Índice - Oscilaciones — Main Phase
#1
 
Oscilaciones

Gracias por llegar hasta aquí y bienvenidos a mi último fanfic. Antes de empezar, quiero aclarar un par de cosas respecto al "crossover" en el título. Todos los personajes que aparecen en esta historia son originarios de Pokémon u OCs, y la acción se desarrolla por completo en el Mundo Pokémon. Sin embargo, hay conceptos originales o que pertenecen a otras franquicias que he decidido implementar. Si bien no hace falta contacto con ninguna de estas (ni saber demasiado de Pokémon) para entender la historia, si este planteamiento te disuade, te invito de la mejor manera a leer cualquier otro de los fanfics que tenemos en el foro; estoy seguro de que encontrarás algo que te guste. Hay muchos OC en este fanfic, si bien comparten protagonismo en igual medida con personajes del canon, si no son de tu agrado, again, puedes pasar de esto. Espera lo que puedes encontrar en cualquier otra historia escrita por mí: narrativa pretenciosa, demasiado foreshadowing, relaciones intrincadas y episodios somníferos que te harán preguntarte por qué no estás viviendo tu vida correctamente y sigues leyendo esto. Por último, y siento necesario recordarlo, al menos por la naturaleza de los primeros dos capítulos: esta historia no es un isekai.



Mostrar "Línea del Tiempo"



Las cosas son un poco (o un mucho) complicadas con Osci. Mejor dicho… es un desastre narrativo. E incluso esta línea del tiempo es algo complicada. Voy a tratar de hacerlo lo más claro posible pero no espero que lo sea del todo. Cause I'm such a moron.

Voy a ser sincero: nunca me interesó mucho en qué año situar esta historia. Pueden ser los 90s, los -5000, lo que sea. Lo importante son las distancias entre los eventos, y eso también era algo que tenía miedo a revelar. Porque cualquiera podría empezar a atar cabos y darse cuenta de cosas que no quería que se dieran cuenta todavía. Yes. Soy la clase de idiota que trata esto como una historia de misterio, se pone sad cuando nadie pilla sus oscurisimas pistas y aún así se esmera en no dar ninguna pista real. Realmente a estas alturas sólo puedo agradecerles por haberme tenido tanta paciencia hasta ahora y decir que me gustaría que me tuvieran un poco más, que admito, no merezco, pero que si pudieran encontrar en sus corazones, sé que recuperaré sus confianzas.

Así que vamos a hacerlo fácil. La historia empecé a publicarla el 11 de marzo del 2020. Vamos a tomar esa fecha y capítulo como referencia. También voy a escribir el orden de los capítulos de forma normal porque, vamos, ni siquiera yo uso los números irracionales.

Eso sí. En caso de que algún improbable lector recién llegado se interese en leer esto, advierto que el siguiente infodump está plagado de spoilers. 


5 de Abril de 980 A.C. : Yveltal y Uzu se conocen (capítulo 3).

25 de Octubre de 980 A.C. : Destrucción del Castillo de Lumiose

21 de Diciembre de 980 A.C. : Xerneas despierta de su sueño de 3000 años.

27 de Septiembre de 1906: Incendio en la Torre Latón.

3 de Enero de 1958: Fennel y la tripulación del AGS llegan a Ciudad Iris (Capitulo 10).

4 de Enero de 1958: Gran batalla en Ciudad Iris (capítulo 12).

30 de Abril de 1991: Sabrina desaparece de Ciudad Azafrán.

8 de Agosto de 1997: Petrel desaparece de Ciudad Verde.

20 de Junio de 2000: Seri conoce a Kartana y a Ho-Oh (capítulos 2  y 7). 

24 de Junio de 2000: Atem y Seri llegan al Lago de la Furia (capítulo 9).

27 de Febrero de 2007: Steven desaparece de Hoenn.

20 de Abril de Mayo del 2008: Catástrofe de Unova.

3 de Septiembre de 2014: Moon desaparece de Alola.

14 de Marzo de 2016: Masaru conoce a Sonia y empieza su viaje pokémon.

12 de Noviembre de 2016: se cancela la Copa de Campeones en la región de Galar.

16 de Noviembre de 2016: Marnie desaparece de Galar. 

11 de Marzo de 2020: Nace el Spinarak de Myu y estos viajan al Bosque Blanco (capítulo 1).

24 de Marzo de 2020: Myu vuelve a Ciudad Negra.

5 de Abril de 2020: Myu deja Ciudad Negra.

14 de Mayo de 2020: Cumpleaños de Masaru (capítulo 4).

15 de Mayo de 2020: Myu cuenta su historia a Masaru (capítulo 6).

16 de Mayo de 2020: Masaru y Myu se encuentran con Sonia (capítulo 8).

Índice:

Draw Phase
Escala 1: Una solitaria ciudad fantasma — Espejismo Mítico
Escala 2: Una Conclusión que no está dispuesta a aceptar — Corazón Herético
​​​​​Escala 3: Promesa a la Princesa Prisionera — El Eje del Tiempo
Escala 4: Una Victoria tan amarga como el Té Negro — La Tercera Pokéball
Escala 5: Una Muñeca Sombra de Mecanismo Antiguo — Sentimientos hacia el Futuro


Standby Phase
Escala 6: La Cruz que marca un lugar más allá del Tiempo — Evolución
​​​​​​
Escala 7: El Ala Clara de Siete Colores — La Sombra de Dios/Parte I

 Escala 8: Una Historia que oscila fuera de su Eje — Mandelbrot Set
Escala 9: Un Corazón que se niega a latir — Relevo de Alma
Escala X: El destino al que ninguno quiere llegar — Cielo sin Luna
Escala 11: La Hoja que Blande la Sabiduría — Retrato de un Hombre Invisible
Escala 12: Deicidio — El Último Fuego de Iris
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Main Phase
Escala 13: La Constelación Secreta de la Dimensión Diferente — Espiral del Tiempo
Escala 14: La Telaraña que conecta los Sueños con la realidad — Worst Party
Escala 15: Una posición para la que nunca estuvo a la altura — Sustitución
Escala 16: La Quimera de la Antítesis — Espiral en el Tiempo II
Escala 17: El Deseo de la Flor al otro lado del Espejo — Espiral del Tiempo III
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whoooooooooooooooooo
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Longfic- Oscilaciones — Main Phase

Extension largaLongfic
FranquiciaCrossover
GéneroDramaSuspenso
Resumen

I fucked my auntie

Advertencia
#46
Rescato algo que dijo Tommy en su comentario. PODIA HABER CONTINUADOOOOO! De verdad, me había super prendido en ese último tramo del capítulo, leyendo ahí re bien, tratando de interpretar, creando conexiones y de la nada, chau. Pero al mismo tiempo que me hubiera gustado continuar leyendo, me gusta como pusiste esa pausa, realmente dejandome con ganas de seguir leyendo, sin ninguna duda. Este capítulo me terminó de convencer sobre la trama de Masaru, me está gustando ese aire de aventura, alucinaciones y perritos gigantes escapando de la policía, Wargazymon, dios xD 

No me acuerdo si ya lo apunté en algún otro comentario mío, pero también me gusta mucho la representación de Galar, para muy acertado, tomaste lo ya establecido y lo hiciste más "real" todavía, los trabajos sin salida, una vida que termina sin sentido, policías con unidad de Corviknight, very nice. También concuerdo que el personaje de Sonia está bien colocado en el capítulo, mi parte preferida siendo cuando Team Yell Masaru fue arrestado, obvio. Quiero ver un Thwackey con un mohawk ya. Ah, por último, este capítulo no está en tu lista de la primer página, tanto que paré para pensar un segundo a ver si realmente estaba al día o si me estaba faltando algo. En fin, acá dejo, adieu.
 
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#47
Es un buen capítulo y que tiene varios detalles que me gustan como la personalidad de los dos protas de esta trama y todo el desmadre que pasó con el perrillo en el estadio. Lo que más me gusta de esto ultimo es que por el POV de Sonia sabemos que la alucinación tiene parte de verdad, pero no sabemos exactamente que parte es verdad o que parte es mentira de lo que leímos, lo que también hace preguntarnos si es verdad que Myu es un inmigrante o en que circunstancias se lo contó en realidad o si de verdad es tan weebito como parece (?). Hablando de Sonia, es bastante bueno el papel que tiene en este capítulo para que veamos más detalles sobre el pasado de Masaru, además de que es otra personaje del fic que lucha contra el tiempo y que esta fracasando en lo que se propone, lo cual ya es marca de la casa.

[font]Y no tengo nada más importante que decir, además de el monillo punk es genial y que la aparición del mítico "no le di importancia" estuvo bien traído.

Saludos.
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Los Fan Arts usados en esta edicion son propiedad de sus respectivos autores
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#48
Como alguien que estudió Historia por dos años, me parece bastante cómico ver que la mejor fuente que tiene Sonia para la historia de Unova sea a través de lo que ella misma considera como "pseudociencia." Es chistoso por el hecho de que es región se jodiera al punto que quedó más oscura en su historia que Grecia entre los siglos XII y VIII a.C., o bueno, considerando lo que Myu mencionó sobre el traslado de Unova a otras regiones, no me sorprendería si hay fuentes de verdad que están siendo censuradas.

Por otra parte, ver que esa chica es de las muy pocas que el pobre Masaru tiene para platicar da tristeza. Tuvo qué soportar el hecho de que su pokémon no quisiera pelear, el que se metiera al vandalismo, fallara como entrenador y ahora siendo afectado por una locura que no comprende. Una carga bastante grande.
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Best Friends
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#49
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Érase una vez un grupo de extraños destinado a salvar el mundo.
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#50
Bueno, comentando tarde como siempre (?). Podría haber jurado que en el cap 7 dejé un comentario, pero ¡oh sorpresa! no fue así y anduve disociando bien cabrón (?.
En fiiin. Para cuándo quise comentar, aprovechando el combo pack con el cap 8, se me había olvidado casi todo, así que dije "bueno, vamos a leerlo otra vez" y hola obligaciones(?. Así que después de un bueeen rato volví a releer ambos para estar fresco y poder dejar un comentario como se debe.

Primero que nada el 7. Al leerlo por segunda vez, not gonna lie, me vinieron flashbacks más o menos de lo que trataba el contenido del cap, por lo que mi cerebro estuvo peleando un buen rato para poder terminar de leer porque tengo la mala costumbre de no releer las cosas tan seguido. Pero que bueno que mantuve a esa pegajosa masa cerebral en su lugar(?); para mí ese cap fue una extraña mezcla entre esperanza y algo sombrío. Esperanza porque la travesía de Seri parecía al final estar rindiendo algo de sus frutos después de tanto esfuerzo por contactar al ultra mega pollo, solo para que este se le aparezca y le diga que está medio idiota porque esa ni siquiera era la forma para invocarlo but jokes on him! llamó su atención de cualquier manera, además de esa aparición de un Zubat shiny al salir de la ciudad.

Pero dejando eso de lado, el resto del tono fue más sombrío; la actitud de Atem y su castigo hacia Kartana, que a pesar de las palabras de Ho-oh de que son "viejos amigos" el ultraente le tiene bastante temor al ave, por lo que siento que su dinámica es más de amo-sirviente en circunstancias no favorables. Sin mencionar toda la actitud misteriosa de Ho-oh, que aunque a mis ojos tiene algo de sentido (no vas por ahí curando enfermedades a toda la persona que te lo pida por ser alma de la caridad) siento que tiene algo más de fondo que solo purgarla de sus pecados.

El setting agrega más a ese tono, porque son ruinas, pero no hay nada de cadáveres. Y no creo que el ultra mega pollo y Kartana las hayan enterrado, porque de ser así necesitarían un terreno muy amplio (ponele los alrededores de la ciudad o poco más o incluso la misma ciudad...) pero se re notaría que hubo algo ahí por la tierra movida. Más bien creo que todos desaparecieron así de la nada pero no me imaginó por que o que lo causó; quizás fue Ho-oh o alguna otra cosa...

Btw, cuando leí la descripción de Atem no pude evitar imaginarme a Laurent Thierry de The Great Pretender(?. Sólo que más fancy y arreglado.
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[Imagen: laurent-thierry-192374.jpg]

Y luego el 8. Sinceramente lo sentí un poco más ligero que el 7, pues aunque tenemos las reflexiones de Sonia de acuerdo a su carrera y su investigación, así como sus recuerdos de su relación con Víctor, por otra parte están Víctor y Myu haciendo un desmadre ilegal al estilo Duques de Hazard. Por lo que se fueran intercalando cachos del pasado de Vic, con la escena criminal, con las trabas de Sonia fue bastante agradable y siento que el cap es de mis favoritos por tanta seriedad e irreverencia intercaladas.

Y la pregunta sobre que demonios pasó con Gloria para que terminara todo así no deja de molestarme; se nota que Sonia sabe que Gloria no estaba muy cómoda que se diga de viajar sólo con Hop o quizás no se sentía cómoda con la promoción de León. Cualquiera que sea el caso, algo hay ahí.

La relación de Vic y Sonia es amor puro. Siendo ella quién le otorga la promoción para que pueda viajar y que lo anda animando cada tanto, joder, incluso lo saca de la cárcel y le da su buena regañada por andar haciendo estupideces; y actualmente irlo a visitar cada tanto y comprarle un pastel por su cumpleaños por miedo a que se mate o algo en su locura/depresión. Quizás por que en cierto sentido son parecidos, el juego no es muy claro al respecto, pero se da a entender que Sonia no terminó el recorrido por Galar y tenía problemas para alcanzar a sus compañeros más talentosos (León, Raihan, Nessa, Piers...) además que pasó buena parte de su juventud sin decidirse sobre su futuro hasta que empieza a investigar la historia de Galar.

Que, paréntesis, es mucho más creíble que Víctor vaya tras Marnie y haga estupideces de adolescente hormonado y resentido como parte de su séquito porque su crush de la infancia no lo pela, y Marnie está buena, a que un grupo de veinteañeros/treintañeros/drogos(?) lo hagan porque es senda de creepy.

Otro paralelismo que medio noto es la relación respectiva de cada uno con sus amigos de la juventud; tanto Sonia como Víctor eran muy unidos a Gloria y León, pero después del recorrido de Galar se distanciaron bastante el uno del otro. De hecho creo que en mero principio del juego, cuando León te deja en el laboratorio, Sonia se queja que ni siquiera la saludó ni se molestó en consultarle mientras León hace y deshace a su antojo.

But ¡Oh vaya! lo último del cap me dejó intrigado; Sonia dice que los guardianes de Unova son Latios y Latias y que la región fue evaporada de la existencia, pero sin embargo la región existe, aunque en forma de una única ciudad/edificio y sus guardianes son Zekrom y Reshiram según Myu. Y bueno, no según. La hemos visto/leído, así que no es invención del chico. ¿Myu vendrá de otro mundo o porque las versiones son tan diferentes entre sí? Porque si Unova resurgió seguro sería un acontecimiento que llamaría la atención de todos, ¡una región que se creía extinta volvió! y nadie se dio cuenta.

O en Unova están ocultando su existencia para evitarse problemas, o ya a los demás científicos y reporteros les valió pepino después de esa supuesta desaparición (que no creo). So... A ver que se tienen preparados los siguientes caps con respecto a todo este quilombo.
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#51

Mostrar Yow
El anterior fue una perra. Éste fue tres perras y un bastardo.

Éste capítulo es particular… es más oscuro que los demás. O quizás debería decir edgy. Hay algo más que quiero decir, pero eso será al final ya que involucra algunos spoilers. De mientras…

Tom me alegra que te haya gustado, y re tenés razón en que en estos caps el foco es la comedia. Supongo que viene de 2012-2013 que me encontré las novelas de Heavy Object y me enamoré de la premisa: dos idiotas viajando que entran y salen de problemas por altas dosis de su propia estupidez. Para balancear un poco entre lo oscuro de Seri y lo complicado del AGS. En cuanto a esas referencias… fue completamente intencional. Diría que tanto Yugioh como Digimon existen en forma de franquicias y, como buenos weebs, este par hacen todas las referencias que pueden.
Con Sonia pasa algo curioso, y es que no estaba pensada al principio, al menos no de forma tan prominente. Originalmente la tercera rueda iba a ser Bede, pero su subtrama iba a aportar poco y quería meter otro pj femenino fuerte. Entonces me acordé de Sonia y de todas las ideas para vincular con el AGS que tenía en mente para mucho después. Así que decidí cortar a Bede y adelantar a Sonia hasta el comienzo.

