CAPÍTULO 7: ¿EL EMBRUJO DE UNA NOCHE DE VERANO?
En la mayoría de Alola las temperaturas eran suaves, tendente a cálidas, y permitían el vestir con las informales pero a la par famosas “camisas Alolanas” durante todo el año. Desde luego la Isla de Melemele no era una excepción. Pero también es cierto que las islas eran mecidas casi de forma permanente por una suave y fresca brisa que permitía alivio durante las noches y que esas horas de vital y necesaria oscuridad fueran agradables. Brisa que como un ladrón de guante blanco aprovechaba el despuntar del lucero del alba para colarse sibilinamente en una habitación del Centro Pokémon de Ciudad Hauoli.
-¿Listos?
-Oui.
-No-bostezó el Nickit-¿A qué viene todo esto?
La chica de cabello rojizo revisó la habitación para cerciorarse que todo estuviera en orden y, tras estirar las sábanas arrugadas por estar todavía Lupin dormido sobre estas y cerrar la ventana se dispuso a abandonar el mencionado habitáculo, sabía que a esas horas las enfermeras Joy ya estaban despiertas por lo que no habría problemas en ese sentido.
-Nadie volverá a pensar que soy una dormilona.
Y acompañada del par de vulpinos la joven oriunda de Kalos abandonó el Centro Pokémon cuando el cielo era una capa nocturna manchada por breves pinceladas del naranja solar que precedía la presencia del mencionado astro.
Este estaba mucho más alto cuando el color oscuro había desaparecido para dejar paso a un tibio color azul celeste mañanero donde el propio naranja ya casi estaba totalmente difuminado y diluido, al menos hasta que el atardecer volviera a estar cerca. Y fue en ese momento cuando dos pares de ojos se abrían a un nuevo día en el mismo Centro Pokémon.
-Buenos días-bostezó Daini.
-Buenos días-respondió en igual tono la voz de Adam desde la litera de arriba.
-¿Que crees que nos pasará hoy-preguntó el ojiverde.
-No lo sé-respondió el oriundo de Kanto-Solo espero que no involucre roedores gigantes.
Tras una breve carcajada los chicos se vistieron y salieron de la habitación con clara intención de desayunar. Y si bien dudaron de esperar a la pelirroja el historial de retrasos de esta hicieron que retomaran la idea de comer, seguro que ella les alcanzaría para desayunar…aunque fuera a la hora de merendar.
-¿Solo vas a comer fruta?
Adam miró como el desayuno de su amigo era precisamente un único tazón de distintas frutas y bayas además de un zumo de las mismas.
-Sí, es una pena que ya no haya malasadas¿Y tú vas a desayunar eso?
-Sí.
Daini miró la bollería que Adam había elegido para desayunar para luego mirar debajo de la mesa como los Pokémon se alimentaban.
-Hanna, Circe ¿Os gusta?
-Si-respondió Hanna, la Cutiefly-Está muy rica-añadió con tono feliz sujetando un grano de pienso entre sus patas.
-¿Ya te has comido toda tu comida?-Preguntó Taro, acercándose viendo que el cuenco estaba vacío.
-Ah, no-respondió la insecto-Se lo comió ella-añadió señalando a la bebe buitre.
El quelonio y la tipo bicho dirigieron su mirada a como el ave “con pañales” tras haberse comido el plato de la Cutiefly ingería a alas llenas el alimento que se le había asignado.
-¿Que?-inquirió la ave al notar las miradas inquisitorias de sus compañeros-Estoy en edad de crecer-añadió tras tragar apresuradamente-Tengo que comer mucho-añadió fijando su vista en el que plato que Garu había descuidado mientras trataba de capturar su propia cola-mucho más.
La siniestra polluela saltó hacia el plato desprotegido del can solo para darse de bruces contra el brillante y limpio suelo del Centro Pokémon.
-Lo siento mucho-dijo Zappy con malicia, volviendo a poner el cuenco en su posición original-Pero te falta “chispa” si crees que le puedes quitar comida a Garu delante mía
-Maldito-masculló la ave levantándose dolorida.
-¡Yo soy el que se la quitara!-añadió el roedor con el pecho inflado.
-¡Hey, chicos!-dijo una voz que les llamó la atención tanto a Daini como a Adam-¿Saciando vuestra
Gula?
El par de chicos vieron como el profesor Kukui les saludaba con la mano en alto, para acercarse a ellos cuando se percató de que tenía su atención.
-¿Puedo sentarme?-Preguntó el enseñante retirando una silla.
-Claro-dijo Adam echándose a un lado-Además ya se ha sentado…-añadió.
-Tanto Liam como Kaudan-me han hablado de lo que hicisteis ayer-Estoy muy impresionado y orgulloso de los dos.
-Yo realmente no creo que hiciera nada-dijo Daini medio riéndose.
-¡Claro que sí!-Pío la Vullaby desde debajo de la mesa-Le dimos una paliza a ese Passimian loco-Por cierto¿Quien es este hombre con la pechera al aire?-preguntó refiriéndose al profesor Kukui.
-¿Le “dimos” una “paliza”?-agregó con sarcasmo el quelonio vegetal levantando levemente la vista de su cuenco.
-No se quien es-respondió la Bicho/Hada-¡Pero tiene un aura muy brillante y bonita!-añadió entusiasmada.
-¿Auras?-Preguntó curiosa la Popplio, acercándose al resto.
-¡Sí!-respondió Hanna-La tuya también es muy bonita-dijo-Y la tuya-añadió mirando al Rocruff que seguía tratando de alcanzar su cola-Y también la tuya-añadió mirando ahora a Zappy que intentaba contener a la Vullaby con una mano y de coger la comida con la otra.
-Mi mamá siempre decía que soy un ser de luz-comentó feliz el Pichu tratando de apartar a la siniestra ave.
-De hecho Daini-continuó hablando del descamisado-Kaudan habló con Liam para que a su vez yo te hiciera entrega de esto-añadió el Profesor Kukui colocando sobre la mesa un Cristal Z.
-¡Un Normastal Z!-dijo Daini sorprendido-Pero necesitaré una Pulsera Z-agregó de inmediato.
-No te preocupes por eso-dijo tranquilo el profesor Kukui-Y disfruta del
Presente -Es lo mismo que dijo Liam-pensó Adam-Por cierto-dijo ahora en voz alta-¿Que le trae al Centro Pokémon?
-Venia a buscar a Sofía -respondió el enseñante-Tenía un favor que pedirle-agregó-Claro que si no está aquí-continuó-debe de estar…
-Sip-respondieron los dos chicos, completando el pensamiento de Kukui de que la chica debía de estar por el séptimo sueño.
-Estoy aquí.
Un giro inesperado y casi automático de cuello hizo que dirigieran su cabeza hacia la voz, efectivamente era Sofía, y sus ojos claros parecían cristales penetrando la piel de los tres de la mesa, afortunadamente las hojas que tenía en el pelo y su ropa restaban esa sensación amenazante.
La chica dejó a sus Pokémon con la Enfermera Joy y se dirigió a la mesa con el resto. Pese a que no quería reconocerlo sus ojos y aspecto cansado amplificaban el grito sordo de:¡COMIDA! que su boca no quería pronunciar.
-¿Dónde has estado?-Quiso saber Kukui-Si se puede saber.
-He estado visitando el cementerio-respondió-Nunca había estado, pero es muy interesante.
-Así que le van esas cosas-le susurró Adam a Daini.
-¿Qué?¡No!-respondió de inmediato la de pelo cobrizo-Observando algunas de las lápidas que parecían más antiguas pude ver ciertos patrones parecidos a los encontrados en ciertos lugares de Hoenn-explicó-Claro que la escritura antigua no es mi especialidad ni mucho menos.
-Tiene cierto sentido-dijo Kukui llevándose la mano a mentón-Existe la teoría de que los primeros habitantes de Alola eran un pueblo navegante originario de Hoenn-explicó también-¿Pero era necesario madrugar para eso?-quiso saber-Especialmente sabiendo lo que te cue…
-Además-interrumpió la de Kalos-Quería ver algo de la fauna de Alola a esas horas de la mañana ¡Incluso capturé otro Pokémon-dijo con orgullo.
-¡Fantástico!-dijo Kukui-Me alegra ver que parece que tengas un
Foco Energía-agregó-Además me viene muy bien para el favor que quiero pedirte.
-Sí, claro, sin problema-respondió Sofía-¿Pero qué favor?
