también máquinas atrapa peluches y mesas de hockey de aire.
 
Su primera parada iba a ser en el tercer piso, para poder conseguir algo de comer, por lo que comenzaron a caminar con dirección a las escaleras mecánicas.
 
— Se me antoja un poco de arroz dulce — dijo Bugsy, pensando en arroz frito aderezado con miel — ¿Qué se te antoja a ti Red?
 
— Mmm… tal vez…  —
 
De repente Red sintió algo que lo detuvo, agarrándolo de su chaqueta roja con blanco.
 
Al voltear se encontró con una pequeña niña de 5 años, de vestido amarillo, sandalias rojas y un sombrero marrón que cubría su cabello negro sujetado en dos coletas bajas. Sus ojos eran de color amarillo al igual que su vestido.
 
La pequeña sujetaba con fuerza la chaqueta de Red con su mano izquierda, mientras miraba al suelo con ojos a punto de llorar, sin articular ni una sola palabra.
 
Red estaba tenso, no sabía qué hacer en una situación como esa al no estar acostumbrado a tratar con niños tan pequeños. Intuyó que se trataba de una niña que se había alejado de sus padres, viéndose asustada, pero tratando de no llorar, aunque estando al borde.
 
— ¿Estás perdida pequeña? — preguntó Bugsy, agachándose para estar a la altura de la niña.
 
Rápidamente la pequeña se escondió detrás de Red, sin quitar su agarre de la chaqueta roja del entrenador.
 
— Podrías ir a buscar a un guardia de seguridad o algo así — dijo Red — Yo me quedaré con ella, de cualquier forma no puedo moverme — al ver que la niña no tenía intenciones de soltarlo.
 
Bugsy asintió y fue a buscar a un guardia de seguridad, dejando a Red parado en medio del primer piso con la pequeña niña.
 
No sabía qué más debía hacer, pensando que Blue sería la más indicada en este momento, siendo capaz de tranquilizar a la niña en el tiempo en que encontraban a sus padres.
 
Podía asimilar el miedo que la pequeña sentía, así como también de la voluntad y fuerza que tenía para no llorar en una situación así, algo admirable ante sus ojos, ya que si él estuviera en los zapatos de la niña, estaría llorando desconsoladamente.
 
Respiró profundo y cerró los ojos para aclarar un poco su mente, para luego agacharse a la altura de la niña, quien no le soltaba la chaqueta.
 
La miró a los ojos mientras se quitaba su gorra, revelando a su pokémon que yacía en su cabeza, sorprendiendo a la niña, que se secaba las lágrimas con su mano derecha para ver mejor al pokémon. Le daba curiosidad de que ese entrenador tuviera a ese pokémon tan pequeño descansando encima de su cabeza y debajo de su gorra.
 
— Este pequeño es Paras, es mi compañero — dijo Red mientras tomaba a Paras entre sus manos para acercarlo más a la pequeña.
 
La niña miraba fascinada a Paras, quien estaba un poco nervioso por la presencia de la niña, que no dejaba de mirarlo.
 
— Y yo soy Red, ¿Cuál es tu nombre? — preguntó al ver que la niña se había tranquilizado un poco, soltando su chaqueta para poder tomar entre sus manos a Paras.
 
El pokémon insecto ya no estaba tan nervioso, es más, ahora él miraba con curiosidad a la niña, que no le quitaba los ojos de encima.
 
Por un momento dejó de mirar a Paras, para mirar a Red, teniendo una expresión más tranquila. Abrió la boca para responder a la pregunta del entrenador, sin embargo, fue interrumpida por un grito que se iba acercando a ellos.
 
— ¡¡Selene!! — dijo una voz masculina grave.

 
Blue, Erika y Falkner se habían juntado con Green en el área de comida rápida. El hermano de Blue ya había comprado todo lo que necesitaba y lo hizo muy rápido, por lo que fue el primero en llegar.
 
Green había comprado unos fideos con una salsa de hongos cultivados en la zona. Blue por su parte compró curry, más concretamente curry picante con nata, habiendo ganado un gran gusto por dicha comida.
 
Falkner compró ramen al estilo de Ciudad Azulona, un plato muy popular en las regiones de Kanto y de Johto, y que variaba su receta dependiendo de la ciudad. Mientras tanto, Erika compró una ensalada de diversos vegetales cultivados en los campos aledaños a la ciudad, aderezada con queso mu-mu.
 
Green le había mostrado su Doduo a Falkner, quien quedó fascinado por lo bien entrenada que se veía el ave gemela, pudiendo notarlo por la firmeza de sus patas y el buen color de sus plumas.
 
Cubone estaba sentado en el regazo de Blue, tomando a través de un biberón un batido hecho a base de carne con vegetales, además de vitaminas para mejorar su defensa. Mientras estaba ingiriendo su alimento, también miraba a su alrededor, enfocándose en Blue, sintiéndose tranquilo y relajado al lado de ella.
 