En cuanto a lo que mencionas de "deberían escribir caps más largos". Supongo que te refieres a Meri y a mí. Y creo que es por el mismo motivo… son historias de misterio, y revelar un poquito más de información antes de tiempo podría arruinar el efecto. En este caso particular, quería señalar que hay una relación entre Galar y Unova, pero es demasiado pronto para decir qué.


Law Me alegra que sigas por acá. Y que te gusten las conexiones, así como la representación de Galar. La verdad… no creo que la intención haya sido hacerla más realista o más oscura o contrastar con, digamos, la mayormente alegre de Tommy. Más bien se trata de los pjs. Pienso que la Galar de Osci es igual de brillante y feliz como la de, digamos, Twilight Wings, pero lo vemos a través de Masaru, una persona rota y decepcionada de la vida. Y una persona miserable, aún en un ambiente feliz, va a sentir que todo es miserable. Al menos creeeo que eso es lo que trataba de transmitir.

Doc se viene un Plotwist tremendo con las alucinaciones… más adelante. Es divertido porque me permite jugar con lo que está pasando y con lo que no está pasando. Y porque me deja meter otro pj eventualmente cada vez que me quede atorado en un silencio incómodo. Also me alegra que te guste Sonia. Con ella puedo salirme un rato del pov depresivo de Masa masa.

Sak gracias por pasar a leer y comentar. Me alegra que la gente se identifique con mis personajes pero me preocupa que sea con este grupo tan disfuncional. Siéntete libre de teorizar lo que quieras. Un abrazo.

Dor la verdad es mucho más sencillo, y no tiene que ver con mundos paralelos o algo así. Es una anécdota personal (Oscilaciones está lleno de anécdotas personales). Tengo un amigo que vive en Venezuela; el también escribe y es una persona bastante inteligente. A menudo hablábamos de la situación allá, y siempre me pareció sorprendente la diferencia entre las visiones de quienes viven esa realidad y quienes la conocen a través de las noticias y las redes sociales. Y es que, sí, hablamos a menudo de guerras, política y demás, pero un país vecino nuestro se está asfixiando por la miseria y nuestro día a día no cambia, como sí lo que pasara allá no fuera inhumano y cruel. Y no, no pretendo convertir Oscilaciones en un panfleto político, pero, como se habrán dado cuenta, un tema importante de esta historia es la superposición de perspectivas, y la falta de sincronía entre esas perspectivas.

En cuanto a Atem, en mi cabeza se ve como alguien a medio camino entre Thor de Toaru Majutsu no Index y Gil.

Nem sorry, no me olvidé de vos. Como decís, por acá voy a andar jugando bastante con la historia… nah, no tanto. Un poquito nada más. Y no sé. A mí no me molestaría ser consolado por Sonia(?)

Sobre los demás asuntos de Galar, es algo que ya tendré que tratar.

Gracias a todos por haber leído hasta acá, y mis más sinceras disculpas si este no les gusta. Tengo otro mensaje pendiente al final del capítulo.


 
Escala 9: Un Corazón que se niega a latir — Relevo de Alma

23 de Junio de 2000

Tres días habían pasado desde que partieron de Iris. Su destino se encontraba al noroeste de Johto, hacia donde las nieves del invierno empezaban a acumularse. De acuerdo al mapa que Seri llevaba consigo, rodear el Mt. Mortero y pasar a través de la cadena montañosa les ahorraría mucho tiempo, pero no se hacía falsas ilusiones y sabía que no podía realizar un viaje como ese, e incluso Charizard lo tendría demasiado difícil con esas temperaturas, de modo que cruzaron por lo que antes era la ruta 42 y, eventualmente, llegaron a las ruinas de Pueblo Caoba.

A diferencia de Iris, cuyo deterioro podía explicarse debido al paso del tiempo, Pueblo Caoba había sido reducido a escombros. De las viejas casas de madera no quedaban sino sus cimientos y algunas tablas, y las pocas edificaciones de concreto eran algunos muros caídos del centro pokémon y un gimnasio destrozado cuya cúpula se había venido abajo. No había maleza, no había árboles rompiendo el pavimento con sus raíces ni hierba creciendo sobre las calles. Cualquiera que haya sido su destino, fue sin duda mucho más violento.

—¿Qué pasó aquí?

Muerte, de la peor clase. —incluso Atem lucía preocupado— No liberes a tus pokémon por ningún motivo, no hasta que lleguemos a nuestro destino. Están más seguros en sus Pokéball.

—¿Y el pequeño? —Seri apuntó hacia el zubat que se asomaba por el borde de su bufanda.

—No podemos hacer mucho —suspiró—. Esperemos que su resistencia al veneno lo proteja, pero trata de mantenerlo oculto del aire directo.

Ya había oscurecido y seguramente tendrían que acampar. Al menos las paredes en ruinas del gimnasio los cubrirían del viento.

—Espera.

Alzó su mano en señal de silencio y ambos detuvieron sus pasos. Tras un largo momento, escucharon un murmullo provenir de las sombras.

—Sabemos dónde están. Muéstrense.

Los murmullos se convirtieron en risas y las sombras abrieron sus ojos. Decenas de ojos blancos que los miraban fijamente. Seri se llevó la mano al bolsillo instintivamente.

—Quédate atrás.

La sombra se dispersó en una horda de Haunter y Gastly risueños, casi malévolos. Sin dejarse intimidar, Atem les apuntó con una mano y notó que sus ojos, del color del bronce, se volvían turquesa. Un segundo después, liberó una poderosa onda negra y violeta que dejó una bruma oscura a su paso, debilitando y desorientando a la multitud.

—¿Qué fue eso?

Pero antes de que pudiera responderle, Atem fue alcanzado por un pulso eléctrico que lo envolvió de pies a cabeza. Seri conocía ese ataque; Jolteon solía abrir sus combates con Onda Trueno, pero Atem no fue paralizado por él. Simplemente la electricidad fluyó a través de él hasta dispersarse.

Unos pocos metros delante de ellos había una figura oscura y rechoncha de ojos rojos. Una vieja bufanda cubría su amplia sonrisa.

Sabes que eso no funciona conmigo, Pryce.

—Mis disculpas, señor Ho-Oh. Debía asegurarme de que fuera usted.

 



Aclarado el malentendido, el Gengar los condujo hacia las ruinas del gimnasio. El resto de fantasmas no los molestaron cuando se sentaron sobre un par de columnas caídas, e incluso un par de Gastly llegaron hasta ellos con algo de leña que él encendió con su puño fuego.

—Siento no ofrecerles más; no hay comida para vivos en esta ciudad, pero al menos podemos compartir una hoguera.

—Agradecemos tu hospitalidad —dijo Atem. Seri hizo una breve inclinación con la cabeza. Se preguntó si era normal que los pokémon hablaran en aquella región, al menos los más avanzados Tal vez podría enseñarle a Charizard.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó Seri mirando a Atem de soslayo—. Creía que era peligroso para los pokémon.

—Sólo si estás vivo —rio el Gengar—. A nosotros los fantasmas no nos asusta la muerte. ¿Pero dónde están mis modales? Mi nombre es Pryce; antiguo líder de gimnasio y actual líder de esta ciudad y sus fantasmagóricos habitantes.

—Yo soy Seri. Vivía en Ciudad Azafrán.

—¿En Kanto?

—¿Has estado allá?

Gengar le guiñó un ojo a la sorprendida Seri.

—Hace muchos años fui un humano también, aunque admito que nunca llegué tan lejos. Sólo escuché de ese sitio por el líder de gimnasio. ¿Pero qué haces tú aquí? Hace medio siglo que no se ven humanos en Johto.

—Vamos al norte —respondió Atem en su lugar.

—¿Al norte? ¿Hacia el Lago de la Furia o…

—Aún más al norte, a través de la cordillera.

—Acaso van a…?

Ella necesita estar ahí.

El Gengar negó con la cabeza.

—Deben tener cuidado, mi señor Ho-Oh. Los clanes de la montaña están algo alterados. Hemos tenido visitas menos gratas últimamente.

—Lo tendremos en cuenta.

—De verdad que no lo entiendo —se quejó—. ¿Qué podrían venir a buscar aquí? No queda nada, y sólo se arriesgan al veneno.

—¿Qué veneno? —preguntó Seri, y el Gengar hizo una expresión de incomodidad.

—Pasó hace muchos años, cuando aún estaba vivo. Un día como cualquier otro los pokémon del Lago de la Furia se alzaron y nos atacaron a nosotros los humanos. No sabíamos qué pasaba y nada de lo que intentamos funcionó para liberarlos. Parecía que estaban locos. Entonces hicimos caso a alguien que sugirió el exterminio —suspiró, visiblemente incómodo—. Fue una medida desesperada, no teníamos idea de lo que hacíamos. Al final tanto esos pokémon como los nuestros murieron, y nada ha vuelto a crecer.

—¿Y qué pasó con las personas? ¿El veneno también?

—No lo sé. No puedo recordarlo. Se suponía que sólo afectaba pokémon, pero… ha pasado mucho tiempo, y mi mente no es la de antes. Recuerdo algunos detalles de mi vida y otros los aprendí. Una parte de ti se pierde cuando mueres, tal vez la mayor parte. Ni siquiera sé cómo fue que morí, pero estoy seguro de que fue horrible, al igual que todos nosotros. Tal vez lo merecíamos.

—El pasado está en el pasado —replicó Atem—. Cualquier cosa que hayas hecho, ha quedado saldada con tu vida.

—Si usted lo dice, señor Ho-Oh. —Se encogió de hombros—. Por cierto, ¿Dónde está el espadachín? ¿Se quedó en Iris?

—Tiene su propia misión —mintió. Seri sintió un escalofrío al recordar lo que había visto esa noche.

—Voy a dormir —les dijo, y se alejó del fuego para buscar resguardo entre dos paredes a medio caer. Pensó en lo inverosímil de su situación por un momento: Una región extinta, una ciudad abandonada y una fogata con un dios y el fantasma de un entrenador. ¿Cuántos habían visto algo así antes? ¿Cuántos creerían que era posible? Y aún así, lo único que sentía eran ganas de dormir.

«Esto no es verdad», se dijo. «Esto no está pasando».

Sus ojos empezaron a cerrarse contra su voluntad.

 
«¿Qué está pasando conmigo?»
 


Se despidieron de Pryce a la mañana siguiente y pusieron rumbo hacia el Lago de la Furia. El fantasma agitaba su brazo en el aire mientras los veía internarse en un sendero recto con algunos arbustos.

—¿Eso me va a pasar a mí? —preguntó cuando estuvieron lo bastante lejos —¿En eso me voy a convertir?

— No deberías creer todo lo que dicen todos. No es ningún líder de gimnasio.

—¿Él estaba mintiendo? —frunció el ceño—. ¿Nos quería engañar?

—No deliberadamente. Nos dijo lo que cree como verdad.

—¿Puedes dejar de hablar en acertijos?

—Cuando un ser vivo muere, sea una persona, una planta o un pokémon; diversas sustancias, energías y convicciones abandonan sus cuerpos en diversas formas, como vapores, la mayoría indetectables a la vista. Ocasionalmente alcanzan algún objeto y se impregnan en él, o se acumulan en suficiente cantidad para formar un cuerpo y generar una conciencia. Es así como nace la mayor parte de los pokémon fantasma. Pero eso no significa que sean almas de aquellos que murieron en primera instancia, y las más de las veces tienen personalidades diferentes.

—¿Entonces él es… sólo un Gengar muy aburrido?

—Ya lo has oído: "Recuerdo algunos detalles de mi vida y otros los aprendí". Es seguro que nació como un Gastly en las inmediaciones del gimnasio, tal vez mientras "Pryce" aún vivía o poco después de su muerte. Los líderes de gimnasio son importantes, de modo que las personas hablan de ellos a menudo. Esas palabras debieron alcanzarlo mientras el fantasma tomaba forma, y eventualmente pensó que él mismo era de quien hablaban. Los recuerdos son fáciles de fabricar, y el resto que "aprendió", lo convenció de que era verdad; posiblemente aprendió a hablar por su cuenta también. Ya sea un humano, una planta o un pokémon, todo lo que muere permanece muerto. Las almas viajan a la muerte y de ahí hacia la vida; no hay forma de engañar a su ciclo.

—¿Eso es todo? —suspiró— ¿Un pokémon con delirios de grandeza?

—Es una forma cruel de decirlo —acotó—, pero no del todo incorrecta.

—¿Y vas a dejar que lo crea?

—Su propia mentira lo hace feliz.

«Más y más mentiras», sentía ganas de vomitar, pero sospechó que no se debían solamente a su repulsión. Había algo en el aire, una pesadez que antes no había sentido.

—Estamos entrando al lago.

Minutos más tarde, habían llegado al famoso Lago de la Furia. Una gruesa capa de niebla ocultaba el suelo fangoso y ese olor nauseabundo se hacía más penetrante. Pronto entendió que, de la misma forma que Pryce no era Pryce, el Iago no era realmente un lago.

—¿Qué pasó aquí? Y no digas "muerte".

—Es el veneno del que hablamos antes. No sólo acabó con los pokémon, sino que degeneró todo en el lago y sigue viviendo en la tierra.

—¿No es peligroso?

—Solo la exposición prolongada lo es en los humanos, en especial para alguien en tu condición —señaló. Seri se mordió la lengua. Odiaba que Atem se diera cuenta de su debilidad—. Pero sigue siendo menos peligroso que cruzar por las montañas. Debemos darnos prisa.

—¿Qué hay de ti? ¿Y del pequeño?

—Yo estaré bien, pero mantén oculto a Zubat. Un pokémon de su tamaño puede tener problemas.

Seri lo escondió bajo su bufanda y empezaron a caminar, soportando la sensación de sus pies hundiéndose en el lodo. A su alrededor había osamentas, esqueletos completos de huesos ennegrecidos. Los grandes tenían forma serpentina y eran tan amplios que fácilmente podrían pasar a través de ellos, y estaban rematadas con fieras cabezas de largos dientes. Los más pequeños tenían forma de peces asfixiados.

—¿Sufrieron?

—No por mucho, pero sí. Desafortunada, o afortunadamente, los Gyarados tienen un metabolismo acelerado para pokémon de su tamaño, de modo que el veneno los afecta muy rápidamente. La degeneración llega a su sistema nervioso en cuestión de uno o dos días, y a partir de ese punto no hay nada qué hacer.

—Antes mi papá me leía libros. En uno de esos hablaba sobre un pokémon llamado Suicune que purificaba el agua contaminada de Johto.

—Suicune no estaba cerca cuando pasó.

—Pero tú sí, ¿verdad? Tú estabas aquí y tú creaste a Suicune. Tú podías curarlos, ¿verdad? Tú podías hacer algo.

—No podía.

—¿No podías, o no querías? ¿Es otra estúpida regla de los pokémon "dioses"?

—No podía —repitió con una nota de amargura—. Johto era un caos. Había poderes más grandes involucrados. Para cuando llegué a Caoba, no había nada por hacer; el Lago de la Furia ya era el cementerio que ves ahora y la ciudad había sido exterminada. No había nada que pudiera hacer, sino avanzar para salvar a los que pudieran ser salvados.

—Pero los tres perros… ¡La leyenda dice que tú reviviste a los tres perros! —apretó los puños—. ¿Y a mí? ¿Al menos puedes curarme a mí?

Ambos se detuvieron. Atem se giró para verla, haciendo una expresión de dolor.

—No es tan fácil como lanzarte un Pulso Cura y sanar tus heridas, porque no estás herida. No es tan fácil como erradicar un veneno, un virus o una infección de tu cuerpo, porque no hay nada invadiendo tu cuerpo. Es él mismo el que se rebela contra sí mismo. Es tu propio cuerpo el qué trata de hacerse daño.

Seri bajó la vista. Era lo mismo que le habían dicho por años.

—¿Puedes, o sigo a prueba?