-Necesitaría que vayas esta noche a recoger unos documentos míos a la Escuela Pokémon, se lo pediría a la Profesora Pimpinela pero ella está ocupada y a mi hoy también me resulta imposible-agregó-De hecho, debería estar yéndome a
Velocidad Extrema—añadió mientras se levantaba.
-¿Por qué de noche?-preguntó Sofía.
-¡Ah!-exclamó repentinamente Kukui, como si no esperara esa pregunta-Al no ser personal del colegio sería inapropiado que se te viera entrar de día.
-¿No sería más inapropiado si entrara de noche?-preguntó ahora Adam-¡Ay!
-¿No le puede ayudar Liam?-preguntó Daini-Como Ex-Alum…¡Ay!
-Y ahora tengo que irme chicos-dijo el enseñante ya levantándose definitivamente-Hasta luego-agregó con tono cordial.
El profesor se despidió pero Sofía seguía mirando extrañada los rostros doloridos de los chicos.
-¿Estáis bien?-quiso saber la chica.
-Si no fuera por qué es imposible-dijo Daini con gesto dolorido-Juraría que el profesor Kukui me ha dado una patada en la espinilla.
-Una
Doble Patada-matizó Adam con igual tono.
Un sudor frío recorrió la sien de Sofía al ver cómo el par de jóvenes se retorcían en sus sillas mientras proferían gemidos de dolor.
-Oye, Daini-dijo Sofía con tono casi avergonzado-¿Quedarán Malasadas?
Y Sofía tuvo que echarse ligeramente hacia atrás al ver como la mención de la comida parecía restablecer la salud y el ánimo del chico de ojos verdes a la vez que recuperaba su posición original.
-Otra víctima de las malasadas de Daini-suspiró Adam-Cualquiera diría que se lleva comisión.
Una malasada y un par de bolsas de hielo, que amablemente les prestaron de la cafetería, después la conversación cambió sensiblemente de tópico.
-Entonces-Comentó Adam-¿Sofía,vas a ir a la Escuela Pokémon de noche?
-Claro que sí-respondió esta-Es cierto que es algo raro pero no creo que tenga mayor complicación-Claro que si voy a hacer ese recado-meditó en voz alta-Debo prepararme, tengo que dejaros.
Tanto Adam como Daini vieron como la oriunda de Kalos se alejaba para posteriormente acercarse al mostrador a recoger sus Pokémon y luego volver a tomar dirección a los dormitorios.
-Va a echarse una siesta-Se dijeron el par de chicos con la mirada mientras apuraban su propia comida.
Sin darle mayor importancia los chicos tras acabar su comida salieron del edificio para entrenar en sus zonas anexas. No volvieron a entrar hasta que solo quedaba unos reflejos naranja, frutos del sol, que parecía zambullirse en el océano para pugnar contras los monstruos de las profundidades para emerger victorioso la mañana siguiente emergiendo brillante sobre las aguas.
-Ha estado bien-comentó Daini secándose el sudor con una toalla desechable.
-Sí-respondió Adam-Es mucho mejor tener con quien entrenar-Aunque Zappy debería de tener algún ataque que no se electrocute a sí mismo.
-¡Ja!-rió sarcástica la joven buitre-¿A quien le falta chispa ahora?
-Buenas tardes chicos-Dijo Sofía saliendo al encuentro de los jóvenes.
-¿Ya te marchas?-preguntó Daini.
-Espero que te haya aprovechado la siesta-agregó Adam.
-No era una siesta-protestó la chica-Era un descanso técnico planificado-comentó con ligero enfado-Si, ya me voy-agregó algo más sosegada
El trío se despidió y mientras Adam y Daini se dirigían a, probablemente, la ducha la fémina puso rumbo a la Escuela. La fresca brisa parecía impulsar en su camino ya que no tardó en llegar.
-Hay algo raro.
La chica de Kalos volvió a mirar el edificio en cuestión, nunca había estado en la escuela de noche, de hecho, no recordaba haber pasado siquiera por delante de la escuela de noche. Pero todo parecía distinto. Como si una siniestra sombra, invisible pero real, se cerniera sobre edificio.
-Es cierto-corroboró la Fennekin-Tengo una extraña sensación.
-Es un colegio y es de noche, no se que esperabais ¿Una fiesta?-Dijo, más sereno, el Nickit.
Sofía avanzó hacia la reja que separaba los terrenos escolares de la calle. Reja que se movió emitiendo un quejido quejumbroso apenas la oriunda de Kalos la tocó.
-Está abierta-expresó ligeramente sorprendida la joven.
-Claro-dijo Lupin tratando de mantener la calma-De algún modo tendrías que entrar, avancemos.
Sofía y los vulpinos siguieron hacia delante. Pese a que el colegio estaba iluminado tanto por las farolas de la calle o por las presentes del propio centro esos focos daban la sensación de generar “islas” iluminadas y, por lo tanto, incrementar la sensación de oscuridad fuera de las mismas, oscuridad incrementada por la ausencia de luna, oscuridad en la que los inocentes movimientos de los Pokémon que habitaban los terrenos del colegio parecían terroríficas pisadas en la penumbra, oscuridad en la que los más nimios susurros parecían terribles conjuras.
-Bien-Se dijo Sofía justo frente a la entrada-entremos, recojamos los documentos y vayámonos, cuanto antes me…
-Hola.
-¡Ah!
Sofia no pudo evitar esa expresión de genuino terror al verse sobresaltada por ese inesperado saludo y su nueva interlocutora: Una niña pequeña de pelo negro y denso, con un amplio flequillo que le cubría los ojos, que portaba un vestido veraniego, quizás demasiado fresco para esas horas, también llevaba unas chanclas, aunque lo que más llamaba la atención de la niña no era algo propiamente suyo…¿O quizás sí? Como fuera: se trataba de un pequeño globo de color morado con dos delgados ¿Brazos? que parecían hilos con los cuales la niña sujetaba al globo, también unos pequeños ojos negros y una especie de parche amarillo así como lo que se asemejaba a una pequeña nube sobre la ¿Cabeza?
-Drifloon, Pokémon Globo: Formado por una aglomeración de espíritus, prefiere las estaciones húmedas. Debido a su modo de volar sin rumbo se le apoda como el globo aerorrático-informó la Pokedex de Sofía. -Hola-respondió Sofía aún sorprendida por la brusca aparición de la niña-¿Querías algo?¿Te has perdido?
-Tiene que arder todo-dijo la niña con la cabeza baja-eso dicen las voces.
-Sacrebleu-expresó sorprendida la Fennekin dando un paso atrás.
-Que bien, una loca-dijo Lupin lleno de sarcasmo-sin ofender, amigo-añadió mirando al silente Drifloon.
-Las voces-continuó la niña-Que todo arda…me da miedo-repitió-¿Podrías ir a mirar?-añadió señalando con el dedo hacia una de las esquinas del colegio.
-Supongo que es solo una niña asustada-respiró aliviada Sofía para sus adentros-Vale, me encargaré de eso.
-Gracias…
Sofia se alejó de la entrada, junto a sus Pokémon, dejando atrás a la niña y a su silente Drifloon. No es que en su breve estancia en la escuela Pokémon hubiera pasado demasiado tiempo en el patio. Pero lo conocía lo suficiente para saber que al doblar la esquina no le esperaba una zanja insondable en el suelo o un pozo donde nadie podría oírle gritar…Aunque habría sido muy negligente por parte de la escuela permitir algo así…Claro que, por otra parte, estábamos hablando de una escuela donde se estaba permitiendo que una alumna entrara de noche.
-Huele a quemado-advirtió Lupin-Y un poco a desesperación-añadió antes de doblar la esquina.
Y lo que vieron no era precisamente tranquilizador: Una persona, no más alta que la propia Sofía, que frente a un incinerador, abierto y funcionamiento, tenía un enorme saco irregular con clara intención de volcar su contenido entre las llamas rojas y eliminadoras del aparato. La persona en cuestión tenía un cómplice: Una criatura, que para ser un “bebé” era más alto que el par de vulpinos, de aspecto vagamente reptiliano y encarnada piel roja pero con una mancha amarilla en el vientre que parecía asemejarse a una llama en cuanto a forma, también era amarilla su hocico ligeramente tubular , aunque lo más destacable era la presencia de “bultos” en toda la cabeza del Pokémon en cuestión.
-Todo debe ser reducido a cenizas-murmuraba la voz mientras cargaba el saco-¡Quemaré todas las pruebas y el mundo nunca se enterara de nada!
-¡Nos espían!-alertó el Magby señalando a Sofia y sus Pokémon con sus manos de tres uñas.