La chica estaba sentada al lado de su hermano y enfrente de Erika, con quien no dejaba de hablar mientras comían.
 
— Así que el padre de Falkner también está en la ciudad — dijo Blue mientras degustaba de su curry.
 
— Si, él y mi mamá están hablando con el alcalde respecto a la expansión que quieren hacerle al centro comercial — dijo Erika, limpiándose con una servilleta algunos rastros de jugo de limón que tenía cerca de su boca.
 
— Había leído eso en los letreros pegados en la entrada — dijo Blue — Y para hacer esas expansiones necesitan derribar una gran porción del bosque cercano.
 
— Por eso el padre de Falkner está aquí — dijo Erika — para ayudar a convencer a las autoridades de que nieguen los permisos al dueño del centro comercial de expandir su área a zonas naturales y nativas de la ciudad.
 
— Espero que lo logren, pero eso me trae una duda — dijo la nieta del profesor Oak — ¿Quién está cuidando el gimnasio de Ciudad Malva? — al ver que padre e hijo se encontraban en Kanto.
 
— Los aprendices en cetrería del gimnasio se encargan de cuidarlo y de mantenerlo limpio — dijo Falkner, dándole unas semillas a su Pidgey — Tampoco es que recibamos a tantos retadores.
 
— Aunque eso es más por cómo se administran y organizan los gimnasios en Johto — dijo Erika.
 
— ¿Qué quieres decir? — preguntó Blue, sin entender lo que Erika y Falkner estaban hablando.
 
— Johto tiene gimnasios, pero no tiene una Liga Pokémon — soltó Green de pronto — es algo así como Alola, solo que Alola ni siquiera tiene gimnasios.
 
Blue no estaba informada al respecto sobre eso. Sabía de la existencia de gimnasios pokémon en la región vecina, pero no sabía que no tenían una Liga Pokémon, recordando que la madre de Red había participado en batallas en Johto, aunque eran de exhibición.
 
— Creo recordar que se estaba discutiendo la posibilidad de que Johto tenga una liga, o algo así dijo mi mamá — dijo Erika.
 
— Algo así, lo malo es que la gente no está muy motivada en eso, como si no se sintieran interesados — dijo Falkner — Ni siquiera el Alto Mando más fuerte de Kanto, Lance, quien es originario de Johto está apoyando la idea de que su región tenga una Liga Pokémon.

 
— ¡¡Mi niña, me tenías tan preocupado!! — dijo el padre de Selene mientras la abrazaba fuertemente, y le daba varios besos en el pelo — ¡En verdad muchas gracias por encontrarla y cuidarla Red!
 
— Jejeje, la verdad es que no hice nada, profesor Kukui — dijo Red riéndose un poco nervioso.
 
Los padres de Selene resultaron ser dos profesores pokémon. El padre era Kukui Mahina, un investigador de 24 años proveniente de la región de Alola, y cuyo campo de investigación eran los movimientos de los pokémon. La madre era Burnet Mahina, una investigadora de 25 años proveniente de la región de Unova, especializada en la investigación de dimensiones alternativas, siendo un área de trabajo bastante compleja.
 
Red se encontraba sentado en una banca del primer piso junto a Kukui y Selene, mientras que la profesora Burnet y Bugsy compraban helados para todos.
 
Sonreía con nostalgia al ver el fuerte vínculo que Kukui tenía con Selene, recordando un poco lo que vivió y experimentó en el Dojo Karate de Ciudad Azafrán, viendo como el profesor Kukui era estricto al reprender a la pequeña Selene por haberse alejado de ellos, pero siendo muy cariñoso de igual forma.
 
— Entonces… ¿Qué los trae a Kanto? — preguntó Red con curiosidad, al querer saber porque dos investigadores pokémon estaban visitando su región acompañados por su hija.
 
También estaba el hecho de que no parecían profesores pokémon dado a las ropas que usaban. Kukui llevaba una camisa floreada blanca con flores azules, un short gris, unas gafas de marco verde y una gorra blanca que cubría su cabello negro. Burnet por su parte vestía una falda negra con una polera de tirantes gris, llevaba consigo un bolso blanco que hacía juego con su cabello del mismo color.
 
— Vamos a asentarnos en Alola, en la isla de Melemele donde construiré mi laboratorio pokémon — contestó Kukui, sentando a Selene al lado suyo — Antes de hacer eso, quiero despedirme del mundo de los combates participando en la Liga Pokémon de Kanto.
 
— ¡¿Usted participará en la Liga Pokémon?! — reaccionó Red ante la respuesta de Kukui — Lo siento por eso, es solo que, no me lo esperaba — calmándose un poco.
 