—Hago todo lo que está en el limitado poder que me fue otorgado por mi padre, pero no puedo hacerlo aquí… no debe hacerse aquí. Necesito que me sigas un poco más. A cuando puedas sanar.

Retomó el paso y Seri lo siguió. Quería creer en él. Era su última carta, y tenía que apostarlo todo en él.

 


Hicieron el resto del camino en silencio. Seri colapsó luego de unas horas y Atem la llevó a cuestas hasta una pequeña cabaña a la orilla del lago. La puerta era tan vieja que cedió sin forzar la cerradura y encontraron un par de candiles que él encendió con sus llamas . En su interior había una modesta cama, un escritorio, un armario y un cuarto de baño, además de un pequeño altar con una extraña decoración en él. Parecía un Butterfree, o quizás un Venomoth de color rosa. Atem lo tomó entre sus dedos y lo arrojó por la ventana.

—Necesitas descansar, usa esa cama —dijo antes de marcharse de vuelta—. Yo iré a buscar algo de comer, o quizás algo de ayuda.

Sí estaba cansada. Y además, estaba fastidiada. Odiaba sentirse tan impotente, pero su cuerpo no le permitía hacer otra cosa. ¿Quién le hubiera dicho que la línea estaba tan cerca? ¿Que se había quedado sin tiempo? Había cambiado unos pocos años por una oportunidad, y todo lo que había encontrado era un mundo de muerte.

Porque odiaba Johto. Porque todo en Johto le hablaba de muerte. De guerras, hambruna y enfermedad. Cementerios de dragones, pueblos fantasmas, tazas abandonadas.

Se quitó las deportivas llenas de fango y las dejó fuera de la cabaña; cerró la ventana y lanzó una capa de repelente hacia ella, tratando de alejar tanto como fuera posible ese olor que le hacía pensar en muerte. Y cuando aceptó que no era posible, dejó sus cinco Pokéball sobre el escritorio a lado de su mochila, y las rozó una a una con sus dedos, preguntándose en quién de los dos creer cuando tocó la quinta.

Zubat esperaba en la cama, tiritando de frío bajo las mantas. «¿Por qué te traje conmigo?» se preguntó mientras lo abrazaba. Estaba más delgado y pálido que cuando lo encontraron a las afueras de Iris. «Porque no quería que murieras ahí». Pero ella misma se estaba apagando. ¿Cuánto tiempo pensó que podría conservarlo? Ni siquiera tenía una Pokéball para protegerlo como a los demás.

—No.

El sonido de su propia voz la reconfortó por un segundo.

—No —repitió, y empezó a dormir.
 


Cuando tenía nueve años tuvo que ir a un funeral por primera vez. El abuelo de una amiga suya falleció y tanto ella como su padre fueron a presentar sus respetos. El cementerio era un sitio muy bonito, de hierba verde y lápidas de diferentes diseños, tal vez demasiado bonito para un sitio en el que nadie quiere estar. Ahí estaba su amiga, Reira, llorando en brazos de su madre. Ahí estaba el ataúd, ahí estaban los arreglos florales y las personas en negro con sus caras alargadas. Y ahí estaba ella, en su uniforme negro, tratando de entender qué se suponía que debía hacer.

Ahora estaba de nuevo ahí, pero no veía a Reira en ningún lado, ni a su madre, ni a sus invitados. El ataúd no era ese que había visto en el entierro, ostentoso y de madera rojiza con una pequeña puerta para ver al muerto. En cambio era uno blanco y modesto con una cruz en la parte de arriba. «Es el mío», supo de inmediato. El momento había llegado. El momento había pasado y ahora estaba del otro lado.

Sentía un extraño dolor en el pecho, una especie de vacío que también era frustración.

—Mi funeral.

Con un poco más de atención, notó que no había arreglos florales en ningún lugar, y el césped estaba menos cuidado. Las lápidas también parecían diferentes. Tal vez estaba en otro cementerio. No vio a sus padres, ni tampoco había invitados ofreciendo condolencias.

—¿Dónde están todos? —se preguntó, pero la respuesta le llegó desde su interior. Por supuesto que no había nadie. Había dejado a sus padres en Azafrán sin saber a dónde se había ido, y desde entonces tampoco había hablado con ninguno de sus amigos. Ni siquiera sus pokémon estarían ahí. Cuando un entrenador lleva demasiado tiempo sin dar respuesta, sus Pokéball se desactivan y liberan a su equipo. Todos ellos ya estarían lejos para cuando ella se fuera. Se olvidarían de ella y vivirían sus vidas libres por ahí. Y sus padres nunca sabrían qué pasó con ella, tal vez demasiado ocupados cuidando a su hipotético hermano. Y entonces lo entendió. Aquello no podía ser real. Tenía que ser un sueño.

En lugar de abrir los ojos, los cerró con fuerza. Si era un sueño, no se sentía con ganas de despertar. En su lugar, haría las cosas más interesantes. Era su sueño y su funeral, así que podía convertirlo en lo que quisiera. En primer lugar imaginó a sus padres tomados de la mano y sonriendo, con un niño rubio de ojos iguales a los suyos. Reira también estaba ahí, así como otros amigos suyos. Y sus pokémon: Charizard, Jolteon, Ariados y Poliwhirl. Incluso Zubat. Todos felices y pasando un buen rato.

Pero eso no funcionaba. No se suponía que fueran felices. Las personas no son felices en un funeral, pero tampoco quería hacerlos tristes. No quería ver a sus padres llorar, por eso no le había contado a nadie. Por eso había escapado en primer lugar.

Los invitados desaparecieron como si fueran humo arrastrado por el viento, y ella volvió a quedarse sola frente a ese ataúd, sentada y abrazando sus rodillas. Había llegado el final y estaba sola. Completamente sola.

—Es lo correcto, ¿verdad?

No esperó respuesta. Sabía que era lo correcto. Nadie tendría que sufrir por ella. No tendrían que soportarla en sus malos momentos, cuando se pusiera emocional y todo se viniera abajo. No tendrían que verla enfermar hasta el punto de no poder valerse por sí misma. Había hecho lo correcto. Y aún así, se sentía sola. Aún así quería que alguien estuviera ahí. Saber que iban a extrañarla, que su muerte los pondría tristes. ¿Y cómo podía ser tan egoísta? ¿Por qué quería que se pusieran tristes? Quería saber que su muerte les dolería, y eso la hacía una mala persona, pero aún así había hecho lo correcto. Al menos por una vez… ¿verdad?

Despertó con el ruido de arañazos en la pared. Un Aipom entraba a través de la ventana que ella había dejado cerrada. Tenía un bolso azul cruzado sobre su pecho y una mirada ansiosa. Sin notar que Seri estaba despierta, atravesó la habitación hacia el escritorio y abrió su mochila para empezar a buscar.

—Tengo algo de comida. Déjame ver…

El monito chirrió con su voz aguda y la encaró enseñando los dientes. Tomó con su cola la cámara fotográfica y se la lanzó contra la cabeza.

—¡Basta! —le gritó de vuelta y le arrojó su almohada, sólo para que este, enfurecido, saltara hacia ella lanzando arañazos. Seri trató de cubrirse la cara, y estirar el brazo, pero las Pokéball estaban demasiado lejos.

Un zumbido resonó en su oído cuando el pequeño Zubat voló en su defensa, mordiendo al Aipom en una de sus orejas hasta que este le devolvió la atención sobre una de sus alas, provocando que el murciélago chillara de dolor. Para ese entonces había tenido suficiente. Saltó de la cama y sujetó con ambas manos a la criatura rabiosa, sintiendo sus delgados huesos bajo sus dedos.

—¡Hííí! —chilló el Aipom, pero Seri no detuvo su agarre, sino que apretó con más fuerza. En los ojos del pokémon vio dolor, pero también odio, y cuando le clavó los dientes en el dorso de la mano, Seri tuvo que soltarlo y dejarlo huir por la ventana; con la misma rapidez con la que había llegado.


Atem la encontró un rato más tarde colocando una venda sobre la oreja de Zubat. Cuando le contó lo que había sucedido, revisó la herida en su mano.

—No fue una mordedura profunda, pero debemos tener cuidado.

Puso su mano sobre la suya y empezó a emitir ese brillo multicolor, pero Seri la retiró con rapidez.

—Cura a Zubat.

Atem obedeció y sostuvo al murciélago entre sus manos irradiando brillo. La oreja sanó en cuestión de segundos, pero Zubat respiraba agitadamente y, en cuanto Atem lo soltó, voló para refugiarse con Seri.

«Yo también tengo miedo», pensó mientras acariciaba su cabeza.
 




—Aquí terminan los mapas —le dijo a Atem. Había memorizado cada pueblo y ciudad en la región antes de aventurarse a Jotho.

Sólo los mapas de hace cuarenta años. A partir de entonces, nuevos pueblos han surgido. ¿Quién sabe? Tal vez incluso ciudades, en algunos años.

—No te entiendo. —Se encogió de hombros. Cada vez hacía más frío, de modo que Zubat se escondió a dormir en su abrigo, pero dejó suficiente espacio para que pudiera respirar. Trató de mantener el ánimo alto, aún enfadada consigo misma por la escena de hace unos días en la cabaña.

Tras el Lago de la Furia, se encontraron con largas extensiones de bosque en los que la nieve empezaba a hacerse notar por todas partes. Atem insistió en que aún no era seguro liberar a sus pokémon, de modo que sólo eran ellos tres. En algún momento se encontraron con una araña de color azul oculta entre las oscuras hojas de un árbol.

—¡Un Spinarak! —No podía capturarlo ni sacar a Ariados, de modo que buscó la cámara de instantáneas de su mochila y le sacó una fotografía.

—¿Dónde encontraste eso? —preguntó Atem.

—En la ciudad… ven un momento.

Atem fue hacia ella y Seri enganchó su brazo con el suyo, apuntó la cámara hacia ellos y disparó. Un segundo después, la fotografía estaba en sus manos.

—¿Por qué fue eso? —preguntó con curiosidad.

—Una vez mi papá me contó sobre un pokémon que podía cambiar su apariencia, pero que siempre se mostraba como es en verdad en las cámaras —le extendió la instantánea—. Pero tú…

Atem miró la fotografía. Una niña rubia con un abrigo y un hombre rubio en ropa ceremonial eran todo lo que veía.

—Eso sería un Zoroark —sonrió—. Una simple ilusión creada por un tipo siniestro. Nosotros no somos así.

—¿Nosotros quiénes?

—¿Quieres una demostración? —sonrió.

—Vas a quemar algo —suspiró, y siguió su camino. Atem se quedó unos segundos en su lugar—. ¿Qué sucede?

—Esta fotografía… ¿puedo conservarla?

—¿Para qué?

Un recuerdo de una amiga.

—Pues adelante.

Siguieron caminando. Un rato más tarde encontraron otro Spinarak azul.

—No es tan raro cuando lo piensas —respondió Atem cuando ella lo señaló—. Un pokémon variocolor es simplemente una mutación. Si esa mutación le ayuda a sobrevivir, es más probable que comparta sus genes a la siguiente generación, y a la siguiente, y a la siguiente, hasta que eventualmente su población supere a los Spinarak verdes.

—A veces hablas muy científico.

—He vivido miles de años. No usar ese tiempo para aprender sería un desperdicio.

Decidió pensar que no era una burla. Zubat se agitaba bajo su abrigo, pero no se atrevía a sacarlo al aire libre. Lo cierto es que desde su encuentro con aquel Aipom, el pequeño murciélago tenía los ánimos caídos, y había ocasiones en las que lloraba sin razón aparente hasta que escuchaba la voz de Seri.

—Ese Aipom… tenía una mochila consigo. Y abrió la ventana que estaba cerrada.

—Los humanos se fueron, pero no su obra. Los pokémon han tenido que aprender a hacer uso de ella.

—Parecía enojado. Veía con odio.

—No somos tan diferentes unos de otros. También podemos tener sentimientos negativos.

Lo cierto es que últimamente sólo sentía cosas negativas; decepción, miedo, ira, confusión. No quería convertirse en alguien así, pero en cuanto se quedaba a solas con sus pensamientos, todas esas ideas negras volvían a su cabeza, tratando de arrastrarla a un sitio al que no quería ir, donde no podría hacer nada para seguir siendo ella misma.


—Aguarda.

Sus pasos, que habían seguido a la par de sus pensamientos, se detuvieron al escuchar el llamado de Atem, más serio que nunca antes. Alzó la vista y se encontró con que habían llegado a un pequeño claro en el bosque, y que Atem miraba con precaución a los árboles que los rodeaban. Había algo ahí.

—Muéstrense —ordenó—.

Múltiples ojos se iluminaron entre las sombras, y con ellos fueron emergiendo una gran cantidad de pokémon. Seri reconocía algunos como Pidgeotto o Furret, pero a muchos otros no los había visto antes.

Y liderando al grupo, un ave de postura erguida y plumaje multicolor con las alas blancas entrelazadas sobre el pecho y las plumas de la cabeza de un verde brillante. Era extrañamente grande, al menos tan alta como Atem, y sus severos ojos negros transmitían la misma autoridad. El resto de los pokémon parecían un ejército dispuesto a hacer una carnicería con ellos dos si su líder daba la orden.

Seri esperó que abriera su pico y empezara a hablar, como Pryce o Kartana, pero no lo hizo, o al menos no de la forma en que esperaba.

«INVASORES» retumbó la orden en su cabeza, no como una voz, sino como un pensamiento que hubiera sido forzado a entrar en su cabeza.

—Como tantos otros pokémon psíquicos, Xatu puede comunicarse de mente en mente, pero no esperes un discurso de nivel humano de su parte —añadió Atem con una velada superioridad, para después alzar su propia voz—. Estamos de paso. No hay asunto alguno entre ustedes y nosotros.

«INVASORES. ENFERMEDAD. MUERTE». Las ideas volvían a su cabeza. ¿Hablaba de ella? Trató de contener el temblor en sus manos. No quería tener a esa ave husmeando en sus pensamientos, violando la privacidad de su propia alma, y llevó lentamente sus dedos a la Pokéball de Charizard dispuesta a acabar con ese intruso, pero antes de que pudiera tocarla, vio como el resto de los pokémon estaban en posición para atacar.

—Sal de mi cabeza —amenazó—.

—Sal de su cabeza —dijo a su vez Atem—. No somos enemigos, vamos hacia el norte. No hemos venido a hacerles daño… aún.

«¡INVASORES! ¡MUERTE! ¡ENFERMEDAD!»

—¿Puedes parar con eso? —se quejó, para esa maldita ave no era siquiera una persona—. No voy a contagiar a nadie. ¡Cállate de una vez!

Y de repente, Atem fijó su vista en ella con alarma.

—Seri… Zubat.

El terror se apoderó de ella. Abrió la cremallera de su abrigo y liberó al pequeño murciélago con delicadeza. Sus miembros estaban ligeramente agarrotados, y su respiración apenas e inflaba su pecho.

—¡Zubat!

El pequeño no reaccionaba, pero provocó una reacción de pavor en los pokémon que los rodeaban, quienes lanzaron rocas, ramas o ataques a distancia en su dirección que fueron repelidos por la muralla psíquica que Atem interpuso para protegerlos.

«¡ENFERMEDAD! ¡MUERTE!»

Seri empujó su cabeza suavemente, y Zubat empezó a despertar. Parecía confundido. Giraba su cabeza como si buscara algo.

—¿Zubat? ¿Estás bien?

Pero el pequeño no le hacía caso y, llegado un punto, empezó a chillar presa del pánico.

—¿Zubat?

Seri acercó su mano a su cabeza, y Zubat se aferró a uno de sus dedos sin dejar de gritar.

—Está aterrorizado… no nos escucha. ¡Ho-Oh!

Solo entonces volvió su atención al mundo que los rodeaba. La barrera psíquica mostraba fisuras, a punto de romperse bajo la presión de los pokémon hostiles. El ave del otro lado instigaba su odio, y Atem, con los ojos entrecerrados, veía fijamente el medallón con forma de ala que ahora sujetaba en su mano.

—No liberes ningún pokémon, a menos que quieras que Zubat los infecte.

—¡Está sordo! ¿Qué está pasando?