La persona giró bruscamente la cabeza dejando que el fuego iluminara sus facciones: Era una chica, seguramente más joven que la propia oriunda de Kalos, y vestía una mezcla entre una sudadera negra, seguramente puesta por motivos de incógnito, y un uniforme escolar, seguramente por preferencia personal, pero el hecho de que fuera una joven no le quitó terror a la propia expresión de furia y rabia que se dibujó en su rostro.
-¡No puede haber testigos!¡Magby espantalos!¡Ascuas!
-Magby, Pokémon Ascuas: Al parecer, sus suaves llamas son ideales para cocer grandes obras de alfarería. Si cae en un pequeño estanque, es capaz de evaporarlo por completo debido a su elevada temperatura corporal-Volvió a emitir el aparato electrónico mientras el par de zorros esquivaban la esfera ígnea emitida por el agresor. -Esa llama no tenía nada de suave-valoró el Nickit revisando que no tenía marcas de cenizas en su pelaje-Es un fastidio, pero habrá que bajarle los humos a este Pokémon-añadió dando un paso adelante y clavando sus almendrados ojos en su oponente.
-Detente-Le interrumpió Sofía-La Pokédex ha sido muy clara, la elevada temperatura corporal de Magby, lo que llamamos habilidad Cuerpo Llama, hace que en caso de contacto se puedan infligir quemaduras-Explicó- No podemos arriesgarnos Lupin a que sufras un problema de ese tipo-continuó-Hay algo esta noche que me da mala espina.
-Yo no le llamaría “algo”, le llamaría un par de locas-dijo el zorro de Galar con tono resignado-Agradezco tu preocupación ¿Pero entonces?…
-Servidora se encargará-afirmó con energía Hermione dando un paso al frente.
-¡Magby no te quedes quieto!-dijo la de atuendo mal combinado-¡Sigue con Ascuas!
-Hermione usa Arañazo!-exclamó Sofía.
La vulpina ígnea obedeció a su entrenadora, esquivando las esferas flamígeras que esputaba el otro Pokémon de fuego para acercarse a él y golpear con sus, no muy desarrolladas, uñas
-¡Magby más Ascuas!-pidió su entrenadora, nerviosa a juzgar por el modo en que el saco que portaba se le cayó al suelo.
-No te burlarás de mi-dijo el “bebe” a la Fennekin para luego volver a lanzar la ráfaga de esferas de fuego.
-Hermione, evítalas y sigue con arañazo!
La Fennekin demostró de nuevo sus reflejos y velocidad evitando elegantemente los ataques del Magby, consiguiendo acercarse lo suficiente mientras sus uñas volvían a relucir para ejecutar el ataque básico.
-¡Una más!-expresó casi desesperado el Pokémon de boca tubular, justo para lanzar a bocajarro otra bola de fuego.
La ígnea esfera impactó esta vez en la vulpina de Kalos, cubriendo toda su figura en llamas.
-¡Lo conseguí!-expresó feliz el bebé-¡Lo conseguimos!-añadió feliz girándose hacia su entrenadora.
-
Tu es sûr? El Magby volvió a girarse, no tan animoso, hacia la masa ardiente de la cual surgió una pata que velozmente le asestó un Arañazo en el pecho, siendo ese el golpe definitivo que tumbó la resistencia del Pokémon tubular.
-¡Nooo!-chilló desesperada la entrenadora- ¡Ascuas es nuestro ataque más fuerte!¿Como hemos podido perder?-la entrenadora bajó su mirada decepcionada para percatarse de algo de inmediato-¿Mi saco?¡¿Dónde está mi saco?!
-¿Buscas esto?-preguntó, con cierta sorna, Lupin con el saco en cuestión asido por su boca.
-Ahora-inició Sofía cogiendo el saco-Veremos que ocultas-añadió con tono dubitativo metiendo la mano-¿Papel?
De inmediato Sofía sacó la mano con varias notas de papel en sus manos, una mirada rápida a las mismas le permitió darse cuenta de que lo eran.
-¿Cartas de amor?
-Sí-respondió la entrenadora de Magby-Cartas de amor rechazadas-explicó-Pero si la gente se enterara mi reputación como reina de la escuela caería en picado-dijo-Pero además -agregó con tono mucho más dramático-Además…Mi corazón, mi corazón no puede soportar que lo rompan de esa manera ¡Por eso debían arder!¡Arder en el fuego de mi amor imposible!¡Que la pasión que no puede ser realizada sea reemplazada por el fuego purificador!
-Lo dicho, una loca-apuntó el Nickit.
-Ahora conoces mi secreto-dijo la colegial-Eres libre de hacer lo que quieras-agregó sin disminuir el dramatismo.
-Lo primero que haremos es reducir la temperatura y volumen de las llamas a lo recomendado por el fabricante-Dijo Sofía ajustando varias opciones en el incinerador-Para papel con esto es suficiente-Decía en voz alta aunque para ella misma-Lo segundo, por mucho que estemos en un espacio ventilado deberías de haber hecho uso de mínimo una mascarilla, lo tercero, en referencia al combate: Es cierto que las ventajas desventajas de tipos no lo son todo, pero no puedes esperar ganar si ignoras de forma flagrante algo tan básico-explicó, tomándose unos segundos de pausa para poder respirar hondamente-Mi Fennekin también es mejor cuando usa ataques especiales y de tipo fuego, no los usamos de forma deliberada por la resistencia que un Pokémon como Magby tiene a ellos de forma natural.
-¡Sí seño!-replicó la chica casi con tono militar
-¡No soy tu seño!-respondió la de Kalos
-¡No seño!
-Bien-volvió a decir Sofía relajando el tono-Ahora ya puedes quemar tus cartas.
-¡Gracias!-se apresuró a decir.
La chica se apresuró en quemar todo el contenido del saco mientras el Magby se recuperaba, su herida aunque dolorosa era superficial y no necesitaba de ir a un Centro Pokémon, pese a la insistencia de Sofía en que acudiera a uno, no debía ser una molestia para el servicio casi 24 horas de los Centro Pokémon además de que, precisamente por la poco importancia de la herida un simple acelerador de la cicatrización sería suficiente.
-Por cierto-Quiso saber Sofía-Teniendo un Pokémon de fuego ¿Que necesidad de usar el incinerador de la escuela?
-Ah, eso-dijo la chica con timidez-¡El colegio que fue testigo de nuestro amor imposible será también testigo de las llamas que lo sellarán!-Volvió a exclamar subiendo el volumen y el dramatismo
-Entiendo-Alcanzó a decir la joven de Kalos que supo muy bien cómo continuar-Tu secreto está a salvo con nosotros-agregó de forma sincera.
-No podemos hablar por los habitantes de la otra punta de la isla que hayan oído tus gritos-Dijo con desinterés Lupin mientras lamía su pelaje.
La chica y el Magby se despidieron, para fortuna de Sofía y sus Pokémon lo que podría haber sido un caso de asesinato y cremación del cadaver acabo derivando a un acto igual de pasional pero bastante más leve…Sinceramente aliviada la joven de Kalos se dispuso a volver a la entrada principal con el fin de cumplir el objetivo que le había llevado hasta allí.
-G-Gracias.
Tanto Sofía como sus vulpinos acompañantes pudieron notar como cada pelo de su cuerpo se estremecía por el susto que provocó el susto de la siniestra joven del Drifloon que como por arte de magia apareció a su espalda.
-Ese fuego-continuó la niña-Esa luz…me hace daño-agregó-Gracias.
-De nada-respondió Sofía tratando de recuperar la compostura-Ahora si no te importa-continuó la de Kalos-Debo de entrar.
-Si…claro-dijo la chica de largo flequillo-Pero-su tono se volvió mucho más frío-Ten cuidado con los peligros que se ocultan en la escuela-añadió la niña-Quizás no vuelvas a salir…
Sofia se detuvo frente al pomo, frío y reflectante, no podía evitar sentir una desagradable sensación, no a lo que se pudiera ocultar dentro de los muros de lugar de enseñanza, si no a lo que imaginaba que tenía a sus espaldas.
-Hermione-casi susurró la chica de Kalos sin darse la vuelta-La niña no está ¿Verdad?
La vulpina de Kalos y también el de Galar giraron la cabeza, su entrenadora efectivamente tenía razón, no había ni rastro de la extraña niña ni su globo Pokémon.
-¿¡Cómo es posible?!-expresó conmocionado el Nickit rompiendo su perenne calma-Con nuestro oído deberíamos de haber escuchado algo-añadió mirando a la Fennekin buscando confirmación-Los humanos no son tan sigilosos.
-
C'est trés rare-reconoció Hermione.