Selene se quedó mirando a Red por cómo había reaccionado, con sus ojos amarillos iguales a los de su madre.
 
— Jajajaja, no pasa nada — dijo Kukui — Es raro mezclar combates con una investigación científica, por eso mi especialidad son los movimientos, para unir mis dos pasiones, la ciencia y los combates — mientras sonreía.
 
— Pasiones — pensó Red.
 
— Me gustaría que Alola también tuviera una liga como la que tienen ustedes — dijo Kukui — Tenemos una prueba conocida como Recorrido Insular, pero no es lo mismo.
 
— ¿Recorrido Insular? — preguntó Red.
 
— Es un rito de iniciación, donde al cumplir 11 años tienes que recorrer las 4 islas que forman Alola, cumpliendo una serie de pruebas — dijo Kukui — La realice junto con 2 amigos de hecho, fue divertida, pero no se puede comparar con desafiar gimnasios y participar en una liga.
 
De pronto, la profesora Burnet apareció junto a Bugsy, con 5 conos con helado en una bandeja especial para transportarlos.
 
— Muy bien, de chocolate para Selene, el de caramelo es de Bugsy, menta para Red, de crema para ti mi amor — dijo Burnet, repartiendo los helados — Y el de banana Tropius es mío.
 
— Gracias — dijo Selene, comenzando a comer su helado.
 
La profesora pokémon y el futuro líder de gimnasio de Ciudad Azalea se sentaron en la banca para poder degustar el helado a gusto.
 
Red se quitó la gorra para que Paras también disfrutara del helado de menta, sosteniendo al pokémon en su mano derecha y el helado en la izquierda.
 
Selene se quedó mirando otra vez al pequeño pokémon, ofreciéndole un poco de su helado de chocolate, que Paras aceptó sin protestar.
 
— Bugsy me contó que vas a participar en la Liga Pokémon — le dijo Burnet a Red, mientras saboreaba su helado — Tengo curiosidad por saber que tan fuerte eres y de ver cómo sería un combate entre ustedes dos — señalando a Red y a Kukui.
 
— Si llegamos a enfrentarnos, no me contendré y usaré toda mi fuerza, eso te lo garantizo — dijo Kukui entusiasmado, alzando su brazo izquierdo para mostrar un brazalete muy llamativo.
 
— ¿Eso es una pulsera Z? — preguntó Red, señalando con emoción el objeto que Kukui tenía en su muñeca izquierda.
 
— ¿Pulsera Z? — preguntó Bugsy sin entender — ¿Qué es eso?
 
— Es un objeto que es necesario para realizar un movimiento Z. El entrenador y el pokémon realizan una serie de poses dependiendo del cristal Z — explicó Red, sin darse cuenta de que Paras casi se estaba terminando su helado de menta — de esa forma las voluntades de ambos se sincronizan para que el pokémon canalice todo ese poder en un solo movimiento.
 
— Burnet, me agrada este muchacho — dijo Kukui, impresionado por la explicación de Red — Veo que alguien estuvo estudiando.
 
— Había leído sobre ellos en libros, pero nunca tuve la oportunidad de ver uno de cerca — dijo Red, admirando la pulsera del profesor de Alola — ¿Cuántos tipos de cristales Z tiene?
 
— Tengo uno para cada pokémon de mi equipo — dijo Kukui — y como solo puedo usar un movimiento Z durante una batalla, debo ser precavido de cual utilizar.
 
— Hablando de movimientos, Bugsy realizó un descubrimiento sobre un movimiento tipo insecto que te puede interesar querido — dijo Burnet, mientras le quitaba algunas manchas de helado a Selene del rostro, usando unas servilletas.
 
— ¿En serio? — preguntó el científico de Alola — ¿De qué se trata?, si es que se puede saber claro.
 
— Básicamente sobre el movimiento corte furia, descubrí sus efectos si se utiliza seguido durante un combate, aumentando su ataque al doble — explicó el oriundo de Ciudad Azalia — Lo envié a la C.C. para que lo revisen y lo publiquen en su revista.
 
— Mmm… ¿Te importaría mostrarme ese movimiento en un combate? — propuso Kukui, acabando su helado de una sentada, agarrando su cabeza por la sensación fría — Tengo mucho interés.
 
— ¡Por supuesto! — dijo Bugsy, acabando su helado de la misma forma mientras se levantaba del asiento — ¡La verdad también estoy interesado por saber cómo son los pokémon de Alola!
 
— ¿Siempre es así de entusiasta? — preguntó Burnet a Red, mientras se levantaba junto a Selene.
 
— De lo poco que sé sobre él, es bastante entusiasta — contestó Red, imitando la acción de los demás para ir al centro pokémon.