—La enfermedad ha llegado a su sistema nervioso. A partir de ahora es irreversible.

—¡Pero tú puedes hacer algo!

—¡No si no haces un poco de silencio!

Centró su atención en el medallón abierto, con sus ojos envueltos en fuego celeste.

Dame fuerza, padre, dame fuerza y dame tu guía.

Lo siguiente que Seri vio fueron esas enormes alas resplandecientes con el color del arcoíris, y esos ojos de bronce rodeados de plumas negras. Ho-Oh, el ave dios, alzaba su cresta emitiendo un graznido de poderío, enorme y magnífico, por fin frente a sus ojos, y a partir de ahí perdió el sentido del tiempo. En algún momento, Atem emitió una poderosa llamarada que ahuyentó a la otra ave y a sus seguidores, y en algún momento subió a su lomo y empezaron a elevarse, pero para cuando recuperó la conciencia de sus actos, ya estaban a cientos de metros en el aire, dejando aquel bosque atrás.

—¡Ya estamos lo bastante lejos! Por favor, cura a Zubat otra vez.

—No es tan sencillo —replicó Atem. Tal vez por su forma de ave, su voz parecía emitir un ligero eco—. Primero tenemos que llegar. Al norte, más al norte.

—¡Ya salimos de Johto! ¿Qué tan al norte tenemos que ir?

¡Más al norte! ¡Tenemos que ir al norte!

—¡No hay nada más al norte! ¡Deja de perder el tiempo!

Tan pronto dijo estas palabras notó que, sobre el collar de plumas verdes en el cuello del ave, se encontraba la cadena de plata que aún sostenía su medallón.

—¡Confía en mí! ¡Estamos por llegar!

¿Tan siquiera vas a curarnos? —se escuchó decir a sí misma con una frialdad de la que no se creía capaz y, entonces, la realidad empezó a caer en una espiral descendente.

—¿D-de qué hablas? —preguntó Atem, con un temblor creciente en la voz— Dijiste que confiarías en mí.

—¿Entonces qué es esta cosa? —acercó su mano a la cadena y Atem se agitó en el aire.

—Seri, ahora no. Necesito estar concentrado.

—¿Para qué? ¿Por qué? ¿Qué quieres?

¿Qué eres, Atem?

—¿Tú… c-cómo?

Alargó su mano, y Atem perdió el control. Sus largas alas se cubrieron de luz y se deformaron en alguna especie de llamas blancas que, poco a poco, lo cubrían por completo mientras caían girando a gran velocidad. Con Zubat resguardado en un brazo, Seri se estiró hasta poder sujetar la cadena mientras Atem trataba de aterrizar, justo antes de que el aire la empujara lejos del ave, hacia el pie de la montaña.



Despertó unos minutos, unos días o una vida después. Sentía una nube sobre su consciencia, sin contar las magulladuras y raspones por todo el cuerpo, pero podía decirse afortunada por no haberse matado en la caída. Intentó levantarse, y un intenso dolor a la altura del tobillo le gritó que se detuviera. No se atrevió a mirar por miedo a encontrarse algo peor que una torcedura.

Escupió una ramita con tierra, junto con sangre de su labio partido. Intentó controlar el dolor para incorporarse contra la roca. A su alrededor había algunos arbustos austeros y roca, roca y más roca. Estaba al pie de una montaña.

—¡Atem! —gritó, sintiendo su boca arder—. ¡Ho-Oh!

Esperó unos segundos y volvió a gritar, sin recibir respuesta. Antes de que el tercer intento saliera de sus labios, sintió una lágrima bajar por su rostro y ahogando su voz.

—Ya está bien. Es inútil.

Había tratado de convencerse de lo contrario, pero no podía seguir ocultando la verdad. Estiró su mano hacia la cadena de plata y, tras forcejear un poco, abrió el medallón con forma de ala a la mitad, lo que sólo confirmó sus sospechas.

Había dos retratos en su interior. En una cara, una ilustración de Ho-Oh volando en todo su esplendor. En la otra, un joven rubio de ojos violetas.

—Por supuesto.

Después de todo, Seri era una entrenadora. Ya había escuchado de ese pokémon que no podía ser paralizado, que podía transformarse en cualquier cosa que tuviera al alcance de la vista.

«Nosotros…»

En su cabeza resonó la retorcida voz de Kartana, junto con la visión de su cuerpo a medio sanar.

«Te acabaste mis Restaurar y Revivir. Vas a decirme todo lo que sabes».

«Los engañamos —confesó el samurai—. Atem…»

«¿Quién diablos es Atem?»

«Ho-Oh… él no…»

Por supuesto.

«Ho-Oh no está en ningún lugar».

¿Cómo iba a creerle? Ella había visto a Ho-Oh con sus propios ojos, había apostado su vida para encontrarlo. Todo lo que dijo Kartana debía ser mentira, tal vez trataba de detenerla, y para estar segura, lo capturó en su última Pokéball.

—Qué estúpida. Era tan obvio.

Pero aún así lo siguió. Decidió confiar en Atem porque no tenía nada más. Porque si Ho-Oh no existía, no tenía ningún sentido. Era su última carta, y le había dado un robo muerto.

—Se acabó.

Johto estaba muerta, tal como ella, y tal como ella, aún no se había dado cuenta. Lo que le quedaba de ambas era un último suspiro agonizante, no un verdadero intento de lucha.

«¿Qué estoy haciendo?»

Una persona a medio formar, una vida que no había sido vivida. Quería gritar. ¿Dónde estaba Ho-Oh? Ni él ni Atem podían salvar a ninguna de las dos. Dejaron morir a su región, y ahora iban a dejar que ella se pudriera de la misma forma. Se había mentido, igual que esos doctores, tratando de convencerse de que había esperanza, de que podía luchar, de que tendría tiempo suficiente. La magia y los milagros realmente no existían, y lo único de lo que le había hablado Johto de principio a fin fue muerte.

Sus ojos empezaron a cerrarse, pero luchó por mantenerlos abiertos. Tenía miedo de que fuera la última vez que los cerrara.

Y entonces lo escuchó. El suave sonido de un aleteo que, durante esos días, se le había hecho familiar.

—¿Zubat?

El pequeño murciélago se hallaba a unos pasos de ella, agitando sus alas con torpeza, elevándose unos centímetros del suelo, luchando para vivir.

—Ven aquí —llamó, solo para recordar que ya no la escuchaba. Voló en línea recta hacia la roca y se golpeó en la cabeza. Cayó al suelo con brusquedad, pero se levantó para repetir el mismo movimiento con los mismos resultados.

—¡Espera! —se arrastró por el suelo, apretando los dientes para ignorar el dolor, y llegó hasta él para sostenerlo entre sus manos. Zubat seguía tratando de volar, esta vez chocando con su hombro y arrastrándose sobre ella, sin siquiera darse cuenta de su presencia.

«Ha llegado al sistema nervioso».

—No.

Zubat insistió dos veces más, pero finalmente sus fuerzas se agotaron. Cayó sobre su regazo con un hilo de voz agonizante, una voz extrañamente similar a la suya.

—No.

Y empezó a agitarse, a respirar con violencia, la boca muy abierta y los miembros crispados. Seri fue incapaz de apartar la vista y grabó en sus ojos el momento exacto en que dejó de moverse por completo.

—No.

Dominada por un espasmo que hacía presa de su cuerpo. Sintiendo la muerte abandonar a Zubat para subir bajo su piel y quitarle el aliento.

—No, no; no. No.






Mostrar Apostillas
Jajajajaja. No se lo esperaban. Sé que nadie lo vio venir.

Como Meri dijo una vez, tengo la manía de hacer que mis lectores tengan que releer mis capítulos, y este es uno de esos. Estoy seguro de que habrá una mejor comprensión de la actitud de Seri a lo largo del capítulo conociendo el final, y también hay un montón de Foreshadowing en los capítulos sobre Atem y sobre Seri. Y os tengo algunas sorpresas preparadas… eso me gustaría decir.

Disfruto mucho escribiendo Oscilaciones. Siento que, mientras hago algo de poke, puedo hacer algo sinceramente propio. Y aunque tengo bloqueos y demás siento que la historia puede ser lo bastante divertida para ser leída. Pensaba que iba a durar otros dos años… quizá, si tenía un ritmo más o menos competente. Pero no puedo. Mala suerte, por decirlo así.

Pensé en escribir un resumen acerca de lo que iba a pasar, los misterios sin resolver y el final de los personajes, pero lo cierto es que me divierto demasiado leyendo sus comentarios y escribiendo paso a paso. Así que voy a seguir escribiendo hasta donde pueda. Eso sí, no creo subir otra cosa en noviembre.

Y eso es todo. No soy muy dado a estas cosas pero no quiero que crean que abandono esto por fastidio, o por un bloqueo o por una pelea, es que no voy a poder. Voy a tratar de sacar todos los capítulos que pueda y aclarar todo lo que pueda.
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whoooooooooooooooooo
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#52
Mostrar Sobre el futuro del fic
Este debe ser de los fines de semana más tristes que he visto en el foro. Claro, no del mismo impacto que lo ocurrido en Agosto, pero entiendes a lo que me refiero. Lamento mucho que no puedas llevar la historia hasta el punto que deseas. Reiteraré mi lealtad hacia el foro y la gente que escribe aquí, eso va para Meri, para Doc y para ti. Seguiré lo que quede de aquí hasta su último bang. Cuenta con ello.
Mi reacción inicial al final solo la puedo resumir con el siguiente vídeo:

¿Qué puedo decir? Volví a los capítulos e  e Φ, y la verdad es que me agarraste por dónde jamás lo hubiera imaginado. Ho-oh/Atem realmente se volvió un mito como la narración había sugerido capítulos antes. Un verdadero mindfuck si pudiera referírmele. Kartana jugó una de las bromas más crueles que hubiera imaginado. Toda esa aventura, todo lo que creyó que podría llevarla a una vida mejor fue una simple alucinación de un cuerpo ya hecho añicos por dentro con muy poco para dar aún.

Ha sido uno de los twists más oscuros que he visto de las historias de aquí hasta ahora.
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Best Friends
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#53
umbreonwhat umbreonwhat umbreonwhat
fu....

Damn, fue demasiado oscuro/triste. Y yo que le tuve algo de simpatía al hijo de su puta madre de Kartana para que luego saliera con esas, que todo lo que vivió Seri no es más que humo, que no hay nada que hacer y Ho-Oh es solo un mito. Quizás desapareció como Yvetal o simplemente se recluyó en algún otra dimensión al ver como su amigo desaparecía de la existencia al perseguir a una princesa que no lo quiere; al final, se puede decir que a Seri ya no le queda nada y es amargo el final. Fuck... y aún quedan bastantes dudas por resolver. No sé, una parte de mí se imagina que el hijo de su puta madre lo hizo para que Seri muriera con esperanza, pero es difícil cuando sabes que tu enfermedad es incurable y la misma inquietud de Seri por no quedarse callada e ir indagando e indagando hacen que la ilusión se rompa de forma muy cruel. Ese "egoísmo" de querer ser recordado pero a sabiendas de que al hacerlo traerás dolor que prefieres evitar, pero al mismo tiempo no quieres morir solo y sin nadie que te recuerde o vaya a visitarte.

Pero quiero tirarle una llamarada a Kartana para que se retuerza el hdspm.

Damn...
Mostrar Sobre lo otro
Sin duda, un capítulo triste acompañado de una noticia también triste. Sin embargo, seguiré la historia hasta donde quede sin importar qué y hasta donde se pueda llevar. Oscilaciones a pesar de que los caps a veces se pongan densos (no porque sean dificiles de leer, sino porque varios llevan esa carga emocional un poco más lejos aunque estén a veces con algunos toques de comedia) me ha gustado mucho, a pesar de que a veces se me olvida comentar. So, cuenta con mi apoyo para seguir con esto hasta el final. Stick with ya buddy. 

Que se desvele lo que se tenga que desvelar. And lets make this forum great.
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#54
Empezamos con lo más aburrido que son errores de tipeo y giladas sin importancia.
Pero antes y para evitar posibles spoilers en Discord: ¡UNA CANCION!

Yo quisieeera que supieeeras
cuanto extraaaño tu presencia aquí
y no pueeedo
no me atreeevo
es que SI te veo no sé qué decir
Por queeee
Por quéeee
Quiero volar contigo por-el-cie-lo
Te daré
Mi amor
Solo a tí
Quiero vo-laaaaaaaaaaar


Y la corto en la mejor parte para que no se arme pogo. Total ya creo que hasta acá no se leen spoilers.
Ahora sí: ERRORES IMPERDONABLES. Digo, boludeces.
 
Cita:Tras un largo .momento, escucharon un murmullo provenir de las sombras.
 
Cita:(...) e incluso un par de Gastly llegaron hasta ellos algo de leña que él encendió con su puño fuego.
 
Cita:Pronto entendió que, de la misma forma que Pryce no era Pryce, el Iago no era realmente un lago.

No le encuentro sentido a resaltar con rojo la mención a Pryce. Claramente Seri no sabía de él, por lo que su explicación tiene impacto para ella. Pero para el lector, a quien va dirigido ese remarque de color, ya alcanzaba la sorpresa a la primera vez. Para cuando nos dice quién es, nosotros ya sabemos quién es. xD
A menos que... WAIT. Veo lo que hiciste, muy bien, me cagaste. Muy interesante la explicación sobre los fantasmas y el sentido que se le da a su interés por las figuras importantes de las que adueñarse ahora que solo son recuerdos que cada vez se hunden más y más en las sombras.

Viendo tu descripción del Lago de la Furia, no puedo dejar de sentirme triste porque no veré tu precioso fic convertido en un anime con un buen estudio de respaldo, porque los paisajes que creás con palabras son tan bellos y, especialmente, tan oscuros y asfixiantes que me dan muchas ganas de verlos a todo color. Me imaginé perfectamente ese pantano de veneno con los esqueletos de Gyarados y Magikarp desperdigados. Asimismo, ni bien leo sobre ello no puedo evitar pensar en Suicune y la importancia fundamental de su presencia en la región para combatir ese tipo de situaciones críticas para tanta vida salvaje-- ¡Oh! No dije nada: Seri lo acaba de mencionar. xD

Curioso que cuando Seri se va a dormir nos cuentes que dejó ahí sus cinco pokébolas y abrazó a Zubat lamentando no tener una extra para resguardarlo, cuando momentos después nos la mostrás en su sueño acompañada por sus pokémon... que son cuatro. Más Zubat. Ni siquiera se me ocurre bien qué especular al respecto. ¿La quinta pokébola ya tiene un pokémon perteneciéndole, pero no forma parte de su equipo? ¿Lo robó? ¿Lo tiene secuestrado?

¡Oh! Volvemos con las selfies a Zoroark. No diría que fue una referencia, porque realmente parece un modo lógico de actuar ante esa especie, pero me resulta curioso y divertido teniendo en cuenta lo mucho que te gusta Tales of Hunter. DIGO, Gerber. (?)

AY DALE KIWI DEJAME DE JODER. Nos resaltás que aparecen Spinarak azules (Zubat también es shiny) y después Atem dice, como quien no quiere la cosa, que algún día los azules van a dejar de ser tan especiales y superarán a los... ¡¿ROJOS?! PERO SPINARAK ES VERDE LOCO. Salvo que Atem sea daltónico por... algún motivo.
Ahora resulta que los Spinarak eran una loli disfrazada todo este tiempo. Sí, cómo no. Eso ya me parece confusión al pedo, ya entendimos que hay dimensiones locas acá. >:(
Plus, el de Myu es verde. Aunque, bueno, bien podrían estar en universo totalmente distintos donde capaz el de él sea un verde shiny y el original sea negro. O algo así.

Ah, y en medio de la emosidad, que pareciera ser una maldición que cae sobre Seri y que ya cayó sobre Masaru en otra parte, me resultó curioso que en un párrafo más arriba, donde hablás de la muerte y los fantasmas, mencionás una taza vacía y no puedo evitar vincularla con Sinistea.