-Vayamos dentro-dijo Sofía.
La joven de Kalos pudo notar de modo claro como otra mirada se clavaba en su cuello, una sensación distinta a la de la niña, pero igualmente desagradable, quizás por instinto la joven giró la cabeza hacia otra dirección y para su desgracia pudo notar perfectamente como entre los arbustos algo la observaba: Una criatura de metro sesenta, de piel de un llamativo amarillo, de picudas orejas y prominente nariz, con un collarín de pelo blanco alrededor del cuello y con unos inquietantes ojos pequeños y angulosos que durante unos segundos se cruzaron con los claros luceros de Sofía.
-¡Hypno!-chilló la joven.
Tanto Lupin como Hermione giraron la cabeza hacia dónde miraba Sofía, mucho más tras el grito de la misma, no pudieron ver nada, pero segundos después eran arrastrados por la propia Sofía hacia el interior del colegio para que acto seguido ella cerrarse la puerta con un portazo apresurado.
El sonido metálico fruto del portazo flotó en al aire varios minutos mientras la puerta vibraba. En el recibidor del colegio todo era normal, que era mucho decir a estas alturas del capítulo: paredes de suaves colores y adornadas con distintos posters o mapas de Alola o algunos dibujos de los alumnos de los cursos menores, únicos testigos junto a las ordenadas taquillas de quienes acababan de entrar.
-Sofía-preguntó Hermione-¿De verdad has visto un Hypno?
-¿Y porque esa reacción ante ese supuesto Hypno?-preguntó Lupin-¿Qué tienen de extraordinario?
-El…El despacho del Profesor Kukui-inició Sofía notando como su corazón palpitaba para bombear sangre a su esclarecido semblante-El despacho esta varios pisos más arriba-explicó Sofía-Vayamos, seguro que esto ha sido imaginación mía-trató de serenarse.
No tardaron en dirigirse a las escaleras, también de colores suaves y de amplios escalones para facilitar apoyar el pie con garantías. Era de agradecer que cuando apoyaban sus pies en los peldaños estos no chirriaran de forma macabra.
-Vaya-comentó el Nickit al alcanzar la siguiente planta-No se han molestado en cambiar la decoración.
-Qué raro-comentó Sofía-Parece que seguimos en la planta baja-añadió perpleja-Pero…Es imposible-agregó mirando tanto al cartel que indicaba “Planta Baja” como a la escalera por la que acababan de subir.
-Esto no tiene sentido-Pensó la Fennekin.
Sofía miró a sus Pokémon buscando respuesta, respuesta que no encontró, por lo que volvieron a dirigirse a las escaleras y de nuevo con la intención de llegar al piso superior. Con idéntico resultado: El volver a verse de nuevo en la planta baja visiblemente confundidos.
-Claramente esto debe ser obra de una ilusión-comentó la de Kalos.
-Una ilusión-repitió Hermione-¿Tal vez sea obra de un Pokémon psíquico?
-En ese caso no debería de verme afectado-añadió Lupin mirando de reojo las escaleras-¿No huele a dulce?
-Al final-Dijo Sofía con una tercera Pokeball en su mano-Haber madrugado va a tener su utilidad ¡Sal!-añadió arrojando la mencionada Pokeball.
La idea de la chica era que la Pokeball al elevarse en el aire escolar liberara al Pokémon que contenía en su interior, no que cayera al suelo sobre la cabeza del zorro de oscuro pelaje y de ahí al suelo, pero efectivamente dejando salir a la criatura en cuestión: un Pokémon aviar y parecido a un Rowlett debido a su forma evidentemente esférica, de plumaje pardo y con grandes ojos de esclerótica roja y pupilas negras contaba también con dos penachos de plumas en la parte de superior de su cuerpo que se asemejaban a las manecillas de un reloj, también contaba con dos patas claramente propias de un ave si bien cuando se manifestó del todo solo se sostuvo en una, retrayendo la otra.
-Vamos a necesitar tu ayuda, Errowl-dijo Sofía al recién manifestado Hoothoot.
-Cuenta conmigo-respondió el ave con tono formal-¿De que se trata?-preguntó con seriedad, seriedad que se veía disminuida por los saltitos que aprovechaba para cambiar el pie de apoyo.
Sofía acompañada de los vulpinos y del Hoothoot volvieron a las escaleras para volver a subir por las mismas. Todo parecía normal y similar a los intentos anteriores.
-¡Errowl, usa Profecía!-exclamó Sofía.
El esférico búho agitó sus alas para elevarse y acto seguido lanzar desde sus ojos rojos una suerte de rayo de intenso color rojo. El rayo pese a parecer ser exclusivamente luz, sin calor o ninguna capacidad ofensiva, iluminó todo el hueco de las escaleras, y gracias a esa luz, debido a cómo está se comportaba, parecían apreciarse ligeras perturbaciones en la misma, como si existieran unos cuerpos invisibles al ojo humano, o Pokémon, pero no a esa luz que lentamente parecía exponerlos.
-Lo sospechaba-Dijo Sofía viendo los Pokémon que el ataque Profecía había revelado-Pokémon fantasma.
Gastly, Pokémon gas: Hecho de una sustancia gaseosa que debilita si quedas envuelto por ella. No aparecerá si hay mucho viento. Puede percibirse su presencia cuando está cerca, pues desprende un sutil olor dulce.
Misdreavus, Pokémon chirrido: Le gusta hacer travesuras como gritar y aullar por la noche para asustar a la gente. Los valientes no le caen demasiado bien.
Shuppet, Pokémon títere: Se alimenta de sentimientos como la envidia y el rencor, que capta a través del cuerno de la cabeza.
Es muy activo durante la medianoche. Sofía escuchó las información que dio automáticamente la Pokedex mientras miraba a los levitantes espectros que a su vez se miraban entre sí sin tener muy claro cómo actuar.
-Parece que nos han descubierto-dijo el de ojos saltones y que tenía una forma más esférica.
-Pero no es quien queríamos-dijo el que presentaban un color más apagado y una especie de cuerno.
-Cierto-Dijo la que tenía una especie de collar de rojas perlas en su diminuto cuello-¡Pero podríamos jugar con ellos, parecen divertidos!-dijo con tono pícaro-Y asustadizos.
-¿Hay algo en este colegio que no esté lleno de fantasmas?-se quejó el Nickit.
Los levitantes espectros explotaron en una genuina carcajada.
-Si no queréis pasar miedo no deberíais entrar en un colegio a estas horas-dijo el Shuppet con tono algo más serio-No hacemos daño a nadie.
-¡Y si no queréis pasar miedo!-interrumpió la Misdreavus mucho más ruidosa-¡No entréis al cuarto de baño!
-¿El cuarto de baño?-preguntó la Fennekin, quizás temiendo por la presencia de un monstruo.
-¡Sí, el cuarto de baño!-expresó también ruidoso el Gasty-¡Da miedo!¡Da miedo…La nula puntería de los niños de este colegio!¡No podrían mear en el agujero ni para salvar su vida!
-Escuchad-Dijo Sofía-Tenemos que subir un par de pisos más-explicó-Dejadnos pasad, por favor.
El trío de fantasmas flotantes se miró entre sí seriamente…durante unos segundos.
-¡Aburridos!-se quejó la Misdreavus mientras su “pelo” ondeaba aún sin soplar viento alguno-Vale, os dejaremos ir-Dijo mientras indicaba al Gastly y al Shuppet que se apartarán-Pero a cambio…
-¡Ay!-se quejó Sofía notando un fuerte tirón del pelo
-Si-sonrío el Misdreavus-Excelente reacción-añadió con tono pícaro observando la cara de sorpresa de los presentes-¡Podéis pasar!
-Sois mucho más ruidosos que el Drifloon de la entrada-suspiró el Nickit, avanzando junto con el resto.
-¿Hay un Drifloon en la entrada?-Preguntó el Shuppet interesado.
-
Oui-respondió Hermione-Iba acompañando a una niña.
-Una niña…-repitieron de nuevo los fantasmas mirándose entre sí-Como sea-intervino el Gastly de nuevo-Felicidades por superar nuestra prueba-añadió de nuevo la esfera gaseosa.
-Lo decimos con sarcasmo-añadió la Misdreavus que apareció flotando junto a la cabeza de la entrenadora-Ahora debemos buscar otro lugar donde jugar-añadió inflando los mofletes en una cómica mueca de fastidio-¿O tal vez no?-continuó mostrando ahora una amplia sonrisa que parecía más propia de su personalidad.
