Okay, aviso que me voy a lanzar un post bastante largo. Es lo que pasa cuando alguien toca un tema y sale mi lado nerd. Nerd, léase: no especializado así que probablemente me salga con una cagada o algo así. No diría que esto es un headcannon tanto como una... Vamos a decir, aventuración.
Para empezar, creo que el concepto de evolución no es realmente preciso en la forma en que se utiliza.
Evolución Pokémon como tal es una licencia artística, y el término que expresa lo que vemos cuando un pokémon "evoluciona" es una
metamorfosis. Son cambios drásticos por los que pasa un individuo en su camino a la madurez, justo como cualquier pokémon al subir de nivel.
Con esto además quiero decir que, de acuerdo a la lógica, las líneas evolutivas son una sola especie y no tres diferentes. De la misma forma que la oruga, la crisálida y la mariposa son todas el mismo animal; Charmander, Charmeleon y Charizard lo son. Las "especies" que aparecen en la pokédex como "legendario" para Arcanine o "Eón" para Latias son simplemente motes que señalan alguna característica del pokémon y, como ocurre con los nombres de los animales, están basados en la impresión que causaron en quienes los conocieron.
¿Dónde está entonces, el concepto de evolución en Pokémon? En todas partes. De acuerdo a la premisa de que Mew es el ancestro de los pokémon terrestres (es decir, exceptuando a los seres cósmicos como el Trío Dragón), la existencia de fósiles y la aparición de nuevas especies, podemos asumir que la evolución sigue un camino similar al de nuestro mundo; con mutaciones que son ventajosas o desventajosas y son transmitidas a través de generaciones, reforzándose para dar lugar a organismos nuevos de especies nuevas. La selección natural y la adaptación al medio jugarían el mismo papel que juegan en la Tierra, y prueba de ello pueden ser los fósiles. Los pokémon prehistóricos como Ramphardos, Tyrantrum, Aerodactyl y demás serían organismos superiores en su era. Si establecemos un paralelismo con el paleozoico y el mezozoico, estas especies tendrían ventaja en un clima más apegado a esas eras. Vivieron en épocas en las que ser grande y duro era una ventaja evolutiva y crecieron en consecuencia, pero cuando la comida escasea, ese tamaño les jugó en contra. Así mismo, podríamos suponer que algunos como Aerodactyl se extinguieron porque su cuerpo era demasiado frágil para soportar bruscos cambios de temperatura, o que Kabutops, Lileep y Omastar perecieron al ser superados o depredados por nuevas especies (es aventurar mucho, quizá, pero Gorebyss y Huntail pudieron ser responsables de ello). Lo mismo pasa en nuestro mundo, o cambias, o mueres. Y estos pokémon fueron cambiando hasta convertirse en nuevas especies. Archeops, por ejemplo, podría descender de fósiles más antiguos.
Y Relicanth, al igual que los celacantos, era mucho más resistente a los cambios que sus contemporáneos, y vivió cuando ellos murieron. Supervivencia del más apto.
Y aquí quiero hacer una pausa para hablar de nuestros amigos los legendarios. ¿Qué lugar ocupan ellos en la teoría evolutiva?
Uno podría pensar que por sus altas estadísticas, movimientos poderosos y carácter mítico que les otorgan los humanos, son una especie de ser superior. Una criatura más perfecta que ha salido victoriosa en la carrera evolutiva. Después de todo, si eres perfecto, ¿para qué evolucionar?
Pero eso es un error, si aceptamos que la evolución es realmente metamorfosis y que la verdadera evolución es el proceso lento que comparte nuestro mundo.