¡Y resuelto lo de la quinta pokébola! Tenía a Kartana nomás, hecho pelota, claramente. Así que más o menos le pegué mientras leía en que tenía al origami "secuestrado". Eso sí: ya lo habías dejado picando el capítulo anterior dedicado a ella, cuando también mencionás que tenía preparada una pokébola extra para atrapar a Ho-oh, y que cuando se va con Atem al final y encuentra al Zubat ya no le quedan pokébolas disponibles para capturarlo. El único personaje que había salido de la ecuación era precisamente Kartana. Pero a veces se me complica hacer el dos más dos. e.e Btw:
 
Cita:Porque si Ho-Oh no existía, no tenía ningún sentido. Era su última carta, y le había dado un robo muerto.

¿O sea que Seri brickeó? ¡Fuck! Bueno, a releer los caps viejos de Seri, no queda otra.

Por un lado, no pude evitar irme para el "norte" de la historia y buscar esa definición que tanto había llamado la atención y que obviamente no podía ser un error despistado de tu parte. Lo único que todavía no tengo claro es si cada región funciona como una dimensión aparte o si algunas comparten la misma. Por empezar, que hayas descripto a Ho-oh como una deidad de Sinnoh que alguna vez  resucitó a los perros muertos en la Torre Quemada da cierta pista de que efectivamente Ho-oh formó parte de la historia de Johto, una muy importante, pero que actualmente reina en una región apartada de ahí. ¿Tal vez muy hacia el norte, por su clima tan frío? Precisamente Atem quería conducir a Seri hacia el norte, tal vez para que pueda encontrarlo. Luego caigo en que todo este tiempo el look de Atem era prácticamente el de Morty (d'oh, debía ser obvia la conexión), aunque al mismo tiempo fue una construcción de Kartana, un castillito de papel que partió cuando quiso para pwnear a Seri. ¿Tiene que ver eso con la aparición de Pryce como Gengar al principio? Pryce no vivía realmente en ese Gengar, sino que el fantasma había tomado parte de su esencia y su historia. Asimismo, posiblemente Atem simplemente hubiera sido una construcción de Kartana (o eso le hace creer a Seri) tomando de base también a otro líder que hablaba mucho sobre Ho-oh. O capaz Atem realmente solo sea rubio y con ojos de bronce (que no es púrpura, ¿no?) y se parezca muchísimo más a la propia Seri que a Morty. ¡Pero el del collar era Morty, a mí no me jodan! Un líder de tipo fantasma, además. Como para que todo vaya más o menos de la mano, de algún modo kiwiesco. (?)

En ese mismo párrafo sobre el legendario de Sinnoh, nos mencionás a tres pokémon "pequeños que no parecían perros". Un trío de legendarios chiquitos y que no parecen perros... ¡Esos están en Sinnoh! D'oh. Y tienen una conexión directísima con el Lago de la Furia, ¿no?
El primer capítulo (de Seri) es hermoso de releer luego de leer este último, especialmente por lo bien que quedan esos "No" previos a su muerte cuando se introdujo al personaje construyéndolo alrededor de esa obstinación suya, pero también esa negatividad. Como si estuviera destinada desde el principio a acabar así. Kartana también tiene una característica similar, y le responde que no a casi todo lo que ella le pregunta.
 
Cita:No quería llegar a esto, pero si sigues diciendo "No", voy a empezar a decirlo yo también.

Qué épico, por favor. Definitivamente la historia de Seri es la más potente hasta ahora, y eso que me divierto más con las giladas de Galar. Pero se nota que pusiste mucho mimo en particular a ese personaje, a sus conflictos, a sus miedos y a toda el aura mitológica pero también cínica y mentirosa que la rodea, a ella y a Johto.

Me da pena darle cada vez más importancia al deseo de Seri de que Ho-oh pudiera hacer algo para extender la vida de su Ariados. Como ella, la araña parece destinada a morir, aunque la muerte pareciera conducir su alma hacia otra vida que surgirá en otra parte (a través del árbol loco con el dragón blanco y la loli), ¿será que cuando Myu se encontró con Spinarak, Ariados acababa de morir?

¡Ah! Y por si no se notó, todo este comentario desprolijo lo fui haciendo en un bloc mientras leía y releía, sin darle una estructura muy clara. Espero que entiendas que disfruto como un enano leyendo esto y confundiéndome y diciéndote lo hijo de puta que sos por hacer giros tan ingeniosos partiendo de bases que parecen plantadas de forma torpe o poco clara en un principio. Igual, es como si quisieras que el lector te subestime cuando, si te conocemos tan solo un poquito, podemos ver que no dejás este tipo de detalles sueltos al azar. Aunque, claro: todavía no sabemos prácticamente nada de Sinnoh. Vimos al Cyrus chikito y sabemos por lore la conexión entre Sinnoh y Johto, y sabemos que Sinnoh es medio el "origen de todo" en cuanto a pokémon de leyendas. Y sabemos que ahí hay un juego particular con las dimensiones y el espacio/tiempo, aunque, claro, desde Alola y sus ultraentes podemos ver que también hay quilombos dimensionales por ahí. Y no solo eso: en la propia Kalos tenemos al duendecillo de los anillos que hace cosas similares, aunque no sé por qué me parece que a ese bichito no lo tenés tan contemplado en la historia, y su poder no parece tan espectacular en comparación.

Ojalá puedas seguir escribiendo el tiempo suficiente para que puedas darle un final a esto. Entiendo por qué podría quedar inconcluso, y es algo muy triste. Pero, sea como sea, voy a seguir leyendo siempre que puedas seguir escribiendo. Aunque a veces no entienda un carajo más allá de referencias estúpidas a Yugi o no pueda escarbar más hondo de los chistes y momentos hilarantes, o los diálogos interesantes y asertivos de los personajes. Es una lectura tan apasionante como desafiante, pero que siempre deja un buen sabor de boca al final de cada capítulo. Eso sí: sigo diciendo que me cortaste el anterior en el mejor momento, y me quedé con ganas de leer muchísimo más ahí. xD
Acá, con el triste final de Seri, no sé si me quedaban muchas fuerzas anímicas y mentales como para continuar. Y más allá de eso: terminó en el momento exacto en el que debía terminar. No le faltó ni le sobró nada.

Te leo en unas semanas.
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#55
Mostrar  Actualizá el índice la concha de tu hermana

Es una lastima que se me haya pasado comentar el capítulo anterior que con el quilombo de números ya ni me acuerdo cual es pero es la segunda parte de las desventuras del chico edgy y su amiguito el pseudo autista.
 

Mirá. En toda la historia he estado saltando de trama favorita a trama menos favorita e intentando acomodarlas a ver cual me parece mas interesante de leer, cual menos – y de momento después del shipping intergaláctico de la princesita y el Yveltal emo que están allá arriba en el top 1, MasaMyu (M&M) están acercándose peligrosamente por cómo vuelan los capítulos.
 

Me gusta que el ambiente sea mucho más esperanzador (ponele que "esperanzador" es la palabra que quise usar), o al menos que tiene un tinte mucho mas positivo después del comienzo edgy. Me gusta la fantasia de mandar a la mierda a la jefa odiosa que todo el mundo siempre tuvo o va a tener en algún momento en su vida, ya en una segunda tanta los chistes malos empiezan a asentarse un poco mas y encajan con la personalidad pelotuda del personaje (la PPP) y lo ridículo del escenario con Galar siendo capaz de crear escenas tan raras pero que ah para GF esto es completamente canon la puta madre.
 

Tambien me gusta que te hayas mantenido en tu idea de dejarle los nombres weeb a pesar de mis quejas porque me dan la tranquilidad de saber que no estas cambiando cosas atrás de escenas solamente para que no me queje; y por el otro lado también me llama la atención la nueva conexión que haces con las historias a la hora de meter a la niña dreamworld o como carajo se llame esa flasheada de 5ta gen con Sonia, que se conecta a la vez con Victor, que se conecta a la vez con el estúpido, que se conecta a la vez con la waifu intergaláctica.
 

Siempre y cuando pueda seguir la cadena a mi historia de amor imposible yo voy a estar feliz jajajajj. Y el último párrafo y su lore incomprensible, como ya aprendí a hacer, lo voy a dejar en omisión para cuando la historia siga asi no me frustro al pedo tratando de entender algo que no se termino de contar todavía.
 

Y con eso vamos al siguiente.
Siempre me has visto seguir historias como una boluda, engancharme en algunas, desengancharme en otras, ir perdiendo el interés de vez en cuando o al revés como con el fic de AJ que lo seguiría con toda las ganas del mundo PEROELNOMELEENIELPROLOGO ASI QUE LASTIMA PAPÁ ESO TE PASA POR EGOISTA
 

Pero nunca nunca había perdido las ganas de leer algo por lo deprimente que me pareció. No triste de “ah pobres personajes como lo siento”, sino porque sabemos que hay algo más profundo en ese capítulo, que espero que muchos te tomen en cuenta con mejores palabras pero que después del tiempo ya que nos conocemos, me duele hasta revisarlo, comentarlo, todo.
 

Te voy a tener que pedir perdón esta vez, pero realmente voy a omitir el hacer mención a este capítulo por mi propia estabilidad emocional, porque realmente en este último me dejaste con un vacío en el estómago horrible. No es la clase de rechazo al que te tengo acostumbrada de “esto es una mierda kiwi no se entiende nada”, sino (y es un ejemplo terrible también, más teniendo en cuenta el contexto del capítulo), como cuando la gente prefiere no ir al velorio de alguien para evitar ese golpe seco de realidad. Solamente imaginarte escribiendo estas cosas me ponen realmente triste.
 

Supongo que te queda de consuelo saber que es la primera vez que alguien logra ese efecto tan particular en mi cabeza como lectora, pero también siento que nadie más que vos, junto con la relación de piñas y patadas que tenemos desde hace años, y a eso sumarle la situación en la que estás ahora, podría haber logrado esa reacción tan fuerte. En este forucho me refiero. Tampoco es que sos la luz de mi vida, tampoco te vengas tan arriba jajajjajaj
 

Pero realmente prefiero la historia cuando tiene ese tinte más positivo.
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#56
[font]Este capítulo sin duda es una de las cosas más tristes que me haya tocado leer, pero vamos a comentarlo porque después de todo tenemos que seguir hasta el final, ¿no? En fin, lo primero que quiero recalcar es que de la trama de Seri, una de las cosas que más me gustan son los ambientes que haces y la manera de hacerlos tan lúgubres y tristes, porque aunque estén llenos de fantasmas y cadáveres, después de todo el peligro se ha ido ya que ya acabo con todo. Mientras hacías las descripción de la ciudad destruida tenía el disco de Dreams de Gábor Szabó y queda perfecto para ese entorno. La parte del funeral es dolorosa y el final es simplemente demoledor. Al final todo fue una alucinación y me atrevo a suponer que el Johto por el que vagó es la representación de su propio cuerpo muriendo. Los "nos" del final son maravillosos al recordar que ese era el leitmotiv de la chica desde el primer episodio; decirle a todo no. Aunque Meri ya lo ha comentado, es increíble este capítulo en comparación a las demás. Sí, en la trama de los chicos del espacio hay incertidumbre y en la de masa para las tortillas esta el tema de las alucinaciones y los problemas que tiene con su pasado, pero no tiene color con este capítulo.

No tengo mucho más que decir. Sigamos hasta el final, este donde este.

Saludos.
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#57
Escala X: El destino al que ninguno quiere llegar — Cielo sin Luna
 
Mostrar Mateo 16:26

Esto no iba a salir hasta que volviera a casa, pero luego de recibir sus comentarios, decidí que no quería acabar esto con una nota deprimente… así que mandé una nota de intriga.
Quedan este y dos capítulos de la Standby Phase, uno del AGS y uno de Seri, pero ambos con algunas sorpresas.
Esperen mucho diálogo. Ya habrá tiempo para la acción.
​​​​​

[font]Nem Jajajajajajajajajajajaja, te dije que iba a darles una sorpresa. De hecho me asustaba un poco que llegando a este capítulo pensaran algo como "ah, seguro se lo sacó de la nada". Por eso en las escalas cero, euler y fi dejé un montón de pistas que seguro viste: por ejemplo:

—Kartana dice hasta el hartazgo que el legendario no está ahí.
—Yveltal NUNCA llama Ho-Oh a Atem directamente, ni siquiera en sus pensamientos (lo más que dice es que quema con el fuego de Ho-Oh o algo así).
—Todo lo de las Pokéball que vio Tom
—Atem conoce movimientos que Ho-Oh no, como Pulso Cura y Puño Plasma.
—Seri nunca escuchó el nombre de Atem, y durante su narración siempre le dice Ho-Oh. Pero luego del encuentro con Kartana, no sólo sale deprimida al día siguiente sino que empieza a llamarlo Atem en sus pensamientos.
Muchas gracias por tus palabras. Y por poner una fuente legible.

Dor No tan rápido, aún no me quemes al papelito… personalmente veo a Kartana como una figura gris, con algo más de negro que de blanco, pero aún así menos oscuro que Atem. Es un poco difícil, tienen sus razones, tienen sus pecados, pero eh… está difícil de explicar sin spoilear así que mejor os dejo los próximos capítulos.

Tom Jajajajajajajajajajaja me sobreestimas demasiado. En parte es mi culpa por querer hacerme el listo y disfrazar pistas como si fueran errores para que después digan "AJÁ, ESTABA PLANEADO DESDE EL PRINCIPIO", que así es, pero… muchos de los que señalas acá fueron efectivamente errores.

Arañas rojas: error completamente. Sé que Spinarak es verde, pero al escribir eso estaba pensando en Ariados porque Seri tiene un Ariados así que acabé poniendo rojo en lugar de verde.
Ojos de bronce: no un error. Los ojos de Atem hace tres años eran lilas, pero ahora son marrones, o bronce. Esto era para dos cosas: primera, por si alguien notaba que cambiaban de color, pudiera unir los puntos después. Y dos: para hintear que en Johto su imitación es más precisa:
Ho-Oh en Sinnoh: error mío. Me equivoqué y debía decir Johto (ya lo había dicho). El "no parecen perros" era porque parecen más bien gatos. De hecho creeeo que sólo nosotros los llamamos perros.
Zoroark: completamente a propósito la referencia. En parte, sí, era lógico que Seri lo hiciera, y era otra hint de que Seri dudaba de él. Pero también fue una referencia porque, funny thing: todos los que leen Oscilaciones también leen Gen Berserk (Saku, Doc, Lawl, vos, Gold y Nemu) además de nosotros dos, así que era una quick jab que todos iban a notar. Pero al mismo tiempo hay una receta razón, y es que, como dice Seri al final, Ditto necesita al menos una imagen para imitar algo, y Atem se quedó con la fotografía…
Taza: intencional.
Brickeo: referencia obligatoria de Yugi.
Norte, siempre al norte: es un tanto más sencillo. Es una referencia oculta que dejé por ahí y que toca explicar a fondo en dos caps (en el final de temporada) pero para hacerla corta: no, las regiones no son dimensiones y sí están en el mismo plano temporal. Y no, Atem no piensa llevarla a la región de Sinnoh.

Doc No sabes lo mucho que me alegra que se hayan dado cuenta de los "no". Es una de las partes que más me enorgullecen como autor de este… coso fanfic. Con Johto, como decís, tenía ganas de contar el aftermath. Que la trama de Johto, desde la perspectiva de Seri, fuera un pasado del que sólo quedan tumbas, sitios vacíos y nombres sin significado para ella. En parte porque me divierte y en parte porque tenía que dejarla sola, lo más sola posible. En cuanto a lo de las alucinaciones… culpa mía por escribir estas denseadas ininteligibles, pero prometo tratar de ser más claro.

Meri un comentario super lindo. La verdad no sé si te gustó el  capítulo o si tenías prisa porque te fuera a comentar. Si querés convencerme de que fue sincero vení y comentá este, GUIÑO GUIÑO. Nah, de corazón, muchas gracias por pasar de vez en cuando. 

La verdad sí pensé seriamente cambiar los nombres. Como escribo por celular desde que mi lap sufrió una fractura craneal en su inesperada colisión con la pared hace unos meses… escribo la mayor parte en un block de notas más rápido y cómodo que Word.  Así que pensé "bue, seguimos con MasaMyu (adoré el nombre, por cierto) y después lo pasamos a Word y le damos buscar y reemplazar". Se me olvidó y quedaron así. Ah re. De todos modos, no cambiaría nada importante porque tú te quejaras. Lo que quiero es escribir una historia lo bastante buena que guste, no una específicamente para gustar. 