El trío de flotantes criaturas se despidieron entre risas atravesando los muros y paredes que rodeaban a la escalera, pronto todo volvió a quedar silencioso en la quietud de la noche. Quizás demasiado silencioso.
-¿Que es eso de una niña y un Drifloon?-preguntó el ave esférica mientras subía escaleras junto al resto.
-Es una larga historia-suspiró el Nickit-Parece que está escuela está llena de misterios…por no decir de gente loca.
-Estoy seguro que mi gran inteligencia será de vital ayuda para resolver estos misterios.
-Tú “gran inteligencia” no te salvó de que capturara una niña que no puede lanzar una Pokeball a más de un palmo.
-Yo podría decir lo mismo-dijo el búho entrecerrando la mirada mientras observaba a su compañero de equipo.
-No es momento de discutir por tonterías-Intervino la vulpina de tipo fuego-Todos estos extraños acontecimientos podrían ser parte de una prueba para Sofía-explicó-Es nuestro deber como sus Pokémon ayudarla.
-¿Un tipo de prueba?-preguntó el Hoothoot
-Oui-prosiguió la Fennekin-Anoche Ariel, me contó lo que ella vivió, no sería descartable que este encargo del Profesor Kukui fuera una algo similar.
-¿Tendremos que enfrentarnos a ratas gigantes y besuconas de las que se quejaba el Pichu?-preguntó Lupin
-¿Ratas gigantes?-preguntó ahora el búho-Asumo que hablamos de Pokémon dominantes, si mi memoria no me falla, y nunca me falla-acotó-El único Pokémon dominante de esta isla es Raticate, otro queda descartado, especialmente en un colegio.
-Gracias.
Esa voz fría y femenina, casi artificial, que erizaba cada vello del cuerpo volvió a sonar, y como no podía ser de otra manera, su propietaria: La extraña niña del Drifloon, se volvía a encontrar con nuestros protagonistas en cuanto estos doblaron una esquina. De forma tan súbita que Sofía tuvo que frenarse en seco, casi provocando que los pequeños Pokémon se chocaran contra ella.
-Esas escaleras embrujadas-continuó la niña del tupido flequillo-Podría haberme quedado allí para siempre…gracias.
-De nada-Dijo con cierta dificultad Sofía, parecía no acostumbrarse a las silenciosas apariciones de la niña-Perdona, pero-continuó la de Kalos retomando el aliento-¿Buscas algo?
-Estoy muy cerca de obtener lo que busco-dijo la niña-Hasta luego-dijo repentinamente iniciando a caminar, de forma lenta pero definitivamente normal-Por cierto-añadió una vez le había dado la espalda a Sofía y se disponía a doblar la esquina-Ten cuidado con el maestro pegajoso…sonidos extraños…algo se arrastra…te atrapa. Muy siniestro…me da miedo.
Tras el críptico mensaje la niña y su silente globo doblaron la esquina. Dejando la mente de la pelirroja con muchas dudas.
-Hay algo extraño en esa niña-dijo Errowl
-Gracias, Sherlock-replicó el Nickit.
-¿Maestro pegajoso?-dijo Sofía en voz alta-Empiezo a pensar que esta escuela no ha aprobado una inspección en años.
Sofía miró a su alrededor, obviamente el estilo arquitectónico y estructural era el mismo del pasillo inferior pero los diversos trabajos colocados en forma de póster explicativos, también obviamente distintos a los del piso inferior, descartaban que siguieran presos de una ilusión de aquellos bromistas y ruidosos Pokémon fantasma.
-Este es mi trabajo-Dijo Sofía reparando en uno en concreto-Fue muy interesante-añadió explicando para sus Pokémon-Debíamos de elegir una especie o línea evolutiva, en concreto y buscar información-Debíamos de elaborar un trabajo escrito y también un cartel explicativo para que lo vieran los alumnos de otros cursos. Yo escogí la línea evolutiva de Flabébé-expuso señalando un cartel descriptivo donde se podían ver unas imágenes de unas criaturas de aspecto parecido a unas elegantes flores.
-Interesante-comentó el ave mirando el trabajo elaborado por la joven-Los Flabébé, son Pokémon realmente dignos de estudio, especialmente su relación simbiótica con las flores, algo más propio de un tipo planta.
-A mi me gusta más este-Dijo Lupin señalando otro.
-¡Ah!-dijo Sofía viendo el que estaba mirando Lupin-Este es de Adam-dijo-Sobre los Charizard
Sofía seguía observando el cartel que contaba con unas imágenes de un entrenador de vistoso cabello rojo y capa por un lado y de un entrenador de piel oscura, de aspecto fuerte pero de ilusión casi infantil en su cara, ambos acompañados de sendos dragones ígneos, debajo de las fotos unas declaraciones de ambos entrenadores sobre sus Pokémon, el tríptico contaba también con una somera descripción del hábitat de los Charizard y unas breves alusiones a sus formas previas: Charmander y Charmeleon.
-Muy poco científico y con poco esfuerzo, si se me pregunta mi opinión-dijo Sofía viendo como sus Pokémon miraban el cartel-Pero se aprovechó de que el profesor Kukui es un loco de los combates.
-En cambio-dijo el búho dando pequeños saltitos-Pese a que la información es más escueta es mucho más gráfica.
-Oui-dijo la vulpina-Yo pienso lo mismo.
-Además esta llama más la atención-intervinó ahora el Nickit-No son murallas de texto.
-Y este es de Daini: Los Munchlax.
Los Pokémon miraron el tercer tríptico, que si bien hablaba de los simpáticos y glotones oseznos de orejas puntiagudas, además de sus forma evolucionada, se centraban mayormente en la amplísima dieta de los mismos.
-Al final Daini tiene que hablar de comida sea como sea y…
Sofía dejó de hablar, le había parecido oír unos pasos “húmedos”, como si algo se deslizara, no, se arrastrara lentamente, como si algo derramado avanzara lentamente. Sofía miró a sus Pokémon, pudo notar de inmediato como la mirada de estos se tensionaba, claramente ellos con sus muchos más desarrollados sentidos habían podido percibir algo.
-¿Qué hacemos?-pensó Sofía angustiada.
Tanto la joven como sus Pokémon miraron a su alrededor…no había dónde huir, por muy loco que todo pareciera aquello seguía siendo el pasillo de una escuela, pósters, percheros, no es como si de pronto apareciera un lugar donde poder ocultarse, taquillas, extintores…
-¡Las taquillas!-resolvió Sofía.
Los pasos viscosos seguían escuchándose, lentos pero avanzando inexorablemente hacia donde se encontraba el grupo. La humana se lanzó presta contra una de las taquillas de cuerpo entero.
-Están cerradas-Maldijo mientras él sonido de sus quejas se mezclaba con el metálico bamboleo que hacían los armarios.
-Podríamos ocultarnos en una de las aulas-dijo el Hoothoot
-Seguro que están cerradas también-lamentó la Fennekin.
-Quizás si…-inició Sofía.
-Ya, abierta-dijo el Nickit soplando sus uñas lleno de confianza.
Sofía agarró a sus Pokémon y se introdujeron en la taquilla. Claramente no era el lugar más espacioso, Sofía podía notar las uñas del ave ligeramente clavadas en su propio pie,así como notaba a los dos vulpinos que con el sumo cuidado trataban de mantenerse sujetos a la espada. La taquilla en cuestión no tenia ningún tipo de ranura por lo que deberían de estar con todos sus sentidos avizor para oír al “Maestro Pegajoso” fuera lo que fuera, pasar de largo. Para colmo y por temor a quedarse encerrados la chica tenía, de la forma más disimulada posible, sus dedos interpuestos entre la metálica puerta y el cierre por lo que en caso de que alguien tratara de dar un portazo Sofía se llevaría un daño nada despreciable en la mano.
-Esto es totalmente ilógico-dijo Errowl viéndose como una sardina enlatada.
-
Oui. -Al menos la chica tiene buen gusto para la colonia-dijo Lupin, entra la espalda de la joven y el fondo del armario.
-Tendríais que ver las caras que tenéis-dijo divertida una cuarta voz.
Con la dificultad que daba el angosto espacio en el que se encontraban Sofía giró la cabeza hacia esa voz, así pudo ver en la cara risueña de una Misdreavus que aparecía manifestada, como solo los fantasmas podrían hacer, entre la taquilla, llena cual camarote de los Hermanos Marx, y la vecina.
-¡Bu!
Sería absurdo, e inexacto, decir que esa infantil expresión asustó a Sofía lo bastante como para empujarla fuera de la taquilla, no tanto decir que esa interjección hizo que la joven rebotara desprevenida contra el duro techo de metal de la mencionada taquilla-armario y que eso, además de una ligera conmoción la hiciera caer, dolorida, fuera.