 
El grupo de jóvenes había acabado de comer y se proponían a salir para recorrer los alrededores, con Green aceptando sin protestar para evitar discutir con su hermana.
 
— ¿A dónde nos llevarás ahora Erika? — preguntó Blue, curiosa por saber el próximo destino que la líder de gimnasio tenía en mente, mientras bajaban por las escaleras eléctricas.
 
— Estaba pensando en llevarlos a la plaza, allí siempre se reúnen distintos artistas callejeros — dijo la chica bostezando — además como te comentaba, tenemos una nueva fuente de agua.
 
— ¿Ya la construyeron? — preguntó Falkner a lo que Erika asintió — Qué rápidos.
 
— Se apresuraron para tenerla lista para la época de turismo — explicó la líder.
 
Continuaron con su recorrido, bajando hasta el primer piso del centro comercial, dirigiéndose a la salida para llegar a la plaza de la ciudad.
 
Durante el trayecto Green era el único que estaba en silencio, viendo como su hermana conversaba con Erika y Falkner.
 
Esa era otra cualidad que le sorprendía de ella, su capacidad de socializar con las personas de forma tan sencilla, y el no inmutarse al estar en un lugar con demasiadas personas y pokémon.
 
Él no estaba acostumbrado a ese tipo de ambiente, y aunque no lo demostraba, se sentía incómodo de estar en una ciudad tan grande y con tantas personas circulando por todas partes.
 
En un abrir y cerrar de ojos ya estaban cerca de llegar a la plaza, logrando divisar la fuente de agua a la distancia.
 
— Qué bonita — dijo Blue, mientras se iban acercando más al lugar.
 
Cubone de igual forma contemplaba la estructura de aguas danzantes, con cierto miedo de ella dado a que era de tipo tierra, pero también con curiosidad al ver los distintos movimientos que el agua realizaba a la distancia.
 
Tal y como Erika había dicho, varios artistas callejeros estaban realizando sus actos en la plaza. Algunos hacían malabares, otros tocaban instrumentos, uno pintaba retratos junto a su Smeargle y el más curioso realizaba un acto de mimetismo con su Mr. Mime.
 
Aparte de artistas, en la plaza también había varios entrenadores pokémon junto a sus equipos, algunos mirando a los artistas, y otros solo descansando. La plaza era bastante grande, con muchas zonas verdes, con árboles y césped, así como varios lugares para poder sentarse y descansar.
 
Algunas personas al ver a Erika se detenían a saludarla brevemente, al ser muy querida por los habitantes de la ciudad, dado a su rol como líder y encargada de mantener la cultura y tradición en Ciudad Azulona.
 
Se detuvieron al estar cerca de la fuente de agua danzante, logrando admirarla en todo su esplendor.
 
— ¿Qué es ese sonido? — preguntó Falkner, agudizando sus oídos junto a su Pidgey.
 
Green, Blue y Erika no entendían de qué sonido estaba hablando Falkner, pues ellos únicamente escuchaban el sonido del agua y el bullicio de la gente.
 
El joven de Johto caminó en dirección este junto a su pokémon, rumbo al ruido que solamente él escuchaba seguido por los demás.
 
Llegó al límite de la plaza antes de llegar a una calle, divisando a lo lejos varias luces de sirenas, tanto de patrullas de policía como de ambulancias.
 
— Es en el Casino Rocket — dijo Falkner — por lo que alcanzó a ver está metida la policía y varias ambulancias — viendo las distintas luces características de los vehículos.
 
— ¡¿En serio?! — preguntó preocupada Erika, colocándose al lado de Falkner para intentar ver lo que el originario de Johto veía — Tienes razón — alcanzando a ver las luces de las ambulancias.
 
— ¿Qué crees que está ocurriendo allí? — preguntó Blue.
 
— No lo sé, pero tengo que ir a investigar — dijo Erika intentando ir al Casino Rocket, siendo detenida por Falkner en el proceso.
 
— Espera un momento, puede estar pasando algo verdaderamente peligroso allá, dejemos que las fuerzas de seguridad se encarguen — dijo el muchacho, tratando de razonar con Erika.
 
— Falkner tiene razón, sería peligroso que vayas a investigar tu sola — dijo Blue, preocupada por Erika.
 
— Qué hipócrita — pensó Green por el comentario de su hermana, un tanto apartado de la situación — En ese caso podríamos acompañarte, digo, no perdemos nada al hacerlo y así estos dos no se preocupan por tu bienestar.

 
Kukui y Bugsy estaban librando un combate en las salas de entrenamiento del centro pokémon, teniendo como espectadores a Red, Burnet y Selene, con esta última teniendo a Paras entre sus brazos.
 
El futuro líder de Ciudad Azalia usaba a su Scyther, para enseñarle a Kukui los efectos del movimiento corte furia, mientras que el nativo de Alola usaba a un Incineroar, su primer pokémon y más fuerte, siendo un pokémon que ni Red ni Bugsy habían visto.
 