Hay algo bonito en la década de los veinte o, en el caso de Masaru, los 19, y es que estás joven, no tienes tantas necesidades y sí mucha energía, y puedes botar un trabajo de mierda si quieres con la confianza de que era temporal de todos modos y vas a encontrar algo más pronto que tarde… excepto ahora que hay pandemia y todo eso. Bue, qué se le va a hacer. 

Respecto al otro, y relacionado con el primero… lo siento. No voy a decir que no quería incomodar a nadie, después de todo el capítulo es así de oscuro a propósito, pero tienes razón, y hay demasiado baggage personal en esas líneas. No creo hacer otro capítulo como este, y no porque te quejes, sino porque la historia no lo demanda, y esta vez lo hacía.

Y es que había una razón para hacerlo así. Durante la primera fase del fic, la premisa de fondo es la desesperación. En esta segunda, es la soledad. Como alguien puede empezar a recuperarse porque está con gente a la que le importa (Masaru), cómo el miedo a la soledad puede hacerte cruzar líneas que no deberías (Kartana), o cómo la soledad individual puede atenuarse cuando es compartida (el AGS). Mientras que Masaru encuentra apoyo en Sonia y Myu; Seri se queda cada vez más sola, en un mundo que no conoce donde sólo se tiene a sí misma, por eso su quiebre tenía que ser así. Por eso ella tiene esa conclusión.

Muchas gracias por pasar de nuevo, me super alegra cuando te das una vuelta porque siempre pillas algo que da en el clavo. Espero que os guste lo que tengo planeado.
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3 de Enero de 1958
 
Petrel


—¿Y bien? ¿Dónde está?

Fennel lanzó la pregunta a los otros cinco presentes en la sala de descanso de la nave, quienes se miraron entre sí.

—No lo sé —murmuró Steven.

—No quiero saber —dijo Sabrina jugando con un mechón de su cabello.

—¿No me… interesa? —dijo Cyrus distraído.

Petrel, como el adulto que era, dio un ligero golpe en la cabeza a cada uno de los niños. Magearna imitó el gesto de encogerse de hombros. A Fennel no le hizo gracia.

—¡Esa niña, un día de estos va a matarse!

El ex-criminal suspiró para sí mismo. Tenían que esperar un rato más para que la nave acabara de cargar energía, pero Moon no era precisamente paciente, y después de pelearse con Sabrina, había salido a explorar por su cuenta.

—Tranquilícese, Profesora, además, este mundo parece normal, no hemos visto una sola bestia —trató de conciliar Steven, lo que sólo la puso de peor humor.

—¡No sabemos si es un mundo normal! Y si lo fuera, podría haber pokémon salvajes, o plantas venenosas, o secuestradores.

—Estará bien —insistió el joven, provocando una sonrisa burlona en Petrel—, además, se llevó a Nephy.

—¡Tiene doce años, son un Eevee y una niña de doce años!

—Un Eevee alien, y yo no subestimaría a una niña de doce años. Uno de la misma edad barrió el piso con nuestra organización.

A la profesora no le causó gracia.

—A nadie le importan tus glorificados delirios como ladrón de poca monta.

—Oye, sin faltar…

Lo cierto es que no se equivocaba. Ejecutivo Rocket era una forma pomposa de decir "ladrón, estafador y traficante". ¿Hacía cuánto de eso? Y ahora estaba ahí, cuidando niños, cocinando meriendas y contando chistes malos. Una parte de él, que solía llamar conciencia, le decía que no pertenecía a ese grupo de gente inocente; pero otra, su sentido común, le decía que no importaba porque estaba atrapado con ellos de todas formas, y lo cierto es que, a pesar suyo, empezaba a tomarles cariño, incluyendo a esa niña psíquica que le hacía levitar por los aires y el conejo robot con ojos de miedo.

La puerta se abrió de golpe, evitando que siguiera la discusión. Moon entró corriendo y respirando agitadamente. Tenía ramitas y tierra en la ropa y el cabello. El Eevee gris a su lado no se veía mejor.

—¡Profesora, escuche…

—No, tú me vas a escuchar a mí…

—¡Encontré una ciudad!

Los demás, cualesquiera que fuesen sus expresiones, se giraron hacia la niña en un instante, e incluso Fennel contuvo su enfado.

—¿Una ciudad? ¿Te refieres a…

—¿Civilización? —terminó Steven la pregunta, no del todo decidido a creer. Era la primera vez que encontraban a más de una persona desde que comenzaron su viaje, pero Moon parecía convencida.

—Así es, una ciudad, con sus casas con luces y todo.

—¿Hablaste con alguien? —prosiguió Fennel, pero la niña negó con la cabeza.

—No entramos. Antes de llegar a las puertas, Nephy se sintió mal y tuvimos que regresar.

A su lado, el pequeño Eevee gris bajó la cabeza sintiéndose culpable. Fennel lo tomó en brazos y lo examinó.

—No parece enfermo… pero tal vez pasó algo.

Aún así, no podían ignorar la oportunidad de explorar. Una ciudad podía significar muchas cosas, como que habían vuelto al mundo de alguno de ellos.

—Tenemos que ir y verificar.

—¡Yo voy! —se apuntó Moon de inmediato—. Ya conozco el camino.

—También tengo que ir —asintió su líder—. ¿Alguien más?

Petrel notó que Steven parecía tratar de decir algo, y dedujo de inmediato qué era.

—También voy, hace mucho que me apetece un trago. —Miró al joven de azul—. ¿Me haces segunda?

—Oh, claro —suspiró aliviado el de Hoenn—. ¿Cyrus?

—Yo me quedo —respondió el niño con un bostezo.

—¿Y Marnie? —preguntó Moon. Fennel desvió la mirada.

—No se siente bien. ¿Sabrina? ¿Magearna?

La niña psíquica miró a la niña buena y sin poderes, pero antes de que pudieran hacer contacto visual, ambas se apartaron con brusquedad.

—También voy, pero no con ella.

Petrel se encogió de hombros cuando Fennel lo miró inquisitiva. Él tampoco lo entendía, pero más tarde tendría que mediar entre ellas. Moon, pese a su buen carácter, podía ser tan aterradora como la niña psíquica.

Magearna agitó los brazos y todos lo interpretaron como un sí. Fennel se llevó una mano al puente de la nariz, un gesto que conservaba de cuando aún usaba gafas.

—Entonces nos llevamos a Magearna y a Sabrina para pelear, y se quedan Nephy y…

—Pero Nephy se siente mal —insistió Moon.

—Cyrus y yo terminamos el último AGH anoche, con veintidós deberían ser suficientes para defender la nave, ¿cierto?

—Supongo que sí —dijo el niño con indiferencia, a lo que Petrel suspiró exasperado.

—Escucha bien, Cyrus —le dijo con una mano sobre su hombro—: Eres el hombre de la casa hasta que volvamos, eso significa que tú debes proteger a Marnie de todo mal, ¿entendido?

—No creo que pueda protegerla de s…

—No, no, no, nada de peros. Tú te quedas aquí y que no le pase nada. Cierra todas las salidas hasta que volvamos.

—Y cuida de Nephy también —añadió Moon.

—¿Seguro que no quieres venir? —dijo Steven, y Petrel se pasó una mano por la cara. Ese pobre idiota se saboteaba solo.

Por suerte, Cyrus miró en dirección a Moon, luego a Sabrina, y sintió la ira latente dentro de ambas.

—Me quedo con Marnie.

—Bien —sonrió. Cyrus era un buen niño, y si seguía así, tal vez se convirtiera en un buen hombre.

Veinte minutos más tarde, luego de preparar todo lo necesario y reiterar la invitación a Marnie, el grupo se marchó en busca de su primera esperanza real en años.

—Vendremos por ustedes mañana —aseguró Fennel, y Cyrus, lacónico, alzó una mano a modo de despedida. Dos niñas, dos adultos y un arma de destrucción masiva eran sus compañeros en la aventura contra lo desconocido, y cuando pisó el claro del bosque que rodeaba la nave, Petrel descubrió un extraño sentimiento dentro de sí: un deseo irrefrenable de volver a la nave y viajar a un mundo diferente.

—¿Te pasa algo? —le preguntó Moon.

—No, nada pequeña.


 




 
 
Moon
 
 

—¿Qué tan lejos está la ciudad? —preguntó Steven. Llevaban unos treinta minutos caminando a través de la maleza. Aquella noche había luna nueva, lo que confería una capa más de oscuridad al bosque.

—Eso creo —dijo Moon, y de inmediato se arrepintió al escuchar la voz burlona de Sabrina.

—¿Crees o sabes? Creía que conocías el camino.

Odiaba que Sabrina fuera más lista. Pero ella tenía mejor brazo, y cuando estiró su mano hacia un arbusto para tomar una baya, la utilizó como proyectil contra la chica psíquica. Por desgracia, la chica psíquica tenía poderes psíquicos que reflejaron la baya directamente a su cara.

—¡Oye!

—Niñas, dejen de pelear —suspiró la profesora con cansancio—. ¿La viste en esta dirección, Moon?

—¡Lo juro! ¡Más adelante vi unas luces!

—¿Estás segura de que no era un Pikachu? —repitió Sabrina con una sonrisa que Moon sintió deseos de romperle en pedacitos—. O tal vez lo inventaste para evitar un castigo.

—¡Que no! ¡Era una ciudad de verdad!

—No creo que sea una mentira —intervino Steven, y Moon sintió que de repente lo quería más, pero de pronto su tono se volvió serio—. Y no creo que sea un Pikachu. ¿No notan algo extraño?

—Perdón, fui yo —interrumpió Petrel haciendo una mueca de asco y tapándose la nariz, haciéndola reír.

—No hemos visto un solo pokémon —intervino la profesora, congelando el ambiente con sus palabras—. ¿Qué fue lo que viste? ¿Personas?

—No —respondió cabizbaja—. Pero había edificios y electricidad. Y un enorme portal rojo.

—Una Ciudad significa humanos, pero ¿dónde están los pokémon?

—A menos que en esa ciudad no sean humanos —sugirió Sabrina, y por una vez, nadie hizo el menor comentario. Compartían un recuerdo demasiado desagradable al respecto.

—Oigan, creo que veo algo.

Efectivamente, Steven señaló a las luces que habían visto antes, y Moon echó a correr con entusiasmo. Tuvo que soportar la humillación de que Sabrina la sostuviera en el aire, y el regaño de la profesora por alejarse del resto, pero diez minutos después, frente a la puerta de la ciudad, supo que había valido la pena.

Visto más de cerca, el portal rojo estaba bastante deteriorado, y se componía principalmente de dos largas columnas cuyo arco central había caído en algún punto de su historia. El ambas había símbolos tallados que Moon no entendía.

—¿Qué dicen? —preguntó Sabrina, y Moon aprovechó la oportunidad.

—Qué tonta, no sabes.

—"Tonto no es el que no sabe, tonto es el que no pregunta" —recitó risueña—. ¿No es verdad, profesora?

—Sí, Sabrina —respondió la profesora sin prestar mucha atención—. Muy bien dicho.

Mientras Moon mordía el dorso de su mano, Petrel y Steven se acercaron a las extrañas escrituras.

—¿Sabes lo que dicen? —preguntó el más joven. Petrel le respondió con gesto solemne.

—Sí, son las palabras de las puertas del infierno —recitó—: "Quien cruce por aquí, abandone toda esperanza de salir… ¡sobrio!" —echó la cabeza hacia atrás con una fuerte carcajada—. Ya, basta, arriba ese ánimo. No lo sabremos hasta que entremos.

Petrel cruzó el umbral con decisión, seguido de Steven, la profesora y finalmente, Magearna tras ambas niñas. A veces se olvidaba de que existía. Las luces seguían encendidas, pero no veían a nadie en las calles. Moon reconoció el gimnasio de la ciudad y un Centro Pokémon, junto con un edificio de fachada azul a lado. Un teatro, el doble de grande que el gimnasio y, por encima de todo, dos grandes torres en el otro extremo de la ciudad: una de ellas gloriosa y altiva, mientras que la otra era una triste pila de ruinas quemadas.

—¿Qué mierda pasó aquí? —preguntó Sabrina frotándose los brazos por el frío.

—Niña, cuida ese lenguaje —dijo Petrel.

—¡Tú hablas así todo el tiempo!

—Haz lo que el tío Petrel dice, no lo que el tío Petrel hace, joder.

—Cállense un momento! —intentó poner orden la profesora—. ¿No se dan cuenta de dónde estamos?

—¿En una ciudad? —dijo Sabrina.

—En qué ciudad. Estamos en Ciudad Iris.

Moon miró a Sabrina, que parecía tan confundida como ella. Magearna se encogió de hombros y Steven trataba de recordar, pero la expresión de Petrel se volvió de pasmo.

—¿Iris? ¿Como "esa" Iris?

—Así es. Estamos en Johto.

Y antes de que pudiera preguntar, una recia voz masculina llamó su atención.

—Alto ahí.

Un grupo de al menos cuarenta personas les hizo frente. Hombres y algunas mujeres de apariencia fuerte y expresión hostil, armados con lanzas, azadones y herramientas. Dos o tres de ellos portaban armas de fuego, pero quien los lideraba era un hombre mayor de cabello gris y mirada severa, ataviado en un traje monacal y con las manos entrelazadas en la espalda.

—No son de por aquí —les dijo—. ¿Quiénes son? ¿Qué buscan?

—Viajeros —respondió la profesora—, de sitios lejanos. Vimos las luces de su ciudad a lo lejos y vinimos buscando refugio.

—¿Refugio? ¿De qué?

—Bestias. Hemos sido atacados por pokémon.

—¿Y esa cosa? —interrogó el hombre apuntando a Magearna—. ¿No es un pokémon?

—Oh, es sólo un juguete —mintió la profesora, extrayendo la coránima de su pecho y dejando caer su cuerpo al suelo—. Esta es su batería.

Moon se apresuró a recoger el cuerpo inerte, enfadada, pero el hombre, en cambio, se mesó la barba; pensativo.

—Disculpen nuestra rudeza, y sean bienvenidos a Ciudad Iris. Pasamos por tiempos difíciles, bajo el ataque constante de los pokémon, y hacemos lo posible por protegernos a nosotros mismos.

—Tampoco tenemos intenciones hostiles. Solo buscamos algo de refugio e información para encontrar el camino de regreso. Nuestro viaje ha sido largo y duro.

—Pues que así sea. La hospitalidad de Iris es vuestra.

A su señal, el grupo que lo seguía dio la voz de aviso y poco a poco la gente salió de sus casas a continuar con sus labores. Y mientras el hombre los guiaba al Centro Pokémon, y Moon volvía a activar a Magearna, una figura más descendió de los cielos. Parecía un muñeco de papel, pero de tamaño humano y con brazos largos y afilados como espadas.

—¿Qué es? —preguntó Steven.

—Nuestro guardián —respondió el anciano mientras el guerrero de papel hacia una reverencia—. Nos ha protegido de los ataques y a veces sale a patrullar el área. No es un pokémon.

Moon se retrasó un poco, con los ojos fijos en esa criatura. Le producía una extraña sensación, como si ya lo hubiera visto antes en algún lugar.

—De prisa, Moon —advirtió la profesora—. No te separes de nuevo.


 




 
 
Marnie
 
 

Había pasado todo el día en cama, y no sentía el menor deseo de moverse. Sólo quería que todo acabara de una vez.

Agradecía que la dejaran sola. Bastante tenía con el escándalo de todos los días cuando Steven, Cyrus y Magearna hacían pruebas por la nave con sus perritos, pero desde que Moon y Sabrina peleaban, la metían en medio de sus discusiones para todo. Había pasado de ser la hermanita consentida a tener tres hermanos menores (cuatro a veces contando a Steven), que demandaban su atención cuando los adultos estaban ocupados.

La ciudad seguiría allá mañana, después de todo, y ni siquiera sabía si tenía ganas de verla.

No quería desilusionarse y que no fuera nada.