Sus ojos se abrieron lentamente, podía ver gotear delante de ella una masa verde, de aspecto no muy sano y claramente olor no muy fresco, esas pequeñas gotículas se desprendían de una masa igualmente verde oscuro y mucho mayor, superando el medio metro de altura de forma clara, no era muy normal montón ver un montón de baba verde en medio de un colegio: mucho menos si este contaba con una boca rodeada de un cerco amarillo y con dos dientes cuadrados en la parte superior, o dos brazos lánguidos y fofos….U ojos de expresión no muy despierta.
-¿Estás bien, chica?
Los ojos de Sofía se dirigieron ahora hacia un joven, varios años mayor que ella, y vestido con el uniforme de conserje de colegio y que le tendía la mano para ayudarla a levantarse.
-Sí, creo que sí-dijo aún notando el dolor en la cabeza mientras se dejaba levantar.
-¿Puedo preguntarte qué haces aquí a estas horas?
-Vengo a recoger unos papeles del Profesor Kukui-explicó mientras miraba a la masa verde de que ahora hablaba con los Pokémon de la oriunda de Kalos-¿Es un Grimer de Alola?
-Grimer de Alola, Pokémon Lodo: Forma regional de Grimer.Fue introducido en Alola para solucionar la problemática de los residuos en la región. Sus dientes son en realidad cristales venenosos muy peligrosos-informó la Pokedex de la chica, confirmado su pensamiento -Saluda Grimertita-Dijo el que parecía ser su entrenador
-Me llamo Grimertita-dijo la Pokémon saludando agitando uno de sus venenosos brazos-Me gusta comer basura y los días lluviosos…así la basura está más fresquita.
-Que edificante conversación-dijo sarcástico Lupin mientras de reojo veía a la Misdreavus revolotear, de nuevo risueña, sobre las cabezas de todos.
-Llevas el uniforme de conserje aunque creo que nunca te había visto en la escuela-comentó Sofía.
-La verdad es que soy aprendiz de conserje-reconoció el joven apretando ligeramente el palo de la fregona que portaba-Soy el nieto del conserje y tanto Grimertita como yo nos entrenamos duro para poder superar a mi abuelo y su Grimer, Grimertin.
-Que meta tan…original-Dijo Sofía con la máxima educación.
-¡Verdad que sí!-dijo el chico no notando el tono dudoso de la joven-¡Vamos a limpiarlos a todos!-remató con entusiasmo.
-…
-…
-…
-…
-Si se lo proponen tal vez lleguen a las O-Limpiadas-carcajeó la Misdreavus que seguía flotando
-Una pregunta-Quiso hacer Sofía antes de partir hacia su objetivo-¿Has visto una niña por aquí?¿Una niña algo rara?
-Por supuesto.
-Me alegra oírlo-dijo la de Kalos-Ya pensaba que esa niña del Drifloon estaba solo en mi cabeza-agregó mentalmente.
-La loca de las cartas es inofensiva-explicó el aprendiz de limpiador-O lo es desde que pusimos el doble de extintores y quitamos todo el material inflamable posible-continuó-Alguien debería de haberle explicado que inflamable significa altamente flamable.
-No me refiero a ella-dijo Sofía-Sino a otra chica, acompañada de un Drifloon.
-No, para nada-negó mientras asía un cubo lleno de agua-Grimertita y yo nos marchamos a limpiar los lavabos de los de primero, esos niños tienen la puntería un poco desviada.
-Sip. Si que la tienen-confirmó la Misdreavus que se acercaba semitransparente para ver su reflejo en el cubo metálico.
El joven y su Grimer regional se despidieron mi entras que Sofía y sus Pokémon siguieron avanzando, acompañado de la Misdreavus que lo mismo se desvanecía que aparecía en el lugar más insospechado. Sin más imprevistos e interrupciones consiguieron llegar al despacho del profesor Kukui, donde no hace tanto el mismo le entregó Ariel a Adam…Y en cierta manera le entregó a Sofía a Daini y al propio Adam.
-Debe de ser esto-dijo Sofía poniendo bajo el brazo un paquete-Ya podemos irnos-agregó aliviada.
-¡Buuuuh!-se oyó quejarse a la Misdreavus.
Sofía salió del despacho, pero apenas pudó dar unos cuantos pasos cuando volvió a sentir un glacial escalofrío en la espalda.
-No-Dijo la voz de la niña-No podéis iros. Nunca más podréis iros-añadió para luego lanzar de igual modo una carcajada heladora.
Sofía se giró bruscamente, allí detrás de ella y sus Pokémon estaba la siniestra niña agarrada al Driflloon.
-El temor a las luces, el no querer encontrarse a Grimertita-recopiló Sofía verbalmente ante la siniestra niña que avanzaba a cámara lenta-Solo se me ocurre una explicación lógica-¡Errowl, usa Profecía!
Los ojos del ave esférico volvieron a lanzar ese rayo rojo que bañó de inmediato a la niña y al Drifloon, obligando a la primera a soltar al segundo.
-¡E-Escapad, escapad ahora que podéis!-alcanzó a decir el Drifloon con un hilo de voz.
Mientras el extenuado globo morado ascendía débilmente tanto Sofía como sus Pokémon podían ver, con cierto horror, como la figura de la niña se deformaba brutalmente hasta mostrar una criatura muy distinta: Mucho más alta para empezar, superando los dos metros de altura, levitando a escasos centímetros del suelo, de piel gris oscura en la cual resaltaban unas marcas amarillas en su estómago que se asemejaban a unos ojos y una enorme boca, también presentaba unas marcas amarillas en unos largos brazos que acaban en unas cuasi humanas manos de cinco dedos, su cabeza era quizás lo más siniestro con una antena dorada y un único ojo rojo.
-Dusknoir, Pokémon grilletes: La antena de la cabeza captura ondas de radio de otra dimensión que le permiten secuestrar a gente y llevarla allí. Es temido porque se cree que absorbe almas errantes -Un momento-dijo Sofía notando como la mera presencia de ese fantasmal cíclope le dificultaba la respiración-Pensaba que el Drifloon estaba manipulando a la niña, no podía esperar que la niña fuera “Él fantasma”
-Necia humana-dijo el Dusknoir-Mi plan ha salido tal y como pensaba-Los humanos no podéis reprimir vuestra estúpida curiosidad. Sabía que más tarde o más temprano alguien me seguiría ¡Hacia su final!-sentenció mientras abría la enorme boca de su estómago para aseverar sus palabras.
-Eso no explica qué hace un Dusknoir en una escuela-expuso el Hoothoot tratando de poner algo de cordura al asunto, si bien cierta vibración en su cambiante pierna exponía un visible nerviosismo.
-Es justo que lo explique-dijo con regodeo el gran fantasma-En está escuela, justo en esta planta se halla la confluencia exacta de energías telúricas para poder abrir un portal a la otra dimensión, pero estoy débil y no podía arriesgarme a atacar al chico del Grimer o a la piromana de la planta baja-dijo para luego mirar hacia el Drifloon inconsciente vagando por el techo-Absorber la energía de ese Drifloon me ha permitido subsistir, pero necesito más ¡Más!¡Y aquí os tengo!-rio con malicia.
-Eso no tiene ningún sentido-dijo el Hoothoot-¿Porque iban a confluir energías telúricas en un tercer piso?
-Sigue sin ser lo más raro que hemos visto hoy-alcanzó a decir Lupin-¿Que hacemos Sofía?¿Sofía?
El Nickit giró la cabeza y pudo ver es rostro aterrorizado de su entrenadora, como la mera presencia de aquel Dusknoir provocaba una fuerte opresión en el pecho de la chica hasta el punto de obligarse a llevarse las manos en el mismo, como si cuerpo supiera que él mismo corazón intentaba escapar y se viera obligado a mantenerlo dentro. Claramente él también lo notaba, como para mover cada músculo necesitaba algo de más de la energía usual. Algo mínimo, pero que acumulado podía ser como una gota horadando un ladrillo. Lupin dirigió la cabeza hacia Hermione: La raposa de fuego en un acto muy noble se había puesto justo delante de su entrenadora, lo dicho, muy noble, pero la actitud temblorosa de la Fennekin demostraba que no estaba en condiciones, no sólo de poder, sino mentales para afrontar al Dusknoir.
-Errowl¿Te ves capaz de luchar contra él?-preguntó el Nickit al Hoothoot pero manteniendo fija su mirada en el fantasma.