Incineroar era un pokémon de tipo fuego y siniestro, un felino bípedo del tamaño de un hombre adulto promedio de color rojo, negro y gris, con un cinturón en llamas alrededor de su cintura.
 
— Ese Incineroar se ve bastante rudo — dijo Red, impresionado al ver como el pokémon de Kukui bloqueaba los golpes del Scyther con sus patas delanteras.
 
— Bueno, es así por naturaleza — dijo la profesora Burnet — Aunque fuera de los combates es bastante holgazán.
 
— No me lo puedo imaginar así — viendo al Incineroar de Kukui usar demolición contra el Scyther de Bugsy.
 
— Jejejeje es la verdad — dijo Burnet — cuando iba al departamento de Kukui cuando estudiábamos en la Universidad Caolín en Unova, se pasaba todo el día acostado en el sofá.
 
En medio de la conversación, Selene y Paras se emocionaron al ver a Scyther usar protección para bloquear el envite ígneo de Incineroar.
 
— ¿Se conocieron en la Universidad Caolín? — preguntó Red ante la mención de la institución de educación superior más reconocida en todo el mundo.
 
— Nos conocimos antes, en el Instituto de Ciudad Mayólica — contestó Burnet — él había recibido una beca para estudiar allí, y tras conocernos pues, el resto es historia — mostrando su anillo y acariciando la cabeza de Selene.
 
Volvió a sentir ese aura de nostalgia al ver lo afectivo que era el vínculo madre e hija de Selene y Burnet, con la profesora desprendiendo un aura maternal bastante fuerte y cálido, recordando las pocas memorias que guardaba y atesoraba de su madre antes de perderla.
 
Una fuerte explosión distrajo a Red de sus pensamientos y lo obligó a voltearse junto a Burnet para ver el combate, viendo al Scyther de Bugsy debilitado en el suelo al impactar su corte furia con el movimiento lariat oscuro de Incineroar.
 
— ¡Scyther, regresa! — dijo Bugsy mientras respiraba profundamente — ¡Usted en verdad es fuerte!, ¡Oye Red, será mejor que estés preparado, es increíblemente fuerte!
 
— ¡Regresa compañero! — dijo Kukui a su compañero pokémon, yendo a donde se encontraba Bugsy — Fue un buen combate, se me estaba haciendo difícil bloquear esos cortes furia.
 
— Y no usó ningún movimiento Z — pensó Red, viendo que en realidad Kukui e Incineroar se habían contenido durante el combate.
 
— En verdad es un gran descubrimiento, me alegra mucho haber podido experimentarlo en un escenario de combate — dijo Kukui — aunque claro, también lo leeré cuando lo publiquen, eso tenlo por seguro.
 
— Muchas gracias — contestó Bugsy, brindándole la mano a Kukui.
 
— Gracias a ti también — dijo el investigador, estrechando la mano del joven para luego mirar su reloj — Oh, creo que ya debemos irnos querida, si queremos llegar a Isla Canela antes de que oscurezca.
 
— ¿Va a desafiar al gimnasio de allí? — preguntó Red mientras recibía a Paras de regreso, recordando que en esa isla se encontraba un gimnasio.
 
— Así es — contestó Kukui — y cuando tenga esa medalla, ya solo me faltará conseguir la medalla de Ciudad Verde para tener las 8.
 
Red se sorprendió de saber que el profesor Kukui llevaba el doble de medallas que él, ya habiendo ganado la de Surge, con quien él tuvo que obtenerla en una revancha, y la de Sabrina, con quien ni siquiera ha tenido la oportunidad de combatir dado las constantes advertencias de que la bruja psíquica era demasiado poderosa.
 
— Increíblemente fuerte — pensó, viendo como el entrenador de Alola se acercaba para estar con su familia.

 
Blue, Green, Erika y Falkner regresaban al gimnasio luego de haber ido al Casino Rocket a investigar lo que estaba sucediendo, solo para que los policías no les dieran acceso, bloqueando la calle y negándose a entregarles información respecto a lo ocurrido, sin importarles de que Erika era la líder de gimnasio de la ciudad.
 
Lo que alcanzaron a ver era que los paramédicos sacaban en camillas a varias personas, algunas de ellas en bolsas para cadáveres.
 
No obstante, Erika pudo conseguir el testimonio de un policía novato, que era un admirador suyo y se encontraba resguardando el perímetro marcado.
 
El policía le dijo que varias personas de relevancia habían sido envenenadas intencionalmente al interior del lugar de juegos de azar, con algunos heridos durante un altercado por descubrir quién era el responsable.
 
También le habían informado que el Casino Rocket iba a permanecer cerrado hasta nuevo aviso, ya que necesitaban registrar más a fondo el interior del recinto para recabar mayor evidencia.
 