O tal vez no quería ilusionarse y que sí fuera algo.

Era un pensamiento reciente y recurrente; habían pasado cuatro años desde que fue empujada hacia ese maldito portal. Cuatro años desde esa estúpida discusión con su hermano. Estaba segura de que él la había buscado por todas partes, pero cuatro años eran suficiente para que cualquiera se rindiera; para que incluso él pensara que estaba muerta. No quería imaginarse su hermano buscándola sin parar, en su hermano deprimido y fuera de control, enviando al Team Yell a encontrarla debajo de las piedras hasta que todos ellos se cansaran y lo abandonaran. No quería imaginarlo solo y amargado. Y no quería imaginarlo creyendo que se había ido porque lo odiaba.

Y a veces pensaba en esa caricatura que veía de niña sobre chicos que caían a un mundo paralelo, y que, tras terminar su aventura, apenas habían pasado unas pocas horas en el mundo real. Le gustaba imaginar que así eran las cosas; que el día en que finalmente volviera a su mundo, llamaría a la puerta de su casa a altas horas de la madrugada, y su hermano la reñiría por tenerlo esperando toda la noche.

Giró sobre la cama mientras sus entrañas la maldecían, y se encontró con Nephy hecho un ovillo a lado de sus pies en su forma de Eevee, con esos grandes ojos negros mirando hacia ella.

—¿Sabés? Me recuerdas a una pokémon que tenía. Era una Morpeko.

El Eevee alzó las orejas en su dirección, pero estaba tan cómodo que no se movió.

—Era caprichosa, glotona y manipuladora. Siempre obtenía lo que quería sin importar cómo. A veces por la fuerza, a veces con engaños. Fue muy difícil de entrenar, pero aprendí mucho de ella.

Suspiró.

—Por ejemplo, aprendí a distinguir cuando un pokémon finge estar enfermo para conseguir algo.

El Eevee le dedicó una mirada desagradable con una expresión que casi parecía humana.

—¿Por qué no quieres ir a esa ciudad? ¿Acaso sabes dónde estamos?

De súbito, el Eevee se incorporó, mientras su cuerpo mutaba al de un Espeon color esmeralda con una sonrisa sardónica. Abrió la ventana con sus poderes psíquicos y huyó por el bosque.



 




 
 
Steven
 
 

Había pasado la última hora recorriendo las calles de Iris con Petrel, sólo porque el hombre quería un trago.

—De verdad, estamos en un sitio histórico, en una versión paralela de una ciudad desaparecida, pasamos por algo tan místico y todo en lo que piensas es beber? No puedo creerlo.

—Chaval, he pasado los últimos tres años encerrado en esa chatarra con ustedes, sin ofender, luchando contra aliens, viendo sitios místicos, y ruinas, y dimensiones y toda la cosa, pero ni una gota de alcohol. NI UNA. Casi me siento como ese estirado de Archer. Así que óyeme bien, ¡esta noche me voy a emborrachar aunque tenga que robar una farmacia y tomarme el alcohol para heridas! ¡Palabra de hombre!

Steven no sabía si reír o llorar. Por suerte no tuvieron que llegar tan lejos y encontraron un puesto de comida ambulante que también vendía cerveza.

—Así que esto es… Johto —susurró mientras miraba su plato. "Ramen" lo llamaban. Por suerte la moneda era la misma.

—Es increíble —prosiguió—. Pensar que venimos de mundos distintos, y por fin encontramos una versión en la que Johto no fue destruida. Incluso tenemos suerte de que nuestro dinero sirva, o no tendrías esa cerveza.

—O vez todos venimos del mismo mundo, pero en diferentes épocas, y llegamos a Johto antes de que fuera destruida. Como sea, ¡Salud! —y rompió a reír. Para la segunda cerveza había recuperado todo su humor y un poco más para repartir.

—No, no lo creo. Sabrina y Moon vienen de mundos donde no existe Johto.

—Son NIÑAS. Ellas piensan en pokémon, salir de aventura y chicos con abdominales marcados. ¿A su edad tú te sabías los nombres de todas las regiones?

—Sí…

—Nerd. Jajaja jejeje jijiji

—Basta —lo empujó levemente en el hombro, pero sin dejar de sonreír.

—Jojojo jujuju… yo tenía ocho años cuando pasó. Mi mamá fue a recogernos de la escuela a mi hermana y a mí, y se no quedó viendo muy seria, y entonces nos dijo "tengo que decirles algo muy grave: la región de Johto ha sido destruida". Yo ni siquiera sabía qué era un Johto en ese tiempo, pero comprendí que había sido importante y… peligroso. Ya cuando fui creciendo entendí lo que significaba pero seguí sin darle importancia.

Steven hizo silencio. Aún en su estupor, Petrel se había puesto serio.

—Ya muchos años después, el jefe Giovanni nos llevó a beber. Nos contó que tiempo había escuchado historias sobre Johto. A diferencia de Kanto, era un sitio más rural pero había una leyenda sobre pokémon que podían viajar en el tiempo. Decía que era una lástima, porque en una región así nos hubiera sido más fácil operar, y con un pokémon así seríamos invencibles. Pero no. Johto era sólo cenizas. Que algo así de feo pase en la región vecina… te pone la piel de gallina… ¡Como tú! Jajajejejujuju

—¿Como yo?

¿Crees que no me doy cuenta de que ves a Fennel todo el día? Eh, picarón.

—Sólo me intriga —se defendió—. Oculta cosas.

—Claro, te intriga lo que oculta debajo de la bata. Jajajajajajajajaja.

—Deja de forzar la risa… —Steven dudó por un momento. Tal vez Petrel no recordaría nada al día siguiente—. Es extraña.

—¿Eh?

—Fue la primera de todos nosotros, y ya sabía operar nuestra nave. Nunca nos cuenta nada de sí misma, ni siquiera de qué región viene, y cuando llegamos aquí parecía que entendía la situación perfectamente, incluso ocultó el hecho de que Magearna es un pokémon antes de que nos dijeran nada.

—Seh, es muy perceptiva.

—Tal vez es más que eso. Me he dado cuenta de que los portales entre mundos se abren cuando matamos a una de esas criaturas, y ella siempre tiene lista la nave para cruzar. ¿Por qué no nos lo dice? ¿Qué nos esconde?

—Basta, Steve. Fennel es una buena mujer. Todos escondemos secretos.

—¿Pero no sientes curiosidad? ¿Qué tal si no podemos volver?

—Me… da igual.

—¿Qué?

Petrel se recargó sobre la barra, mirando hacia el frente pero sin ver.

—Yo era una basura. Hice cosas horribles y dejé mucha mierda en el camino. Si algún día vuelvo a Kanto seguramente la que me reciba con los brazos abiertos sea una sentencia de por vida… pero con ustedes puedo dar otro uso a mis habilidades. Puedo hacer algo bueno por alguien. Si algún día volvemos, quiero quedarme con ustedes… y tal vez empezar de nuevo.

Steven miró el fondo vacío de su ramen y  preguntó a sí mismo qué pensaba al respecto. No recibió respuesta.


 



 
 
Sabrina
 
 

Por fin, aquel hombre apestoso a coles viejas las había dejado en paz a las puertas del gimnasio pokémon. A Sabrina le costaba llamarlo así cuando no había ningún pokémon. En su lugar había mesas con comida enlatada, granos, agua y otras provisiones, y por el otro lado armas rudimentarias como lanzas y mazos.

Quien las guiaba era un joven de unos veintipocos que seguramente nunca había sonreído en su vida.

—Aquí conservamos las reservas de todo lo que necesitamos y lo que conseguimos en las expediciones al exterior.

—La tienen difícil —comentó Fennel.

—El comercio se ha paralizado en toda la región. Es casi como si cada pueblo y ciudad luchara por su cuenta.

Sabrina mantenía la vista en el techo, fingiendo que no prestaba atención.

—¿Tú eras entrenador aquí?

—Yo trabajo en el Teatro de Danza, pero en estos tiempos, todos debemos ayudar.

—¿Y los entrenadores?

—Eran videntes, psíquicos, se dice que personas así tienen un lazo más fuerte con sus pokémon que cualquier otro, pero fueron los primeros en ser traicionados por sus pokémon, y todos fueron asesinados. Sólo el líder de gimnasio se salvó cuando el samurai lo protegió de su Gengar.

El samurai. Aquella cosa que habían visto antes, a la entrada de la ciudad. A Sabrina le parecía un pokémon, pero todos insistían en que no lo era.

—No veo a ese líder de gimnasio por aquí.

—Debe estar rezando en la Torre Quemada. Dice que le da paz.

Caminó un poco más. En la esquina del gimnasio encontró varios bidones cerrados, y a lado una mesa con gran cantidad de frascos.

—¿Qué es?

—No te acerques —respondió el chico—. Gasolina.

—¿Por qué la guardan aquí?

—Por la misma razón por la que producen lanzas —respondió Fennel—. Es incendiaria.

El chico se cruzó de brazos y apartó la mirada.

—Nuestras armas son rudimentarias, pero hemos dependido de los pokémon por todas nuestras vidas. Hacemos lo que podemos con lo que tenemos.

—Todos lo hacemos —respondió conciliadora—. Luchamos para sobrevivir.



Tomaron unas mantas, algo de comida y les enseñó el camino hacia el Centro Pokémon que, con la misma ironía, ya no trataba pokémon pero aún podía hospedarlos. Cuando se despidieron y el chico volvió a su casa, Fennel comentó con un suspiro.

—Esos dos deben estar cantando ebrios en alguna acera, y Moon se escapó de nuevo. Por lo menos está con Magearna.

Sabrina apartó la mirada. Se había esforzado tanto en ignorarla que ni siquiera notó cuando se fueron.

—¿Y bien? ¿Vas a decirme qué pasó entre ustedes?

—Es una estúpida.

Fennel le dio un tirón en la oreja.

—¡Pero lo es! Todo el tiempo está hablando de sus amigos de Alola, esa Gladion, esa Lillie, ese Mallow… todos tan divertidos y geniales.

¿Estás celosa? —como siempre, en el clavo.

—¡Claro que no! Es más, le dije que si tanto los extrañaba que se fuera con ellos.

—¿Y qué dijo ella?

—Que lo haría si pudiera.

—¿Y qué hiciste tú?

—Le… lancé un poquito a Magearna a la cabeza.

—Y por eso no se quita el gorro ni para dormir.

—¡Marnie prometió que no te diría!

—Y no lo hizo, ni tampoco Moon, porque sabía que te metería en problemas.

—¿Estoy en problemas?

La mirada de Fennel se hizo severa.

—No debes usar tus poderes contra Moon, o contra cualquiera de nosotros. Y no debiste usar a Magearna como un proyectil.

—¡Pero es de metal! ¡No siente nada!

—Por fuera, tal vez no. Pero por dentro siente dolor cuando la tratas como un objeto. El mismo que tú sentiste por las palabras de Moon.

—No me importa lo que diga.

Se cruzó de brazos y caminó unos pasos adelante. En el fondo, tal vez no le importaba realmente lo que Moon decía. Sabía que, a pesar de todo, estaban juntas en la nave y volverían a contentarse tarde o temprano. Pero tenía miedo de después. De que Moon volviera con sus amigos de Alola, Marnie con su hermano, todos con sus familias y ella volviera a quedarse sola en esa enorme casa vacía. Que Moon no la extrañaría ni se acordaría de ella. Que habían sido amigas sólo por necesidad, solo hasta que ya no hiciera falta.

Tal vez sí eran celos después de todo.

—Sea cual sea la razón, será mejor que lo resuelvan. No querrás acabar como el resto de nosotros: lamentando haber peleado con alguien a quien quieres porque sus últimas palabras fueron una estúpida pelea.

Fennel detuvo sus pasos. Habían llegado al Centro Pokémon.

—Descansa, y piensa en lo que te dije.

—¿Y tú?

Non in commotione Dominus —recitó—. Quiero ver a ese líder de gimnasio.


 




 
 
Magearna
 
 


Para todo lo que Moon y Marnie contaban sobre las ciudades, Iris le resultaba muy decepcionante. Nadie hacia nada divertido. Nadie reía, nadie sonreía. Estar en el AGS con los demás era mucho más divertido.

—Magy, por si no te lo han dicho antes ¡Pesas un montón!

Como tenía que fingir que era un juguete, Moon la llevaba a cuestas dentro de su mochila, sólo con los brazos y la cabeza afuera. Por si no fuera suficiente, se había autoimpuesto la misión de encontrar al samurai y hablar con él, cosa que hubiera sido sencilla de no ser porque el guerrero de papel tenía a bien meditar a la luz de las estrellas sobre el techo del Teatro de Danza. Cuando por fin logró subir, Moon respiraba como si le hubieran sacado llenado los pulmones de agua, pero aún parecía feliz. El samurai, feliz o no, giró su cabeza hacia ellas cuando las vio.

—Alola.

La criatura no respondió.

—Yo soy Moon y ella es Magearna. ¿Tú quién eres?

La criatura no respondió.

—¿No sabes hablar o te prohibieron hablar?

La criatura no respondió.

—No importa. Magy tampoco puede y le hablo todo el tiempo. Sólo mueve la cabeza en vertical para "sí" y a los lados para "no", ¿está bien?

La criatura no se movió.

—Está bien. Hace dos años más o menos me mudé a la región de Alola. Allá tenía un montón de amigos. Tenía una amiga llamada Lillie y su hermano que se llama Gladion. Su mamá trabajaba en una compañía muy grande que investigaba pokémon raros. A nosotros no nos dejaban entrar pero creo que vi uno muy parecido a ti en un libro que trajo Gladion.

La criatura no se movió.

—Y luego, luego… te me haces raro. Hay algo en ti que me recuerda a las criaturas que hemos visto este tiempo. Esas que siempre nos atacan. Cuando te vi en la entrada de la ciudad pensé que ibas a atacarnos, pero no nos hiciste nada. Y los del pueblo dicen que no eres un pokémon.

La criatura no se movió.

—Yo creo que estás perdido. Creo que también vienes de otro mundo.

—Sí.

Moon sonrió.

—¿De dónde?


 



 
 Fennel

Aquella torre era una ruina. Un monumento al dolor, al moho y a la ceniza. Había visto tantas como esa… en los últimos años, su único contacto con la civilización eran las ruinas en las que ocasionalmente caían.

Se preguntaba si Castellia luciría así algún día.

El interior, iluminado sólo por su linterna, no le decía nada en especial. Carecía incluso de fantasmas. Lo único que vio, en el mismo corazón de la Torre, fue a un joven sentado en una depresión del suelo. Vestía de negro y gris, su cabello era rubio y tanto la banda en su cabeza como su bufanda eran púrpuras. Debía tener menos de veinte, tal vez la edad de Marnie.

—¿Te interrumpo?

—No realmente —Le sonrió—, vengo aquí a rezar. Escuché que ustedes venían, tú debes ser la profesora.

—Y tú debes ser el líder de gimnasio.

—En efecto, lo soy. ¿Qué te trae por aquí, profesora?

—Seguro ya lo escuchaste; estoy perdida.

—¿No lo estamos todos? —El chico echó la cabeza hacia atrás y miró por el hueco en el cielo, hacia donde debería estar la luna.

O hacia donde deberían estar los dioses.

—¿Cree en los dioses, profesora? Por lo regular ustedes son ateos.

—Creo en ellos, pero no me agradan.

—Qué mala. Yo creo que los dioses son complicados y conflictivos, demasiado ocupados en sus propios problemas, pero velan por nosotros.

—¿Como Lugia? Provocó un incendio con su poder, y huyó para que Ho-Oh limpiara el desastre.

—Fueron los humanos los que lo ahuyentaron con su ambición.

—Los humanos no producen tormentas. Los humanos no controlan el rayo. Aún.

—¿Aún?

—Y Ho-Oh no es mejor —suspiró—. Revivió a esos tres pokémon contra su voluntad y los convirtió en abominaciones.

—¿Habla en serio, profesora? Suicune purifica el agua.

—Y Entei despierta volcanes. ¿Debemos adorarlo por ello?

—Imposible —rio el joven—. Es usted blasfema de corazón.

Fennel se encogió de hombros.