-Sabes perfectamente que ninguno de los tres podemos-respondió serio él ave pero sin mirarle, también manteniendo su mirada fija en el temible oponente.
-No eres ningún cerebro de pájaro-Dijo el Pokémon siniestro-Aunque esto es genial-dijo Lupin sarcástico-Tres Pokémon-dijo corroborando que la Misdreavus y él Drifloon ya se habían ido-Y ninguno es capaz de hacer nada…En ese caso…
El zorro de pelaje rojo sucio dio medio paso al frente, estirando la cola y con las patas en posición semiflexionada.
-¡CORRED!
Tanto el Hoothoot como el zorro siniestro salieron corriendo a toda velocidad deshaciendo el camino que habían hecho, tuvo Sofía que notar el cálido tacto de Hermione para también iniciar la carrera uniéndose a sus Pokémon.
-Verdaderamente sois unos estúpidos si pensáis que os pienso dejar escapar tan fácilmente-dijo con vanidad el Pokémon de un solo ojo.
La escuela parecía absurdamente más ancha y grande ahora que intentaban salir a todo escape de la misma. Todo parecía requerir un esfuerzo mucho mayor que el que habían necesitado para entrar.
-Esto no puede ser una prueba del Profesor Kukui-Dijo Sofía aferrándose al paquete como si este fuera la salvación-Imposible-se dijo, repitiéndose a si misma que el profesor Kukui nunca le pondría en una situación así. Claro que eso no solucionaba nada en esa situación.
-¡BOLA SOMBRA!
El grupo alcanzó a girar la cabeza para ver cómo el fantasma, pese a estar en la otra punta del pasillo, abría su terrorífica boca-estómago para lanzar desde el mismo una miríada de esas chisporroteantes esferas oscuras que avanzaban raudas hacia ellos.
-¡Psicoonda!
Un círculo de energía multicolor pareció surgir de la nada e impactar contra una de las oscuras esferas, lo suficiente para ralentizarla y que colisionara con las otras.
-¡Vamos!¡Seguid corriendo!-dijo la Misdreavus apareciendo parcialmente por una de las paredes.
Sin tiempo para agradecer la acción, probablemente por pura diversión, de la Misdreavus siguieron corriendo, pudieron oír las risas de la pequeña fantasma de collar que se había unido a su carrera, pero lo más importante: La puerta, allí estaba…
-Ya casi estamos-dijo jadeante Sofia.
-Ya he dicho que no escapareis…
De una de las paredes surgió un grueso y espectral brazo que agarró a la joven. Acto seguido, como si quisiera enseñar su cara regodeándose, mostró su cuerpo entero sin soltar a la chica.
-¿De verdad pensabais que ibais a poder escapar?-dijo el Dusknoir-Supongo que sí, vuestra ilusa esperanza de que podrías engañarme y huir de mi rota-añadió en tono grandilocuente-Ese cúmulo de sentimientos: miedo, decepción, desesperanza… serían la delicia de cualquier otro Pokémon fantasma, pero yo necesito algo más que sentimientos-sentenció, volviendo a abrir su terrorífica boca-estomago.
-¡Ascuas!-anunció la Fennekin tratando de frenar al antagonista.
La vulpina esputó una brillante esfera ígnea apuntando hacia él único ojo de Dusknoir, llama que el cíclope fantasmal apartó con un simple manotazo, como un Snorlax a un Cutiefly, claramente el Pokémon fantasma de oscuras intenciones sobrepasaba por mucho al Magby de antes y a los Rattata del callejón.
Sofía notaba un fuerte dolor de cabeza, sentía que su conciencia se desvanecía, pero no como en un sueño sino como si alguien la arrancara a fragmentos dejando una sensación de intenso calor y un posterior frío, quizás por eso el sonido metálico de la puerta abriéndose le sonó totalmente lejano y ajeno.
El Dusknoir sin aminorar la presión ejercida sobre la chica giró su cabeza fijando su único ojo rojo en quien acababa de entrar: Un Pokémon de pelaje amarillo y aspecto vagamente humanoide, con un collarín de pelo blanco y un extraño péndulo.
-Llegas tarde Hypno-Dijo el Dusknoir dejando que su macabra voz retumbara por todo el colegio-¡Vete o tu alma será la siguiente en caer!
El Hypno guardó pacientemente su péndulo en su collarín de pelo, esbozando una igualmente aviesa sonrisa bajo su vistosa nariz.
-La única alma que va a caer…¡Eres tú!
Antes de que el Dusknoir pudiera decir algo este fue engullido por el torrente ígneo que escupió el pokémon amarillo, obligando a soltar su victima al suelo como si de una muñeca de trato se tratara.
-¡Sofía!
Los Pokémon de la joven acudieron a su auxilio al verla liberada de su espectral opresor. La vulpina de tipo fuego aproximó sus orejas al cuerpo de la chica. Para alivio de todos su corazón latía de forma normal y fue cuestión de segundos que sus albos luceros se despertaron, cansados, pero sanos.
-¡Estúpido infeliz!-maldijo el Dusknoir al pokémon a una nariz pegado-¡Serás tú el primero en caer entonces!¡PUÑO SOMBRA!
El Dusknoir balanceó sus puños al aire, no golpeando con estos sino con borrosa imagen de los puños, una sombra o una proyección si se quiere. Ataque que el Hypno eludió sin dificultad.
-Hablas mucho-dijo el mamífero dando un firme paso adelante, paso que hizo que el Dusknoir inconscientemente diera uno para atrás-Pero solo tienes fuerza suficiente para asustar a unos chiquillos-aseveró separando ligeramente la piernas, como preparándose para un ataque-Quizás un colegio si sea un sitio adecuado para un bravucón de recreo como tú-finalizó con sonrisa socarrona.
El Dusknoir no acertó a responder con sus palabras y sí con una andanada de Bola Sombra quizás no excesivamente grandes pero si muy numerosas.
-Esto es otra cosa-dijo el Hypno-¡Lanzallamas!
Sofía trató de levantarse, para luego caer al suelo, al ver las primeras ascuas salir de la boca del Pokémon de color amarillo. No pudo evitar que la imagen del edificio ardiendo hasta sus cenizas se instalara en su mente. Cuál sería su sorpresa ver que ese Lanzallamas más que un desparrame de fuego descontrolado se manifestaba más como una lengua de fuego perfectamente controlada por su usuario, el Hypno, que utilizaba para destruir las chisporroteantes esferas oscuras.
-Vaya-dijo la levitante Misdreavus con genuina sorpresa-Ese Hypno usa Lanzallamas…como si no fuera un Hypno.
-¿El Hypno?-dijo Sofía ahora algo más recuperada-Nos está ayudando…-añadió en tono más bajo, sintiendo cierta vergüenza por la desconfianza que había mostrado en el tapir bípedo-¡El paquete!-recordó-¿Dónde está el paquete?
Por primera vez en varias horas Sofía sintió genuino alivio al ver como el paquete que había desencadenado todo aquello estaba sano y salvo.
-Ya te vale-suspiró el zorro de pelaje más oscuro-Preocuparte por un paquete después de esto.
Lupin iba a decir algo más, pero la mano de la que era su entrenadora deslizándose suavemente por su cabeza le hizo callar, sus irises amarillos se cruzaron con los claros ojos de Sofía, no hacía falta ser muy observador para notar una superficie acuosa sobre los ojos de la chica, lagrimas que su sistema fisiológico quería expulsar pero su mente no le permitía.
-Vale, ya está-dijo el Nickit restregando su cabeza contra las piernas de la chica, haciendo lo propio los otros dos Pokémon de la joven.
-¡Has bajado la guardia!
La siniestra voz del Dusknoir volvió a sobrecoger a todos los presentes, apareciendo por una de las paredes y lanzando un furibundo puñetazo al
Hypno, mandándolo contra la pared opuesta.
-¡Sofía!
La joven y sus Pokémon ignoraron momentáneamente el serrín y el polvo que se levantó al impactar el Hypno contra la mencionada pared al oír una voz de sobra conocida para la joven.
-¡Profesor Kukui!-chilló la joven respondiendo la voz.
Segundos después el descamisado y jovial profesor llegó a la ubicación de Sofía y, una vez viendo la situación, interponiéndose entre ella y el Dusknoir.
-¿Va a usar uno de sus Pokemon?-preguntó la joven.
-Mi Pokémon ya está aquí-dijo el profesor.
Sofía no pudo evitar sentir un temblor dentro de ella, no se podía creer que verdaderamente ese Dusknoir y todo aquello fuera una prueba por parte del Profesor Kukui…
-Kukui-sonó una voz, algo más áspera y grosera, en lugar donde debía de estar el Hypno-Llegas tarde.