Los pokémon legendarios, salvo los que fueron creados por el hombre y los de carácter sobrenatural, serían en realidad los grandes perdedores de la evolución. Sí, son poderosos, pero maduran a un ritmo muy lento y tienen requerimientos de energía mucho mayores, tanto por su tamaño como por la gran cantidad de energía que deben producir para desatar sus ataques devastadores. También tienen (en su mayoría) un carácter solitario. Maduran tan lento y pasan tan poco tiempo entre los de su propia especie que uno podría aventurar que alcanzan la plenitud sexual a una edad avanzada, y que el encontrar compañeros para aparearse les toma aún más tiempo. Y al igual que a los grandes mamíferos de nuestro mundo, es de suponer que sus camadas se reducen a una o dos crías, o que empollan pocos huevos que a su vez tardan mucho en madurar. Pokémon que en el pasado tal vez fueron comunes ahora están al borde de desaparecer por su dificultad para tener progenie, igual que ocurre con especies como los pandas o los grandes felinos en cautiverio. No podemos descartar del todo la influencia humana en su desaparición, porque cuando estas creaturas ya raras de por sí interactuaban con humanos, eran asociadas con desastres o confundidas con deidades. Tal vez fueron cazadas y perseguidas tanto como adoradas, lo que hizo mermar aún más su número en nuestros días. Hay que notar que esto no necesariamente aplica a todos: ya hemos visto que Shaymin y Manaphy tienen menos problemas para reproducirse, pero en el caso de otros como el Trío Aura, las Aves Legendarias, el Trío Creador, el Dúo Eón, el Dúo Lunar, Lugia, Ho-Oh y otros que se me escapen en este momento, creo que en el caso de ellos podría tratarse de algo como esto.
Y el último aspecto a tocar debería ser la adaptación al medio... que queda bastante clara. Las formas regionales son la versión pokémon de la adaptación biológica. No hay mucho qué decir de esto: el ancestro en común de, digamos, sandslash, se desarrolló y reprodujo en dos sitios tan distintos como Alola y Kanto, y su descendencia fue transmitiendo características que le hacían más apto para la tundra y la pradera respectivamente, hasta alcanzar sus formas actuales. Hasta ese punto, no creo que haya mucho espacio a discusión.
Pero conforme hablábamos de la evolución, alguien mencionó a las piedras evolutivas. Bajo mi premisa de que la evolución pokémon es una metamorfosis, ¿dónde quedan las estas evoluciones, si la etapa final debería considerarse la adultez? ¿es que hay pokémon que necesitan asistencia externa para alcanzar su desarrollo pleno?
Mi propuesta es que... no. Lo que sugiero es que las evoluciones con objetos no son naturales.
Tomemos de ejemplo a Pikachu. Tenemos la cría, Pichu, y la fase adulta, Pikachu. ¿Dónde queda Raichu? Pues fuera. La razón por la que no encontramos raichu salvajes es porque no se supone que existan. Sin embargo, cuando Pikachu es expuesto a un mineral en particular, la Piedra Trueno, su organismo muta a nivel celular y toda su estructura se transforma. Sigue siendo el mismo Pikachu, pero su fisiología ha cambiado por completo de forma forzosa. Su desarrollo natural se ha interrumpido y ahora es una especie de abominación. Y prueba de ello es que ahora está incapacitado para aprender movimientos que debería aprender de seguir creciendo naturalmente. Qué le has hecho a tu pikachu, monstruo.
Por supuesto, no todos los pokémon son afectados de la misma forma. Eevee, siendo mucho más adaptable, es capaz de alcanzar su madurez pese a su mutación, e incluso puede desarrollar nuevas técnicas y características en base a su nueva forma. Otros, como Nidoking, no tienen tanta suerte. Nidoqueen la tiene peor, puesto que su mutación es tal que se vuelve estéril.
¿Y si la leyenda de los nueve magos que formaron a Ninetales tuviera una base real? Es decir, que en la antigüedad los magos sometieran a los vulpix a rituales con este mineral que llamamos Piedra Fuego y de esa forma crearan a Ninetales.
Y pokémon como Yanma, Piloswine y Tangela despiertan genes ancestrales a través de Poder Pasado y esto los lleva a un estado intermedio entre lo que son y la especie de la que preceden.
Podríamos incluso aventurar que la razón por la que los pokémon de tipo dragón sólo evolucionan por nivel es porque su material genético es más resistente a los cambios. Tal vez por eso hay tan pocos, porque se están extinguiendo debido a su baja capacidad de adaptación.
Y eso sería todo por ahora. Hay un par de cosas más que me gustaría decir (acabo de notar que me salté las evoluciones por amistad e intercambio), pero si sigo escribiendo nadie va a querer leer, so...