Blue tenía la ligera sospecha de que la Silph S.A. tenía que ver en el asunto, considerando que Looker le había mencionado que varios sujetos sospechosos rondaban por Ciudad Azulona. Además de que la agente Anabel estaba investigando en la ciudad.
 
— Tal vez esas personas que murieron lo hicieron al ingerir esas píldoras, de ahí que murieran por envenenamiento — pensó Blue recordando lo sucedido en Ciudad Celeste, mientras abrazaba un poco a Cubone.
 
De igual forma tenía la corazonada de que la agente Anabel estaba detrás del caso del Casino Rocket, tal vez habiendo encontrado información relevante para acusar a la Silph S.A y ocultando todo como un intento de homicidio en masa.
 
— ¿Te encuentras bien? — preguntó Falkner viendo a Blue — te ves un poco pálida.
 
— Es verdad — dijo Erika — ¿Estás cansada o tal vez quieres tomar alguna infusión de hierbas? — preguntó preocupada Erika.
 
— No, no, estoy bien — contestó Blue negando con la cabeza — solo tengo algo de frío — mientras simulaba temblar levemente.
 
— Tienes razón, el sol ya se está ocultando — dijo Erika mirando el cielo, viendo cómo se tornaba anaranjado — Creo que será mejor que vayan al centro pokémon para que descanses y puedas tomar calor. Te acompañamos — dijo Erika con Falkner asintiendo.

 
La familia Mahina salió del centro pokémon, acompañados por Red y Bugsy que iban a despedirse antes de que partieran a Isla Canela.
 
— ¡Sal, Braviary! — dijo Kukui, sacando a un enorme pokémon pájaro de plumaje gris y rojo.
 
El pokémon era lo suficientemente grande como para soportar el peso de la familia completa, y llevarlos sanos y salvos a su destino.
 
— Espero encontrarte en la Liga Pokémon Red, y también espero leer tu descubrimiento más a detalle Bugsy — dijo Kukui sonriendo mientras acariciaba la cabeza y lomo de su pokémon, que se acomodaba para cargar a la familia de su entrenador.
 
— Oh, antes de que se me olvidé — dijo Burnet buscando algo en su bolso, para sacar una pokéball y entregarla a Red.
 
El entrenador la tomó por instinto sin entender el propósito por el cuál la profesora Burnet le había dado una pokéball.
 
— Me dieron un Eevee al ganar un evento de una rifa en el Edificio Azulona — explicó Burnet — Tómalo como un agradecimiento por encontrar a mi Selene.
 
— N.…no es necesario, de verdad — dijo Red, algo avergonzado por el presente de la profesora — además les dije que no hice nada.
 
— Tonterías, para empezar Selene se acercó a ti porque sintió algo bueno en ti — comentó Burnet — supiste manejar la situación adecuadamente. Hiciste algo muy bueno, y te entregó este Eevee porque te lo mereces.
 
— Yo que tú lo acepto Red — dijo Kukui subiendo a Selene encima de Braviary — Ella no aceptará un no como respuesta.
 
Red respiró profundamente mientras apretaba la pokéball en su mano derecha. Se sentía incómodo de recibir un pokémon de esa forma, pero el comentario de Burnet lo hizo sentir merecedor de ese presente al recordar que logró calmar a la pequeña Selene y mantenerla tranquila.
 
— Está bien — dijo Red viendo a Burnet a los ojos — Lo aceptó. Lo entrenaré muy bien.
 
— Se que lo harás — dijo Burnet mientras le sonreía y le daba unas palmadas en el hombro derecho.
 
La mujer se subía encima de Braviary, delante de su hija para mayor seguridad.
 
— ¡Alola! — dijo Burnet.
 
— ¡Alola! — dijo Selene sonriendo igual que su madre, despidiéndose de Bugsy, de Red y de Paras, quien se asomó para despedirse de la niña.
 
— ¡¡Alola!! — dijo Kukui, montando al pokémon pájaro para colocarse detrás de su hija — ¡Vamos!
 
Al momento de dar la orden, Braviary se elevó del suelo con bastante facilidad, comenzando a mover sus alas para comenzar el vuelo, dejando a varias personas asombradas de ver a tal majestuoso pokémon perderse en el cielo.
 
Ya cuando los perdieron de vista, Bugsy y Red decidieron ingresar al centro pokémon, con el último mirando la pokéball que se le fue entregada, pensando en como sería su ahora nuevo integrante de su equipo pokémon.

— Hiciste algo muy bueno —
 
Sonrió por el motivo por el cual Burnet le entregó ese Eevee, atesorando dicho presente como algo especial, similar a los guantes que Koichi le había regalado y que portaba con orgullo.
 