Para sorpresa de Sofía la criatura que apareció del polvo era muy distinta al Hypno que todos habían visto: Era también bípeda y de aspecto vagamente humanizado, de pelaje en la que los colores negro y gris se intercalaban de forma perfectamente sutil y armonizada, más destacaban las numerosas partes de color rojo, como sus uñas, o unas marcas rojas cerca de sus ojos verdes pero sobre todo la gran mata de pelo peinada como si fuera una coleta humana.
-Zoroark, Pokémon Disfrazorro: Cuida de sus semejantes. Provoca ilusiones terroríficas para proteger tanto su guarida como a su manada de sus adversarios, para ello también es capaz de transformarse. -Veo que te has encargado ya tú de casi todo-dijo Kukui viendo las múltiples quemaduras presentes en el cuerpo del Dusknoir.
-Que remedio-dijo el zorro bípedo sacudiéndose el polvo de su cuidada y lustrosa cabellera-De todos modos-añadió con tono resignado-Date el gusto.
-Muy bien Zoroark-dijo el hombre de pecho descubierto-¡Usa Tajo Umbrío!
Un brillo oscuro iluminó las rojas uñas del Zoroark, si es oscuro resplandor de la Bola Sombra podría definirse como una energía ligera, oscura pero etérea, como si fuera de otro mundo la que el Zoroak acumulaba en sus uñas de un brillo mucho más denso, más terrenal, como violentos rayos negros que se canalizaban en las garras, transformando esas uñas en unas pseudo espadas de energía oscura y pesada que se permitía el lujo de lanzar unos reflejos de rojizos como metafórica sangre en esas igualmente metaforicas espadas.
El cortante ataque atacó al Pokémon de tipo fantasma y al juzgar por el exagerado grito de dolor había sido un éxito, tanto que el fantasma se vio obligado a iniciar su desvanecimiento no sin antes jurar que volvería y todos se arrepentirán de lo que blablablablablaba…
Por otro lado, bajo la enorme luna de Alola y su manto negro cuajado de estrellas cual adornos de un elegante vestido de noche el profesor Kukui acompañado de Zoroark, que a su vez cargaba a la joven pelirroja. caminaban hacia el Centro Pokémon donde presumiblemente Adam y Daini esperaban a su compañera, no era una distancia corta, pero sin duda para la chica, además de la pertinente revisión que le harían en el edificio médico, el fresco y agradable aire nocturno no podía hacerle ningún daño.
-Debo de pedirte mis más sinceras disculpas Sofía-reconoció el enseñante-De haber sabido lo de ese Dusknoir ni mucho menos hubiera organizado esto.
-Entonces-dijo la chica con tono cansado, tentada a hundir su cabeza en la tupida cabellera del Zoroark-Tanto lo de Grimertita, como los fantasmas, como lo de la chica y las cartas ¿Fue idea suya?
-Sí, reconozco que si hubiera sabido que el Pokémon que habías capturado esta mañana era un Hoothoot no te lo hubiera pedido, habría sido demasiado fácil, pero sí, esos Pokémon fantasmas les gusta gastar bromas en la escuela y pensé que un reto intelectual podría venirte bien para que ganaras tu Normastal Z.
-Yo no me siento especialmente lista ahora mismo-continuó con tono cansado-¿Lo he ganado?
-¿El Normastal Z? Sí, por supuesto-se apresuró a responder el profesor local-Tendrás que esperar algo más para poder usarlo pero ya es tuyo.
-Liam no se enterara de esto ¿Verdad?-preguntó Sofía
-No, ten
Paz Mental sobre ese tema.
-¿Lo del paquete era entonces una excusa?
-Si y no-respondió el profesor respecto al paquete que llevaba debajo del brazo-Es cierto que es el pretexto para que fueras pero también es cierto que podía haber ido yo a por él perfectamente-explicó-Me aseguraré que lo que has pasado esta noche sirva para que nadie más pueda pasar por la misma Pesadilla-dijo con tono mucho más serio-Y…
-Kukui, dejalo-cortó el Zoaoark-La niña lleva dormida un buen rato.
Una sonrisa no podía evitar dibujarse en los labios del hombre con el pecho descubierto al ver como el Zoroark había reducido sensiblemente su marcha para evitar que la chica pudiera caerse.
-Por cierto-dijo el Pokémon de tipo Siniestro-¿Sabes que nos llevan siguiendo desde el colegio, verdad?
-Sí-respondió el profesor-Y esta muy
Cerca si no me equivoco.
El profesor, aun en mitad de una calle que a esa hora estaba llena de parejas dando largos y románticos paseos nocturnos junto a la línea de playa pudo notar el rojo titilar de un collar de perlas que se mecía suavemente junto a ese peinado “mechado”
-¿Quieres acompañar a Sofía por Alola, Misdreavus?-preguntó el Profesor Kukui sin dejar de caminar.
El Zoroark y su entrenador pudieron ver perfectamente como la fantasma se desvaneció para justo reaparecer flotando sobre la chica dormida.
-Es divertida-dijo la fantasma-De una forma extraña, pero divertida-dijo-Y tiene un pelo bonito-añadió.
-Ni se te ocurra acercarte a mi pelo-amenazó el Zoroark.
-Fantástico entonces-dijo Kukui-Seguro que Sofía se pone muy contenta cuando la despertemos en el Centro Pokémon…si su Ronquido no nos debilita antes.
El profesor sin temor a la hipotermia y los dos Pokémon continuaron caminando, con la pequeña fantasma a veces volando sobre, junto o entre ellos y de forma visible o con ese estado parecido a una invisibilidad muy propio de algunos tipos fantasmas.
-Oye Kukui-dijo el Zoroark mirando de reojo el paquete-Dime que todo esto no ha sido por esa máscara maloliente tuya.
El gran zorro bípedo pudo notar perfectamente el temblor nervioso que durante unos segundos invadió la mano con la que el profesor asía el paquete, algo apenas perceptible para cualquiera, claro que su relación no era la de un cualquiera.
-Ojala fuera tan fácil-suspiró el profesor-¡Y mi máscara está perfectamente limpia!
MostrarEsconder RESPONDIENDO A COMENTARIOS
No se cuanto ha pasado desde el último Capitulo. Pero aquí esta: En este cap en concreto he intentado algo ligeramente distinto y creo que me he quedado un poco entre dos aguas.
Muchas gracias a @
Pyro y @
SoujiFujimura por responder a mi pregunta sobre que Pokemon tendrían los Alolaniños. Cualquiera otra persona que lea esto puede seguir participando. Y como siempre tras agradecer tanto estos comentarios como el de Nakkun, comencemos:
Danot (3 Puntos para Griffinzard por acertar un Sofi-mon)
Agradezco mucho que te guste el combate y te parezca orgánico porque me resulta muy complicado la situación de escribir combates con Pokemon parlanchines sin que el humano parezca un monigote ni los Pokemon autómatas que hacen todo lo que se les dice
Cita:con tu acostumbrada ironía entre líneas (convirtiendo al narrador en otro personaje más) que acompaña a las situaciones mostradas;
Hay que aprovechar que no esta Angie para discutir con el
Cita:-¡Yo solo quiero pegarle porqué en el fondo me parece mono!-finalizó otro.
Que no falten las buenas simpson-referencias
@
nakun92 Cita:¿Adam no tiene idea de qué es un pokemon dominante?
La verdad es que no mucha, Adam no es la persona más atenta en el ámbito académico y al mudarse de "imprevisto"
a Alola, sin que el tuviera mucho que decir, tampoco es que tuviera oportunidad(o ganas) de investigarlos
Cita: Al pequeño Pichu, luego de dañarle el culo en repetidas ocasiones en combate, casi que esa Raticate se lo culea al final
.
En más de un sentido xD
Muchas gracias por el comentario Nakkun
Pyro(Sin Alola-Memes)
Cita: (Aunque lo único que no me acordaba era el apellido de Daini y que aquí se mencionó).
Debo ponerme en serio a hacer fichas.
Cita: como con una secuencia logras darle un poco más de detalles a Sofia,
Creo que a veces un pequeño detalle como esos, o por ejemplo los que hay en este capitulo asignando un Charizard a Adam y un Munchlax a Daini dicen mucho más de los personajes que muchas líneas de dialogo...Espero que sinceramente este capi no arruine la caracterización de la Kalosiana favorita de todos.
Muchas gracias y hasta pronto.
PD: No te preocupes Pyro, yo tampoco sé como funciona el Foro XD