—Aprendí mi lección. Pero tú… tus pokémon trataron de matarte, a ti y a todos ustedes, e incluso ahora, tu región está al borde de la extinción. Y aún así, pones toda tu fe en un pokémon que no has visto jamás y que podría no existir. Y aún si existe, nadie asegura que quiera salvarte, o que llegue a tiempo. ¿Por qué? ¿Qué sostiene tu fe?

El chico se mantuvo impasible. Lo más que pudo arrancarle Fennel fue una sonrisa de esperanza.

—Se equivoca. Lo he visto; en mis sueños. Ho-Oh descenderá en una noche sin luna como esta para brillar como el mismo sol, conmovido por un alma joven de sentimientos puros, y traerá paz a esta tierra doliente.

La sonrisa de la profesora, en cambio, destilaba amargura.

—Yo también lo he visto, joven de corazón puro, y siento decirte que no es verdad. Ho-Oh no aparecerá, humanos y pokémon se destruirán entre sí, y lo único que quedará de Johto será una tierra silente de fantasmas y cenizas.

—¿También tienes sueños?

—Pesadillas, vengo del futuro y te advierto sobre la ruina.

Esperaba callar a aquel chico delirante, o al menos fastidiarlo para que dejara el tema, pero lo único que provocó fue que en sus ojos se reflejara un brillo desafiante.

—Ya veremos. ¿Cuál es tu nombre, Profesora?

—Fennel. ¿Cuál es el tuyo?

—Atem.



 




 
 
Cyrus

 
 
«El hombre de la casa».


Es lo que Petrel le había dicho, pero no tenía idea de qué significaba, o peor, cómo llevarlo a cabo.

Marnie era su "familia" como solía decir la profesora, pero Nephy y Magearna también eran familia según Steven y Moon, así que ambos eran igualmente importantes. Petrel le había dicho que debía proteger a Marnie y no salir, pero Marnie le había dicho que debía buscar a Nephy y salir. ¿A quién debía hacerle caso? ¿Cómo cumplía su deber?

Al final salió solo al bosque con el AGH22, el más reciente de sus modelos, y dejó a Marnie en el AGS junto con todos los demás. Aún así, no parecía suficiente. Sentía que traicionaba un poco la confianza de Petrel.

Tal vez aún no estaba listo para ser un hombre.

Llevaba una hora buscando en el bosque sin la menor pista de Nephy, o de cualquier otro pokémon. Ya era bastante raro.

—¿Estás perdido?

Sus sentidos se alertaron. El AGH22 encendió los faros en sus ojos y empezó a buscar alrededor. De pronto los arbustos se movieron y de entre ellos apareció una persona.

Era una chica joven; mayor que Moon y Sabrina, pero menor que Marnie. Usaba unas deportivas blancas y medias negras altas junto con una minifalda color crema, y en la parte de arriba una chaqueta azul cerrada con algunas líneas azules, una bufanda rosa rodeando su cuello y una gorra de piloto del mismo azul oscuro. Lo poco que podía ver de su cabello tenía un suave tono lavanda, pero lo que más llamó su atención fueron sus ojos. Eran negros y muy profundos, como si algo faltara en ellos, una sensación muy desagradable.

Alola.

—… Hola.

—¿Estás perdido? —repitió la pregunta.

—No, estoy buscando a alguien.

La chica se inclinó y miró con curiosidad al perro mecánico.

—¿Ese es tu pokémon?

—No, es el Antique Gear Hound modelo 22, abreviado como AGH22. Es más ligero y rápido que el modelo 21, de modo que gasta menos energía, pero también es un poco menos resistente debido a su armadura más delgada.

La chica se le quedó viendo con la misma expresión que hacía Moon cuando trataba de explicarle algo: como si su cerebro tuviera lag.

—Así que… buscas a alguien.

—Sí —suspiró—. Busco un pokémon.

—¡Yo también! Podríamos buscar juntos. —Decidiendo sola, puso una mano sobre su cabeza y le revolvió el cabello, como solía hacer la profesora— ¿Cómo es?

—Es un Eevee… o un Espeon. No estoy seguro de qué forma tiene; cambia a menudo.

—Qué gracioso. El que yo busco también.
[Imagen: wwf8CcC.jpg]
whoooooooooooooooooo
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#58
A ver, por dónde empezar, por favor. Encima de que dejé pasar el capítulo nueve y ahora me tocó leer estos dos de un tirón, me dejaron sin palabras a la hora de comentar, NECESITO MÁS, es como una droga. Sabés dejar lo justito de preguntas sin responder para que cuando termine de leer, esos plot twists o esos cliffhangers me hagan querer respuestas y más respuestas. Además, la forma en que escribiste esos dos capítulos (con una leve preferencia hacia el nueve, porque a ver, es el nueve), las descripciones, las palabras que elegiste usar, las emociones de los personajes y cómo los escribis. Todo eso me mantuvo super atrapado, más que con cualquier capítulo anterior, de verdad (capaz que es porque hay cosas desvelandose y no me dejó perdido como con capítulos pasados o capaz es porque realmente estos dos fueron TAN buenos). Aparte toca en temás muy personales (creo que levanto este punto demasiado seguido por acá), especialmente cuando hacés referencia a la muerte. No se, yo que me dedico a hacer cosas muy light, me hace "bien" leer cosas que llevan mas en serio esos elementos de la realidad, ofrecen esa seca pero sobria visión que baja a tierra. No voy a hablar de errores, primero porque ya hubo gente que te los apuntó en los comentarios pasados y después porque, honestamente, no me sacaron para nada de la lectura, mismo las veces que estaba releyendo tal o cual párrafo y encontraba una cosa mal. Por último, el contraste entre los capítulos me sentó bastante bien, porque mismo que compartan esos hilos conectores, los estilos de los personajes (Petrel es un genio, así como Fennel) y la manera de cómo contar la historia (no pude evitar pensar en connection al ver la manera de que saltás de uno a otro) se me hicieron bienvenidos, después de lo melancólico que me dejó el capítulo de Seri. Otra cosa, de acá en adelante voy a dejar de armar conexiones y realmente dejar que la fic me lleve adonde quiera, lección aprendida.

Saludos Kiwi, que estés bien  Mewwave
 
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#59
Te quiero Kiwi, CASATE CONMIGO. Ok no, pero sos muy groso en lo tuyo. De todas formas, como soy un pelotudo que prefiere ir a lo fácil, voy a seguir marcándote los minúsculos, insignificantes errores, porque si los dejo pasar se pierden en la nebulosa de genialidad extraña que es tu historia.

Venimos del fracasado y cómodo otaku que prefiere rascarse con su Growlithe en lo más bajo de la torre de batallas de Ciudad Negra porque le da paja el éxito, o porque le teme un poco. La niña moribunda que quiere que Ho-Oh le cure el cáncer, encontrándose con algo más chiquito y peligroso que el cáncer (bueno, no, el cáncer definitivamente no puede tener un mínimo diálogo con vos, jamás, ni ponerse en pedo a tu lado). También la loli que nadie sabe qué pinta salvo Meri, pero que cautivó el corazón de Yveltal hasta que... se abrieron portales y se agarró a las piñas contra ultrabestias hasta morir, digo, dormir. Un fracasado y depresivo mal entrenador que vive en la región más sexy de todas, pero que se comió los mocos porque su crush fue atrás del pibe que tiene pasta de campeón. Ahí hay muchas drogas ectoplásmicas de por medio, lo cual está muy bien.

Y tenemos a la pandilla que parece una especie de sitcom animada medio rancia de segmento de Adult Swim donde los personajes son demasiado diferentes y random pero que de algún modo funciona. Tipo La Casa de las Ideas pero con más waifus y menos zorras. Ellos tienen una aventura ayudados por naves espaciales, pistolas de rayos láser, PERROS MECANICOS DE ENGRANAJES ANCESTRALES QUE MATAN ULTRABESTIAS, muchas lolis y lolos (Cyrus es un lolo) y un sentimiento de familiaridad y comunidad que conmueve por lo dulce que es. ¡En serio, todo este grupo es lo más cute que escribiste! Acá brillan más que nunca los diálogos y las interacciones, las relaciones conflictivas pero también agradables entre ellos, cómo todos parecen jugar un rol puntual en el grupo y ser conscientes de ello. Tal vez Sabrina y Cyrus se parezcan demasiado en lo asperger de su comportamiento, aunque tal vez sienta a Sabrina un poquito más abrazada a su humanidad que al otro pibito.

Y ahora sí, arrancamos la lectura marcando detalles bobos tales como:
 
Cita:—¿Hablaste con alguien? —prosiguió Fennel, pero la niña llegó con la cabeza.

¿Negó con la cabeza?
 
Cita:Y no quería imaginarlo que se había ido porque lo odiaba.

¿No quería imaginar que se había ido?
 
Cita:Y a veces pensaba en esa caricatura que veía de niña sobre chicos que caían a un mundo paralelo, y que, tras terminar su aventura, apenas habían pasado unas pocas horas en el mundo real

¡Waaah! Esto es obviamente referencia al mítico episodio de Ed, Edd y Eddy donde creen que se fueron en su prototipo de nave espacial a un planeta desconocido, cuando estuvieron siempre en un basurero común y corriente.

Me encanta demasiado el diálogo de borrachines (bueno, borrachín) entre Petrel y Steven, y cómo el respetado ejecutivo rocket (ladrón pedorro y travesti) se ríe exactamente como el Joker en The Dark Knight, con ese "jajaja jejeje jijiji jojo". Seguro no lo hizo de forma tan creepy pero así lo leí.
 
Cita:—Sólo me intrigs —se defendió—. Oculta cosas.

¡Intriga!

Mierda, este capítulo es tan cool. Finalmente vemos un "cruce" formal del grupete sitcom espacial y la ciudad Iris que tanto nos hizo llorar. Pero ya no es la misma, en tiempo o en espacio, y Kartana se volvió EL EMPELADOL y dejó de ser chikito pero parece que aunque todos lo respetan por lo badass que es, también están guardando bidones de nafta para prenderlo fuego a la mierda si se pone en ortiva.

Qué grande Moon cargando a Magearna en su espalda, ochenta kilazos de puro metal que se banca como una campeona.
 
Cita:O hacia donde debería estar los dioses.

Deberían.

¡Waaah! Lo sabía: Atem y Morty son la misma persona. O sea que Morty es el stand de Ho-Oh. (?)

¿Al final se encontraron Cyrus y... Acerola? ¿Es ella? MERI, ¿es ella no? Pero le cambió el color de pelo y el look. Lo único que conserva es la estética de aviadora, aunque en el árbol blanco tenía las gafas de Flygon y ahora tiene un casquito de... ¿De qué? ¡Ah! Pará, también parece el aspecto de Winona. Pero no tiene sentido porque se presenta con un Alola, igual que Acerolita. Me cago en la puta que la parió y en sus mil looks, eso no tiene sentido. Bueno, sí, lo tiene y lo sabés, pero tenés que aclararlo porque tampoco es un re misteriazo.  Farfar

Lo que sí me tiene el culo apretujado es todo el tema de la presencia de Kartana ahí y su conexión con Ho-Oh, así como del resto de legendarios que o parecen haber muerto o huído o estar demasiado ocupados en otras partes más hechas pelota como para decir presente. Uno está medio liquidado en el árbol blanco donde se habían encontrado a la supuesta Acerola/Flygon. Otro... ¿murió en el combate junto a Yveltal contra las UB? O tomó la forma de Morty. O se fue con Seri para acompañarla a morir (nah, eso fue obra de Kartana... de algún modo). ¡Mirá si me voy a fijar en la identidad de una loli pedorra de Alola cuando hay cosas mucho más épicas cociándose tras bambalinas en este mundo! Digo, mundos. Lo que sea.

¿Sabés? En ese fic que tanto amo y recomiendo por el Discord, MCOO, también hacen ver a Iris como una ciudad donde todo su pueblo está armado y se refugia en sus casas estilo tradicional japonés para protegerse de pokémon con cuchillas en los brazos a los que temen y respetan. Solo que en ese fic son varios Scyther, pero eh. Me resultó llamativo el paralelismo, aunque capaz lo rebusqué un poquito.

Me parece re tiernis la postura de Sabrina de sentirse triste porque sabe que ese viaje con un grupo de personas unido a ella va a fragmentarse cuando llegue a su fin, y que todos vna a volver a sus respectivos hogares en compañía de sus verdaderas familias y afectos mientras que ella se va a quedar sola en su puto gimnasio-jaula-casademuñecas donde claramente no era feliz. ¿Hiciste específicamente niños adorables a Sabri y Cyrus porque eran los personajes más fríos y desconectados de la realidad en sus versiones adultas? Es una gran forma de mirarlos con otro lente y empatizar más, y representan mejor así la soledad y abandono de sus pares. O quizás sea el preámbulo de lo que acabarán siendo a raíz de esas experiencias traumáticas. Igual insisto en que Cyrus tiene asperger o alguna rama del autismo, aunque se le aprecie mejor de grande que de chico.
Suena al clásico plot donde Sabri se volvería medio loca y berserk y no querría permitir que regresen a sus mundos, aunque no la presentás de forma siniestra como para que podamos especular con algo así.

Meh, no especulo nada mejor. Pero le pegué con la referencia a Ed Edd y Eddy, ¿no? ¡¿NO?!



Me rompe las bolas pensar que van a pasar un par de meses hasta que sepa cómo sigue esta parte de la historia. Solo me consolaría volver a Galar, o que Seri estuviera viva, o que nos expliques más sobre Acerola y Flygon y su pasión por el cosplay. Pero siempre da gusto volver a leerte.
[Imagen: Cn0vsbG.png]
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#60
Yo, todo inocente, creyendo que al ser diálogo no tendré que usar mis neuronas para buscar sentido a las cosas.
Yo, después de leer este capítulo:
Mostrar
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Aunque creo que en este cap no forcé tanto mis neuronas como los otros (que de por sí no las fuerzo mucho(??)). Va, entonces no solo pueden saltar entre diversos mundos sino que también en diversas líneas temporales y por lo que se dejó visto en el cap, Fennel es de la línea temporal de la que conocemos a Masaru, Myu, Seri, solo que llegaron en un tiempo donde Johto no se fue tan a la re mierda. Y vemos al Morty que no es Morty, probs (? y a un Kartana que funge como guardián.

Aún hay humanos, por lo que me pregunto que tantos años hay entre ese pequeño espacio en el tiempo donde se encuentran hasta la actualidad donde se desarrolla la historia. Considerando que los humanos están sumamente desprotegidos dado que a los Pokés les dio por volverse Bersekers y atacarlos, no creo que haya pasado tantoooo tiempo, pero quién sabe.

Chillé como fanboy al ver que era esa línea del tiempo y por eso estaba ahí el gorrito de Moon y no era un gimmick cualquiera.

Sabrina chikita re tsundere donde por supuesto que no  está celosa de los antiguos amigos de Moon, pero a la vez sobrepensando demasiado si no se están utilizando mutuamente por lo solas que están. Bueno, al menos admitió que está celosa, kind of, y Moon tan densa que ni se da cuenta que si empiezas a hablar sumamente seguido de tus otros amigos como si los actuales no existieran no causara algún tipo de repercusión.

Me duele admitir que me tomó MESES hacer la conexión con Acerola y la princesa de Yvetal. A pesar de haber jugado Alola, su lore me pasó muy pero muy por encima de la cabeza, entonces, cuando por casualidades del destino estaba viendo la wikia, vi el término Faller, click en el enlace y ahí me tienes chillando internamente. Hubiera pasado mucho más tiempo sin hacer la conexión si no hubiera sido por la bendita wikia.

On  the good side. ¡Acerola aparece! y ya no es la niña de Alola y al parecer el Eevee que se encontró Moon es... ¿suyo? al menos tienen una conexión intrigante. Ese Eevee esconde muchos secretos, aunque cuando apareció la verdad ni le di muchas vueltas al asunto. A ver como le va a Cyrus con la princesa no princesa.


Also, me tomó eones también darme cuenta que era Acerola, por la descripción juré que era Winona, pero luego recordé que ella es de Hoenn y no saluda así. Y estuve dando vueltas y vueltas y vueltas buscando hasta que di con la única solución medianamente posible.
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