— No lo pienses tanto, un Eevee es un increíble pokémon — dijo Bugsy — Aunque me daría risa que tuviera alguna naturaleza complicada de entrenar.
 
Fueron al puesto de comida del local para ordenar algo que comer, tanto ellos como sus pokémon. Bugsy estaba indeciso de qué quería comprar, mientras que Red ojeaba la lista de currys que le llamaban la atención.
 
— Tienen arroz dulce, pero también se me antojan unas papas a lo Magcargo — dijo el fanático de los insectos.
 
Red por su parte iba a pedir un curry simple, para probar que tal era esa comida proveniente de la región de Galar.
 
— ¡¿Red?! — dijo una voz femenina detrás de él.
 
— Blue — respondió al instante al reconocer de inmediato de quién se trataba, dándose vuelta para encontrarse con su amiga acompañada por otras personas, con uno de ellos que lo tomó muy desapercibido — ¿Green?
 
— Red —
 
Continuará.

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@"Lunarium"
Las razones de los encuentros es que me gusta ver el mundo en movimiento, no solo Red o Green están presentes, sino el resto de personajes, ya presentados y nuevos, lo mismo con las diferentes culturas que están presentes en el mundo, no tengo la limitante de la primera generación, ni de una en particular, aunque me apropio de ellos para construir algo diferente.
Me gusto mucho que el banner que me hiciste hiciera mucho juego con estos últimos capítulos, gracias otra vez. Mewtwo

@nakun92
Cada personaje tiene una función lógica dentro de la historia. Trate de hacerlo lo menos enredado posible dado al cruce de colores que van a colisionar. En cuanto a la voz, tengo a Arceus de mi lado que me protegerá de la bestia lunar. MincinnoKnife

@"Katsurane"
Gracias por la apuñalada, siempre son bienvenidas. RaltsLewd
Al ser mi primera historia lineal de aventuras el progreso de mi forma de escribir se ira moldeando. Lo de los pokémon es por los regalos de cumpleaños, Red lo tuvo primero porque nació antes que los mellizos. Algunas cosas que apuntas se revelaran más adelante, así que no quiero arruinar la sorpresa.
En cuanto al profesor Oak, estamos hablando de un sujeto que olvida el nombre de su propio nieto y llega tarde cuando se vuelve campeón.(? Aunque al menos aquí se sabe sus nombres
Lo del Pikachu, quise darle una personalidad para que destacara y al parecer lo logre. [Imagen: mewtwoLUL.png]

@SoujiFujimura 
Al ir avanzando la historia se notará mi evolución a la hora de escribir, pues soy novato en este mundo, al igual que en una historia de aventura, por eso quise iniciar con la primera generación, pero usando elementos de conocimiento actual y libertad creativa para ir creando algo propio y distintivo.
Trato de que los personajes tengan defectos y virtudes, todos teniendo una historia de fondo en un mundo de constante movimiento.
Los cameos y referencias no van a faltar, también referencias a otros fics míos como publicidad. PikaSwag
El caos es inminente y hay que explorarlo.
                                       [Imagen: APTHhOg.jpg]
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#44
Volvemos a la carga owo

Si el episodio anterior ya había sido una gran muestra de worldbuilding y muestra de personajes de fuera de Kanto, éste lo ha superado y con creces en ambas áreas, y de qué manera. No me esperaba aquí a Kukui, y la verdad es que aprovechar su backstory para dar más jugo a esta historia hace las cosas MUCHO más interesantes... el roster de adversarios de Red y Green va creciendo en cantidad y calidad, así que puedo esperarme una Liga Pokémon muy en condiciones... a menos que el caos actúe de manera inesperada, mi estimado Arthur Pyro-gon (?)

El desarrollo de personajes tuvo sus puntos altos en la interacción de Red con los Mahina, mientras que el worbu estuvo mucho más presentes conforme los dos grupos iban recorriendo la ciudad, en particular lo relacionado a la falta de una liga en Johto (reforzando lo dicho anteriormente... me gusta poder leer explicaciones alternativas al hecho de que en el canon ambas regiones compartan liga... para contrastar :3). También hemos tenido un posible desarrollo de trama con eso tan misterioso ocurrido en el casino, así que habrá que ver qué pasa cuando Blue se encuentre con Anabel; por ahora, lo que tendremos entre manos será el encuentro de los tres chicos de pueblo Paleta.

