01 Aug 2020
03:12 PM
Palabras -
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Tipo Bicho - Día 1
Cuando al entrenador, novato o experimentado, se le pregunta por su tipo predilecto, pocas veces éste le dirá que es el Tipo Bicho. Más allá de su aspecto grotesco y el pánico visceral que pueden provocarle a más de uno, el conocedor aludirá que su rechazo es una simple cuestión de carencias anatómicas:
Mandíbulas churriguerescas incapaces de roer el acero del progreso. Alitas enclenques que no pueden volar a las frías alturas del éxito ni de soportar el abrazador calor de los embates que aguarda la victoria. Escalofriantes ojos compuestos que sortean por sobre la mente y la oscuridad de sus adversarios, aun así, deficientes para ver los misterios del alma de quien les acoge. Una coraza externa fácilmente desmoronable con un puñetazo, una estocada de verborrea corrosiva e, incluso, una muestra de amor pueril.
Dicho de otra manera, cualquier joven que pretenda hacer de su vida una aventura indómita, pasará de este tipo.
Lo cierto, es que todo esto resulta un pretexto para no hablar del verdadero problema de ser dueño de una de estas singulares criaturas. Quien capture, por ejemplo, un Caterpie, en una semana tendrá un Metapod, en otro mes un Butterfree y al año tendrá una pokébola vacía y un corazón destrozado.
Así pues, los Tipo Bicho son una plaga que se arraigan en la memoria e infestan los recuerdos de aquellos dispuestos a darles un espacio en sus corazones.