¿Puntos flacos? La redacción se mantiene a un nivel que hace la lectura agradable, pero el uso de palabras de similar sonido pero distinto significado distraen (por ahí leí un "disgustaba" en lugar de "degustaba", para referirse a la comida), y lo de siempre, errores de ortografía salpicados por ahí y allá o.o

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Cita:
Durante todos los combates Bugsy soltaba datos referentes a sus pokémon, cómo que los Pinsir rivalizaban con los Heracross por la savia de los árboles, el tiempo que los Beedrill tardan en formarse dentro del capullo, o que los Scyther salvajes tienen miedo de evolucionar a Scizor, ya que al hacerlo debían alejarse de sus enjambres, por la naturaleza de los Scyther de volverse agresivos con el color rojo.
Parece una versión suave de su contraparte en Path xD
 
Cita:
— Más o menos, su padre es el líder de gimnasio de su ciudad y también administra todo lo relacionado a turismo por su zona — contestó Bugsy — Él a veces dirige el gimnasio en ausencia de su padre, pero ambos tienen un mal gusto en cuanto al tipo de pokémon que usan.
Oh, Falkner :3U
 
Cita:
 Por un momento dejó de mirar a Paras, para mirar a Red, teniendo una expresión más tranquila. Abrió la boca para responder a la pregunta del entrenador, sin embargo, fue interrumpida por un grito que se iba acercando a ellos.
 
— ¡¡Selene!! — dijo una voz masculino grave.
Alola (?)
 
Cita:
— Algo así, lo malo es que la gente no está muy motivada en eso, como si no se sintieran interesados — dijo Falkner — Ni siquiera el Alto Mando más fuerte de Kanto, Lance, quien es originario de Johto está apoyando la idea de que su región tenga una Liga Pokémon.
¡Rápido, llamen a Sakura para que le ajuste las tuercas! (?)
 
Cita:
— Jejeje, la verdad es que no hice nada, profesor Kukui — dijo Red riéndose un poco nervioso.
Alola x2
 
Cita:
— Falkner tiene razón, sería peligroso que vayas a investigar tu sola — dijo Blue, preocupada por Erika.
 
— Qué hipócrita — pensó Green por el comentario de su hermana, un tanto apartado de la situación — En ese caso podríamos acompañarte, digo, no perdemos nada al hacerlo y así estos dos no se preocupan por tu bienestar.
¡Zasca! xD
 
Cita:
— Me dieron un Eevee al ganar un evento de una rifa en el Edificio Azulona — explicó Burnet — Tómalo como un agradecimiento por encontrar a mi Selene.
Anda, un Pokémon nuevo... a ver en qué evolucionará owo
 
Cita:
— ¡¿Red?! — dijo una voz femenina detrás de él.
 
— Blue — respondió al instante al reconocer de inmediato de quién se trataba, dándose vuelta para encontrarse con su amiga acompañada por otras personas, con uno de ellos que lo tomó muy desapercibido — ¿Green?
 
— Red —
Oh, finalmente owo
 
Cita:Los cameos y referencias no van a faltar, también referencias a otros fics míos como publicidad. :PikaSwag:
Bien hecho owo

Y no tengo mucho más por decir, salvo que me intriga cómo se desarrollará el reencuentro de Red, Green y Blue... y tengo la sensación de que la cosa se va a torcer con algún desarrollo súbito de la trama owo (?)
[Imagen: 5LEhDF2.png]
 

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[Imagen: anh12KW.png]
 
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#45
Ahora mismo no recuerdo un capítulo en el que extendieses tu versión del omega... digo Pokeverso tanto como en este capítulo (también puede ser que me esté cayendo del sueño y hay cosas que no logro recordar bien). Erika con narcolepsia, el tema del centro comercial, Selene versión niñita (PTM, no te haces una idea de cuánto te agradezco la iniciativa, especialmente después que esta semana me quise poner finalmente a ver esos cortos de Evoluciones Pokemon. Selene más GOD que nunca y justo delante de Lillie y su sueg... digo Lusamine), los profesores Kukui y Burnet como los padres de Selene... Te juro que apenas leí el nombre de Selene me dije "es esha. Es esha, carajo", y al confirmarlo quedé como [Imagen: 1yZ5kDU.jpg]
Tales elementos merecen aparecer más de una vez, te lo ordeno  CindaBlush [Imagen: mewtwoLUL.png]
De verdad te digo que ahora mismo el fanboyismo me puede más de lo que puedo manejar. Al final voy a quedar más loco que la niña brava de la que tengo eones advirtiéndote xD.
Desde luego que es imposible ignorar el resto de los componentes del capítulo. En cierto modo me pareció hilarante lo que pensaba Green sobre lo que le decía Blue a Erika acerca de ir de cabeza al peligro, y ya sabía yo que mamá Blue cuidaría muy bien de bebé Cubone, como era de esperar.
Esto ha estado tan emocionante para mí que no puedo decirte que ha sido un buen capítulo, sino lo siguiente. Ahora más que nunca me gusta lo que vienes haciendo con esta manera de expandir la historia, puedes estas seguro de ello.
nadaoriginal: La historia de un escritor de fanfics que te liga todo lo que se mueve mientras se burla
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